Yoongi corría lo más rápido que podía para esconderse y que Jiwoo no lo encontrara. Se detuvo en uno de los árboles y permaneció ahí sin hacer ningún ruido, dándose cuenta que a unos metros de él estaba Jimin con ambas manos en la boca tratando de así no hacer ruido, cosa que le causó gracia.

—¡Te tengo! —Jiwoo apareció a un lado de él e hizo que se levantara—. Ahora solo falta Jimin.

—Ya aparecerá. —le dijo Minjae cuidando que Taehyung, Jungkook y Yoongi no pudieran escapar.

—Jimiiiiin, ¿dónde estaaaás? —Jiwoo caminó cerca de los arbustos— Tranquilo, no pienso hacerte dañooooo.

Cuando Jimin vio que Jiwoo se alejaba, corrió hasta la entrada para así lograr escaparse de una buena vez, pero justo cuando iba a tocarla,  Jiwoo apareció a un lado y lo atrapó haciendo que cayeran al pasto. 

Jiwoo y su hermano Minjae celebraron su victoria en aquel juego.

Yoongi, Taehyung y Jungkook se acercaron a ellos, los dos últimos mencionados justificando el porqué los habían capturado primero mientras que el otro reía por los intentos fallidos de Jimin de librarse de los brazos de la chica; decidió ayudarlo pero Minjae fue más rápido y comenzó a hacerle cosquillas. 

Desde la puerta de la casa, Namjoon y Seokjin veían aquella escena.

—Me alegra que se la pasen bien. —dijo Seokjin viendo reír a los chicos.

—Hace mucho que mis hermanos no jugaban juntos. —Namjoon miró enternecido.

—Fue idea de Jimin. Él siempre ve el lado positivo e inocente de las cosas.

—Y fue gracias a él que terminamos aquí. Pero su mundo de fantasía no está bien, cuando crezca...

—Él entenderá todo, por ahora hay que dejarlo disfrutar de los pequeños momentos. No quiero ser yo el que rompa sus ilusiones.

—Ni yo —Namjoon suspiró—. Jimin es un niño dulce, luego de todo lo que ha pasado es difícil creérselo.

—Hubiera muerto si Taehyung y Jungkook no hubieran salido… No quiero siquiera imaginarlo. Desde que él llegó a nosotros he procurado de que no sufra más.

—Se asegura de que todos vivan en la fantasía en la que él vive —miró en dirección a los chicos—. Nos ayudó e hizo que todos confiaran en nosotros aún después de lo que hizo Jiwoo, encontró esta casa en la que pueden jugar sin que ningún caminante los moleste, y siempre trata de que nadie pelee.

—Y le ha devuelto un poco de la niñez que Yoongi, Taehyung y Jungkook habían perdido.

•     •     •

—¿Tenemos que dormir ya? Nadie tiene sueño aún.

Jimin hizo un leve puchero luego de que Seokjin les dijera que, al no tener más qué hacer, se fueran a dormir temprano.

—¡Confirmo! —Jungkook exclamó.

—Podemos hacer algo, aquí, dentro de casa. —Jimin continuó.

Seokjin se cruzó de brazos. —Jimin...

El pequeño le miró con una cara de cachorro intentando convencerlo, cosa que logró al instante. Seokjin suspiró con una sonrisa al ver que Jimin era su debilidad.

—Está bien, nos quedaremos un rato más —se volvió a sentar en el sofá—. ¿Qué idea tienes?

Jimin cambió su expresión a una seria mientras pensaba, aunque eso le hacía verse adorable. Los demás buscaron un lugar en la sala mientras esperaban a la idea que el pequeño tendría en esos instantes.

—¡Noche de historias! —Jimin observó a todos— Pero no de terror, esas son feas.

—No es una mala idea —dijo Yoongi—. ¿Quién inicia?

—¡Inicio yo! —Taehyung alzó la mano— Mi historia es sobre dos chicos super geniales que son expertos en matar zombies.

—¿Esos chicos tienen nombres geniales? —Jungkook preguntó— Algo como Jeon Jungkook...

—Y el otro se llama Kim Taehyung, así es.

Jimin rió luego de que Taehyung comenzara a contar su historia ya que era muy parecida a unos cómics que sus amigos leían pero con la diferencia de que los protagonistas eran ellos. Seokjin intentó en un inicio callar las risas de los niños por lo muy ruidosos que eran, pero luego de que Namjoon le avisara que no había tanto peligro, los dejó ser.

—...pero el general Kim Taehyung era mucho más rápido que todos estos muertos, inclusive mejor que su fiel compañero Jungkook, y-

—Lo que no sabía el general era que el audaz Jungkook tenía un súper poder que era el control de las mentes y ganó la batalla.

—Lo siento, Jungkookie, pero ese no es el final.

—También es mi historia por lo que yo elijo cómo termina —se bajó del sofá—. ¿Quién sigue?

Jimin lo pensó unos segundos antes de señalar a Yeri, quien intentó negarse al instante, pero todos apoyaron la idea por lo que ella comenzó contando una historia para que todos se aburrieran, sin embargo, el pequeño le agregó algunas cosas que hizo que la historia aburrida sobre una chica de universidad se convirtiera en una super heroína que luchaba contra los aliens que atacaban el mundo. Al final, Yeri cedió y comenzó a seguirle la corriente contando su propia versión. 

Aunque la chica no se daba siempre el lujo de disfrutar porque ella había vivido muchas cosas horrendas, incluso antes de todo el desastre, dejó que aquel niño le alegrara la vida un poco.