Capítulo 38
¿Por qué Dominic no tenía un condenado teléfono en casa? ¿Por qué la había dejado atrás en algo que les competía a los dos? ¿Por qué no la dejaba enfrentarse a esa demente de una vez por todas y de esa manera ponerla en su lugar?
No podía creerse todavía que esa mujer estuvo en la habitación mientras ella dormía junto a Dominic y luego de darle vueltas por más de una hora al asunto, cayó en cuentas de que habían estado siendo acechados por ella desde tempranas horas en la mañana, probablemente desde que Dominic fue por ella al hospital. Fue capaz de seguirlos hasta la playa y quien sabe Dios que habrá visto y cuando pensaba más a fondo, más se convencía de que ella había sido quien robó sus pertenencias y las de Dominic pero, ¿con qué propósito?
Escuchó el cerrojo de la puerta y se hizo lanzada del sillón para gritarle todo lo que quería a ese desgraciado que le jugó sucio pero cuando vio al muchacho de piel trigueña verla con asombro, soltó todo el aire que estaba reteniendo.
Andaba con la ropa de Dominic puesta así que debía ser todo un espectáculo ante los ojos de ese chico.
- Señorita Alwood – le saludó Jake, dejando sus llaves en un colgante cerca de la entrada.
- Hola Jake, necesito que me hagas un favor, ¿tienes un móvil? – el muchacho la observó como si no fuese algo obvio que un muchacho de su edad no tuviera uno –. Llama a Dominic, por favor.
Jake sacó su enorme celular de la bolsa trasera de su pantalón y marcó rápidamente y esperó por unos segundos.
- Dom, amigo...
Axel le pidió que le pasara el teléfono con señas y el chico obedeció.
- ¡Eres un hijo de tu...! – se contuvo de soltar la maldición completa al recordar que había un joven cerca de ella –. ¿Por qué rayos me has dejado encerrada? No tenías ningún derecho de hacer eso.
- Lo sé y lo lamento, mi amor – un suspiro bastante sonoro se escuchó al otro lado de la línea –. Pero tengo miedo de que Elsa intente hacerte daño. Estoy saliendo de la delegación, he puesto una denuncia en su contra, no se acercará a ti más, te lo prometo.
- ¿Dónde está ella? – el enojo de Axel no disminuía sino todo lo contrario.
- No lo sé, en su edificio no la han visto en estos días y ha pedido una licencia en el trabajo. Por favor, no salgas de casa hasta que yo llegue y dile a Jake que tampoco se exponga.
Escucharlo así de preocupado hizo que ella también se pusiera alerta.
- ¿Tan mal está la situación?
- No te asustes por favor... –comenzó a hablar, con algo de renuencia.
- Vamos Dominic, habla –Axel se frustró al escuchar la poca información que le ofrecía.
- Fui con la policía a casa de Elsa y revisaron sus pertenencias y encontraron la funda de un arma pero esta no está.
Axel sintió un escalofrío recorrerle la columna vertebral y de pronto se sintió temerosa.
- ¿Me estás jodiendo? – logró decir, luego de recuperar el habla.
- Axel, como voy a estar jodiendo con algo como esto.
- ¿Está todo bien, señorita Alwood? –Jake captó su atención y sus ojos oscuros se mostraron más preocupados que curiosos.
- Por favor, mantén la calma-le pidió Dominic.
- Todo está bien Jake, descuida –intentó sonreír pero simplemente no pudo. No se le daba bien fingir emociones que no sentía.
- Disculpe señorita Alwood – Jake le quitó el teléfono de las manos y se dispuso a hablar con Dom. Axel aprovechó para respirar con normalidad ya que se estaba empezando a marear.
Elsa estaba quien sabe dónde y para colmo de males, tenía un arma.
Siempre creyó que esa mujer era una loca, desquiciada pero de allí a asechar a alguien de tal manera...Y ahora armada. Eso no podía ser cierto, eso debía ser una broma.
Sentía una migraña tremenda, de esas que tenía años de no experimentar. Ahora por culpa de esa mujer, brincaba hasta de ver su propia sombra y por más que se decía que ella jamás se atrevería a dañarla de esa manera, sus miedos le decían otra cosa muy distinta.
- Señorita Alwood.
La voz de Jake, la hizo pegar un leve grito debido al susto pero se recompuso de inmediato.
- Lo siento, no pretendía asustarla – se disculpó el muchacho.
- Descuida. ¿Qué pasa?
- Dom me ha pedido que le recuerde no salir de aquí, esa tipa sí que es una psicópata –Jake se dirigió a la cocina y Axel fue tras él. No sabía si para proteger al muchacho o que él la protegiera a ella.
- ¿No te dijo si ya viene para acá? – tenía hambre y ella y Dom había arrasado con toda la comida ya preparada que había en la nevera.
- No dijo nada de eso. ¿Quiere pan tostado con aguacate? Es lo único que hay en este momento y ya las tiendas están cerradas.
- Necesito salir de aquí... ¿Tienes Uber?
- Sé que no suelo hablar con mucha propiedad y toda la cosa pero creo que fui claro cuando le dije que esa mujer es una psicópata, no puede irse así como así, nadie sabe dónde está y no contesta las llamadas telefónicas así que no pueden rastrearla.
Axel sintió mucho respeto por la forma de hablar del muchacho.
- A mí no me tienes que decir que esa mujer esta pirada, eso lo sé de sobra, pero yo tengo una vida, un trabajo que no se detiene solo porque a Elsa quiere jugar a las escondidas. Si me voy en Uber no me arriesgaré tanto como salir a la calle en busca de un taxi, te prometo que iré directo a casa y no tendrás ningún problema con Dom.
Se dirigió hasta el cuarto de Dominic para recoger sus cosas y aunque se viese como una loca, decidió ponerse el traje de baño, camiseta y el short que había usado en la playa ya que por fin, luego de una larga sesión en la secadora y con plancha estaban secos.
- Por favor, no me obligue a dejarla encerrada – le dijo Jake, desde la puerta de la habitación.
- ¡Ni se te ocurra muchacho!
- Entonces espere un momento hasta que Dom regrese, si usted sale de aquí, le llamaré y se va a preocupar más de la cuenta.
Axel maldijo mentalmente al encontrarse acorralada por un chiquillo de dieciséis años.
- Vamos a preparar un té, traje unas galletas de avena que están buenísimas, más el pan tostada, haremos una buena merienda post cena.
Regresó hasta la cocina en compañía de Jake y poco a poco con la charla del chico se fue sintiendo más calmada. Era muy agradable y relajante hablar con él.
Las horas fueron pasando una tras otra y su calma se fue al carajo al ver que Dominic no aparecía por ningún lado y tampoco contestaba las llamadas. Incluso Jake, estaba preocupado.
El sueño les ganó a ambos y se quedaron dormidos en los incomodos, feos y pequeños sillones marrón de Dominic.
Cuando abrió los ojos se preguntó en qué momento se había ido a la cama de Dom y cómo rayos había amanecido tan rápido.
Escuchó ruido en la cocina y se levantó sobresaltada al recordar que Dominic no había aparecido en toda la madrugada.
Corrió con pasos torpes hasta la cocina y se encontró a Jake conversando de lo más sonriente con Dominic mientras preparaban el desayuno.
Axel había planeado meterle una patada en el culo cuando lo viera nuevamente, por haberla dejado encerrada, por no darle más información y por tenerla preocupada toda la maldita noche pero, no pudo evitar correr hacia él y abrazarlo con fuerza de la cintura.
- No vuelvas a hacer eso conmigo Dominic, me tenías muerta de preocupación –le dijo mientras lo mantenía prisionero.
- Eso es cierto –coincidió Jake, luego de relamer la cuchara que estaba llena de jalea de arándanos.
- Estoy bien mi amor, estoy bien – Dom acarició su cabello con suavidad.
- ¿Y por qué rayos no contestabas el móvil?
- Estuve haciendo algo muy importante, cielo pero mira, estoy entero, nada me ha pasado – Dom le apretó sus mejillas y depositó pequeños besos en toda la cara.
- Te juro que si me vuelves a preocupar de esta manera...
- ¿Me matas?
- Te corto los huevos.
La estridente risa que soltó Jake, la hizo sonrojarse. Debía ser más precavida en su forma de hablar.
- Tendré más cuidado de no preocuparte entonces – Dom se carcajeó junto a su compañero de casa –. Hoy vendrá alguien muy importante a visitarte – le informó, luego de besarla nuevamente.
- ¿Quién? ¿Algún policía? – quiso saber de inmediato. No se le daban bien las incógnitas.
- En una hora más o menos lo sabrás –respondió él, revisando su reloj.
- Tengo que ir a casa de Chris, no tengo ropa y quiero darme un baño decente y ponerme algo limpio.
- Te puedes dar un baño aquí en casa y por la ropa no te preocupes, he traído algo para ti – señaló las bolsas de papel color marrón que estaba sobre una de las sillas del pequeño comedor.
- Dom, no me puedes tener aquí encerrada para siempre – dijo ella mientras sacaba la ropa de la bolsa. De algo que no se podía quejar de Dominic era de su buen gusto por la ropa femenina. Había llevado un atuendo completo, hasta zapatos y ropa íntima –. Tengo que ir a trabajar en la tarde.
- Lo sé, pero la policía está al pendiente de tu seguridad, no estarás sola y yo te llevaré al trabajo.
- ¿Qué hay de Jake? ¿No tiene escuela? ¿Él no corre peligro? – habló en voz baja para evitar que el muchacho que desayunaba en la sala de estar viendo la televisión la escuchara.
- A él también lo tienen cubierto, Elsa no se acercará a él ni a ti – Dominic intentó tranquilizarla pero no estaba funcionando.
- ¿Y a ti? ¿Ella no se acercara a ti? – se le encogía el corazón al pensar en esa tipa haciéndole daño a Dom.
- Por lo que dijo la policía, ella está buscando asustarte a ti no a mí.
- Bueno, lo está consiguiendo. ¿Cómo rayos obtuvo mi número de teléfono? Es nuevo, nadie lo conocía. ¿Y cómo entró aquí hasta el cuarto y dejó esas fotografías en mis pertenencias sin que la escucháramos?
Axel se fue hasta el baño para ducharse de una vez y Dom la siguió para continuar hablando.
- El número que tú tienes ahora perteneció a Claire, probablemente ella ya lo conocía y con respecto a cómo entró acá... Bueno, Elsa siempre ha tenido una copia de las llaves.
Agradeció a todos los altos mandos divinos que se encontrara ya dentro de la ducha y que Dominic no pudiera ver su expresión rabiosa cuando escuchó eso. No sabía si tenía derecho a estar furiosa por eso pero de igual manera lo estaba.
Esa bruja desquiciada tenía una copia de la llave de su casa. Claro, muy razonable ya que ambos estuvieron liándose durante todos esos años. Y eso, le hizo preguntarse, cuántas veces se habrían acostado en la misma cama en la que ella había dormido con él la noche anterior.
- ¿Axel, estás bien?
"¿Tú qué crees, idiota?", pensó.
- Estoy bien.
Tomó la toalla y secó su cuerpo con mucha fuerza y rapidez hasta el punto que le dolió ya que andaba la piel irritada por el día anterior en la playa pero eso le dio más motivos para estar más molesta. Salió bien envuelta con la toalla y observó a Dominic de pie junto a la puerta.
- Estás molesta, lo sé –dijo él acercándose a ella y abrazándola.
Se sacudió los brazos de él de encima. No quiera que la tocara, si lo hacía no podría pensar con claridad
- ¿Molesta? ¡No, para nada! Pero sabes una cosa Dominic, tal vez no te lo haya contado pero uno de mis mayores miedos de como morir es que una demente entre a la casa de mi pareja porque ella tiene llaves de la misma y me dispare con su arma.
- Hey, ella no hará tal cosa porque primero me tendrá que matar a mí antes de que te haga daño a ti. En horas de la tarde vendrán a cambiar la cerradura de la puerta. ¿Te quedarás aquí conmigo estos días?
- Deja de decir tonterías, Elsa no te haría daño a ti. Además, aquí está Jake y no es correcto que yo me quede. Eso supondría un problema para ti y para él ante un juzgado.
Axel lo dejó solo en el baño y se dirigió al cuarto para vestirse.
- Entonces si tú estás conmigo tampoco te hará daño a ti – Dom la siguió.
- ¿Y qué hay de mi trabajo? ¿Irás conmigo al hospital y serás mi sombra?
- Si es necesario, lo seré.
Axel negó con la cabeza y se rio sin ningún ánimo.
- Dom, no quiero que mi vida se vuelva un circo para los demás por culpa de esa loca –soltó sin pensarlo.
- Lamento eso también, es culpa mía –Dominic le pasó la bolsa con ropa cuando ella se hizo loca buscándola.
- Gracias – dijo, dándole la espalda. No podía verlo a los ojos y menos si estaba desnuda delante de él. No quería hacer el amor en ese momento, estaba molesta con él, con Elsa y con toda esa situación. Y él pareció comprender su estado ya que permaneció inmóvil mientras ella se vestía delante de él.
