Capítulo 48
Dominic llegó a casa de Richard a muy altas horas de la noche, luego de que este le llamara y le pidiera que fuese urgentemente a su casa.
Por suerte había viajado de regreso a Perth debido a una llamada de Jake diciéndole que necesitaba firmar unos documentos de último momento para su emancipación, luego de la impactante noticia de que Axel, la mujer que él adoraba, había regresado junto a su prometido y no era otro más que el fiscal Josh Park.
Aun no salía de su asombro pero, él no se iba a rendir con Axel. Ella lo amaba, lo sentía en su corazón y no la volvería a perder.
Antes de que tocar la puerta de la casa, esta fue abierta de golpe y se asustó al ver a Claire, llorando de manera desconsolada.
De inmediato Dominic temió lo peor así que ingresó a la vivienda y observó a su hermano conversando con el mismo hombre que lo había echado de su casa varias horas atrás.
¿Qué hacía él en casa de su hermano?
Su mirada recorrió de inmediato toda la estancia para ver en donde se encontraría Axel, pero ella no estaba en ese lugar.
- Richard...
Su hermano y Josh lo voltearon a ver al mismo tiempo y ambos parecían haber envejecido demasiados años en pocas horas.
- ¿Qué ocurre? –preguntó de inmediato –. ¿Dónde están Christina y Axel? Si este hombre está aquí, ella también lo está, lo sé.
Su hermano puso una mano sobre su hombro, en un intento de detenerlo.
- Chris está con mamá. Dominic, escucha con atención todo lo que Josh te dirá, de esto depende la seguridad de Axel, incluso su vida –Richard estaba demasiado serio y Dom sintió que se le heló la sangre cuando escuchó eso.
- ¿De qué estás hablando? ¿Cómo que la vida de Axel? ¿Dónde está ella? –en esta ocasión se dirigió a Josh, quien lo veía carente de emociones.
Sabía que algo malo había ocurrido aunque nadie le dijese nada, él lo presentía, de no ser así, Josh Park no se encontraría en la sala de estar de la casa de su hermano.
- Primero quiero que me digas si tienes alguna idea de dónde puede estar Elsa Headland – no fue una pregunta precisamente la que el otro hombre le formuló pero ante la mención del nombre de Elsa, temió lo peor.
- No lo sé, no sé dónde pueda estar, ella no responde a mis llamados. No está en su casa, ni en su trabajo. ¿Dónde está Axel? – volvió a preguntar.
- ¿Sabías algo acerca de la enfermedad mental que sufre Elsa? –Josh continuó sin responder a su pregunta por lo cual Dom se fastidió demasiado, pero cuando escuchó la frase "enfermedad mental", centró su atención en esa parte.
- ¿Qué enfermedad mental?
Tanto Richard como Josh le explicaron acerca de la condición médica que sufría Elsa y la cual ella venía callando por más de una década.
¿Cómo demonios él no se había enterado de nada con más de quince años de conocerla?
Era cierto que Elsa siempre fue muy reservada con su familia y su pasado y lo fue mucho más cuando su madre se suicidó pero ella jamás mencionó nada al respecto de un trastorno de personalidad ni mucho menos.
Luego de que le explicaran como estaba funcionando la distorsionada mente de Elsa en ese momento comprendió a que se estaba refiriendo Richard al decir que la vida de Axel estaba corriendo peligro.
Al mismo tiempo le explicaron acerca de las amenazas que Elsa había venido haciéndole a Axel en secreto y todo lo que ella debió hacer para que esta no lastimara a nadie más.
¿Cómo no lo había sospechado siquiera?
- ¿Por qué Axel no está aquí con ustedes?
Esa pregunta hizo que tanto Richard como Josh se voltearan a ver pero fue este último quien respondió a su pregunta.
- Está tarde hemos regresado a Perth y fuimos a buscar a la universidad en la que ella estudiaba a un maestro que fue el médico que atendió el caso de Elsa... La perdí de vista por varios minutos y no hemos vuelto a saber nada más de ella desde entonces.
