Capítulo 10
Los pulmones le dolían demasiado, pero Axel sintió alivio al pensar en ese dolor y no en el que llevaba sintiendo desde el día anterior que vio a Josh. Estuvo a punto de llamarlo para que llegara a casa porque no soportaba la idea de estar sola, le aterraba estar sola, sentía que el corazón le saldría disparado del pecho debido al miedo. Daba gracias a su buen juicio no se lo permitió y se recuperó pronto. Pero la calma no duró lo suficiente como para aplacar las pesadillas nocturnas.
Sabía que no era normal eso que estaba experimentando y debía hablar lo antes posible con algún experto. No quería entrar en alguna depresión debido a su ruptura con Josh. Ya solo eso le faltaba.
No estaba haciendo el clima más adecuado para salir a correr, estaba lloviznando, pero necesitaba salir de esas cuatro paredes que de pronto le parecían pequeñas y sentía que le aplastarían en cualquier momento.
Bella le había dicho que no podía ir con ella ya que estaba en pruebas y debía estar concentrada al cien por ciento y Chris, a pesar que había sido dada de alta en el hospital parecía que seguía interna, pasaba todo el tiempo con Richard y Axel lo comprendía. Ella haría lo mismo si se tratara de Josh...
— Maldición —gritó a los cuatro vientos, varias personas se asustaron al escucharla. Tenía dos días libres de trabajo y debía enfocar su atención en otras cosas para no seguir torturándose de esa manera—. ¿Qué voy a hacer? ¿Axel Rose Alwood, cómo es posible que no tengas más amigos para salir, aunque sea a tomar un café? —se criticó. Si los tenía, pero no se hallaba con el valor de enfrentarlos y explicar cosas que ni ella podía explicarse a sí misma.
Estaba sudando y empapada por la llovizna luego de correr algo más de cinco kilómetros así que no tuvo de otra más que volver a casa. Lo único bueno que sacó de esa salida fue que rompió su propio record en cuanto a ejercicio se trataba
Con forme más avanzaba la lluvia empeoraba y se arrepintió el haber salido a en esas condiciones, estaba segura de que su móvil había quedado inservible después de toda el agua que había recibido.
Otra cosa buena. Ya no recibiría llamadas de nadie.
Con manos temblorosas introdujo la llave en la cerradura de la puerta de su casa y una vocecilla femenina le dio la bienvenida.
- ¡Ay, Christina! – gritó aterrada.
- Lamento haberte asustado, pero ya que mi amiga no se ha dignado a visitarme desde que salí del hospital he decidido visitarla yo para ver si aún sigue con vida – Chris ingresó a la pequeña casa sin ser invitada y Axel le siguió.
- Lo siento Chris, he sido una pésima amiga en estas semanas, tienes razón. Espérame un momento nada más y ya regreso contigo.
Axel corrió hasta el baño para quitarse la ropa mojada, darse una ducha veloz y ponerse una bata por mientras se continuaba disculpando con su amiga
– ¿Cómo has estado? – preguntó una vez que regresó a la sala de estar.
Ambas se sentaron en las sillas de la isla y se dedicaron miradas inquisitivas.
- ¿Qué ocurre? –el silencio de Chris no era normal, esa mujer no podía pasar un buen rato en silencio a menos que fuera por algo serio.
- Necesito pedirte un favor, pero nadie puede saber de esto y mucho menos Richard – los ojos verde oliva de mujer se humedecieron y Axel se sintió mal de inmediato. Algo le estaba pasando a Chris y ella había estado todos esos días lamentándose como si fuese la única persona en el mundo por la que pasaba malas situaciones. Esa mujer estuvo a casi nada de perder su vida y la de su novio y aun seguía en pie.
Axel se puso de pie para servir dos tazas con café. Su amiga se lo agradeció.
- Me estás asustando, dime en que te puedo ayudar – Axel le tomó las manos por sobre la superficie de granito y la mujer estaba temblando.
- Necesito hacerme una prueba de sangre; es decir, otra prueba de sangre – se corrigió a sí misma.
- ¿Por qué otra? ¿Acaso algo salió mal con la que te realizaron en el hospital?
- Eso espero – aseguró de inmediato –. Realmente espero que todo sea una equivocación. Axel, en ese examen que me realizaron dice que estoy embarazada.
Axel no supo cómo reaccionar ante la noticia, ya que al parecer ni la misma Christina lo estaba asimilando de buena manera.
Christina embarazada. Eso sí que era una noticia, aún más cuando ella y Richard se negaban rotundamente a la idea de una familia de más de dos personas. No era para nada necesario el preguntar cómo había pasado eso ya que era más que obvio, pero si necesitaba preguntarle algunas cosas.
- ¿Por qué no quieres que Richard sepa de esto? Este es un asunto que les va los dos, no solo a ti.
- Axel, ¿nunca te he contado de cómo conocí a Richard y de lo mucho que luché para que saliera del agujero en el que se había encerrado durante tantos años?
La verdad es que nunca lo había hecho, ninguno de los dos le habían contado como se conocieron, Axel los veía tan felices el uno con el otro que el inicio de esa historia parecía innecesario de saber al verlos juntos.
- No, la verdad es que nunca lo hiciste – aceptó Axel.
- ¿Alguna vez Dominic te dijo algo relacionado con su hermana menor, Lucy?
Axel apretó los muslos con fuerza y suspiró con pesadez.
¿Por qué tenían qué hablar del pasado justo ese día?
Hizo un esfuerzo por su amiga y su mente se fue al pasado y si, recordó que él en algún momento le habló acerca de lo que sucedió con la muerte de su hermana; de hecho, la muchacha si estuviera con vida tendría la misma edad de Axel.
- Me contó acerca de cómo murió y de como él y Richard se culpaban por eso – la voz le falló al final de la frase porque también recordó que ella por un segundo se sintió identificada con él y su sufrimiento, ya que ella había perdido a su padre en una situación muy similar.
- Conocí a Richard por medio de Dom, él me lo presentó. Eso fue hace casi once años, habían pasado tres años desde lo de Lucy y cuando lo vi por primera vez, Te juro que pensé que estaba viendo un espectro, ese hombre era totalmente distinto al Richard que tú conoces –Chris tomó un trago de café y continuó con su relato. Axel ni pestañeo para no interrumpirla –. Para que me hablara de algún tema personal, tuvimos que pasar por demasiados altibajos en casi un año, muchas veces quise rendirme y dejar todo ese negativismo que él llevaba consigo mismo, ya que eso me estaba afectando a mí también. Axel, yo no vengo de un núcleo familiar tan unido como el que tu tenías con tu madre y tus hermanos, mi madre era adicta a la cocaína y mis hermanos y yo tuvimos que crecer muy rápido para poder cuidar de nosotros mismos ya que ella era incapaz de hacerlo en ese momento, así que ver en el letargo de autocompasión, rabia y soledad en el que vivía Richard me recordó de cierta manera en el estado en el que siempre se encontraba mamá, pero mi espera con Richard tuvo su recompensa y fue conocer al hombre divertido, alegre, entusiasta y amoroso que vivió escondido por el dolor por todo esos años.
Una de las cosas en la que si nunca pudimos estar de acuerdo fue en su falta de entusiasmo por formar una familia y sé que no es porque no quiera, sino porque esta aterrador de volver a fallar al estar a cargo de alguien más. Este accidente lo tiene con todas sus defensas bajas, tú lo conoces, él es una persona activa que no sigue órdenes y que le gusta llevar las cosas a su ritmo. ¿Qué crees que va a pasar cuando le diga que estoy embarazada? Tengo muchísimo miedo de que vuelva a ser ese hombre que me apartaba de su lado cada vez que tenía una crisis y que me llamaba rogando para que regresara a su lado cuando volvía a la realidad.
Axel dejó que Chris llorara todo lo que quisiera, era bueno que llorara, era bueno que sacara a relucir sus miedos. Su madre siempre le había dicho que era bueno decir todo sin pelos en la lengua, que podía doler algunas veces, pero que eso daba paz interior que no era comparada con nada.
Tal vez eso era lo que ella debía hacer también en lugar de decir a todos que estaba bien.
- Chris, cariño, creo que comprendo tu miedo, es normal, pero Richard es un hombre maduro e inteligente que sabe a lo que se atiene si es sexualmente activo y va a aceptar esta nueva realidad porque que te ama por sobre todas las cosas – Axel sabía que así sería, de todas las personas en ese mundo, Richard Bryce, era la única persona en la que creía ciegamente.
- ¿De verdad lo crees? – Christina no paraba de llorar y Axel se preguntó cuánto tiempo habría estado padeciendo toda esa incertidumbre ella sola. Vaya amiga la que se cargaba Chris.
- Estoy segura. ¿Y tú, estás segura de que quieres hacerte esa otra prueba de sangre?
- ¿Crees que ese examen pueda estar erróneo? Estuve sometida bajo mucho estrés el día que me lo realizaron, mis hormonas estaban hechas un lío... quizá...
- Voy a ser sincera, no creo que se examen este erróneo, pero no tengo problemas en ayudarte a realizar uno nuevo solo para que salgas de dudas.
- Axel, tienes que apoyarme, aunque este equivocada, tienes que decirme que va a salir negativo y que todo esto no pasará a ser más que un error de la ciencia – Axel estuvo a punto de reírse, pero al ver el rostro de Chris, en completo pánico, mejor desistió.
- De acuerdo, tú estás en lo correcto y la ciencia está mal. ¿Feliz?
- Eres la peor motivadora del mundo Axel Alwood.
- Lo harán bien, cariño, ya lo verás. Tú y Richard son la única evidencia de que el amor es más grande que cualquier situación y sé que no me los has preguntado, pero deberías decirle pronto, no es bueno que cargues con tanto estrés tu sola.
Chris se acabó su café y el de Axel.
- Eres tan buena dando consejos, pero eres la peor en seguirlos – criticó la joven rubia.
- No podía ser perfecta en todo – Axel se encogió de hombros, sonriendo ampliamente. La satisfacción que esa sensación le produjo no tenía precio. Al menos sabía que todavía era capaz de sonreír –. ¡Voy a ser tía! – gritó emocionada, no estaba dispuesta a que esa sensación se fuera así tan fácil.
Christina no era buena hablando de su vida así que a la menor oportunidad que tuvo desvió el tema hacía Axel.
- Chris, de verdad, estoy empezando a sentirme cómoda, no quiero hablar acerca de Josh, ni la boda, ni el engaño – le suplicó.
- De acuerdo. Hablemos de Dominic – la seriedad que poco caracterizaba a su amiga estaba más presente que nunca.
Axel se puso de pie y se marchó a su habitación, el frío estaba empezando a atravesar la tela de la bata de baño y de paso, escapaba de su amiga.
Por supuesto, ella la siguió.
- Mujer, pretendo vestirme y mi feminidad no está abierta a todo público – dijo, cerrándole la puerta en las narices.
Dominic. Dominic. Dominic.
¿Por qué él? ¿Por qué justo ahora que se encontraba nuevamente vulnerable?
Se tomó su tiempo para elegir que ponerse y sabía que su amiga estaba en la puerta de la habitación porque escuchaba el irritante sonido de sus tacones chocando sin para contra la madera del piso.
Muy a su pesar salió del cuarto y la cara de fastidio que le ofreció la candente rubia fue devuelta.
- Axel, en algún momento debes hablar de él, no pretendas que no existió.
Axel se encaminó hasta el baño y sacó la ropa empapada para llevarla hasta la lavadora. Chris la siguió todo el trayecto.
- ¿Y qué hay de malo si quiero pretender que nunca existió?
- Que eso te daña y de paso nos hace daño a nosotros porque te queremos, cielo.
- Mi relación o eso que tuve con Dominic, fue un error, fue una estupidez, nos conocimos y ya días después estábamos pretendiendo estar eternamente enamorados, ¿sabes qué? Más bien fue ridículo – no era justo, sentía que las lágrimas saldrían en cualquier segundo sin importar que intentaba ponerse a raya para que eso no sucediera. Chocó con Chris cuando salía del cuarto de lavado.
- Axel tú y Dom nunca pretendieron nada, ambos jugaron sus cartas sabiendo quien era cada quien, esa maldita perra logró engañarlo y él cometió muchos errores a partir de ese momento. Pero nunca digas que pretendieron nada porque sabes que no es cierto.
- Basta Christina, ¿qué pretendes hacer con esto? ¿Aliviar tu frustración haciendo que la mía se acumule aún más?
- Voy a suponer que dijiste eso para darme un golpe bajo, que lo tengo merecido... A ver Axel, siéntate y deja de dar vueltas que me estas mareando.
- Es tu estado el que te tiene así, no mis vueltas.
Christina no pudo reprimir la carcajada que salió de su boca y cayó al sofá en un ataque histérico de risa, Axel por su parte acompañó las risas de su amiga, mientras las lágrimas salían de sus ojos, en una extraña mezcla de diversión y sufrimiento.
- ¡Ay por Dios, Axel! ¿Hace cuánto tiempo que no peleamos? – Chris se limpió el rímel que se le corrió debido a las lágrimas y Axel la abrazó por la cintura.
- Hace cuatro años que nos peleamos por última vez – recordó Axel, volviendo a reír, en esa ocasión Richard se las había dado de jurado, ocasionando una pelea más grande.
- Nena, habla con Dom, por favor. Lo digo en serio, ambos lo necesitan, te lo puedo asegurar.
Las risas quedaron a un lado y Axel se enderezó sobre el sofá.
- ¿Para qué quieres que haga eso? Si no lo has notado en nuestros cortos encuentros en el hospital, el tipo me quiere arrancar la cabeza con solo verme a la cara. Me odia.
- Axel, yo no creo en las casualidades, y el hecho de que Dom aparezca en tu vida otra vez, justo ahora que estas atravesando esta situación con Josh debe significar algo.
Axel tenía miles de cosas que decir acerca del significado de la aparición de Dominic en su vida nuevamente, pero ninguna de esas cosas era para algo bueno.
- Chris, Dominic tiene a su novia volando por todos lados, ¿realmente crees que ella va a permitir eso? ¿Acaso no te había contado que ya me enfrentó?
Chris se encogió de hombros.
- Niña, solamente hablaran, no es como si fueses a reunirse para una cena romántica ni nada por el estilo. Además, esa arpía se marchó hoy en la mañana.
Axel examinó la situación con cuidado y no se podía imaginar un escenario en donde ella y Dominic estuviesen hablando como personas civilizadas.
- No me agrada tu idea.
- No tiene por qué agradarte. Míralo como una terapia. Deshazte de todo el tormento de tu pasado para ver con más claridad que harás para un futuro. Tienes dos opciones, avanzar o permanecer con este rencor de por vida.
- ¿De dónde sacas tus opciones, de la caja del cereal?
Chris se rio con cinismo.
- De los paquetes de tampones – respondió la listilla.
- ¿De cuáles? ¿De los que no podrás usar en nueve meses? – se burló Axel. Chris le mostró su dedo corazón. Ya tenía un punto débil para esa mujer y hasta que no hablara con Richard no dejaría de fastidiarla.
- Solo piénsalo, no te estoy diciendo que bajes la luna, solo tengan una charla como los adultos que son.
¿Una charla con Dominic Bryce?
¿Sería eso posible?
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