Decidió cambiar un poco el tema porque realmente estaba asustada por esa situación, jamás, nunca en la vida nadie la había amenazado ni acosado y no sabía qué hacer en ese caso.
- Por cierto, hay algo de lo que tengo dudas – dijo ella, mientras le pasaba el cepillo a Dom para que le ayudara con el cabello.
- ¿Tú tienes alguna duda? – bromeó él, viéndola a través del espejo.
- Unas cuantas nada más –se encogió de hombros y puso los ojos en blanco –, cuando conocí a Jake ayer, él dijo que yo era la chica de la fotografía. ¿De qué fotografía está hablando?
Dominic se detuvo en su deber y se dirigió hasta el closet y sacó una gabardina gris y la tendió sobre la cama.
- Hace poco más de tres años –comenzó él a hablar –, escuché a Richard hablando con Claire sobre tu graduación en la universidad y no pude... Quería verte, quería saber cómo estabas –Axel se acercó a él y ambos se sentaron sobre la cama – así que, lo seguí a él y a Chris y llegué hasta el hotel donde se estaba celebrando tu fiesta. Te veías hermosa –los ojos de Dominic se cristalizaron debido a las lágrimas acumuladas –. Todavía recuerdo ese vestido que llevabas puesto, de lo mucho que sonreías.
Axel solo recordaba ese vestido porque tenía una fotografía en la sala de su casa de ella con el puesto en la que salía junto a Josh, pero de no ser por eso, ni siquiera recordaría el color de esa prenda. Peor, ¿Dominic apareció en su fiesta de graduación? ¿Cómo es que ella no lo vio?
- Créeme que no fui a ese lugar para arruinarte la noche, yo solo...
- Hey, eso ya no importa – Axel colocó su dedo índice sobre los labios de Dom y lo hizo callar.
- Antes de que Richard me sacara de ese lugar, vi fotografías tuyas y de tus compañeros y tomé una para mí.
Dominic le mostró la fotografía que estaba completamente lisa, como si estuviese recién sacada del estudio fotográfico y Axel observó a la Axel de tres años atrás, cabello negro, mejillas demasiado redondas, sonrisa bobalicona, junto a un grupo de estudiantes de enfermería, entre ellos, George y Amanda incluidos.
- Así que fuiste tú quien se apoderó de esta fotografía. No tienes ni idea del caos que provocaste esa noche. Esta chica –señaló a "su amiga" Amanda – acusó al chico encargado del periódico de la universidad de haberse robado su fotografía favorita.
- Ella trabaja contigo en el hospital, ¿cierto? La he visto en un par de ocasiones pero parecen no llevarse bien.
No quería hablar de Amanda y se reprendió mentalmente por traerla a colación.
- Si, trabaja en el hospital conmigo... Dom, ¿por qué no fuiste a hablar conmigo ese día? –le cambió el asunto de Amanda.
Por un segundo, Axel observó una chispa de enojo en la mirada de Dominic pero se recompuso de inmediato.
- Porque temía que me fueses a golpear por haber llegado a husmear en tu vida así como si nada.
Axel se rio en voz alta y eso pareció aligerar la tensión que se estaba apoderando de Dominic.
- Amigo.
Jake tocó la puerta de la habitación pero tuvo la idea acertada de no abrir así que continuó hablando desde el otro lado.
... Ya me voy a la escuela.
- Espera un momento Jake –Dom salió del cuarto de manera abrupta y Axel supo que estaba preocupado por el muchacho debido a Elsa.
Axel aprovechó para terminar de arreglarse ya que esperaban a alguien muy importante y de quien no tenía la menor idea.
Esperaba con todas sus ansias de que se tratara de la policía, así podría decir todo lo que sabía de Elsa y Mario. Debía pedirle a Christina que buscara las fotografías.
Buscó como idiota su móvil por todos lados hasta que recordó que seguía en poder de Dominic.
- Dom, ¿dónde está mi teléfono? Necesita llamar a Chris para...
Dejó la frase inconclusa al ver a la mujer que se encontraba con los ojos llenos de lágrimas, de pie junto al horroroso sofá marrón de Dominic y tuvo que parpadear varias veces seguidas para saber que estaba viendo bien. Se tuvo que apoyar contra la pared porque creyó que caería al suelo debido a la impresión.
¿Qué hacia ella en casa de Dominic?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro