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Capitulo 9

-Me alegra que podamos tener esta reunión todos juntos.

-Abuela es lunes a las 7:00 am, ¿No podíamos hacerla mas tarde?

-Te debo una felicitación Nicolás por salir de cama temprano.

-Abuela no sabes como me ha costado. – Intervino Carlos.

-Bueno ya que estamos todos reunidos, les quiero decir que gracias por aceptar hacer el viaje. Este es el itinerario que deben hacer, en cada hoja está escrito el país y lo que deben hacer... - El personal de la abuela nos repartió una carpeta donde exactamente venia lo que debíamos hacer, las personas que visitaríamos y todo lo relacionado a los vuelos y viajes. Hasta el personal que nos acompañaría.

>>Si quieren podemos revisar con calma cada hoja y hacer cambios si les conviene, recuerden que este es su viaje y mas que un compromiso lo deben ver como unas vacaciones.

-¿De cuánto tiempo estamos hablando exactamente?

-Un mes, tres semanas juntos y una donde cada uno estará solo visitando un país asignado.

-Estamos hablando de muchos viajes, ¿Cómo estarán los vuelos?

El portavoz de la reina tomó la palabra.

-Primera parada Kenia, segunda parada Nigeria, tercera parada Senegal y cuarta parada Túnez.

Los tres nos miramos asombrados.

-¿Están diciendo que iremos a África? – No me lo creía.

-Así es alteza. Irán a un viaje a África por tres semanas aproximadamente.

-Pensé que iríamos solo a España, Inglaterra, Noruega, hasta se me ocurrió Brasil, pero nunca África.

-¿Por qué África?

-Porque es al ultimo lugar que la reina visito desde hace unos años y además nos hemos comprometido con la ONU en que haríamos este viaje, por eso se han escogido esos lugares.

-¿Acaso no tiene nada que ver que me guste andar de fiesta en fiesta?

-En una parte si Nicolás, hemos escogido lugares en donde no hay muchas probabilidades de que te vayas de fiesta por las noches.

-Abuela eso seria lo que no haría en este viaje, ¿Por quién me tomas?

-Por el nieto que no sigue las reglas.

-A todo esto, ¿tenemos los vuelos listos verdad?

-Si Carlos, los vuelos son los fines de semana para que también puedan descansar un poco, la primera semana como ahí dice es su llegada a Kenia, después volamos hacia Nigeria, nos quedamos el inicio de semana y a la mitad vuelan hacia Senegal y la tercera semana la pasamos en Túnez.

-¿Por qué todo esto parece un dialogo de película? Casi está escrito lo que diremos.

-Hemos querido ponerles detalle de todo para que no haya errores.

-¿Aun no somos capaces de hacer esto solos? ¿Entonces para que vamos? – Los mire incrédulos.

-Debemos afinar unas cosas aun, pero eso no niega que será un buen viaje para los tres.

-¿Diario tendremos estas reuniones a las 7 am?

-No diario, solo al finalizar la semana para saber su avance, tenemos dos semanas para hacer que se vean unos dignos príncipes y princesa.

-Nicolás creo que debimos no aceptar.

-¿Abuela aun es tarde para decir que ya no queremos? – Nicolás suplicaba.

-Mientras mas se nieguen mas vamos a tardar – Carlos se escuchaba fastidiado. - ¿Podemos empezar a decir que nos gusta y que no?

-¿no estamos haciendo eso? Pensé que de eso se trataba esta reunión.

-Hablo del itinerario, Nicolás

-Disculpe su alteza, había olvidado que usted ya toma decisiones como rey. – Nicolas estaba enojado.

-Compórtate como adulto no inicies.

-¿Desea otra cosa su alteza? Si quiere ahora mismo le traemos el té.

-¡Basta! – la abuela tomo la palabra. – No es el momento para que se enojen, ustedes dos – Nos señalo a Nicolás y a mí. – Ya han tomado la decisión y no se pueden negar a estas alturas, seguiremos con la planeación como esta hasta ahora. Así que si quieren podemos iniciar con las días que tengan de acuerdo a las hojas de su carpeta o si lo prefieren continuamos después de la cena.

Le apreté la rodilla a Nicolás para tranquilizarlo.

-Comencemos. – Tomé la palabra y todos nos dispusimos a hacer las cosas bien.

Después de tres horas interrumpidas por la hora del desayuno y una hora perdida por las peleas de Nicolás con Carlos, todos habíamos llegado a un acuerdo, las hojas de los viajes se volverían a redactar para estar de acuerdo todos, algunos tiempos se agregarían y otros se quitarían, estaríamos durante las visitas acompañados de algún representante de la ONU como si fuera parte del palacio para que nos guiara sobre las actividades que se realizan regularmente en cada país. Cada uno iría con su propio secretario al viaje y este seria como su sombra todo el tiempo, teníamos negado salir de fiestas en la noche, debíamos desayunar, comer y cenar todos juntos, y la seguridad era indiscutible, siempre, aunque no quisiéramos estábamos vigilados 24 horas.

Las habitaciones de hotel, vuelos y transportes ya estaban pagadas por parte de la corona y no hacia falta preocuparse por los tiempos ya que todo estaba meticulosamente listo. Durante estas dos semanas, estaríamos inmersos en nuevas clases de protocolo y no sobre reverencias y platicas aburridas, sino como debíamos saludar a los altos mandatarios, cuando seria permisible acercarnos a la multitud, nuestras maneras de bajar del auto y una forma mejor acentuada al hablar y si fuese necesario aprenderíamos frases fáciles de los países.

-Abuela una pregunta.

Ya todos estaban levantados para irse.

-Dime Eva.

-Si iremos a este viaje ¿lo podemos hacer a nuestro modo?

-Creo que casi lo estipulado en estas hojas es a su modo, así que en un punto diría que sí.

-Gracias abuela.

-Ah y otra cosa chicos. – Los tres nos miramos expectantes. – Todos estaremos presentes en las pruebas de vestuario de todos.

-¿Qué? – Deje caer mis cosas sobre la mesa. – Tengo tanta ropa que no veo necesaria más.

-Así como me escuchas Eva, todos deberán adquirir un guardarropa nuevo para este viaje.

-¿Y los hombres que pueden ponerse nuevo? Si ellos solo ocupan pantalones y camisas.

-A mi si me va bien que la casa me compre ropa. – Se encogió de hombros Nicolás.

Lo miré mal. Maldito corrupto.

-Entonces esta dicho, sus secretarios, les dirán el día de las pruebas. Que tengan buena mañana esto es todo por hoy. ¿Se quedan Carlos y Nicolás a comer?

-No abuela, tengo que revisar agenda para dejar despejadas estas dos semanas porque se que nos llevara mucho tiempo el prepararnos para el viaje, gracias por la invitación. – Carlos le dio un beso a la abuela.

-Yo... bueno yo... tengo que disfrutar de mis últimos días de fiesta así que no puedo quedarme abuela, hoy planeo ir al golf y después embriagarme. Gracias abuelita. – También la beso en la mejilla.

-¡Nicolás! – Se quejo la abuela.

-Solo estoy bromeando abuela.

La abuela se despidió de los tres y junto con su equipo de trabajo se retiro de nuestro salón.

-¿Regresas conmigo o con algún chofer Nicolás? – Carlos ahora pedía su atención.

-Si me voy contigo. – Rodó los ojos.

-Nos vemos Eva, que tengas buena mañana. – Me dio una de sus mejores sonrisas y me beso en la mejilla.

Lo mire estupefacta, algo me decía que esa era su mirada seductora.

-Adiós Eva – Nicolás me abrazó. – Ojalá hubiera traído mi propio auto y no venir con el gilipollas de mi hermano.

-¡Te escucho Nicolás!

-Si, si lo que digas. Te veo mañana Eva y por favor lleva contigo aspirinas que ya me proyecté con una cruda irreconocible. – Me beso y se encamino con su hermano hacia su auto. 

Como era habitual, mi agenda ya estaba prevista para el día de hoy y aunque no tenia salidas al exterior, muchas reuniones se hacían adentro del palacio, tanto para saber cómo se moverían las fundaciones sin mi presencia, también tomar en cuenta las estadísticas de las organizaciones benéficas, los nuevos actos presenciales de la familia, entre muchas cosas más. Leticia era la encargada de recordarme todo al pie de la letra, así como mantener estilos de ropa diferente cada vez que un acto se hacia presente, como las meriendas, las comidas y las reuniones digitales o físicas. Mi único momento de paz eran las clases presenciales con mi único profesor.

-Alteza, ¿Desea que sigamos o terminamos por hoy? – Llamo mi atención.

-Disculpe... - me frote los ojos. – Ha sido un comienzo duro, no se preocupe estoy bien sigamos.

-Como le comentaba últimamente cuando se habla de comercio internacional nos referimos a el intercambio que existe en naciones, como son los prestamos o inversiones que se otorgan de un país a otro independientemente de si se encuentran en el mismo continente o no...Entre las naciones mas destacadas se encuentran China y Estados Unidos por ser las primeras potencias en sobrevivir económicamente a la primera y segunda guerra mundial... Seño... Alteza... ¿Se encuentra usted bien?

Volví al mundo y me centré en el profesor.

-Si, es solo que... - No tenia excusas esta vez. - ¿Le puedo preguntar algo?

-Soy su profesor.

-Me imagino que esta al tanto de los movimientos de la casa real y ya sabrá que me ausentare por un mes más o menos, ¿Cómo me puede afectar eso en mi último nivel de universidad?

-Alteza, esto si ya me habían notificado y por ordenes de su majestad solo se me había dicho que debería cumplir con sus clases como si estuviera en la universidad. Esto solo lo tomaremos como un permiso y usted recibirá y tendrá que enviarme actividades.

-¿Y si no puedo hacerlas todas?

-No se preocupe podremos limitar fechas de entrega, no tendrá usted que preocuparse.

-¿esto también le aceptan a los estudiantes de La Sapienza?

-Bueno, ambos sabemos que estos son tratos distintos.

-Pensaba que nos estábamos apegando al programa educativo.

-Eso hacemos, solo que son condiciones distintas.

-Vale, ya me ha quedado claro. La verdad no estoy con ánimos para seguir, ¿Podemos continuar en la próxima sesión profesor?

-Como lo desea alteza. ¿Le gustaría que pasáramos a otra clase o desea dejarlo todo por hoy?

-Me parece mejor terminar.

-Esta bien alteza, como usted ordene. Le deseo un magnifico día.

-Gracias e igualmente.

Mire al profesor recoger sus cosas y marcharse.

-Alteza, he visto que el profesor se ha ido, ¿Ocurrió algo? – Leticia entro al salón

-No, solo que... no es buen momento para seguir con la clase y mejor era terminar antes que no prestarle atención.

-Creo que debió tener en cuenta que era su última clase presencial.

-¿La última? ¿Quieres decir que la próxima será cuando regresemos del viaje?

-Si alteza.

-¿Esto puede empeorar acaso? – Recargue la cabeza sobre la mesa.

-A las 5 de la tarde tendremos sus primeras clases de suajili habla natal de Kenia, francés para Senegal, árabe para Túnez y sueco para Suecia. En Nigeria no tendremos problemas la mayoría de la población habla inglés, así que como usted lo tiene dominado no hará falta.

-Pensé que todo iniciaba hasta mañana.

-La mayoría de cosas si alteza, pero necesitamos adelantar un poco, no será nada fácil para todos instruir a tres jóvenes al mismo tiempo.

-¿Me estas diciendo que nos comportaremos como niños?

-Alteza no me malinterprete, pero... ya conocemos sus trucos bajo la manga, los de Nicolás y los suyos.

Me reí alto que Leticia me miro confusa.

-Ya no somos unos infantes Leticia, deberían confiar en nosotros.

-Tratamos alteza. En verdad que tratamos. 

Como lo había dicho, mi única hora de descanso fueron los minutos que sobraban de mis clases y la hora de la comida, apenas pude probar bocado del almuerzo porque tenia reuniones importantes que atender con un grupo reducido de personas para saber cual seria la estrategia que implementaría con las fundaciones para no descuidar ninguna. Después de cerrar un poco de los muchos asuntos que estaban por venir las infinitas clases de idiomas no se descartaron. Mi nuevo profesor era un poliglota. Decir que sabia hablar los idiomas era quedarse corto, este hombre los hablaba a la fluidez y nunca se confundía con la diferencia de cada uno. Su facilidad para enseñarme algunos saludos y frases cortas era tan cómoda que no estaba segura de hablarlo tan perfecto como él.

Cuando terminé por fin de aprender por lo menos a decir hola y buenos días en otros idiomas, decidí que era suficiente por hoy. La noche nos había alcanzado y yo solo pedía unos momentos en mi cama para poder descansar.

-Leticia ¿Es todo por hoy cierto?

-Si alteza. ¿Desea ir a cenar? La reina no podrá unirse hoy a usted.

-No. Estoy tan cansada que el apetito se me ha esfumado.

-Pediré que le traigan algo ligero.

Rodee los ojos. Aun no entendía como Leticia se empeñaba a darme una alimentación cuando yo decía que el apetito se me iba. Comenzaba a sospechar que ella se encargara que comiera y aunque eso no fuese parte de su trabajo se encargaba de ello.

-Alteza, buenas noches.

-Carla, hola, buenas noches.

-¿Desea que le prepare el baño?

-Te lo agradezco demasiado.

Esta vez no tenía muchas ganas para consentirme yo sola, entonces requerí algo de ayuda. Me duche y me relaje lo mas que pude. Estaba muy cansada y estresada que si no fuera por Carla que me anuncio que la cena estaba en mi dormitorio no me hubiera levantado de la bañera y mucho menos despertado.

Me puse la bata de baño y así recorrí por minutos la habitación hasta sentarme a cenar y desearle una buena noche a Carla, ya me las apañaría sola para vestirme o sino por lo menos cubrirme muy bien para el amanecer.

Mi laptop emitió un sonido de notificación y por obligación tuve que verlo pensando que podría ser un mensaje de leticia diciéndome lo organizado que tendríamos el día de mañana. Pero me equivocaba era una solicitud de videollamada de Frederick. Acepte.

-Hola cariño. – Un Frederick sonriente me saludo por la pantalla.

-Hola Frederick. – Sonreí a medias. Estaba comiendo una tostada con mermelada.

-¿El sobrenombre cierto?

Me encogí de hombros.

-Me va bien. – No dejaba de comer.

-Trate de localizarte todo el día en el celular, pero no me respondías.

-He tenido un día muy ocupado apenas y tuve tiempo de comer, por eso apenas estoy cenando.

Le mostré la fruta pinchada con el tenedor.

-Lo se tu abuela me lo dijo.

-¿Mi abuela qué?

-Hoy estuvimos hablando por el viaje que harán ya que a Carlos le toca venir como ultima visita a mi país y le he preguntado porque no eras tu la que has decidido venir en vez de él.

Lo mire confundida.

-No hemos decidido los viajes. Ya estaban destinados para cada uno. Nosotros únicamente nos estamos preparando para lo que se avecina.

-Pero pudiste interceder por eso.

-No, no pude, son ordenes de la reina y esas ordenes no se cuestionan.

-Tu abuela me ha dicho que no pediste cambio.

-Frederick, ¿Qué importa cuál será nuestra última parada? Yo no conozco el pueblo de Suecia y me hará bien conocerlo.

-Pero pudiste venir a Dinamarca y pasar tiempo conmigo. Pudimos recorrer juntos mi país.

-¿para qué? ¿para que los medios afirmaran que esto es una relación con casamiento en puerta?

-Eva y si eso fuera así, ¿Qué mas da? Somos una pareja y yo no veo el momento en que esto se formalice, ya te lo he dicho.

-Frederick, te pedí tiempo. Te he repetido que no estoy lista para que nuestra relación vaya a más, por el momento. Te quiero, pero apresurando las cosas no lograras nada.

-Eva, yo te quiero de verdad. Pero me gustaría que todos lo supieran, que supieran que tenemos algo.

-Se que es difícil de entender la relación que te pido. Pero por favor no presiones las cosas. Y además te había dicho que no quiero que todos vean a ambas casas involucradas porque no quiero que esto se vuelva una guerra de naciones, no por favor.

-Esta bien Eva, lo seguiremos manteniendo en secreto, pero por favor, no me partes de tu lado.

-No lo hare Frederick, llevamos años de amistad que no perdería al amigo en quien confió.

-Esta bien, mi niña. Iremos paso a paso. Pero dime si tu viaje será aproximadamente de un mes, ¿Cuándo podremos volver a vernos?

-Tal vez terminando el mes porque la abuela quiere que nos enfoquemos solo en eso, quiere que seamos dignos representantes de la corona. Y yo también quiero dar una buena imagen.

-Lo lograras ya veras confío en ti que se que podrás hacerlo. Eres capaz de eso y mucho más.

-Gracias Frederick, no sabes cuanto agradezco tus palabras, en momentos de cansancio como este día a veces necesito un poco de motivación.

-Siempre estaré para ti. Eva, ¿sería posible que algún día pudiera verte a escondidas en el palacio?

Mi celular vibro y abrí el mensaje.

-¿a que te refieres?

De: Desconocido.

Hola. ¿Estas ocupada?

-Me refiero si puedo ir al palacio y tenemos un día solo para nosotros.

Sonreí mirando el teléfono.

Para: Desconocido

Un poco, ¿Se te ofrece algo?

-¿Crees que puedas liberarte de tus deberes por un día?

De: Desconocido.

Pensaba que podríamos hablar un poco.

-Si lo planeo como un viaje a escondidas nadie se dará cuenta.

-No creo tener tiempo por estos días Frederick y además correríamos muchos riesgos de que alguien del palacio vaya con la prensa.

Para: Desconocido.

Hoy no será posible.

-No creo que eso suceda amor. ¿Por qué no lo intentamos?

-Es muy arriesgado.

-El peligro no debe afectarnos.

-Frederick, creo que es momento de que me vaya a la cama. Mañana tendré un día ocupado.

-Esta bien, te dejare descansar. ¿Mañana podremos tener una llamada?

-Me parece que sí.

-Te amo Eva, no lo olvides, eres lo mejor que me pasó.

-Gracias Frederick. Me haces sentir única. Descansa.

Sonreí por última vez y corté la videollamada. No quería seguir alentando algo que no debía suceder.

Estaba apagando la computadora cuando la pantalla comenzó a reflejar un icono de llamada entrante. Y no podía ser menos de quien lo esperaba.

-¿Así que no podías esperar?

-La verdad es que no. Llevaba media hora pulsando el icono de llamar, pero decía que tenias una llamada en curso. Me hubiera gustado unirme.

-¿acaso estas loco?

-Llámame como quieras, pero te dije que no me iba a rendir ahora que decidiste darme una segunda oportunidad.

-No se en que momento accedí.

-En el momento que me dejaste estar entre tus piernas de nuevo.

Me sonroje.

-¿Podemos dejar de hablar de lo sexual?

-Espero que no hayas hecho una porno cam – Señalo con los ojos la bata.

-He terminado de bañarme, ¿En qué momento te volviste tan informal?

-En el momento de tener una novia tan jovial.

Me sorprendí por escucharlo decir que era su novia.

-Se escucho como si estuviera saliendo con un anciano.

-Te prohíbo que digas que sales con un anciano. Soy el tipo de hombre ideal con el que una joven como tu debe de salir.

-No lo sé aun lo estoy pensando.

-No deberías de pensar mucho. Ambos fuimos destinados a ser uno solo.

-Eso creía antes, pero... - Se me corto la voz

-No Charlotte, no recuerdes cosas que solo hacen inestable nuestra relación, estamos dependiendo de un hilo y apenas estamos de nuevo caminando en una superficie muy floja. Deja de atormentante que solo te preocupe nuestro futuro y te haga feliz el presente, ya deja todo atrás cariño. Solo te debe valer que yo te amo.

Sonreí al escuchar el te amo.

-A veces pienso en donde quedo el profesor y señor Diamond.

-¿Acaso no lo ves aquí mismo? Somos la misma persona, solo que ahora he decidido ser James, solo James.

-Me encantan ambas personas.

-Me encantas tú.

Me sonroje.

-Ya basta.

-Deberías aceptar tantos cumplidos.

-Viniendo de ti no se como responder.

-¿Con un beso tal vez?

-Estamos hablando virtualmente.

-Bueno cuando nos veamos acepto todos los besos que me quieras dar.

-Creo que he creado a un monstruo de amor.

-Tu puedes diseñarme como quieras. - Me acomodé en la silla y la bata se abrió un poco. - ¿Ya empezaremos con el espectáculo virtual?

-¡James! – Trate de acomodarme la bata. – Es mejor que vaya a vestirme ahora.

Me levanté y caminé hacia la ropa doblada encima de la cama. Sin ganas de cambiarme en ese momento solo tomé los shorts de seda y me los puse debajo de la bata. La blusa de tirantes me la puse rápido después de desatar la bata y dejar que esta callera al suelo.

-Creo que deberías apagar la cámara cuando te cambias.

-¿Qué tanto viste? – Me senté en mi cómodo lugar.

-Solo la espalda desnuda. ¿A estas alturas te preocupa que pueda ver algo más? Te he visto desnuda muchas veces.

-Me preocupa que alguien interceda la computadora y no me de cuenta.

-Bueno mientras viva, nadie tendrá el derecho de verte desnuda ni tocarte.

-¿a que nivel de posesivo puedes llegar?

-Volverme loco es poco.

-Lo he comprendido.

-Espero que estemos hablando claro.

-También soy posesiva con mis cosas. Nadie debería verte desnudo, aun debo arreglar cuentas.

-No te preocupes por ello cielo. Siempre será única y exclusivamente para ti.

-Ese espero señor Diamond.

-No lo dude señorita Reynolds.

Sonreímos como tontos ante la cámara.

-Creo que debo dejarte. Aun me hace falta hablar con mis padres, estas semanas eran las mas duras. Tengo un viaje que... - Me quedé a medias y callé.

-¿Tienes un próximo viaje? ¿Por que no me lo habías dicho antes?

-No es algo que debo ir contando por todo el mundo, pero... Es un viaje real. Mis primos y yo estaremos en África por un mes.

-¿Planeabas decírmelo?

-No creí que volveríamos hablar.

-¿No ha quedado claro que estoy dispuesto a luchar para que estemos de nuevo juntos?

-Ya no creo en promesas.

-Charlotte, no vayas por ese camino, he dicho que estoy cambiando y lo hago por ti, solo por ti.

-Lo siento James, pero no soy la misma.

-Te recuperare, aunque me canse en el intento, pero lo hare, no te dejare ir. Me duele pensar que alguien mas puede disfrutar de tu hermosa piel y tenerte todos los días.

Me mordí el labio.

-No volvamos a lo mismo por favor.

-Te recuperare, recuérdalo siempre.

-Tengo un día largo mañana James. – Todo esto me estaba incomodando.

-Esta bien, te dejare descansar, me siento satisfecho por lo logrado hoy. Duerme bien, mi bella princesa, eres el sol de mis mañanas y mi luna al anochecer. Eres el regalo perfecto que Dios le envió a este miserable hombre.

-No te vuelvas un Sheakespire.

-Me volveré el poeta más romántico de todos los tiempos solo para ti.

-No seré la dama en apuros que puedas salvar.

-No hace falta tú eres quien me salva a mí. Descansa bella Charlotte, mi dulce Charlotte.

Sonreí y a regañadientes tuve que colgar.  Los próximos días  serian los peores y no tendría mucho tiempo para descansar. 

-Eva, ¿Qué pasaría si en el momento de la reverencia te sueltas un gas?

Me reí bajito.

-Te voy a odiar por una eternidad.

-Nadie sabrá que has sido tu.

-Claro que sí, porque seré la única que estará con las piernas flexionadas.

-¡Vamos Eva! Acepta, mira que estas clases ya me parecen aburridas.

-¿Pueden decirnos que es más importante que las clases de hoy? – Sergio, el maestro de protocolo y organizador de ceremonias nos interrumpió en la misión.

-Le he dicho a Eva que es muy importante hacer las reverencias bien. – Nicolás se encogió de hombros.

Lo mire mal.

-Lo siento Sergio. – Mire mis pies.

-Espero que esta vez hagan las cosas bien, una ultima reverencia y continuaremos con saludos tradicionales. Carlos, vas primero.

Sin perder tiempo, Carlos como buen futuro rey, se colocó en posición de firmes y únicamente inclino la cabeza por unos segundos. Vaya, los hombres sí que la tenían muy fácil.

-Eva, continuas tu.

Esta era la decisión final, podría terminar con esta tortura llamada clases de protocolo por hoy o seguir por los días restantes. Con pasos temblorosos cruce las piernas, la izquierda quedo por delante de la derecha y ligeramente se flexionaron ambas rodillas y la mirada al frente. Cuando estaba a punto de lograr la mejor reverencia de mi vida. Nicolás se le ocurrió hacerme participe de su malvado plan. Hizo el sonido de un gas (pedo) con sus labios que se escucho tan real que todo el salón se inundo de risas y mis mejillas se tiñeron de rosa.

La reverencia no salió como esperaba y todos habían pensado que había sido yo. Mire de reojo a Nicolás y este solo se encogió de hombros.

El día siguiente consistía en probarnos una parte de la ropa que posiblemente llevaríamos al viaje. Como ordenes de la reina todos debíamos de estar presentes en las pruebas de todos. Y esta vez me las iba a pagar Nicolás.

-Leticia, ¿Es posible que puedas conseguir algo de polvos pica- pica?

-¿Disculpe alteza? ¿Polvos qué?

-Es una clase de polvos que si te los pones te comienza a picar todo el cuerpo.

-Dudo que lo pueda conseguir ahora mismo. ¿Los necesita ahora mismo?

-Si, antes de la prueba de vestuarios, ¿O es posible que encuentres un hámster?

-Hare lo que pueda alteza.

En el salón de pruebas ya estábamos todos listos para iniciar con el vestuario de Carlos, ya que, al ser el mayor y el futuro rey, para todo debía ser el primero. Con la atención de la abuela todos estábamos atentos cada vez que salía Carlos con un nuevo modelo de ropa y le dábamos consejos de la mejoría a su vestuario. Mi hora había llegado y por ser muer solo me tocaban vestidos de cualquier largo y color. Como su fuera una muñeca de plástico todos opinaban que se podía agregar y que se debía quitar.

La abuela se mostraba muy entusiasta cada vez que un nuevo outfit mostraba. Alrededor de 10 vestidos fueron modificados y solo cinco habían quedado a mi elección. Si a veces pensaba que comprar ropa era desgastante, ahora creía que lo peor era entrar y salir de un probador mas de tres veces. El turno de Nicolás había llegado y me las cobraría muy bien.

Le di instrucciones a Leticia que a escondidas metiera el hámster en uno de los bolsillos de los pantalones de Nicolás a probar, le cubrí las espaldas mientras todos tomábamos un descanso y mientras Carlos confirmaba su salida en la noche. Al regresar a la prueba de vestuario Nicolás se veía muy bien animado probándose cada outfit y para mi mala suerte, aun no estallaba la bomba, mire a Leticia y esta solo se encogió de hombros, haciéndome creer que tal vez esto fallaría. Faltaba solo un outfit mas por mostrar y mi plan no se ejecutaba. Me rendi, las bromas no eran lo mío.

Nicolás salió un poco raro del probador y tocaba todos los bolsillos de su pantalón negro.

-Nicolás, ¿Podrías por favor modelar correctamente tu atuendo?

-Abuela lo siento, pero creo que este esta algo mal.

-¿Alteza podría darse una vuelta? Debemos checar que todo quede correcto.

Nicolás se dio la vuelta y nadie lo podía creer. Su pantalón tenia un enorme hoyo en la parte trasera, se le notaba claramente la ropa interior. La abuela lo miro pasmada, mientras que los demás nos empezamos a reír fuerte.

-¿Qué es lo que pasa?

-Hermano creo que tu vestuario ha sido perfecto para el calor.

Notamos que un pequeño bultito se movía por el largo de las piernas de Nicolás, que todos guardaron silencio en ese momento y Nicolás no se movía.

-Nicolás ¿Es esta otra de tus bromas?

-Abuela juro que...

El hámster se movía por la pierna derecha de Nicolás de arriba hacia abajo, buscando su salida, pero al parecer no se decidía. Nicolás movió su pierna de manera brusca que el pobre animal salió volando hasta la mitad del salón. Y las mucamas que estaban dentro comenzaron a gritar y a correr hacia la puerta.

Carlos y yo no dejábamos de reír mientras que Nicolás se encontraba molesto y me miraba. Levante una ceja en modo incognito y le sonreí triunfante.

-¿Cuándo entenderán que no son unos niños?

Media hora después estábamos en una sala continua de la anterior con la reina a solas.

-Nicolás inicio su majestad.

-Eva me provoco abuela.

-Jóvenes, ustedes no están en edades para hacerse bromas. Deben de respetarse. Son miembros de la corona y no deben hacerse bromas.

La abuela muy pocas veces nos llamaba la atención y cuando lo hacia era andarse con cuidado porque si tenía un carácter fuerte.

-Esta bien abuela, nos comportaremos por esta ocasión.

-Eso espero, ustedes son lo primordial en estos momentos y no debemos perder tiempo como estos.

Los tres salimos de esa sala para seguir con nuestra agenda del día y a secreto de Nicolás y mío sabíamos que las bromas no terminarían por esta semana. 

-Altezas, ya estamos casi en la recta final.

-Por fin ya podemos terminar con esto – Nicolás elevo los brazos en forma de agradecimiento

-Por hoy iniciaremos con sus clases de protocolo en las comidas.

-Una pregunta Sergio y chef, ¿Por qué hacemos esto si comemos educadamente en la mesa con la reina?

-Porque se presentarán a continuación unos platillos comunes en las ciudades que van a visitar y deben saber exactamente como utilizar los cubiertos. Así que por favor tomen sus lugares correspondientes y el chef les servirá sus primeros platillos.

Habíamos probado tantos platillos que apenas y podíamos sobrevivir, Sergio no solo nos dejaba probar, sino que checaba que cada uno utilizara los cubiertos adecuados y hasta que él estuviera satisfecho con el resultado.

-Sergio, ¿Ya nos podemos levantar? He comido tanto que empiezo a creer que el pantalón ya no me queda.

-Altezas apenas vamos con dos países.

Me asombre al escucharlo.

-¿Qué? ¿Dos países? Y yo pensando que ya estaba por terminar.

-Yo opino que si nos dan otra copita de vino podemos seguir.

-Alteza Nicolás el propósito de esto era aprender modales, no emborracharse.

-Sergio si me permite, podemos adelantar los postres a sus altezas y así pueden seguir con los demás platillos.

-Esta bien, por esta ocasión tendrán su postre y se podrán retirar, tal vez mañana o más tarde tengamos un tiempo extra.

El chef nos sirvió a cada uno, un pedazo de mousse de chocolate con helado de vainilla al lado, acompañado de un poco de jarabe de maple. Tome la cuchara pequeña y me deguste el exquisito platillo.

-Eva, ¿Qué pasaría si tu precioso vestido se llegase a manchar un poco?

-Si el causante eres tú, te lo doy para que lo laves.

-No creo que yo coma tan mal, mira la mancha que tiene.

-¿Qué dices? – Lo voltee a ver y en un descuido me aventó un poco de chocolate en la cara.