- ¿Cómo que la perdiste de vista? ¿Qué se supone que significa eso? –Dom se abalanzó encima de Josh pero Richard lo detuvo.
- Fui a buscar comida para ella y cuando regresé ya no estaba y la busqué por todas partes, Maddox no la vio salir del campus en ningún momento.
- ¿Por qué demonios la trajiste de regreso a este lugar si sabías que era peligroso para ella? ¿Por qué la expusiste de esa manera?
- Si la dejaba en casa me arriesgaba de igual manera a que ella viniese por sus propios medios o que Elsa fuese por ella hasta allá –Josh ni siquiera se inmutó ante su ataque de ira, simplemente se limitó a teclear en su teléfono móvil, lo cual le molestó a un más –. Si realmente la conoces, sabrás que ella no es de las que se quedan de brazos cruzados esperando por noticias. Y si mal no recuerdo, ella está en peligro gracias a tu ex.
- ¡Basta, Dominic! ¡Y tú también, Josh! No es momento para esto. Axel puede estar en peligro justo ahora. Necesitamos pesar con claridad.
- Ya estoy en contacto con la policía de Perth, les he explicado todo lo que está ocurriendo, pronto vendrán unidades hasta acá... –otro hombre, uno de contextura más fornida que la de Josh y Dom juntos hizo acto de presencia en la estancia y lo observó con curiosidad. Dominic lo reconoció al instante, era el mismo hombre que él había creído era el prometido de Axel. Cuan equivocado había estado todo ese tiempo.
Dom sacó su teléfono y llamó con más insistencia a Elsa pero esta no contestaba las llamadas.
Cuando estaba comenzando a perder la fe de que lograría llegar a algún punto, escuchó el peculiar todo de llamadas que tenía Axel en su teléfono y el cual estaba en poder de Josh, quien no perdió tiempo en responder a la llamada.
- No, Axel no puede contestar en este momento –dijo Josh, luego de identificarse como el novio de ella –. ¿Quién eres? ¿Eres la conocida con la que ella estaba conversando ahora? – Josh le hizo señales a su amigo y el hombre corrió hasta quedar junto a su amigo, en sus manos llevaba una laptop y rápidamente tecleó en el aparato, luego de conectar el móvil a un cable USB –. ¿Te puedo preguntar algo? – Josh puso en altavoz la llamada y pidió silencio mediante señas a todos.
- Claro que puedes –fue la respuesta de la otra persona al otro lado de la línea. Era Elsa, no había ninguna duda.
- ¿Sabes dónde puede estar mi chica? –prosiguió Josh, sin apartar la mirada de Dominic –. Me dejó tirado en la universidad esta tarde y no sé dónde se pudo haber metido.
Escucharon risas al otro lado del teléfono y luego un sonido demasiado fuerte e irritante llegó hasta ellos. Era una alarma y tanto Richard como Dominic se voltearon a ver en ese instante ya que ese sonido lo reconocerían sin pensarlo mucho.
Era la alarma por la que habían pagado miles de dólares para instalarla en la mansión poco antes de cerrarla por completo.
- ¡Maldición! ¡Ve por ella! –gritó una voz masculina antes de que la llamada fuese cortada.
Todos quedaron en absoluto silencio y el primero en reaccionar fue Maddox, quien cerró los ojos y soltó el aire que había estado conteniendo.
- Tengo el lugar desde donde se realizó la llamada – informó finalmente.
Eso sacó del trance a todos los demás y Dominic se dirigió a la salida a toda prisa. Axel lo estaba necesitando en ese momento más que nadie en el mundo y él no la dejaría sola.
- Espera, Dominic – Richard, a pesar de su incapacidad, corrió hasta impedirle la salida.
- Richard, apártate de mi camino, ella está intentando escapar –sin querer empujó a su hermano y este cayó al suelo estrepitosamente.
- Bryce, no irás a ningún lado – Josh corrió a levantar a Richard, quien le aseguró que estaba bien.
- No puedes impedirme salir de aquí. Elsa esta en mi casa, un lugar al que tampoco me puedes impedir ingresar.
- Claro que puedo... Maddox, llama al jefe de policía y pide que cierren toda el área que sea necesaria para impedir que esas personas escapen, pide discreción, no sabemos en qué condiciones este Axel – le ordenó a su amigo sin desafiar con la mirada a Dominic, quien le faltaba poco por lanzarse sobre ese hombre y golpearlo –. Ningún civil, bajo ningún concepto puede acercarse a ese lugar, ni siquiera el dueño de la misma propiedad puede poner un pie allí.
- Ya mismo me pongo en ello –Maddox se alejó de esa escena lo antes posible.
- Voy a ir hasta Axel, te guste o no –Dominic no estaba dispuesto a ceder tan fácil.
- Comprende una cosa, Dominic, no voy a arriesgar a nadie por tu causa. Si esto llega a salirse de control debemos estar enfocados en la seguridad de Axel y en la nuestra, tu presencia solo nos dificultaría las cosas.
Dominic no quería estar de acuerdo con él pero en ese momento él solo deseaba que Axel estuviese a salvo, a su lado y que todo eso solo fuese una pesadilla.
- Dominic, escucha lo que Josh está diciendo –Richard volvió a dirigirse a su hermano nuevamente –. Sabes muy bien que yo también desearía ir a buscar a Axel, pero no podemos exponer su seguridad de esa manera. Elsa es realmente peligrosa.
- Richard, yo no la puedo perder. Axel es todo lo que yo amo en este mundo y te juro que si algo malo le pasa, no podré soportarlo –se abrazó con fuerza a su hermano y este le dio palabras de apoyo.
No pasó mucho tiempo cuando la policía hizo acto de presencia y Dominic fue a hablar con ellos inmediatamente.
- Yo conozco a Elsa, confía en mí, sé que puedo lograr que se entregué si hablo con ella –le dijo al oficial a cargo. Josh se dio la vuelta, completamente irritado por la insistencia de Dom.
Luego de que el jefe de la operación discutiera con Josh acerca de los pro y los contra de que Dom se involucrara en la operación, al final ganó el jefe a cargo y permitió que Dom intercediera y le prepararon para todo lo que le podía estar esperando dentro de la mansión. Nada de lo que le dijeron fue bueno.
- Dominic, ten cuidado, mi muchacho. ¿Qué le diré a Vivian si algo te pasa? – Claire le abrazó con fuerza, mientras se despedían.
- Nada va a pasar, mujer. Axel y yo saldremos de esta, te lo prometo. Por favor, no le digas nada de esto a Jake, no quiero preocuparlo.
Tenía miedo, no podía negarlo pero no podía flaquear en ese momento o si no Josh se daría cuenta y podría más negativas al dejarle participar en la operación.
Dom tenía un buen rato de no visitar la mansión debido a los malos recuerdos que le traía pero cuando llegó a pocas calles del lugar sintió una ansiedad demasiado grande por ingresar de una vez por todas y sacar a Axel de allí.
Ya todo estaba listo y la tensión era notoria en el ambiente, incluso Josh se había puesto más serio de lo que ya era.
- Evita todo el contacto visual que sea necesario con Axel –le dijo Josh, situándose junto a él, acomodándose el arma en la funda –. Eso Elsa podría verlo como una provocación y atacarla a ella o incluso a ti.
- De acuerdo –Dom asintió con la cabeza.
- ¿Tienes el chaleco antibalas bien puesto?
Dominic volteó a verlo de inmediato.
- Ni siquiera tengo uno.
Josh maldijo en voz baja la ineficiencia del cuerpo de policía de Perth.
- Sígueme.
Dom le hizo caso y lo siguió hasta un lugar apartado del resto de personas y observó como Josh se deshacía de su propio chaleco antibalas para a continuación ponérselo a él y luego colocarle la chaqueta que andaba encima.
- ¿Qué hay de ti? Ahora estás desprotegido –ese chaleco era demasiado incómodo, incluso le estaba costando trabajo respirar con normalidad. O tal eran sus propios nervios los que le impedían hacerlo.
- Elsa tiene más motivos para matarte a ti que a mí, además, yo tengo un arma, tu no.
Dominic sonrió sin querer y vio que Josh estaba cumpliendo con su cometido, que se relajara un poco.
- Ella iba a decirte la verdad muy pronto –continuó hablando él, en esta ocasión no lo veía directamente, sino en dirección a la mansión. Dominic siguió el curso de su mirada y este estaba viendo directo a las habitaciones del segundo piso –. Ella te ama, lo vi en su mirada esta mañana cuando se despidió de ti.
- Puedo decirse lo mismo de ti. Ella también te ama.
— Lo sé, me besó como lo ha hecho siempre pero también sé que no me va a perdonar nunca lo que hice con ella, ni siquiera yo me he perdonado y no quiero ser un fastidio para su vida. La amo tanto que prefiero dejarla ir para que ella sea feliz nuevamente.
Dom negó con la cabeza y observó de reojo a su rival en el amor
- Yo no lo dejaré ir, no puedo dejarla ir. Voy a agarrarme fuerte a ella y la haré feliz... Axel nació para conocerme y yo nací para estar con ella.
- Ya veo...
- Es hora –Maddox se acercó a ambos y se los llevó hasta la donde estaban el resto de oficiales. Dom no se percató de que los primeros rayos de sol estaban empezando a salir.
- De acuerdo Bryce, es hora de que entre. Nosotros cubriremos su espalda. Por favor, no se exponga más de lo necesario, si hablar no sirve con ella, en ese momento ingresará el equipo táctico.
Dom simplemente asintió con la cabeza, ya que no le salían las palabras de la boca debido a los nervios.
Ingresó a su auto en el cuál ya iban escondidos Josh y Maddox y abrió el portón eléctrico de la mansión con el mando a distancia.
Estacionó cerca de la puerta de la entrada, justo como se lo había pedido la policía.
Cuando desactivó la alarma de la entrada principal recordó que esa misma alarma se había activado cuando Axel intentó escapar probablemente. Sintió la ira invadir su ser y eso le dio el valor para entrar a la casa finalmente.
Todo estaba en silencio total, no se escuchaba el más mínimo sonido lo cual hacia la situación más inquietante.
Encendió las luces y de pronto sintió miedo al ver ese sitio sin nadie alrededor.
- Maldito lugar, está todo cubierto de polvo –se quejó en voz alta. Tal vez así lograba atraer la atención de Elsa y su cómplice. Por lo que le habían dicho, ya Maddox y Josh ya debían estar entrando a la propiedad.
Subió las escaleras en forma de caracol a prisa y no supo a donde dirigirse en primer lugar. Podían estar en cualquier lugar.
- ¡Ayuda!
Dominic sintió el vello de su nuca erizarse al escuchar ese grito que fue aplacado antes de que la palabra terminara de formularse.
Era ella. Lo había escuchado y le estaba pidiendo ayuda.
Si sus nervios y su mente no le engañaban, ese grito de auxilio había provenido de la habitación que había sido suya y de Axel seis años atrás.
Abrió la puerta sin pensarlo dos veces y la escena que presenció lo dejó paralizado.
Axel estaba siendo sometida por un hombre que le sacaba más de una cabeza de tamaño pero con un cuerpo de enclenque que no coincidía para nada con la figura amenazante que Dominic se había pintado en su cabeza.
¿Podría inmovilizar a ese hombre para de esa manera liberar a Axel? Se recordó lo que la policía le dijo, no debía hacer nada estúpido que pusiera en peligro la vida de Axel ni la suya.
Elsa, por su parte, a quien le costó reconocer debido a sus ropas demasiado grandes y desaliñadas y su cabello negro se encontraba a un lado del hombre y le apuntaba directamente a Axel con el arma de fuego que tenía en sus manos temblorosas.
- Mi amor, llegaste, sabía que tarde o temprano lo harías –el temblor en el tono de su voz le hizo saber que no se encontraba bien.
- Elsa, ¿qué haces? Baja esa arma –intentó sonar lo más calmado posible pero falló inevitablemente.
- ¿Por qué debería hacer eso? Ella... nos causó mucho daño... Ella es mala –Elsa pasó el arma por todo el perfil de Axel y esta simplemente cerró los ojos con fuerza, intentando contener el llanto.
- Hablemos de esto, cariño –con esas palabras logró captar su atención nuevamente y alejó la pistola del rostro de Axel.
- ¿Me has dicho cariño? –sus ojos azules se humedecieron debido a las lágrimas.
- Te está engañando, no seas estúpida – el hombre habló finalmente y el tono grave de su voz no coincidían para nada con su apariencia física.
- Elsa, me conoces, sabes que jamás haría algo que te dañara –intervino Dom de inmediato.
- Claro que me has dañado a propósito – gritó ella, apretando el puño de su mano libre con demasiada fuerza –. La elegiste a ella sobre mí por segunda vez, la llevaste a casa, a nuestra cama, a nuestro baño, a la playa, un lugar al que nunca quisiste llevarme... La odio, te odio por todo lo que me has hecho hacer. Yo era buena, estaba superando toda esta maldita locura gracias a ti y gracias a ti continuo lastimándome y lastimando a los demás.
- Deja esa arma y ven conmigo, por favor –Dom intentó acercarse a ella pero el hombre agarró con más fuerza el cuello de Axel.
- No te muevas o ella lo pagará.
- ¿Quién es usted y por qué está haciendo esto? ¿Qué gana con torturar a Elsa de esta manera? –Dom escuchó pasos afuera de la habitación y sabía que ya los refuerzos habían ingresado. Pero todavía no había nada dicho, Axel continuaba en peligro.
- Es mí chica. Soy la única persona que la quiere la única que la ha aceptado tal cual es y ella lo sabe, ¿por qué crees que nunca te dijo que tenía un problema? Porque sabía que la rechazarías, como sus padres, sus amigos y todo el mundo cuando supieran la verdad. Ella es maravillosa, posee una inteligencia mayor que la tuya y la mía juntas y mira en lo que un amor obsesivo la ha convertido. Esto es tú culpa.
- Jamás te habría dado la espalda, cielo. Yo te amaba tal cual eras –en esta ocasión se dirigió directamente a Elsa, quien se había escondido detrás de ese hombre pero sin dejar de apuntarle a Axel y a él mismo.
- Pero ya no me amas. La amas a ella, quien no es nadie. No es lista, ni bonita, ni adecuada para ti.
- Por favor, Elsa, hablemos, salgamos afuera y hablemos, tú no estás loca y mucho menos eres una asesina.
De reojo no pudo evitar ver a Axel, quien estaba completamente inmóvil, observándolo a él, estaba golpeada, tenía un gran hematoma en su pómulo izquierdo y sangre salía de su nariz. Había pánico en su mirada empañada por las lágrimas.
- Míralo, Axel, ¿no es lindo? Quiere salvarte de mí a como dé lugar, pero no podrá porque tu no vas a desaparecer de mi vista hasta que yo misma te haga desaparecer. Tu sola presencia me irrita y me vuelve loca.
Elsa accionó el arma y en ese momento se escuchó la voz de personas detrás de él.
- Baja el arma, ahora mismo.
Dom observó a Maddox apuntarle al hombre que tenía prisionera a Axel y a Josh, quien se colocó a su lado, apuntarle a Elsa, sin temor alguno.
- Josh... –un débil susurró salió de los labios de Axel y este no volteó a verla ni por un segundo.
- Elsa, deje el arma en el suelo – Josh avanzó un pequeño paso nada más pero pareció que nadie más aparte de él se dio cuenta.
- Ese es el hombre que estaba con ella en la universidad – dijo el sujeto, dirigiéndose a Elsa, quien ladeó la cabeza y sonrió de manera sombría.
- Así que este es tu novio, lo reconozco, lo he visto antes... Ya recuerdo, vive en el mismo lugar de mierda que tú –se burló Elsa, manteniendo su postura intacta a pesar de las advertencias que tanto Josh como Maddox le hacían.
- Por favor...Deja que se vayan... –le suplicó Axel, rindiéndose finalmente al llanto.
- Pero que patética eres... Dime algo, aquí entre chicas, ¿cuál de los dos te prende más?
Tanto Dominic como Josh se tensaron notoriamente.
- Basta... Elsa...
- ¿Sin cuál de los dos serías capaz de vivir? –en esta ocasión, Elsa centró su atención en Josh y le apuntó directamente a él.
- ¡No! –gritó Axel, la voz se le quebró e intentó a toda costa soltarse del agarre de ese desgraciado que no hacía más que apretar con más fuerza su cuello.
- ¿Será que puedas estar sin Dom? –Elsa posó el arma en esta ocasión a él y sintió las gotas de sudor bajarle por la nuca.
- Te lo suplico...
- Esto es mucho más divertido que matarte a ti. Con cualquiera de los dos sufrirás de igual manera.
- Esto es entre nosotras...
- ¡Axel! –le dijo Josh, alterado por primera vez.
- Ya no será tuyo ni mío –dijo Elsa, antes de girarse en dirección a él y apuntar bien en alto el arma.
El sonido de la detonación del arma le ensordeció al instante y más habiendo tres detonaciones seguidas después de la primera pero no siento dolor alguno en ningún momento.
Lo siguiente fue como vivirlo en cámara lenta o como si estuviese viendo una película la cual había reducido la velocidad de la misma.
Elsa había disparado en su dirección, directo a matar y observó la figura de Josh ponerse frente a él, al mismo tiempo que el arma de Maddox disparaba en dirección a Elsa y está caía al suelo en un baño de sangre.
Josh cayó al suelo, al tiempo que escuchó un grito algo distorsionado de parte de Axel mientras luchaba con todas sus fuerza para liberarse del hombre que aun la mantenía prisionera y logrando su cometido segundos después debido al impacto de una nueva bala en la pierna de este.
Dominic intentaba comprender lo que acaba de ocurrir frente a sus ojos y en cuestión de segundos y todo parecía sacado de una pesadilla.
Observó a Axel correr en dirección a él pero no precisamente para ir a su lado, sino para tirarse al suelo hecha un mar de lágrimas y gritos al ver a Josh sangrando de forma descomunal y sin mover un solo músculo.
- ¡Josh! ¡Vamos, despierta! –Axel estaba tirada en el suelo junto al cuerpo inerte de su ex prometido mientras lloraba y gritaba a más no poder –. Vamos, bebé, despierta. ¡No me hagas esto! Por favor –ella acarició su cabello rubio lleno de sangre y le besó en repetidas ocasiones en la frente, mejillas y hombros –. ¡Joshua, despierta! – movió incontables veces el cuerpo del hombre pero este no reaccionó –. Bebé, por favor...
- Axel, ven –Maddox, el amigo de Josh intentó apartar a Axel del cuerpo pero esta no lo permitió.
Prontamente hubo un despliegue de policías y personal médico en la habitación que pronto se hizo pequeña debido a la cantidad de personas que había en la misma.
- Vamos señor Bryce –le pidió un oficial pero Dom no podía apartar la mirada de Axel, quien intentaba desesperadamente hacer reaccionar a una persona que ya no estaba más con ellos.
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