El sol se estaba ocultando más haya dónde su vista alcanzaba, a pesar que aún no anochecía no habían nadie afuera. Chihiro estaba caminando por el campo de siembra sin tener la vista enfocada en nada en realidad.
¿Cómo llego ahí? ¿Y porque no había nadie afuera?

—Nosotros... nos vamos, Jazmín y yo, nos vamos mañana, lo siento mucho Chihiro —

Se quedó estática en su lugar, las palabras no salían y aún aunque salieran ¿Que debería decir en esta situación? Eso no se lo espero, creía que serían amigos hasta que murieran ¿Se iban? ¿No eran felices? No quería que se fueran.

Cerro los ojos con fuerza y cerro sus manos hasta que encajo sus uñas en la palma de estás, no era un sueño ¿Por qué no podía ser solo un sueño, una pesadilla?

Era con las primeras personas que sentía que podía ser como era y no tendría miedo de ser juzgada ni siquiera se lo tomarían enserio, un grupo donde podía ser ella sin ningún impedimento.

Mordió su labio inferior en impotencia, solo estaba siendo egoísta, ellos si quería irse no debería impedirselos ¿Es lo que ellos querían, no? ¿Ella que derecho tenía para impedirselos? No eran familia ¿Amigos? Ella los consideraba así ¿Pero ellos? ¿Tan siquiera la consideran como amiga? Si antes no tenían sentimientos.

¿Realmente ella merecía opinar sobre su desición?

—¿Chihiro?—

Soltó un suspiro y abrió sus manos un poco adoloridas por la presión que hizo en ellas, trato de sonreír lo más normal posible, pero solo salió una sonrisa torsida.

—¿Van a casa, no es así?—

Su voz salió entre cortada y no los veía a los ojos, sus ojos solo estaban clavas en sus pies.

—... Si, supongo—

—Entonces está bien...—

Sus ojos mostraban una enorme tristeza que no podía expresar, pero no sé atrevía a verlos, cerro los ojos tratando de concentrarse en los latidos de su corazón para calmarse.

—Pero...—

Escucho la voz de Jazmín indecisa, solo por curiosidad levantó la mirada inclinando un poco la cabeza en señal de duda.

—Jamas olvidaremos este lugar, está es nuestra casa y hogar, pero aún así es mejor que nos vayamos, por el bien de todos—

Abrió los ojos sorprendida por las palabras de Bellum, abrió la boca para decir algo pero la puerta fue abierta de golpe sobresaltado a los tres que estaban en la habitación.

—¡Bellum-kun! ¡Jazmín-chan! ¡Todos en la ballena se enteraron de que se van y van a hacer una fiesta! ¡Vengan!—

Antes que algunos de los dos de piel oscura reclamará o negaron fueron arrastras en contra de su voluntad fuera dejando a Chihiro sola en la habitación con las palabras en el aire.
Solo cerró la boca y sonrió con una sonrisa pequeña.

—Este siempre será su hogar, así que no lo olviden ¿Si?—

Susurro sabiendo que nadie la había escuchado, un susurro que se llevó el viento.

O al menos eso creía ella.

Uno

Dos

Tres

Uno

Dos

Tres

Uno

Dos

¡Tres!

¡Realmente hay tres miradores! ¿Porque no me di cuenta antes?

Bueno, después de que se llevarán a Bellum y Jazmín no sabía que hacer exactamente por lo que me fui a dar un vuelta y despejarme un poco.

Cuando llegue a los campos es como la punta de la isla por lo que se puede ver todo y me doy cuenta que hay tres miradores, pensé que solo eran dos, bueno eran los más conocidos y pocos van a ellos y son más usados para la vigilancia. El tercero no lo había visto y está un poco lejos ¿Cómo se verá la isla desde ese mirador?

—Chihiro-san—

—¿Neri?—

Vi a mi derecha y ella se encontraba ahí, me asusté aunque debería estar acostando a ello.

—¿Está triste Chihiro-san?—

—¿Por qué debería estarlo?—

—Se van Bellum-san y Jazmín-san—

—Ellos van a su casa, no hay razón para estar triste—

Mentira claro que la hay, estoy triste y enojada pero más que nada desilucionada.

—¿Está segura?—

Lo pensé un poco, ella se encarga de cuidar a los ancianos pero nadie sabe exactamente de dónde salió, muchos dicen que su madre era enfermiza y no salía y cuando nació Neri ella murió, bueno aunque es uno de mucho rumores.

—¿Crees que es algo bueno que se vayan?—

—¡No! ¡Por supuesto que no!—

Lo grite sin pensar, cuando me di cuenta me tape la boca como reflejo, eso me salió como reflejo por el tipo de pregunta que me hizo y el tono que uso ¿Realmente es una niña?

—Entonces lo que debes hacer ahora es muy claro ¿No, Chihiro-san?—

La ví sonreír ¿Lo que debo hacer? ¿Aún puedo hacer algo? ¿Yo? Cerré los ojos, aún aunque quiera hacer algo ¿Tengo el derecho a hacerlo? Es una decisión de ellos no mia, además, se veían muy decididos como si lo hubieran pensando mucho ¿Y si lo hicieron? Seguramente consideraron sus pros y contras.

Y...

Abrí los ojos decidida, ya no importa.

Ya lo decidí.

Volteó para darle las gracias pero ya no estaba ahí, seguro se fue cuando cerré los ojos pero no importa mucho, me ayudó aunque no sepa la razón de eso. Porque segura los del consejo no están de acuerdo con lo que ella acaba de decirme, estoy segura, difinitivamente.

Me estaba preparando para correr porque no sabía dónde estaban celebrando, pero cuando apenas iba a dar un paso ví a Yuu caminando solo cerca de donde me encontraba, me acerque a el caminando hasta que le toque el hombro se sobresalto al tacto.

—Calmate Yuu, soy yo ¿Que pasa?—

—¿Nee-san?—

—¿Que paso?—

—No, nada solo... pensando ¿Vas a casa?—

Pensé un poco se ve cansado, tal vez necesite un buen descanso el cual merece, aparte aún queda tiempo para lo que tengo que hacer y así lo pienso un poco mejor lo que haré que seguramente será un escándalo.

—Si, vamos a descansar ¿De acuerdo?—

—¿Tú harás la cena?—

Reí un poco, casi siempre alababa mi comida pero no tenía tiempo con el registro donde a veces me desvelaba haciéndolos y por eso casi no cocinaba sino qué hacía la limpieza de la casa.

—Si, solo por esta vez, vamos a casa Yuu—

Lo tome de la mano jalando lo para que caminara más rápido.

⟨A veces las mejores desiciones no se piensan solo se sienten⟩