Rápidamente me quite el chocolate embarrado de la cara y lo observe riéndose en mis narices.

-¡Alteza! – Sergio dijo algo que no entendí.

Tome un trozo de mi plato para embarrárselo en la cara a Nicolás sin previo aviso. Al ver su cara llena de helado y del mousse, apenas y contuve mi risa. Nicolás me vio estupefacto y no perdió tiempo en aventarme lo que su mano pudo alcanzar de su plato. Pero por suerte lo esquive y a mala suerte de Carlos le callo en la mejilla.

Carlos no olvido defenderse y el plato completo le aventó a Nicolás cayéndole a Sergio todo por haberse entrometido. Nicolás volvió arremeter contra mía y esta vez lo que quedaba de la copa de vino fue a él. Carlos sin perder tiempo se reía de nosotros y Nicolás le lanzo un poco de vino tinto en su camisa perfecta blanca. Y así fue como iniciamos una guerra de postre.

Esquive un vaso de agua que Nicolás había aventado, pero lastimosamente el mayordomo de la abuela que acaba de entrar no pudo verlo venir. Todos nos quedamos asombrados y dejamos de reírnos por un momento. La abuela estaba detrás de él.

-¡Majestad! – Los tres saludamos con nuestras respectivas reverencias y embarrados a mas no poder de chocolate, vino, agua y algún que otra galleta que el chef por descuido había dejado en nuestra mesa.

-Acompáñenme por favor. Los tres. – Su voz era fuerte y calmada a la vez. Sabíamos que de esta no nos salvamos nadie.

Seguimos a la reina como niños castigados hacia su oficina. Los tres caminábamos juntos, aun riéndonos del caos con voz baja y atrayendo la mirada de todos los que se encontraban haciendo sus labores en el palacio. Pasamos a una sala donde la abuela se reunía con los extranjeros.

-No puedo creer esto. Me lo puedo esperar de Nicolás y Eva, ¡Pero no de ti Carlos! ¿Qué es lo que están pensando? ¡Son los futuros representantes de la corona! Deben comportarse como tal, príncipes y princesas, no jóvenes inmaduros que no tienen futuro.

-Abuela he iniciado yo, no tienes porque culparlos. – Nicolás respondió por los tres.

-No abuela, he sido yo. – Le apreté la mano en manera de apoyo.

La abuela nos miro a ambos.

-Abuela he sido yo. Esta vez ellos no han hecho nada. – Todos miramos sorprendidos a Carlos, nunca pensamos que diría algo así, ni de pequeño lo hacía.

-Hijos, se que esto puede llegar a ser estresante pero ya han pasado las dos semanas de su preparación. Y estamos a tres días de que comiencen su viaje. Se que esto les puede causar molestia, pero entiendan esto es tan importante para la casa real, como para ustedes otros asuntos. Solo les pido de favor que se comprometan solo esta única ocasión y se enfoquen en lo que habíamos planeado días atrás.

-Lo sentimos abuela, solo fue un momento de impulso. – Tome la palabra por los tres.

-No saben lo contenta que me pone escucharlos reír, estar juntos, compartir cosas y aunque sean travesuras me pone demasiado feliz. Pero en verdad que necesito en este momento su seriedad. Me gusta ver aun correr a mis nietos pequeños por los pasillos del palacio, pero necesito de todo su compromiso solo por esta vez.

-Abuela ya verás que esta será el mejor viaje real que tendrá nuestro país y todos hablaran del trabajo excepcional de la familia. – Miramos sorprendidos a Nicolás. Nadie pensaba que él podría comprometerse con un acto oficial.

-Les daré una última oportunidad de confianza.

-No te vamos a defraudar.

-Ya pueden retirarse, deben cambiarse.

-Con permiso majestad.

Los tres salimos de ese salón para que cada uno pudiera irse a cambiar, mis primos como era de esperarse tendrían que ir a su casa y si era posible los vería en la noche.

-Eva me he divertido tano con ambos que olvide por completo mis deberes reales – Me abrazo Carlos antes de marcharse.

-Gracias por ser mi cómplice siempre traviesa. – Nicolás me pellizco las mejillas. – Mañana llegare primero para levantarte de la cama.

-¿Mañana?

-Si cabezota. Mañana es tu cumpleaños.

-Ya lo había olvidado.

-Tranquila, llegare para recordártelo a primera hora.

-Espero que no se te ocurra tirarme del colchón de nuevo.

-Tengo algo mejor. – Me guiño el ojo y por ultima vez nos abrazamos. Mañana nos volveríamos a ver y no seria lo mismo. 

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