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Capítulo 28

Siguió a la señora Bryce hasta el auto negro que logró reconocer de inmediato, era el de Dominic.

— Señora Bryce —dijo, cuando se percató que la mujer estaba quitando el seguro al auto.

— Llámame Vivian, por favor.

— De acuerdo, Vivian, ¿de qué necesitas hablar conmigo? ¿No puede ser aquí mismo?

— Me gustaría hablar conmigo en un lugar más privado, si no es mucha molestia

Axel se volvió a maldecir al no poder negarse a las peticiones de esa mujer. ¿Por qué no podía decir que no? Ese lugar la estaba acabando con su determinación.

Subió al asiento del copiloto y los recuerdos de la noche que viajó con Dominic en ese mismo auto, le hicieron sentirse triste. Fue la primera vez que habló con él desde su última vez, seis años atrás y fue el día en que sus emociones y sentimientos se empezaron a salir de su control. Incluso, todavía podía percibir el aroma a la loción de Dom

Vivian encendió el estéreo apenas puso en marcha el vehículo y de golpe la melodía romántica y aun así triste de Coldplay le llegó dio un gancho directo al corazón.

"When you try tour best, but you don't succeed

When you get what you want, but not what you need

When you feel so tired, but you can't sleep

Stuck in reverse

When the tears come streaming down your face

When you lose something you can't replace

When you love someone but it goes to waste

Could it be worse?"

Era la misma canción que había escuchado con Dominic en ese mismo lugar y las emociones que inundaron su ser en aquel momento eran las mismas que lo hacían en ese instante. Sentía un torrente de sentimientos encontrados que de pronto se sintió mareada y con ganas de salir corriendo en cualquier dirección, lejos de los recuerdos, lejos de todo y todos.

No sabía si fue casualidad, el destino o mala suerte, pero los ojos se le llenaron de lágrimas al tiempo que se recordaba a sí misma que no se encontraba sola y sería bochornoso que una desconocida la viese en ese estado.

— Este es el auto de Dom y por más intentó no sé cómo demonios cambiar la música. ¿Quieres que apague la música? —agradeció que Vivian estuviese con la mirada fija en la carretera y no la vio derramar lágrimas como idiota.

— No, déjala, me gusta esa canción —logró decir, en un hilo de voz. ¿Acaso el plan de esa mujer era ponerla emocionalmente por el suelo con una simple canción? ¿Y luego qué?

No entendía por qué lloraba, era solo una canción más del montón de canciones de arrepentimiento que se hacían desde tiempos indefinidos, ¿entonces por qué esa en especial le ponía los vellos de punta y le hacía sentir una agonía tremenda en su interior? Tal vez porque no se había despojado, a como pensaba, de esa chiquilla que creía en el "fueron felices por siempre" a pesar de que la vida misma se encargaba de darle bofetadas de realidad a cada momento. La Axel, ilusa y soñadora se había quedado en Perth, años atrás y ahora que había regresado, esa muchacha simplona y que se emocionaba por cualquier cosa, también lo estaba haciendo.

"Lights will guide you home

And ignite your bones

And I will try to fix you"

Fue una pérdida de tiempo intentar limpiar sus lágrimas ya que eran sustituidas por otras al instante. Vivian Bryce, permaneció en silencio, pero sabía el estado en el que ella se encontraba y no hizo comentario alguno, lo cual Axel agradeció.

"Basta, Axel. Debes controlarte", se decía a sí misma. Pero ni siquiera su subconsciente quería obedecerla.

"Tears streaming down you face

When you lose something you cannot replace.

I promise you I will learn from my mistakes..."

Axel apagó de inmediato el estero sin importarle que no se encontrara en su carro. Esa canción la estaba volviendo loca.

- Lo siento – las lágrimas no le permitan hablar con normalidad y sentía que se ahogaba con sus palabras –. ¡Ya no puedo más!

Se cubrió el rostro con las manos, las cuales le sirvieron para ahogar el llanto y dejó que absolutamente todo lo que la estaba agobiando, saliera de una vez por todas y ya no le importó frente a quien estuviera.

Josh, Dominic, Elsa, Mario, su antiguo hogar. Todo era demasiado para ella y no se creía capaz de soportar más. Se encontraba demasiado exhausta desde cualquier punto que se le viera. Estaba claro que era fuerte y podía sobrellevar muchas cosas – ya lo había probado en el pasado –, pero estar siendo constantemente probada por el destino y de formas muy crueles, eso ya eso era demasiado.

- Toda mi vida se vino abajo desde el día que conocí a su hijo – admitió, una vez que recuperó el habla. No supo en que momento esa mujer se había estacionado a un lado de la carretera –, y cometí error tras error desde entonces, pero en ese momento no me importó nada porque me enamoré como una tonta...

Vivian se giró, hasta quedar frente a frente en ese incomodo espacio.

- Supe de esa historia tuya y de mi hijo porque Claire y Chris me dijeron todo lo ocurrido el día de ayer y todavía no cabe en mi mente como Elsa, una mujer que consideré como una hija ya que la conozco desde que es una niña, fuese capaz de hacer las cosas de esa manera – Vivian se agarró con fuerza del volante y sus ojos se cristalizaron debido a las lágrimas que estaba conteniendo –. Mi hijo sufrió demasiado por su causa y todavía se creyó con el derecho de lastimarlo por segunda vez para tratar de redimirse y te lastimó a ti, que nada tenías que ver en ese tema.

- Lo que esa loca hizo no fue lo que me lastimó – le corrigió Axel de inmediato –. Fue él, fue Dominic, quien más me lastimó, al creer ciegamente en la persona que le había engañado y no darme la oportunidad de decir nada. Comprendo y hasta perdono su desconfianza, yo tampoco hubiese confiado en él, pero simplemente no puedo perdonar su comportamiento. Fue terrible –se limpió las lágrimas con el dorso de la mano y por fin logró controlar el llanto. Estaba segura de que era todo un espectáculo en ese momento.

- Te comprendo, Axel. Debes estar muy dolida con él todavía y sé que no soy nadie para hacer de intermediaria entre ustedes dos, pero, ¿tú y Dom, ya no tienen oportunidad alguna de arreglar las cosas? ¿Ya no lo quieres?

¿Por qué todo el mundo se empeñaba en hacerle esa pregunta?

- En casa, donde vivo, mi vida no es muy distinta al drama que viví con Dom – se rio sin ningún rastro de humor –. Mi prometido me engañó a solo unas semanas de casarnos; ahora que lo pienso, se supone que me tendría que estar casando en dos días. ¡Por Dios! todo dentro de mi es un lio completo. Amo, te juro que amo al idiota de mi prometido, pero con Dominic, estoy aún más confundida, no sé qué siento por él y realmente. Mi mente desde que apareció en mi vida nuevamente es un campo de batalla.

Vivian encendió nuevamente el motor del vehículo y retomó el camino que llevaban. Se estaban alejando de los lugares que ella conocía y una loca idea le cruzó por la cabeza. ¿Y si esa mujer quería hacerle daño? Llevaba más de media hora condiciendo y todavía no parecían cerca de llegar a su destino.

- Axel, justo como dice una frase de la canción que acabas de quitar: "Nunca lo sabrás si nunca lo intentas"

Eso era cierto, pero también era cierto que ella y Dom ya habían tenido su oportunidad de ser felices y todo se había ido a la basura. ¿Por qué seguir insistiendo en algo que ya no tenía ni pies ni cabeza? ¿Cuál era el punto en querer hacerse más daño?

- Vivian, Dom y ya no tenemos oportunidad de nada, lo dos estamos resentidos por nuestro pasado, además, él tiene a Elsa y yo... Bueno, yo tengo que resolver mis asuntos.

Llegaron hasta un vecindario que económicamente se veía bien acomodado y Vivian Bryce se estacionó justo frente a una enorme casa de dos pisos al clásico estilo victoriano.

- Ven, acompáñame, por favor – Vivian salió del auto y Axel corrió tras ella. Sentía las piernas entumecidas, pero realmente sentía curiosidad de saber que quería esa mujer.

Ingresaron a la casa y realmente esperó ver un lugar lleno de artículos lujosos y ostentosos, ya que se había dejado llevar por la fachada de la misma, pero era una casa de lo más normal, claro, con un nivel de clase y estilo que su pequeño y acogedor apartamento jamás tendría.

- Ven, te voy a presentar a alguien.

Subieron la escalera en forma de caracol hasta el segundo piso y en el lugar solo había tres puertas. Vivian abrió una de ellas y por un instante creyó que había ingresado a la habitación de un hospital. Todo en ese metro cuadrado estaba lleno de equipo médico y justo en el centro del cuarto había una cama enorme en la que reposaba un hombre, conectado a infinidad de cables y tubos. La mujer que estaba sentada en una silla junto a la camilla, leyendo un libro se puso de pie al escuchar la puerta abrirse. Era una enfermera a domicilio.

- Señora Bryce -saludó la joven.

- Hola, Lily, ¿nos dejarías a solas un momento, bonita? – la voz de Vivian era suave y delicada. Justo como la recordaba cuando la conoció.

- Claro, con permiso.

Ambas quedaron a solas con el hombre de cabellos de plata y de rostro familiar en pocos segundos.

- Está conectado a un respirador artificial –se atrevió a decir, cuando observó con mayor detenimiento la conexiones de los tubos y mangueras.

- Así es. Lleva poco más de diez años en ese estado – Vivian se acercó al hombre y le ofreció un tierno beso en la frente –. Amor, he venido a presentarte a alguien, alguien que es importante para nuestro Dom, ¿puedes creerlo? Ese muchacho mal humorado –habló la mujer con el hombre. Axel sonrió con ternura al ver como ella hablaba, como si el señor solo estuviese tomando una siesta y pudiese escucharla –. Ella es Axel, es la mejor amiga de Richard y fue novia de Dom por un tiempo y ahora todo es complicado para ellos, pero creo que después de conocerte, Axel pueda tener su mente un poco más despejada... Axel, él es Keith, mi esposo y el padre de Richard y Dominic.

Axel se acercó un poco más a la cama y estudió con más detenimiento al señor Bryce y comprendió porque se le hacía tan familiar, a pesar de las canas en su cabello, las arrugas en su rostro, era idéntico a Richard, la misma nariz, pómulos, mentón, frente; eran de su amigo, pero los labios, esos, era idénticos a los de Dominic.

- Ya veo a quien sacaron el parecido – dijo sin pensarlo. Vivian se rio por el comentario.

- Lucy era la única que se parecía a mí, físicamente al menos porque en el resto, era igual a su padre y hermanos – no había dolor en las palabras de esa mujer al hablar de su hija, algo que la sorprendió ya que ella estaba segura de que, si llegase a perder un hijo en las mismas circunstancias en la que ella había perdido a Lucy, jamás saldría del duelo.

- Vivian, ¿Por qué me has traído aquí? No creo que solo para que conociera a tu esposo.

Vivian se sentó en la silla que había estado la enfermera.

- Dijiste que ya no había oportunidad para ti ni para Dominic, pero creo que voy a tener que contradecir de eso. ¿Sabes para quienes no hay oportunidad de absolutamente nada? Para mi hija Lucy y para nosotros – señaló con la cabeza hacia la cama, donde reposaba su esposo y volvió a sonreír con tristeza. Tomó la mano del señor y le dio un cálido beso –. Desde hace diez años, Keith está en este estado y las probabilidades de que algún día vaya a despertar son prácticamente de un cero. Tú y Dom están bien, están sanos, tienen un futuro por delante y no pueden permitir que lo que podría ser la mayor felicidad de sus vidas se escape de sus manos solo por temor a arriesgarse. Sé que quieres a mi hijo, lo veo en tus ojos, en tu llanto, en tu indecisión y es normal que te sientas de esa manera, estás divida entre dos personas que forman parte de tu pasado y tú presente y créeme cuando te digo, que sé lo que sientes. Lucha con todo por tu felicidad, Axel, ya sea con mi hijo o con tu prometido o con quien quieras, pero no te des por vencida aun cuando tienes tiempo. Mientras estés con vida, hay oportunidades infinitas para ti.

Axel se quedó muda ante las palabras de la mujer y caviló la idea de arriesgarse con Dominic una vez más, pero su cerebro se resistía a la sola idea de volver a pasar por el calvario de tener que irse de Perth, por su causa y al pensar en perdonar a Josh... Estaba segura de que no era la primer ni sería la última persona en el mundo en perdonar una infidelidad y vivir con su pareja, pero de nuevo, pero su cerebro se negaba a cooperar con la causa de igual manera.

- No quiero lastimar a nadie con la decisión que vaya a tomar y mucho menos quiero seguir lastimándome a mí misma.

Vivian asintió con la cabeza en dos ocasiones, se levantó de la silla y la hizo a ella tomar su lugar. Esa silla era muy cómoda.

- Cierra los ojos por un momento –le pidió la mujer y ella lo hizo sin ningún problema –. Imagina amanecer todos los días al lado de la persona que más amas, reír con él, con tus hijos a un lado, imagina que todo es perfecto, tu única preocupación sería el planear que hacer de cenar...

Axel dejó de escuchar la voz de Vivian y se vio a sí misma en el escenario que esta le había dibujado y sonrió al ver a su esposo, acariciando su espalda desnuda, al despertar en la mañana junto a él, luego de hacer el amor, entre risas y besos, bajaban a la cocina, ella a preparar el desayuno mientras que él, levantaba y bañaba a los niños a prisa para que se fueran a la escuela.

Todo era perfecto, tal como ella siempre lo había soñado algún día.

El escenario de pronto se fue tornando oscuro al verse a sí misma en el lugar de Vivian Bryce, hablándole a un hombre que estaba postrado en una cama, prácticamente muerto y entubado hasta más no poder. La agonía que experimentó en ese momento no tuvo comparación, por más que le hablaba al amor de su vida, este no respondía ante su voz y su llanto, pidiéndole que volviera con ella. se sentía a morir, ¿qué iba a ser de ella sin él?

- Regresa, por favor –le pidió ella, en un leve susurro, ahogado por el llanto –. Regresa a mí, mi amor.

- Shhh, tranquila, abre los ojos, abre los ojos. Todo está bien.

Sintió unos fuertes brazos rodearla con cuidado y acunar su rostro entre su pecho. Pudo escuchar el latir exagerado de su corazón.

No sabía si estaba soñando o estaba despierta, pero se abrazó con fuerza a ese hombre ya que se sentía segura en sus brazos y sus palabras.

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