Capítulo 18
Corría todo lo que podía solo con una dirección en mente, no podía pensar en nada más que en llegar que no fuera tarde, esto no puede esperar.
—¿Donde se encuentra?—
El mayor desvió la mirada guardando algunos papeles, la chica lo miraba sin apartar la mirada en ningún momento, necesitaba respuestas, necesitaba saber si era lo que ella creía.
Cuando el mayor le dió la espalda y la menor estaba por reclamarle por no contestar, el volvió a hablar.
—Esta solo, pasando el bosque de bambú está su casa—
—¿Esta solo? Pero... ¿No es ese registro viejo, no debería estar por... dormir?—
Lo último lo dijo algo titubeante por qué no quería decir la palabra "morir", todo ser vivo merecía tener su respeto y que disfrutará cada minutos de vivir.
—Actualmente tiene, sino me equivoco unos 32 años—
—¡¿32?! Eso es mucho para alguien que es un marcado—
Claud solo volteo a mirarla para sonreírle suavemente diciendo.
—Deberías ir antes de que el lo haga, Chihiro—
La castaña no lo pensó mucho, salió de la oficina corriendo con las únicas instrucciones que tenía para llegar a Mao.
Cruzaba por el puente que había en medio del bosque de bambú, algunos minutos después cuando volví a tocar tierra firme pude observar a lo lejos una pequeña casa como todas las demás, solo que esta daba un aire un poco solitario.
Empecé a bajar la velocidad hasta que empecé a caminar tratando de regular mi respiración, cuando llegue a la puerta repite ondo antes de tocar un poco la puerta. Cómo no recibí respuesta solo susurré un "compromiso" abriendo la puerta la cual no tenía seguro para adentrarse dentro de la casa.
—¿... Mao... san?—
Por error pise algo pegajoso y solo susurré varias cosas sobre la limpieza, sinceramente ni yo sabía lo que estaba diciendo.
—¿Quien anda ahí?—
Solté un pequeño grito al escuchar otra voz, me tranquilice a mi misma para seguir caminando y buscar en la casa hasta que llegue a una habitación donde había un hombre acostado, se veía pálido un poco pálido de cabello negro y ojos azules, pase un poco de saliva animándome a mi misma mentalmente.
—Soy Chihiro ¿Usted es... Mao-san, verdad?—
—¿Una niña?—
Pregunto, debería molestarme en realidad si lo estoy pero la curiosidad es más grande en mi, hablada con demasiada fluidez a pesar de estar en sus últimos días. Si no fuera porque está en la cama y en esas condiciones con la voz claramente pensaría que era un hombre sano, todo lo contrario a lo que veo pues a parte de su piel pálida se veía demasiado delgado hasta el punto que podía ver sus huesos lo que me causó un pequeño escalofrío.
Concéntrate, no viniste a aquí solo por lastima.
Puso una mano en mi pecho cerrando los ojos y respirando hondo para luego soltar todo el aire abriendo los ojos acercándome a el sin titubear.
—No importa, Mao-san ¿Usted sabe que es un Demonais?—Ví que su mirada se torno seria—Por su expresión puedo decir que si lo sabe—
—¿Y tú para que quieres saberlo niña?—
—Curiosidad más que nada, y dejé de llamarme niña por favor—
—Eres una niña—
—Puede que lo sea, pero sé más que cualquier habitante de la isla que sea un marcado—Yo también me puse sería—Soy una marcada y una secretaria de actas, no importa lo que digan los demás o lo que piensen, yo pienso averiguar los secretos que guarda esta isla—
El silencio predominó en el lugar, dije lo primero que se me vino a la mente puede que me haya equivocado y solo haya logrado que se enoje y me pida que me vaya o me ignore descaradamente, pero nada de lo que dije fue mentira, todo era verdad por lo que no tenía nada por lo que retractarme.
Me propuse a averiguar los secretos que guarda la isla donde vivo ya sea para bien o para mal por qué está es mi afición y mi pasión, no pienso abandonarla así porque si.
No quiero vivir más es mentiras.
Si es lo que pienso, Mao es el Demonais actual, es nuestro guardián en pocas palabras, el nació con ese propósito, entonces ¿Porque lo tratan así, como un completo desconocido? No lo entiendo ¿Acaso le temen? Pero si nunca a atacado a alguien, todo es... tan injusto, pero así es la vida y tuve que aprenderlo de mala manera.
Perdí a mis padres cuando era pequeña por lo que solo los recuerdo vagamente, perdí a mi abuela la persona en la que más confiaba, hubo un distancia con Yuu (aunque con suerte poco a poco nos acercamos, todo a su tiempo) y por último Bellum y Jazmín, la vida no es justa y sin embargo sigo viviendo en ella.
—... Bien, ¿Que quieres saber exactamente?—Lo mire sorprendida—¿Qué? Eres persistente niña—
Cerré los ojos suspirando, realmente no fue nada que no supiera antes pero su plática fue... entretenida.
Por fin pudo hablar con alguien sobre este tema sin preocuparme de nada, además, me dió su perspectiva de todo el asunto.
Puede que tenga razón que solo estoy exagerando un poco las cosas.
Pero es verdad que los ancianos son muy reservado además de ponerse muy a la defensiva cuando alguien habla sobre salir de la ballena de barro para conocer el mundo, puede que tenga sus razones como que no solo bienvenidos en ese "mundo" pero ¿Realmente es el único que hay? ¿Solo ese lugar que nos condenó aquí? No quiero creer eso.
Otra vez me estoy poniendo melancólica.
Bueno puedo venir mañana a visitar a Mao, no dijo nada de que no podía visitarlo solo que no quería que destruyera su "hermoso" jardín, no sé cómo pero se enteró de que pise una flor ¡Una flor! Ni siquiera yo sabía que la había pisado, viejo hombre delirante. Lo peor de todo es que sí había pisado la mugrera flor, me di cuenta cuando salí.
—¡Chihiro, Chihiro!—
Mire de dónde provenía la voz y ví que era una chica, la cual sinceramente no le hablaba, pero estaba casi segura que ella era una No marcada la cual practicaba para ser parte del consejo o algo por el estilo ¿Cuál era su nombre...? Um... estoy segura que empezaba con "V"... ¡Ya lo recordé!
—Velicia ¿Que pasa?—
—Rob-sama la está buscando ¡Dice que es importante!—
Por alguna razón la secretaria tenía un extraño presentimiento pero solo pudo atinar a asentir con la cabeza.
⟨La belleza de las cosas existen en el espíritu de quién las contempla⟩
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro