YoonGi estaba acostumbrado a la forma de ser de su novio.
A pesar de tener venticuatro años, JiMin tenía la personalidad de un niño de diez. Sonriendo y siendo feliz sin importar lo que los demás pensaran de él, con esa alegría y esa vida que brillaba a través de sus ojos, eso le fascinaba...

Y no es que el menor fuera infantil exagerado o tuviera alguna deficiencia mental, nada de eso, simplemente se comportaba de esa forma tierna y linda. Pero tenía ese otro lado serio y maduro, que le encantaba observar cuándo estaba concentrado.

Cuándo tenían quince se conocieron en el instituto, ambos estaban perdidos en el edificio, y no ubicaban sus aulas realmente, ni siquiera se pararon a preguntarse sus nombres, caminaron juntos hasta que cada quién encontró su sección correspondiente.
Se juntaron para el almuerzo y no se separaron desde ese momento, hicieron sus amigos en cada sección pero incluso lograron juntarlos en la misma mesa para el almuerzo.

Las salidas al parque o centro comercial, las noches de películas en las casas de cada uno, los abrazos, las miradas, las caricias discretas y los suspiros fueron aumentando conforme el tiempo juntos transcurría hasta llegar a los besos apasionados y dulces, las caricias amorosas, los aniversarios, y los abrazos bajo la misma sábana...

JiMin le observa curioso por un momento.

- ¿En qué piensas, amor?- YoonGi decide preguntar luego de haber observado que JiMin lo miraba.

- Nada...- sonríe tiernamente y sigue con lo que está escribiendo. YoonGi ríe bajito y se acerca.

Al terminar la universidad, JiMin y él se casaron luego de ocho años siendo novios, ocho años maravillosos. Había sido tan bonito despertar la primera mañana junto a JiMin, quien usaba su pijama amarilla pastel llena de pollitos. JiMin tenía muchas cosas que lo volvían día a día más único y que por consiguiente lo enamoraban más.

JiMin le mira frunciendo el ceño, y oculta lo que está escribiendo.

- ¿Qué ocultas cielo?- pregunta cuándo mira al menor cubriendo la página. Le abraza aunque su pareja no parezca muy contenta.

- Es un secreto, no puedes ver hasta que termine...- le dice serio y luego haciendo un pequeño puchero que YoonGi no duda en besar delicadamente.

- Esta bien, haré la cena, no puedes saltarte ninguna comida menos ahora- menciona dejando una suave caricia en el vientre de su esposo. Sus gemelos están creciendo bien en el vientre de su papi.

JiMin asiente y suspira. Eso estuvo cerca. Con una risa traviesa y dulce, sigue escribiendo...

YoonGi de vez en vez lo mira desde la cocina, no sabe qué tiene tan entretenido a su pequeña pareja, pues de momentos ríe y en otras ocasiones se vuelve muy serio. Sonríe al verlo acariciar su vientre, quizás sus pequeños ya han despertado para jugar un rato.

- La comida está lista- dice suavemente mientras acerca la bandeja hasta su pareja. JiMin ha decidido sentarse en el suelo, porque le da la comodidad de estirar sus piernas y eso le ayuda a descansar el peso de su vientre de seis meses.

Aun recuerda cuándo le dio la maravillosa noticia de que sería padre. YoonGi reconoce haber llorado mientras su pareja le abrazaba y él le agradecía por darle esa maravillosa noticia, por dejarle ser padre. El hecho de que eran gemelos le emocionó y preocupó a partes iguales, por eso procuraba siempre, atender a su pareja en todo, consentir a sus bebés y esmerarse para que nunca les faltara nada.

JiMin decía que era un exagerado por todo. Que siempre se andaba preocupando demasiado, pero YoonGi solo quería cuidarlos.

- Gracias...- la sonrisa de JiMin es una de las maravillas más hermosas del mundo a los ojos del mayor. Comen con tranquilidad, JiMin, ha ocultado la hoja en la que estaba escribiendo hace rato, y YoonGi decide no presionar a su pareja, cuándo deba saberlo, lo sabrá sin necesidad de agobiar a JiMin.

JiMin mira a YoonGi salir de la ducha, está observandolo fijamente.
Quizás así podrá mirarlo, está sentado en la cama apoyando parte de su peso sobre sus brazos, frunciendo su ceño de manera adorable.

- JiMinnie...- YoonGi le llama sentandose frente suyo.

El menor se acomoda en posición de indio y le entrega la hoja. YoonGi la mira.

- Yoonie, no hiciste esto...- le dice mirandolo acusador. YoonGi le mira entre sorprendido e interrogante.

- ¿Me hizo falta algo, amor?- pregunta, desdoblando el papel y puede leer en letras grandes algo que le hace sentir ternura y le da gracia al mismo tiempo.- ¿"Reglas para enamorar a Min JiMin"?- pregunta y mira a su esposo un poco confundido.

- Sí, Yoonie...- JiMin asiente.- Estaba pensando que debes cumplir todo eso...

YoonGi asiente y mira de nuevo la hoja en sus manos...

"Reglas para enamorar a Min JiMin"

1. Debes ser apellido Min.

2. Debes dejar que te diga Yoonie.

3. Debes cantarle a los bebés cada noche.

4. Debes dejar que JiMinnie te abrace a la hora de dormir.

5. Debes jugar con JiMinnie cuándo vayan de paseo.

6. Debes cuidar a los bebés y a JiMinnie, mucho.

7. Debes tener dos amigos, que se llamen SeokJin y HoSeok.

8. Debes invitar a JiMinnie a comer helado.

9. Nunca debes hacer enojar a JiMinnie.

10. Debiste estudiar junto a JiMinnie.

11. Debes ser fan de Kumamon.

12. Debes saber tocar piano para proponerle matrimonio a JiMinnie.

13. Debes darle besitos dulces a JiMinnie.

YoonGi termina de leer la lista de reglas para enamorar a su esposo.

- ¿La lista es para mí?- JiMin asiente a su pregunta.

- Sí, Yoonie- JiMin dice y se acerca siendo dueño de un sonrojo en su rostro. Un sonrojo que YoonGi adora- Para enamorarme debes hacer eso...

Y YoonGi lo recuerda. Cuando estaban en la universidad, alguien público en el mural principal que se debe hacer para enamorar a JiMin.
Y solo había un requisito... ser Min YoonGi.

Ninguno supo quien había sido, pero ahora YoonGi creía saberlo.

- Creo que tendré que repasar esto...- dijo YoonGi pensativo. Su esposo asintió convencido.- Soy apellido Min...

- Sí, porque yo soy Min JiMin- aseguró señalandose así mismo. YoonGi sonrió.

- Pero, antes de que nos casaramos eras Park, mi amor...- YoonGi le dice con cariño, y acaricia la mejilla rellenita de su pareja.

JiMin luce un rostro sorprendido y asiente en comprensión.

- Pero ahora soy Min- JiMin sigue diciendo.- Tienes razón, Yoonie, antes era Park...

- Y tu ya me llamas Yoonie, bebé...- YoonGi vuelve a decir y JiMin asiente. Hace un puchero.

- Aun te falta mucho para enamorarme...- reprocha.

- Bueno, siempre tengo la guitarra para cantarle a los bebés cómo hoy...- le dijo YoonGi y señaló el instrumento colgado a la par del armario. JiMin observó la guitarra negra con los ojos entrecerrados... olvidó esconderla. Su Yoonie le estaba ganando.

- Esta bien...- JiMin dice, y le señala la cuarta regla.

- Pero si yo soy tu almohada, cariño- le dijo YoonGi con una sonrisa y abrazando con cuidado a su esposo bonito.- Y siempre juego contigo cuándo salimos, incluso la vez que fuimos a la playa, buceé contigo y recolectamos caracoles y piedritas de colores...- dice antes de que JiMin diga algo en contra. A un lado de la cama, está el frasco lleno de piedritas de colores, con una lamparita para iluminar suavemente la habitación.- Además, cumplo con todo lo que dijo la doctora para que nuestros bebés crezcan sanos... soy fan de Kumamon y SeokJin y HoSeok son mis mejores amigos...- menciona mirando a su novio que parece pensativo.

- Pero el helado...- JiMin dice, un poquito impaciente. Hace un puchero y recibe un beso de parte de YoonGi. El menor borra el puchero y sonríe lindamente.

- Mañana...- le dice YoonGi tomando las manos de su pareja y dejando suaves caricias.- Además estudiamos juntos, y evitamos enojarnos... recuerda que no nos gusta la violencia, amor...

- Besitos...-JiMin le dice y hace que el mayor se sonroje levemente. YoonGi se inclina un poco para besar a JiMin suavemente. Son pequeño besos dulces...

- Y también... ¿recuerdas que te propuse matrimonio con una canción que escribí para ti?- le dice de manera cariñosa. Mirando los hermosos ojos de su esposo, le encantaría que sus bebés tuvieran esos ojitos tan lindos.

JiMin asiente y sonríe.

- ¿Entonces cumples todo?- pregunta.

- Y seguiré haciendolo, bebé...

- No, Yoonie, no me digas bebé en frente de los bebés...- le dice negando. YoonGi ríe.

- Esta bien... JiMinnie- le dice y se levanta, acercandose a la guitarra para tomarla y volver a sentarse al lado de su linda pareja.- ¿Nuestros bebés querrán escucharnos cantar?- le pregunta observando la hermosa sonrisa que su esposo le regala.

Sí, quizás en unos años los requisitos cambiarían, quizás la lista de reglas se haría más larga, pero YoonGi las cumpliría al pie de la letra, porque JiMin fue el que le dio las alas que necesitaba para volar cuándo su propia familia le dio la espalda, JiMin fue quien le enseñó que los sueños pueden hacerse realidad...

Estaba enamorado de esa forma tan peculiar de ser de su pareja que no podía evitar cumplir con lo que le pidiera... ya fuera un beso, una comida especial o ser su almohada a la hora de dormir.

- Te amo, cariño...- le dice en un susurro al verlo ya respirando tranquilamente, en muestra de que se ha dormido, deja una caricia en el vientre de su pareja- Y a ustedes también, los amo tanto...

Deja la guitarra en su lugar y va al lado de JiMin, quien aun dormido, se acerca y le abraza, una noche más siendo su almohada... y él está feliz de serlo...

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