Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 8

Mi teléfono sonó. Contesté pegada el teléfono a la oreja con el hombro. Acomodar a Nicolas por mi cuenta en la cama no era fácil.

-Eva.

-Buenas noches principessa, ¿Dónde estabas?

-Fui a recoger a Nicolas al club, esta muy ebrio como para regresar solo. – Como pude me deshice del vestido.

-¿Por qué un chofer no lo hizo?

-Frederick, él es mi primo ¿Por qué no iría por él? Además, si alguien se entera en la casa, nos van a crucificar a los dos. – Me puse el pijama y me metí en la cama.

-¿Solo fuiste por él?

-¿Acaso me estas pidiendo información de lo que hago? Porque si es así, déjame decirte que estas cosas no van conmigo.

-Perdón, pero te he llamado antes y no contestabas, llevamos días sin hablar, ¿Es malo que me preocupe por ti?

-Frederick antes de ser pareja no hablábamos mucho porque teníamos deberes que cubrir, no se porque ahora te molesta que no conteste o llame por días.

-No estaba molesto solo que... - Lo interrumpí.

-Lo estas, tú tono de voz al inicio me lo hizo saber. Pero no pretendo seguir con esta discusión, dime ¿Cómo estuvo tu día?

-Verás, comenzó con...

Utilicé el altavoz y me puse a revisar las llamadas. No mentía, me había marcado mas de 20 veces, pero no era mi culpa no estar para él, la salida al club fue precipitado. Un nuevo mensaje de texto invadía la pantalla.

De: número desconocido.

¿Acaso has olvidado decirme que has llegado sana y salva?

JAD.

Sonreí ante la pantalla.

Para: número desconocido.

Lo siento, apenas y he metido a la cama a Nicolas, ese hombre pesa toneladas.

He llegado sana y salva no te preocupes. ¿Ya has llegado a tú departamento?

Su respuesta llegó enseguida.

De: número desconocido.

¿Por qué no lo pensé antes? ¿Qué tipo de caballero soy? Te deje sola cargando con tan pesado hombre, discúlpame, te debo una.

Voy directo para allá, me he quedado observando hasta que has entrado en el palacio.

JAD.

Me quedé asombrada y respondí.

Para: número desconocido.

¿Qué has hecho que? ¿Alguien te ha visto? Había jurado que te quedaste en el club y después te fuiste a tu departamento.

Oye y, por cierto, no te he dado las gracias por salvarme de Gio, aunque en realidad no necesitaba ayuda porque es un hombre inofensivo.

De: número desconocido.

No me lo recuerdes, porque ese tipo aun debe tener su merecido, no debió acercarse tan siquiera.

Por fin he llegado a mi departamento, por si aun te lo preguntabas y regresando a tu mensaje principal, no, nadie me vio o por lo menos eso intente.

JAD

-Eva, mi amor, ¿Cielo? ¿Aun estas ahí? – La voz de Frederick me regresó a la llamada.

-Si... sí, aquí estoy lo siento. Me decías sobre... - Deje las palabras en el aire porque en realidad no le había puesto atención.

-No me digas que te estas durmiendo mi amor. – Mire con una ceja elevada al celular.

-Si, creo que es eso. Hoy tuve un largo día en el palacio y luego buscar a Nicolas me causo mucho cansancio.

-Entonces creo que te dejaré descansar. Ha sido un día largo para ambos.

-Si creo que es lo mejor.

-Sueña con el espectacular novio que tienes Eva y recuerda que te amo. – Colgué.

Precipitado de mi parte tal vez, pero no podía decirle lo miso, no lo sentía hacia él.

Para: número desconocido.

Me alegra saber que ya está usted en su casa, y por lo de Gio, no se mortifique ya le he dicho que solo es un amigo que tal vez me estaba jugando una broma pesada, ¿No lo había pensado?

De: número desconocido.

¿Broma pesada? Para que haría eso, ¿Acaso no sabe quién es usted? Me parece una falta de respeto. ¡Debe estar en el calabozo!

JAD

Para: número desconocido.

Eres un exagerado, creo que los clubes, te van mal, ya mejor váyase a dormir, porque aun debe resolver dudas por la mañana.

De: número desconocido.

Me parece que los clubes vuelven a ser mi lugar favorito, ¿No lo crees? La noche es larga, puedo estar despierto por mucho rato, además puedo resistir al trabajo, aunque solo haya dormido unas horas.

JAD.

Para: número desconocido.

¿Tratas de decirme que no soy capaz de rendir en el trabajo con pocas horas de sueño? No me conoces en absoluto.

De: número desconocido.

Te conozco lo suficiente para decir que es verdad lo que dije.

Esto de teclear no va conmigo, ¿Te puedo llamar?

JAD.

Miré sorprendida la pantalla.

Para: número desconocido.

¿No crees que es algo tarde? Además, ambos debemos dormir ya, porque mañana es un día de trabajo.

De: número desconocido.

Esta bien, aceptaré esa excusa, pero no pienses que me daré por rendido.

Esta noche recibí mas de lo que esperaba.

Descansa Charlotte, y espera mis próximos mensajes.

JAD.

Para: número desconocido.

¿Recibiste mas de lo que esperabas? ¿Qué quieres decir?

De: número desconocido.

Que tengas dulces sueños Charlotte.

JAD.

No respondí y bloqueé el celular. Lo dejé en la mesita de noche y me acomodé lo mejor que pude en mi cama al lado del borracho Nicolas.

-Dime que mis ojos están fallando y a través de la oscuridad no veo una sonrisa iluminada por los dientes. – Nicolas me miraba de frente.

-Lo estas confundiendo con una mueca de asco por tenerte en mi cama. – Gracias al cielo no veía mis mejillas sonrojadas.

-Como si yo te diera más asco que follar en baños públicos, que doble moral me saliste.

-¡Cállate! – Le cubrí la cara con mi almohada.

Con su fuerza se quitó la almohada.

-Nunca te había visto tan feliz con Frederick, y mira que el tipo se empeña por hacerte reír todos los días.

-No se que me esta pasando. Con Frederick tengo el estado emocional bueno y solo llega este y todo lo invierte.

-Aun no entiendo a las mujeres, pero te aconsejo que te decidas con quien estar, porque si no esto será una guerra.

-Me ha marcado Frederick y me ha pedido explicaciones de porque no contesté sus llamadas.

-Lo sé yo tuve que soportar sus platicas sobre el magnifico listón rojo que cortó hoy y lo mucho que estaba pensando en que así cortara su casa de campo cuando te lo regale por su aniversario de bodas y que le encantó ir de cacería con sus amigos de buckleberry, a una parte privada de Dinamarca y que estuvo por primera vez en una reunión de la reina con el primer ministro, ah y por cierto se me olvidaba fue con el sastre a que le diseñara un nuevo traje porque el ultimo accidentalmente se le había rasgado cuando saludó a los invitados de una gala que tuvo ayer.

-¿En serio tuviste que soportar todo eso?

-Creo que sí, porque te vi muy entretenida con los dedos en tu pantalla, aunque, por cierto, ¿Estuvo bueno el sexo en el baño? Digo, porque a mis conquistas solo les pido que me practiquen sexo oral, ya sabes por lo de las infecciones, no me arriesgo y hasta eso todo con condón siempre.

-¡Nicolas! – me sorprendí por su lengua suelta. – Ya mejor voy a dormir, porque contigo no se puede.

-¡Oye! Yo también tengo derecho a saber, sino nos vamos a contar nuestras aventuras, ¿Qué caso tiene salir juntos de fiesta?

-A mi no me incumbe tus experiencias y a ti tampoco te debería incumbir las mías, las fiestas son para divertirse, no para saber lo que hace el otro.

-Que aburrida eres.

-Me voy a dormir, no molestes.

Le di la espalda y recé para que dejase de hacer preguntas tontas, ni en mi propio cuarto tenía privacidad. Cuando sentí las pestañas cansadas, me pareció notar que Nicolas se había bajado de la cama, escuché caer la ropa al suelo y luego volver a hundirse a mi lado. Me puse mas a la orilla por si Nicolas se había atrevido a dormir desnudo. No podía ni siquiera imaginar la escena. 

-¿Sabías que esta habitación era antes de la abuela?

-Mmm – Contesté aun dormida.

-¿Hoy tienes planes? Porque pretendo invitarte a comer fuera. ¿Qué te parece si nos vamos a Grecia?

-Si mañana.

-Debemos hacer un viaje de estado todos los primos, ¿Qué te parece la idea?

-Lo platicamos luego. – Formule a medias.

-Siempre he salido con mis papas fuera del país, ¿Qué se siente ir solo? Digo, tu ya has viajado mucho. ¿Es interesante?

-Por supuesto.

-Si dejara mis deberes reales ¿me ves futuro? Pregunto porque muchos dicen que soy el tipo que gasta mas dinero que la propia reina y si me independizo no seré nadie.

Abrí los ojos por fin y me acomodé de manera que mi espalda reposaba en la cabecera.

-¿Solo a ti se te ocurre tener platicas depresivas a las 5 de la mañana? – Miré a Nicolás.

-Lo siento por alguna razón me levanté y no podía seguir durmiendo. Creo que nos vigilan en tu habitación.

-Paranoico. Y regresando a tu antigua pregunta. Yo digo que eres el real más popular de todos porque haces ver a la monarquía divertida y no aburrido. Todos te aman y si te independizaras todos quisieran trabajar con el Nicolas divertido.

-No lo sé tengo dudas, ¿Soy un buen primo?

-Eres el favorito.

-Esto lo tiene que escuchar Carlos. – Sonrió con satisfacción.

-¿Ya podemos dormir? Juro que muero de sueño.

-Duerme, de todas formas, debo de regresar a mi habitación porque si me encuentran aquí tus mucamas se van a desmallar.

Nicolas se levanto de la cama y de nuevo vi sus nalgas al desnudo.

-¡Nicolas! – Me tape los ojos - ¿Por qué te empeñas en pasearte desnudo por mi habitación?

-Eva ya te he dicho, así duermo y, además, ayer viste un pene, no me digas que verme desnudo es mucho para ti. ¿Ya no eres virgen, cierto?

-A ti que te debe importar si soy virgen o no, y para empezar estas en mi habitación y aquí la gente debe dormir por lo menos en calzoncillos.

-Si claro, como si eso le dijeras al tal James ese. Pero para que veas soy bueno y ya me puse los boxers.

-No te creo nada, aun sigues en pelotas, por lo menos ponte el pantalón.

-¡Ay Eva! Eres un aguafiestas.

-Nicolas no quiero verte desnudo entiende.

-Ah, pero a los americanos sí.

-¿Sabes qué? Es la ultima vez que te dejo dormir en mi habitación, gracias al cielo todos los días cambian sabanas.

-Ya puedes abrirlos enserio. – Me destape los ojos poco a poco y efectivamente ya tenia puesto solo los boxers.

-¿Qué afán el tuyo de andar desnudo?

-Creo que me he acostumbrado, nunca vas por la ropa después de una buena cogida, ¿O acaso tu sí?

-No voy a contarte mis experiencias sexuales, ¿Por quien me tratas?

-Pensé que ya teníamos confianza.

-La tenemos, pero no al punto de querer verte desnudo y contarte mis experiencias. Cuando salgas cierra la puerta con cuidado.

Me acosté en mi posición inicial para volver a dormir.

-Bien virgen en vista, pero no virgen de mente y cuerpo, te dejo dormir. – Me besó la frente. Escuché sus pasos alejarse. – Ah y, por cierto, te recomiendo no acercarte al lado contrario de la cama, creo que tuve sueños húmedos.

Le aventé mi almohada, pero la puerta recibió el golpe. Maldito Nicolas sabia como quitarme de mis casillas.

-Alteza buenos días, ¿Ah tenido una mala mañana?

Leticia me encontró en mis pequeños sillones arreglada y con una taza de café en las manos.

-Dale las gracias a mi primo Nicolas, me ha despertado muy temprano.

-Entonces debemos tenerlo mas seguido por el palacio.

-Ni lo pienses.

-El desayuno se servirá. ¿Lista para bajar?

-Voy enseguida.

Durante los últimos meses que me encontraba en el palacio casi nunca me levanta temprano y los días en que los hacia era porque leticia tenia ordenes de mantenerme despierta o porque apenas estaba llegando de fiesta con Nicolas, pero esta vez todo era diferente. Hasta el personal se sorprendió de verme levantada, fui la primera en entrar al comedor.

-Majestad, buenos días. – hice mis reverencias cuando la abuela entro.

-Eva al parecer te has caído de la cama hoy.

Comenzaron a servir el desayuno.

-Mas bien alguien me levantó. Debemos darle los méritos.

Nicolas entraba en ese momento por su premio.

-¡Abuela buenos días! – Entro haciendo caso omiso del protocolo como siempre. Y beso a la abuela para después ocupar su lugar.

-Nicolas, no sabia que te habías quedado a dormir, ¿Tus padres lo saben?

-Creo que me mudare aquí, hay mas cosas interesantes.

-Hablando de cosas interesantes. ¿Puedo pedirles a ambos que dejen de dormir juntos?

Casi escupí el jugo al escucharla. Nicolas y yo nos miramos.

-Abuela, su majestad, no es lo que crees... - Apenas y encontraba las palabras correctas.

-¿Abuela que dices? Si es porque me vieron salir de la habitación de Eva semi desnudo, no es lo que piensan. Solo dormí ahí porque en mi habitación creo que me espían.

-Nicolas por supuesto que sé que ustedes solo duermen juntos pero los empleados no lo creen y además por si no recordaban, aquí tenemos intrusos que a veces venden notas a los reporteros, así que por favor hasta que sepamos quienes son no quiero que ninguno de los dos visite la recamara del otro.

Leticia entro en el comedor y Nicolas me hizo una seña, dando por entendido que ella fue quien lo vio.

-Majestad, altezas. – Reverencia – Lamento molestarlos, pero la princesa Eva tiene una llamada telefónica del príncipe Frederick.

-Le llamo después leticia. No hay problema.

-Adelante Eva, contesta.

-Pero abuela... estamos desayunando...

-No importa puedes levantarte.

A regañadientes lo hice y fui por el teléfono. Deje el comedor y me encaminé al jardín donde probablemente habría menos personas que adentro.

-Princesa Eva. – Contesté.

-Cariño sé que eres tú, ¿Por qué no habías respondido antes? 

-Estaba en el desayuno con la abuela, y al parecer deje el celular en la habitación. ¿Me necesitas?

-Todos los días, pero eso es otro asunto, te llamaba para saber si aceptas tener conmigo un viaje a solas te aseguro que nadie de la realeza nos seguirá, solo seremos tu y yo.

-¿Qué hay de los paparazis?

-No conocerán el lugar y solo llevaremos a nuestra seguridad. ¿Aceptas?

-No lo se Frederick. Tengo la agenda llena.

-Puedo pedirle a tu abuela que lo libere.

-¿Qué dices? Claro que no. Amo este trabajo que lo que menos quiero es deberle favores a nadie.

-¿Entonces harás un espacio para que vayamos juntos?

-No puedo prometerte nada.

-Me conformo cariño, se que al final lo harás.

-Bueno no he decidido nada.

-Te dejo Eva, ya estoy por bajar del auto, he llegado a una visita. Disfruta de tu mañana, piensa en mí, que eso haré. Te amo, hablamos luego nena.

Me quede en silencio por un momento más hasta que él colgó.

-No se te ve tan feliz después de hablar con el amor de tu vida. – Nicolas se sentó a mi lado.

-¿Cómo fue el desayuno? – Cambie de tema.

-La abuela me ha pedido que deje de llevarte a fiestas nocturnas.

-¿Cómo lo sabe?

-Eva, ella es la reina lo sabe todo o por lo menos lo debe saber. Como sea, de todas formas, le he dicho que esta bien, le bajaremos el ritmo.

-¿Ella ha aceptado eso?

-No, me obligo prácticamente a no llevarte por el mal camino.

-¿Qué haremos si nos descubre?

-Tranquila la abuela nos ama tanto que sabe que todo lo hacemos con precaución. Confía en nosotros. Pero tu dime, ¿Por qué no te veo con una sonrisa en el rostro?

-Porque hablar con Frederick siempre me incomoda. Le he dicho que no se tomara la relación seria y es lo primero que hace.

-¿Por qué no lo dejas?

-Porque no sé qué espero de él, a veces lo amo con intensidad y otras veces solo necesito tenerlo lejos.

-¿Y que sientes por James?

-No lo sé, me rompió el corazón que ahora solo verlo, no se...

-¿Te late el corazón y le dices a todo si?

Me encogí de hombros. Y el solo me abrazo.

-Todos odiamos a veces el amor Eva.  

-princesa Eva – Leticia reclamo mi atención

-¿Si? – respondí con la mirada perdida.

-Su majestad la desea ver ahora en la biblioteca.

-voy en camino.

Sin esperar nada a cambio Leticia nos dejó a solas.

-¿Crees que me diga lo mismo?

-No lo creo, es más fácil desquitarse conmigo que contigo, eres un alma frágil.

-¡Oye! – le di un codazo – No soy nada frágil.

-Eva, en fuerza no – Se sobaba el lugar golpeado – pero en sentimientos y actitud eres la más débil, de los cuatros nietos, eres a la que más han querido y la más consentida, eso te dio el don de ser débil.

-¿Pero qué dices? Si me he criado con tremendos monstros.

-¿Es serio? – Nicolás puso su cara de indignado – De los cuatro a la que se le ocurría las peores travesuras era a ti y los regañados los demás, sin contar que Carlos nunca estaba de acuerdo y muy pocas veces lo tentábamos a jugar. ¿Tú si piensas que es gay cierto? – se quedó pensando en su misma pregunta.

-No creo que sea gay, tuve un amigo en Canadá y déjame decirte que ya se diferenciar a un gay de un heterosexual. Yo siento que Carlos es reservado, tú eres su hermano, ¿No te cuenta nada?

-Yo creo que le cuenta más cosas a su mano derecha que a mí.

-Bueno yo te cuento todo.

-Y por eso te amo más que todos pequeña. – Me abrazo y me dio un beso en la frente – Anda ya vete, la abuela te espera.

-cierto se me olvidaba, ¿Para cuándo regrese estarás aquí?

-Lo dudo Eva, mamá me ha llamado para saber si llegaré a la comida y he dicho que sí. Me ha adelantado que papá tiene algo importante que decirme, ¿Crees que ya sea el fin de mi carrera como real?

-No lo sé, esperemos que no, aun quiero que seas mi maestro de malas mañas en el palacio. Te tolero tanto como para dejarte ir. – reí.

Nicolás me miró mal, pero no dijo nada. Ambos teníamos en mente que la plática con la abuela y la plática con su papá no serían nada buenas.

Caminé por el césped hasta llegar de nuevo a los largos pasillos del palacio, toqué la puerta de la biblioteca dos veces hasta que la abuela me concedió el derecho de pasar. Hice mi reverencia y esperé a que ella tomara la palabra no sabía que tan malo sería esto.

-Eva, pasa siéntate, sabes que a puertas cerradas somos una familia normal.

-casi normal – susurré bajito.

-veo tu cara de preocupación, te adelanto que no es nada malo lo prometo.

-me ha comentado Nicolás lo que le has pedido en el desayuno, por favor no nos separes, juro que no volveré a escabullirme del palacio, pero no hagas que pierda a la única persona que le tengo confianza.

-No Eva, ¿Cómo crees que te pediría algo así? Por supuesto que sé que ambos tienen un lazo fuerte, son primos y además Nicolás y tú desde niños son muy unidos, tu hermano lo es más con Carlos, aun no entiendo cómo siendo primos invierten sus papeles quienes son sus hermanos parecen primos y los primos hermanos. Pero si quieres estar tranquila no te he mandado a llamar por eso.

-¿Entonces es algún asunto de estado?

-Es algo casi personal. Si mal no lo recuerdo tu cumpleaños está próximo a acercase. Una semana cinco días. Quiero creer.

-Si es verdad. ¿A qué viene esto? ¿Tendré días ocupados para no poder celebrar?

-Se que estás acostumbrada a pasarlo en familia y que en Canadá ese día era el más común para ti o el más libre si se puede decir de alguna manera. Y sé que ya estás enterada de que aquí ningún cumpleaños se ha pasado libre, ni siquiera Nicolás, porque buscamos maneras de hacerlo entender que a veces debe cumplir con su deber.

-Vaya no le creía a Nicolás cuando dijo que lo sabías todo.

-Soy la reina querida, todo debe pasar por mi autorización. No nos desviemos, el objetivo de esto es que te concederé el permiso de tener el día libre.

-¿Esto es enserio abuela? – Mis labios se curveaban en una sonrisa.

-Si, solo que tenemos que acceder a unas cosas.

-No podía ser tan perfecto la sorpresa.

-¿Acaso no te da curiosidad saber que debes acceder?

-No me sorprendería de todas maneras. Me he acostumbrado a estas formas de obtener cosas a cambio de otras cosas.

-De todas formas, te lo diré. Si quieres tu día libre tendrás que aceptar una gira que he preparado hace tanto tiempo, pero no es para mí.

-¿Entonces? No comprendo abuela.

-La harán, Carlos, Nicolás y tú. Los últimos herederos de Italia.

Me sorprendió.

-Pero abuela eso no se hecho nunca antes y tampoco las demás casas han implementado algo así.

-Lo sé Eva, por eso lo quiero hacer yo y además como sabremos que el siguiente monarca en reinar es Carlos, después de su padre, entonces pensamos que este era el momento adecuado para demostrar que ustedes tres nos importan y darles la libertad de escoger.

-¿Escoger qué exactamente, abuela?

-Escoger si después del matrimonio siguen perteneciendo a la Corona o ya no. Es la misma oportunidad que se le dio a tu padre, solo que él tuvo sus eventos oficiales solo en el país, mientras que tu tío los tuvo en mi compañía y con tu difunto abuelo.

-¿Es por eso que mi papá nos alejó del palacio a mi hermano y a mí?

-Tu papá siempre supo que quería ser independiente. Sus abuelos paternos vivian en un campo y a él le encantaba ir de vacaciones ahí después del colegio, a veces se lo impedíamos por temor que, al cumplir la mayoría de edad, decidiera salirse de la corona y solo al dejar a tu tío como único heredero, pero como sabes, en la corona siempre debe haber un segundo. No me malentiendas, pero, si le llegase a pasar algo a tu tío tu padre podía ocupar su puesto en aquel entonces. Y por esas razones cuando él era pequeño te habrá dicho que le prohibiamos más cosas que a Francisco, pero no era por ser crueles, sino que estábamos preservando la vida de la corona, los años de historia que nos respaldan y lo mismo pasa con ustedes.

>> He tomado la decisión con mi gabinete que es lo mejor para ustedes. Tú por ejemplo ya has cumplido con tus eventos de representar a la corona como digna representante y puedes volver a irte a Canadá si quieres, pero eso sí, ya no serías incógnito. Tu primo Nicolás, a él se le trato de instruir como un príncipe heredero fue fácil convencerlo de pequeño, pero cuando se hizo adulto el mismo decidió tirar la toalla y es por lo mismo que no se le presiona, si algún día decide dejarnos por línea directa tú serías la siguiente de Carlos si este algún día fallece sin dejar herederos.

>>A David ya no lo tomo en cuenta porque el en un futuro será rey de Noruega y eso ya no está dentro de nuestros planes. Pero lo que son ustedes tres, aún tienen un peso que debatir para saber quién carga con él. Carlos hasta ahora ha seguido al pie de la letra todo lo que se le indica para ser un buen heredero y rey, pero ¿Sabes que es lo malo en él? Que no muestra expresión alguna, que no sabemos si le gusta o le desagrada. Es un ser que a todo le dice que sí, pero que en el momento que se desequilibra todo lo puede dejar tirado y a comparación de ustedes él exactamente ya sabe que puede o no hacer.

-¿Y por qué mi padre no llegaría a ser línea directa en cuanto al trono?

-Porque tu papá, decidió únicamente dejar sus dones reales para poder irse a vivir a otro país sin deberle nada a Italia. Sí aún conserva el apellido y el título, pero no cobra nada monetaria mente de la Corona, como lo haces tú y los demás. Así que si algo llegase a pasar que Dios no lo quiera ya sea que entre tú y Nicolás se estén debatiendo quien deberá cargar con esto.

-¿Y si nadie quiere? Digo ni Nicolás, ni yo.

-Hasta aquí terminaría el apellido Reynolds y la monarquía se desvanecerá. Solo pasaríamos a la historia como la monarquía muerta.

-Si acepto el viaje, ¿Además de mi día libre, que ganó?

-En el viaje solo irán ustedes tres, las personas de seguridad de cada uno, sus asistentes personales, sus personas de arreglo personal y nada más. Ninguno de los adultos mayores irá con ustedes, ustedes serán responsables de lo que llegue a pasar en el tour.

-¿Será por qué aquí el mayor es Carlos?

-En una parte, y además así no sentirán presión de que alguien los vigila.

-Con los asistentes personales es más que suficiente.

-Sabes exactamente que no me refería a eso.

-Si pero... ¿De cuántos días estamos hablando exactamente?

-Dos... cuatro semanas a lo mucho.

-¿Un mes? ¿Me estás diciendo que viajaremos un mes?

-Aun no es definitivo... - la abuela se quedó pensando.

-¿Qué tratas de decir? ¿Hay algo más que deba saber?

-Se había planeado que al final del tour, cada uno hiciera un viaje de estado al país que quisieran, pero solo serían a lo mucho unos tres días o la semana.

-¿Qué pasa si no acepto? – mi cerebro aún procesaba la información

-Se aplazará hasta que los tres decidan.

-O sea que no solo se trata de mí.

-No, aún depende que dicen tus primos.

-¿Y si aceptamos el viaje nos darán vacaciones después de esto?

-Hasta diciembre.

-¿Pero qué? Abuela apenas vamos por abril, días para Mayo. ¿Me estás diciendo que las vacaciones de la familia de Diciembre serán las mismas que las nuestras por servir al país durante mucho tiempo?

-Son las únicas que podemos darnos.

-Para eso mejor hubiera gozado las del diciembre pasado.

-Te puedo dar 24 horas para pensarlo no más. Mañana mismo debes darme una respuesta.

-¿Cuándo se iniciaría con esto?

-Dos días después de tu cumpleaños, la gente querrá tener un acercamiento con la princesa. Eso es bueno para la familia.

-¿O sea que seré la mercadotecnia de la familia? No me digas que eso implica que seré la primera en hacer todo eso de protocolos y actos.

-Técnicamente sí, pero no es tan malo. Tendrás algunos días de entrenamiento, pero si aceptan se pueden negociar algunos términos.

-¿Me puedes adelantar cuáles son?

-No, eso va en contra de los planes.

-¿Y qué pasa con la visita que tienes a Dinamarca? Pensé que yo te acompañaría.

-Eva, eso puede esperar. Aún nos faltan 7 meses casi para dar un nuevo viaje de estado.

-Hubiera preferido que esta cita fuera para decirme que ya no debería convivir con Nicolás.

-Eso aún está en discusión sobre la mesa y ustedes lo saben, pero prefiero hacerme de oídos sordos y dejarlos libres por ratitos.

-Ya que estamos aclarando dudas, ¿Desde cuándo sabes todo lo que hacemos?

-Desde el día en que Nicolás sabotea a los guardias. Ellos tienen mi completa confianza y además en su contrato lo dice, si reciben dinero extra de algún miembro lo deben notificar a la cabeza, porque si el reinante, en este caso yo, me llegó a enterar, esa persona será acusada de traición y será llevado a la muerte con azotes, castigos medievales y la guillotina.

Me puse pálida de solo pensarlo.

-¿Es... es... eso verdad? – Apenas y pude hablar.

-¡Claro que no Eva! Ya no estamos en la edad media donde no nos piden cuenta de nada, aquí ya la gente sabe que es bueno y malo.

-¿Entonces que les hacen?

-Solo son despedidos de su puesto y no sé les paga nada por sus años de servicio. Y si son un coronel o un guardia con órdenes italianas, aunque sea, le serán quitados sus títulos y no volver a ejercerlos.

-Prácticamente es dejarlos en clase baja.

-Digamos que sí, aunque Italia se considera por ser país desarrollado. Solo clases medias para arriba.

-¿Entonces si ya lo sabías porque no dijiste nada? Porque eso era alertarlos y buscarían otra manera de salirse para ir a fiestas o encontrarse con personas de otros países.

La abuela se encogió de hombros. Me sonroje.

-Lo siento por ambos. Nunca pensé que te importara tanto. - Lo estaba diciendo de corazón.

-Me importan tanto que no saben lo dispuesta que estoy a dejarlo todo por mis nietos.

-Abuela también te amamos demasiado.

Me levanté y recorrí el escritorio para abrazarla y darle un gran beso.

-Anda ya niña, ve a tu habitación, que te he robado tiempo, tienes cosas en la agenda que hacer.

-Está bien su majestad. Lo que usted ordene.

Con reverencias regresé a mi habitación esperando que Nicolás me dijera que no aceptaría, aunque le pagarán un millón de dólares.

Como si tuviéramos telepatía, su llamada me llegó al instante.

-Dime por favor que a ti no te dijeron lo mismo. – Fue lo primero que escuché.

-Lamento decepcionarte esta vez, pero si lo fue.

-Debemos hablar esto por videollamada, espera un momento.

Colgó y en menos de dos segundos ya lo tenia en pantalla.

-¿Qué vamos hacer? Eva, es nuestro pase final para ser libre de esto. – Se notaba preocupado.

-No lo sé Nicolas, yo creí que tú te negarías rotundamente, la abuela me ha dicho que si uno de los tres o bueno en este caso dos, se niega se pospondrá y se hará el viaje en un futuro.

-No contemos a mi hermano en esto, sabemos que él esta dispuesta a aceptar o bueno, ya lo tiene que hacer por obligación.

-Nicolas, esto me preocupa, siento que me sobrepasa.

-Eva, estoy acojonado, si aceptamos estamos firmando nuestra sentencia de muerte o nuestra libertad.

-Yo presiento que todo puede pasar en este viaje y ya sea bueno o malo, pero no podemos aplazarlo, la abuela de algún modo encontrara la manera de hacerlo realidad.

-¿Y si nos negamos rotundamente hasta el futuro?

Estaba a punto de contestarle, pero alguien pedía unirse a la videollamada. Acepté.

-Carlos ¿Qué haces metido en nuestra conversación? – Preguntó su hermano.

-Sabía que tendrían muchos problemas en la cabeza con lo que les acaba de pedir la abuela y papa.

-No tienes idea de como nos sentimos. – Nicolas rodó los ojos.

-Sé que un tour puede escucharse algo feo, preocupante, pero no es así.

-¿Qué sabes tú de tours? ¿Cuántas veces has ido solo? – Nicolas se escuchaba muy enojado.

-Nicolas, no sé porque le ven las cosas malas, si esto puede ser tu pase libre para salirte de la familia real y para ti Eva, demostrarte si en verdad es donde perteneces. La abuela solo les pide algo a cambio cumplir con un viaje de dos o tres semanas como príncipes, si no les gusta renuncia a su familia otorgada e inician de ceros, sino pueden seguir sirviendo a la corona. Piénsenlo muchachos, no es malo si lo ven con lo que obtendrán al final.

-¿Por qué ambos están en habitaciones diferentes si viven en la propia casa y pueden hablar de esto juntos?

-Porque Nicolas es un cabezota que no escucha razones y al parecer contigo se le aclaran las cosas. Chicos en verdad no es mala idea el tour, solo seremos los tres, sin familia ni vigilancia.

-A veces pienso que nos hablas mas como nuestro padre que como hermano.

-Nicolas soy tu hermano y mi deber ahora es cuidarte, soy el primo de Eva y al igual que tú si iremos los tres, yo sería el responsable por ser el futuro heredero.

-Entonces no acepto, si vas a ir como mi papa, no creas que te hare caso.

-Nicolas, no me importa lo que hagas, en absoluto, pero si se trata de representar a la casa italiana debes ser coherente.

-La abuela me platico que nos instruirían a los tres en clases intensas de protocolo, bueno en sí, creo que mas a Nicolas y a mí.

-Me apuntare a las clases con ustedes, nunca esta de mas aprender.

-Porque presiento que tu intromisión solo es para que aceptemos.

-Porque mientras más rápido pase esto, ninguno de los tres pasara por el momento estresante de saber que en un futuro tendremos la charla de nuevo, a menos que quieras renunciar ya Nicolas.

-Esto es mucho, apenas y lo asimilo.

-Chicos tomen la mejor decisión, los apoyare, no tengan duda. Pero piensen en el resultado final.

-Lo haremos Carlos.

-Me tengo que ir estaremos en contacto. – Colgó.

 -Eva, no sé si esto es bueno o malo.

-Yo igual lo he pensado mucho, pero ¿Qué perdemos si aceptamos?

-Creo que nada. – Ambos quedamos en silencio.

-¿Entonces? ¿Crees que debemos aceptar?

-No sé si es lo correcto, pero si tu así lo deseas te apoyo. Porque me has aguantado tanto que esto es lo mínimo que puedo hacer.

-Creo que acepto. - Le di una sonrisa ladeada. 

-Entonces,  yo igual. Le avisaré a papá por los dos. 

Colgamos sin pensar lo que se aproximaría en los próximos días.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro