Lo único que se escuchaba en la casa era el llanto de Laurie.

Laurie lloraba a gritos, de una forma que cualquier niño lloraría, y aunque él se encontrara en el piso de arriba con Florence, se escuchaba claramente, el llanto ahogado, el grito agudo, la forma en la que seguramente estaba aferrándose a su madre. Mientras que los demás estábamos en el piso de abajo.

Paul estaba recostado en uno de los sillones mirando el techo, mientras que Tucker parecía querer distraerse con un comic, aunque algo me decía que solo veía los dibujos. Mi celular era un peso muerto en la mesa de café, acababa de hablar con la madre de Ronnie, y fueron los peores cinco minutos de mi vida. Se que Mike estaba ayudándome, él fue a Golden Valley después de todo, quise ir con él, pero me dijo "quédate con tus amigos, te necesitan aquí y yo hare lo demás".

Mire a mis amigos, Tucker tenía una lagrima cayéndole por la mejilla y Paul los ojos cerrados. Me levante y el castaño me observa pero no dice nada mientras camino escaleras arriba, el llanto de Laurie se escuchaba mas fuerte a medida que me acerco a su cuarto. Empuje suavemente la puerta para permitirme una vista en el interior.

Florence estaba abrazando a su hijo meciéndolo mientras que él abrazaba a su madre sollozando, ya no le caían más lagrimas pero su rostro estaba completamente rojo y sus ojos hinchados. Florence me mira, ella también tenia los ojos hinchados, pero no decía nada mientras acariciaba a su hijo meciendolo. La rubia acuesta al niño en la cama levantándose mientras se acerca a mi.

-¿Qué tal si yo me encargo?-pregunte cuando acabamos la distancia, Florence se toca sus manos nerviosa.

-No lo se...yo...intento todo...

-Lo se-susurre acariciando sus hombros calmándola mientras veía sus ojos.-Los chicos de abajo creo que te necesitan mas a ti ahora, yo me hago cargo de Laurie y si empeoro las cosas...bueno, volvemos a intercambiar.

Ella hace el amague de una sonrisa y me abraza, le devuelvo el abrazo antes de que nos separemos y ella termine yéndose. Camino hasta Laurie quien estaba largando sollozos y comienza a hipar, suspiro viéndolo, genial le dije a Florence que yo me encargaba y no se ni como encargarme. Me senté a su lado acariciando su cabello y le retire las calientes lágrimas que le caían de los ojos.

-¿Por qué Ronnie tuvo que irse?-pregunta y suspire.

-No lo se Laurie.-susurre negando.

-Yo...yo la quiero mucho-dice jadeando entre llanto.-Y...y la extraño.

Acaricie su cabello mientras lo miro, debía haber una forma de que pudiera consolarlo, ¿no? Debía buscar las palabras adecuadas, yo era el adulto en esta situación, pero me sentía tan perdido como si fuera él. Me quede en silencio mirando hacia su ventana, donde el cielo estaba con nubes grises, solté el aire que contenía volteándome de nuevo a Laurie. Tal vez había una forma de darle consuelo.

-¿Me haces un favor?-pregunte y él me mira antes de asentir.-Ve a tomar algo, y espérame en el patio, ¿si?

*

Creo que en otro momento debería tener una conversación con Laurence que por "toma algo" no me refería exactamente a una botella de Coca Cola. Pero se lo dejaría pasar esta vez, camine hacia él quien estaba sentado en el pasto, alza sus ojos al verme llegar donde me siento frente a él con la pecera en mis manos y se la coloco de frente.

-Ellos querían verte.-dije tocando la pecera. Laurie mira a los dos pececitos con atención mientras tocaba el vidrio.-¿Quieres que te cuente un secreto?

Alza los ojos para verme y se pasa el dorso de sus manos por los mismos eliminando cualquier lagrima antes de asentir.

-¿Sabes que pasa...cuando vamos al cielo?-pregunte y él niega.-Bien, esta es la parte del secreto, una parte nuestra se está preparando para algo, como una nueva vida por ejemplo, pero otra parte nuestra está aquí. Los seres vivos, Laurie, estamos echo de algo muy pequeño que se llaman partículas, y eso es energía, al...irnos, devolvemos un poco de la energía que tomamos.

Laurence ladea su cabeza atentamente a mi explicación, podía ver que amontonados en la puerta que daba al patio se encontraban los tres adultos mirándonos. Florence apoyada en el pecho de Tucker mientras que este la rodeaba con su brazo, y Paul apoyado en el hombro de Florence abrazándola por la espalda.

-En cierto sentido, Ronnie esta aquí, en todo lados...en el viento, en el sol, es energía en todos lados donde busques...-dije viéndolo.-Y mientras no la olvides, estará en ti.

-¿Y que pasa si la olvido?-susurra triste.

-Nunca vas a olvidarla.

-¿Qué pasa si no recuerdo su voz?-pregunta viéndome.

-Me asegurare de que eso nunca pase.-dije viéndolo.-Puedes llorar, Laurie...no te voy a privar de que llores.

Tan pronto como lo dije las lagrimas brotaron de sus ojos de manera silenciosa mientras se acercaba a mi, sus brazos rodearon mi cuello y le devuelvo el abrazo suspirando acariciando su espalda. Sus pequeñas manos se aferraron a mi mientras que el sol salía oculto de las nubes para darnos una sonrisa y acariciarnos con los rayos del sol. Laurie alza la cara al sol antes de sonreír.

-Hola Ronnie.

Sonreí sacudiendo su cabello.

-Cuidaras bien a Nala y Simba, creo que ella hubiera querido que te lo quedaras...seguro la colección de Harry Potter es también para ti.

El velatorio estaba siendo físicamente doloroso, abrace a su madre quien no dejaba de llorar, estreche la mano de su padre quien ocultaba una mirada deprimida con labios apretados, y abrace a mi madre quien me estuvo apretujando un buen rato preguntándome si estaba bien.

Vi a amigas de la universidad de Ronnie acercándose de nosotros, incluso Gary tuvo la desdicha de venir y sobrio. Eso me sorprendía mas que nada, pero algo me dice que una pequeña parte de él fue mas que nada por Laurie, no intento ningún tipo de acercamiento con Florence, solo se mantuvo al margen. Muchos hablaron en la ceremonia, palabras lindas, palabras ahogadas, pero eran eso, palabras, a Ronnie no le gustaban mucho las palabras a pesar que estudiara literatura, le gustaban los actos, le gustaban los caramelos acidos, las paletas de chocolate y alzar la voz por tener la razón. Le gustaban los colores brillantes para vestir y Harry Potter. Bailar, buscar constelaciones aunque no supiera ninguno y estar con su familia rota. Le gustaba estar conmigo.

Pero yo no dije nada, porque mi voz estaba atascada en un nudo, pero ella lo sabia, sabía que la amaba. Sabía que la quería, aun recuerdo su te quiero en el desayuno. Durante el entierro me aferre con fuerza a la rosa blanca que tenía en la mano que sentía la espina clavarme en la palma de mi mano con tal solo pudiera sentir algo igual.

-¿Qué hace aquí?-Escucho a Mike murmurar, me giro para ver a dos guardias de oficiales caminar junto a un chico, aun esposado y unos golpes en la cara puedo reconocer que es John. Mi mirada busco a la de Tucker.

Él estaba junto a Florence, mirando a John con seriedad, en los brazos de mi amigo se encontraba Laurie quien se aferraba al cuerpo del castaño, y dudaba que aunque Tucker tuviera muchas ganas de saltarle a los golpes fuera a soltar a Laurence.

Sin embargo me sorprende que otra persona, un poco mas baja que nosotros, es el que sale en la multitud y el que termina por derribar a John y comenzar a golpearlo. Hasta la policía parecía permitírselo mientras que Paul comenzaba a golpearlo, Thian es el que aparece para alejar a su novio sosteniéndolo.

-¡Que se vaya! ¡El asesino no merece estar aquí! ¡Vete!-Grita Paul haciendo fuerza para soltarse, pero Thian se aferra a su novio con fuerza para no dejarlo ir. Los oficiales hacen caso a la petición, John tampoco replica.

Siento mis pies moverse y el intento fallido de Mike pararme, nos alejamos de todo el alboroto.

-¿Por qué?-pregunte, John y los oficiales se dieron vuelta, los oficiales se echaron unos pasos hacia atrás pero no demasiados lejos. John me mira.

-No quería darle a ella, nunca quise herirla, la amaba.

-Estabas obsesionado con ella, malditamente enfermo.

-No quería hacerlo.

-¿Querías matarme a mi, verdad?, ¿hubieras sentido tanta lastima de ser asi? Yo de verdad también hubiera preferido que me dispararas a mi. Pero le diste a ella...no se a que viniste John, si a pedir disculpas...pero no te perdono, porque mataste a Ronnie, y te mereces vivir toda tu vida con el pensamiento de que lo hiciste, de que esa noche estabas tan borracho, que levantaste un arma y le disparaste. Que estabas tan enfermo y obsesionado, que solo quisiste matarla. Entonces no te perdono, porque no lo mereces.

-Serás un terrible psicólogo para condenarme así.

-Tu perdón lo buscas con alguien mucho mas grande que yo, pueden llevárselo.

Me voltee para volver con todas las personas. El entierro estaba acabando, echamos rosas, escuchamos unas palabras, y mis manos fueron a los bolsillos. Mis amigos empezaban a irse, Thian abrazaba a Paul acariciando su espalda mientras le hablaba en voz suave, Tucker y Florence acercándose a la pareja.

Laurie estaba frente a la tumba, con Gary agachado a su lado, y mi hermano a unos pocos metros hablando con mamá.

-Yo ya debo irme a casa, se hizo tarde y empieza mi turno. Pero ey, entiendo que estuviste triste, pero tienes que ser fuerte, ¿si?, eres un Shepherd, somos fuertes y no lloramos. Así que así quiero que sea hijo, estas cosas sirven para crecer. Te llamo al volver, ven dame un abrazo.

Gary lo rodea con un abrazo seco mientras que Laurence tiene sus brazos a cada lado de su cuerpo, Gary se levanta y sacude el cabello de su hijo, cuando pasa a mi lado hablo.

-El consejo del año sin duda, Gary.

-Espero que volvamos a vernos, Reggie.-Es todo lo que me dice, lo veo sacar un cigarrillo de su saco, llevárselo a la boca y prenderlo mientras se va caminando. Suspire acercándome a Laurie quien tenia un rostro triste pero con las lágrimas contenidas en su rostro.

-Laurie...lo que dijo tu padre...

-No quiero hablar de eso-comenta alzando la vista para verme de una manera seria e inexpresiva para su corta edad.

-Deberías escucharme.

Pero Laurie no quiso, simplemente se dio vuelta y fue corriendo hacia su mamá donde la abraza por la cintura, Florence besa su coronilla e intenta alzarlo pero Laurence solo se aleja de esa muestra y comienza a caminar. Suspire masajeándome el cuello.

Nunca pensé que me encontraría frente a una tumba, al menos no en mucho tiempo, nunca pensé que seria a ella a la que estaría visitando. Todos estaban yéndose, menos yo, aun seguía con mis ojos en la lápida, ella estaba ahí a metros de mi.

Escucho a alguien acercarse, pero aun no me volteo, solo quiero despertar de esta pesadilla.

-Tal vez eras muy chico para recordar el funeral de papá.-habla Mike y suspiro, genial hablarme de una muerte en el día de otra muerte.-Yo lo recuerdo bien, lloraste todo el día, aferrándote a esos relojes con fuerza...mamá estaba igual de mal, se apoyo completamente en su hermana mientras que yo intentaba hacer de todo por ti, pero nada te calmaba...recuerdo que nuestro abuelo nos agarro con fuerza del brazo, y te grito "llorar es para nenitas, tu ahora ya eres un hombre y espero que te comportes como tal, la muerte se enfrenta como hombres no con mariconadas para que llores, debes ser fuerte por tu madre ahora que esta sola"...joder, solo tenias siete.

Me voltee a ver a mi hermano pero él miraba a la tumba.

-Tuve que decirle algo, pero solo me quede callado.

-Eras un niño también, Mike, y estabas igual de triste que yo.

-Pero soy tu hermano mayor, entonces tuve que llevarle la contraria a ese viejo.-dice viéndome y suspira negando.-En fin, luego de eso...no lloraste, no...nada, estuviste quieto, estático. Aferrado aun a esos dos relojes con tanta fuerza que luego me percate de que te lastimaste con ellas, pero no llorabas, me quede a tu lado, todo el funeral, no reaccionabas es como si no estuvieras con nosotros.

Mire las palmas de mis manos, no recordaba del todo la conversación que me dio mi abuelo, o el funeral en si. Si recuerdo haberme lastimado con los relojes en cada palma, y a Mike limpiando mis heridas que dejaron la marca, aun podía ver las líneas circulares en cada palma de un recuerdo de ellas.

-Y entonces llegaron los Danford-ríe levemente ante el recuerdo.-Ronnie se había dejado crecer un poco mas el cabello, el flequillo estaba cerca de llegarle a los ojos, ella vino corriendo hacia nosotros mientras sus padres iban con nuestra madre. Recuerdo que me abrazo...y se detuvo frente tuyo, y otra vez no reaccionaste, era como si estuvieras en otra parte, perdido. Ronnie te miro un buen rato, y te agarro una de las muñecas, y comenzó a llorar.

Bueno, claramente no me acordaba de eso, me voltee a verlo.

-Lloro tanto que hizo un alboroto, que todos la vieron y no le importo mientras lloraba...el señor Danford le agarro la mano y la llevo a otro lado donde le dio una bofetada para que se quedara callada. Y cuando me voltee a verte, tu estabas derramando unas lagrimas en silencio...muchos creyeron que ese acto de Ronnie fue de capricho, de un llamado de atención, y tarde un poco en entender lo que hizo...te vio tan apagado, que quiso gritar tu dolor, quiso darte su voz para que lloraras, para demostrar todas las emociones comunes de un niño, quería que lloraras, que gritaras y que no te apagaras...entonces hizo eso, para que te expresaras.

A este paso mi corazón comenzó a golpear dolorosamente en mi pecho, lleve una mano a mi pecho acariciándolo mientras mi hermano me mira, ese recuerdo cayo en mi cabeza como algo super guardado. Recordaba la mano pequeña de Ronnie agarrando mi pequeña muñeca, la forma en la que lloro y grito, como su padre la separo bruscamente mientras que solo podía quedarme quieto sin saber que sentí.

Y por primera vez desde su muerte, comencé a llorar, a llorar de una forma tan horrible que parecía estar a punto de gritar. Mi hermano me rodeo con sus brazos mientras me aferraba a él con fuerza.

-La necesito de regreso-susurre llorando.-La necesito aquí, Mike, la necesito de vuelta.

-Lo se hermano, quisiera poder hacerlo.-dice abrazándome mientras sollozo aferrándome a él enterrando mi cara en su hombro.

Volvimos a casa cuando el sol estaba ocultándose en el cielo, Mike me pregunto si quería que se quedara pero solo negué, no quería que estuviera aquí. Lo abrace aferrándome a él antes de irme, cuando entre a la casa, la misma olía a arroz y hamburguesas, pero no se respiraba nada mas que la cena. No había risas. Solo el ruido de la tele en una película infantil que nadie estaba prestándole atención.

Nos sentamos a comer, y la casa se sentía tan vacía, Florence casi ponía otro plato y estuvo a punto de echarse a llorar de nuevo que se fue corriendo a la cocina. Un rato mas tarde me encontraba en el baño, y ya había devuelto todo lo que consumí ese día que no fue demasiado.

Apoye mi espalda en la pared del baño y me deslice en ella hasta quedarme sentado en el suelo donde me abrace a mis piernas temblando y sollozando de nuevo, la puerta del baño se abre donde ingresa Florence y me mira.

-Lo siento...solo...me sentía tan lleno, y cuando era niño también comencé a comer mucho y entonces me puse a pensar en lo que pasaría si volvía a refugiarme en la comida...

Mis palabras salían trabadas y entrecortadas mientras que Florence se arrodillaba a mi lado acariciándome el brazo.

-No quería Flor, pero no quería volver a eso tampoco y solo...solo quería detener algo, quiero que algo acabe.

Florence se sentó a mi lado y me rodeo con su brazo dejando que me recueste en su falda mientras que ella acariciaba mi cabello.

-¿Cuándo debes ir a ver a Susan?

-En una semana...

-Creo que lo mejor es que le pidas una cita adelantada, Reggie-Responde ella acariciando mi cabello y suspira-También voy a extrañarla muchísimo.

Florence siguió acariciando mi cabello mientras que yo la abrazaba con fuerza, la puerta del baño se abre donde ingresan Paul y Tucker. Los dos nos observan en silencio antes de sentarse junto a nosotros donde nos quedamos en silencio.

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