Capítulo 2
Caminaron por un largo tiempo, el cielo empezaba a oscurecer haciendo que Jimin se pegara más a Taehyung; odiaba la oscuridad por sobre todas las cosas.
-La oscuridad no te hará daño -le dijo Jungkook viéndolo-, nosotros la vemos como una aliada.
-Si está oscuro los zombies no te podrán ver. -comentó Taehyung.
-Pero si ellos no te ven, tú tampoco puedes verlos. -Jimin trató de argumentar.
-Te equivocas. -susurró Taehyung sonriéndole, muy seguro de sí mismo.
Jimin dejó que ellos lo guiaran hasta llegar a un puente, en el cual logró ver a una persona del otro lado.
-Hasta que por fin aparecen par de idiotas. -habló con molestia una chica acercándose a ellos.
-Shinhye, querida, qué linda bienvenida. -Taehyung hizo un intento de abrazarla.
-No me hables así. -le reprochó dándole un golpe en el brazo.
-¿Pero por qué no? ¿Desde cuándo ya no nos tenemos confianza? -dijo Jungkook con fingida preocupación.
La chica, llamada Shinhye, lo miró aún más molesta haciendo el intento de darle una palmada en la nuca.
-Paren ya, tenemos suficiente con los muertos. -habló con firmeza un chico, el cual parecía un poco mayor que Shinhye, deteniéndolos. Él había salido de una casa que estaba solo a metros de ellos.
-Solo hago lo que tenía que hacer. Estos mocosos han vuelto a ir sin permiso.
-Oye, de no haberlo hecho no lo hubiéramos encontrado. -contestó Taehyung levantando la mano con la que agarraba la de Jimin.
-Genial, ahora roban niños. -bufó la chica que anteriormente los queria matar.
Jimin comenzaba a sentirse incómodo.
-No lo robamos, él nos encontró -intervino Jungkook-. Estaba solo en el bosque... Sus padres... Bueno, es mejor no entrar en detalles.
-¿Eso es verdad? -cuestionó el chico.
Jimin asintió viéndolo con algo de miedo.
-Bien, no veo el problema de que se quede. Ahora eres parte del grupo.
-Como sea -resopló Shinhye dándose por vencida-. ¿Cómo te llamas?
-Park Jimin. -respondió escondiéndose un poco.
-Oh, no te preocupes -la chica se acercó a él-, solo soy mala con ellos.
-Nos ama. -dijeron ambos niños.
-Basta de bromas, entremos ya.
Jimin asintió y caminó junto a Jungkook y Taehyung, Shinhye y el joven -el cual aún desconocía su nombre- se quedaron para cerrar el portón. Apenas se había percatado de que estaban en una casa a las afueras del bosque; se parecía a la última casa en la que estuvo, solo que esta tenía un portón que cubría bastante bien el patio delantero. Vio que tenían un jeep y un auto más pequeño, y en la entrada de la casa había una chica de cabello rubio con lentes.
-¿Él quién es? -preguntó ella señalándolo.
-Yeri, te presento a Jimin -habló Jungkook-. Jimin, ella es Yeri.
-Hola. -Jimin le extendió la mano, la cual ella ignoró.
-Vaya, otro más. -soltó sarcástica levantándose de su lugar y entrando a la casa.
-Ignórala -dijo Taehyung-. Ya te agradará, siempre es así de gruñona.
Jimin sintió un poco más de confianza, así que se permitió reír.
De pronto, el chico que hace poco lo había recibido tomó sus dos mochilas para ver qué es lo que traían.
-Vaya, él está bien preparado -comentó Shinhye con una sonrisa al revisarlas también-. ¿Dónde conseguiste todo esto?
-Mis padres...
-Sí que sabían dónde buscar -tomó una lata de carne con verduras-. ¡Fantástico! No más guisantes para la comida.
-Ten en cuenta que esos guisantes te han mantenido con vida -dijo Taehyung quitándole la lata-, y fue gracias a nosotros.
-Todos ayudamos a conseguirlos, no seas malcriado -intervino el joven tomando todas las latas y poniéndolas en una caja-. Ahora que estarás con nosotros, Jimin, deberemos de compartir todo, pero no te preocupes que hay comida de sobra, al menos nos alcanzará para un mes.
-Así es -habló Jungkook-. Esta es tu primera contribución, puede que tus armas no sean mejores que las nuestras pero la comida sí.
-Verás, pequeño -el chico mayor retomó la palabra-, todos nos ayudamos, a fin de cuentas somos los últimos sobrevivientes, debemos de seguir así.
-Solo hay unas cuantas reglas... -advirtió Taehyung ayudando con la caja de latas.
-La primera es no alejarse del grupo -agregó Shinhye tratando de darle un golpe a Taehyung antes de que se fuera para guardar las latas-. Otra cosa es que todos nos ayudamos sin importar qué.
-Solo simples reglas, Jimin, nada difícil de aprender. -Jungkook le sonrió.
-¡Es hora de que conozcas a los demás! -exclamó Shinhye cuando regresó de guardar las cajas.
Ella caminó hasta la puerta y la abrió dejando pasar a Jimin. Él se quedó cerca de la puerta mientras veía a Shinhye, Jungkook y Taehyung irse en varias direcciones de la casa. El chico de hace poco también llegó a su lado, y al verlo, le sonrió. Tiempo después llegaron más personas a aquella sala; Taehyung llegó junto a una chica, Jungkook con otro niño que parecía tener más edad que él, y Shinhye llegó con Yeri.
-Él es Jimin -comenzó a hablar el chico mayor-, Taehyung y Jungkook lo encontraron cuando hacían su viaje de rutina -los miró algo molesto-. Bien Jimin, ya conoces a Taehyung y Jungkook, son bastante unidos y molestos.
Ambos niños lo saludaron.
-Ella es Shinhye -él continuó-, quien no es tan mala como parece.
La chica le sonrió y le guiñó un ojo.
-Ella es Yeri.
La aludida simplemente lo ignoró.
-Ya le agradarás -le susurró el chico-. Ella es Hyunah y su primo Yoongi.
La joven al igual que el niño le sonrieron.
-Y yo soy Seokjin.
Jimin ya no se sentía tan mal después de todo, había conocido a su nueva familia.
-Yoongi, ¿podrías enseñarle a Jimin dónde dormirá?
El otro niño en la habitación asintió.
Jimin siguió a Yoongi ya que le enseñaría la que sería su habitación, al menos hasta que el lugar dejara de ser seguro. La casa era de dos pisos. En el segundo había muchas habitaciones, parecía ser que una familia numerosa la había habitado, y ahora se preguntaba qué le habría pasado a los que vivían ahí.
-Es aquí -Yoongi abrió la última puerta del pasillo-. La compartirás conmigo y mi prima Hyunah.
-Está bien. -Jimin respondió sentándose en la cama que estaba a la derecha.
-¿Qué traes ahí? -preguntó sentándose junto a él y señalando la cadena que traía puesta.
-Mis papás me lo regalaron cuando cumplí cinco años -miró su cadena y tomó la medalla que traía su inicial-. Eso fue antes de todo esto.
-No te sientas mal, yo también perdí a mis padres. Pero Hyunah y yo los encontramos justo a tiempo.
-¿Hace cuánto los conoces?
-Creo que desde hace dos meses... Hyunah y yo fuimos a buscar a sus padres, ella se quedaba con nosotros porque tenía que ir a la universidad y mi casa estaba cerca, pero al llegar solo encontramos a esas cosas, fue gracias a Seokjin y Shinhye que logramos salir con vida.
-Oh -Jimin musitó algo asombrado-. Nosotros siempre fuimos solo los tres; mis padres y yo. Nunca encontramos a nadie más para unirnos... -hizo una pausa tratando de hacer memoria- Bueno, solo una mujer que por su miedo llamó a los muertos y... no sé lo que pasó. Mamá estaba con ella y no quiso contarme qué le había ocurrido.
-¿Qué edad tenías cuando esto comenzó?
-Once años, me faltaba poco para cumplir doce. Ahora los tengo. Mis papás buscaron algún pastelillo para dármelo ese día. -sonrió tratando de ocultar su tristeza.
-Yo tengo catorce años, los había cumplido dos días antes -la mirada de Yoongi se volvió triste-. Perdí a mis padres casi al instante, era nuestra primera noche luego de haber escapado con vida de mi casa. Papá estaba arreglando unos tablones que estaban en las ventanas, no lo escuchó cuando estaba detrás de él. Nos fuimos de la casa pero mamá estaba destrozada. Luego encontramos otra casa, Mamá estaba en la cocina, no se dio cuenta que la puerta trasera estaba abierta y... -carraspeó sintiendo un nudo en la garganta- Hyunah y yo nos fuimos de ahí para ir a buscar a sus padres, pero ella no sabía conducir, así que tardamos mucho en llegar. En fin, estamos aquí y eso es por algo.
-Odio estar aquí -Jimin protestó haciendo un puchero-, no me gustan los recuerdos que ahora tengo.
-Mi padre me dijo una vez que sin importar la situación debía de recordar los mejores momentos, y los difíciles.
-No me gustan los recuerdos feos de Mundo Muerto, es horrible.
Yoongi rió por el nombre. -Sí, es horrible. Pero creo que Zombielandia es un mejor nombre, ¿no lo crees?
Jimin le sonrió asintiendo ante la idea.
Habían encontrado un amigo en todo este caos.
Un amigo en Zombielandia. Tal vez no todo era horrible.
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