Capitulo 22
John no estaba dejándome tranquila por mas que quisiera que lo hiciera. Ignore todas sus llamadas, y al ver que lo hacia empezó a llenarme mi casilla de correo electrónico, pero como todo en la vida no siempre se lo puede ignorar.
Estaba terminando de anotar unas cosas que estaban en el pizarrón mientras que el profesor explicaba la importancia de nuestra nota final y del trabajo que había que hacer, aunque era inútil que intentara concentrarme, porque de alguna forma u otra siempre aparecia alguien que dejaba de hacer lo que pensara.
Al terminar, fui la última en salir del aula, fui la que mas tarde en guardar mis cosas con movimientos vagos y perezosos, para cuando salí, alguien agarra de mi brazo tirándome con fuerza provocando que me quejara del dolor con el que fue ejercido. John tira mi cuerpo dentro de un aula vacía mientras que trague saliva viéndolo.
—¿Qué te sucede?, ¿Por qué no me contestas?—pregunta molesto, acaricie el brazo donde me había agarrado.
—Creo que es obvio que termine contigo, no tengo porque contestarte.
—Oh no Ronnie, tu no vas a dejarme, ¿te quedo claro?, tienes prohibido hacerlo.
Intente mostrarme segura aun cuando los ojos de John parecían salir de orbita, casí nunca lo había visto de esa forma. Sin duda no era el chico serio de hace unos meses, y mucho menos era el chico dulce que conocí apenas comenzamos a salir.
Aunque por fuera estuviera totalmente segura, por dentro estaba temblando de pies a cabeza, con el corazón apretando en mi pecho. Me cruce de brazos para que no viera mis manos temblar.
—No soy tu propiedad para que me prohíbas hacer cosas, tampoco tu propiedad John, puedo terminar contigo, no quiero estar más entiende.—Dije, hice el ademan para irme, pero John volvió a agarrarme con fuerza del brazo colocándome frente suyo.
—¿Qué todo es por ese nuevo noviecito que tienes?, ¿Qué tiene él que yo no?
—No metas a Reggie en esto.—dije negando, no quería pensar en que lo llegaría a lastimar, no queria ni imaginarme lo que seria capaz de hacerle a Reggie.
—Tu no terminas conmigo, Ronnie, ¿lo entiendes? Siempre serás mia, aun cuando tenga que explicártelo de mil maneras.
Cuando la puerta del aula se abre donde un grupo de estudiantes entran riendo, tomo esa oportunidad para escapar. Tenía suerte que John se considerara algo popular entre muchos estudiantes, asi ellos podiran distraerlo mientras que voy a casa.
Camine demasiado rápido chocándome con algunas personas en el camino y soltando una disculpa a medias. Entré a la casa donde escucho a Florence haciendo el almuerzo y veo a Laurie haciendo su tarea sentado en el sillón, ni alcanzo a saludar que ya voy escaleras arriba, ni me molesto en cumplir mi propia regla de las zapatillas cuando tiro la mochila en mi silla. Cuento hasta diez mentalmente mientras camino en círculos.
Me saco la manga de mi remera para observarme el brazo, tenía una marca rojiza en donde John me había agarrado, aun podía sentir el tacto de su mano cerrándose con fuerza en el brazo.
—Ronnie, mamá pregunta si...
—¡Mierda Laurie, toca la puerta!—le grite volviendo a ponerme la remera, pero Laurie ya me andaba viendo con los ojos entrecerrados y el rostro serio seguramente preguntándose que había sucedido.
—¿Qué es eso?—pregunta.
—No es nada.
—Parecía un golpe—dice él con obviedad.
—¡No es nada Laurie, ya vete de mi habitación!—grite viéndolo.—No tienes que decir nada de lo que viste porque no es nada.
—Pero si es algo...—empieza a decir en un bajo tono.
—¡Laurie ya vete, no seas molesto!
Laurie me miro dolido mientras se echaba hacia atrás, intente hablarle pero las palabras no salían de mi boca. Laurie solo se da la vuelta corriendo a su habitación donde cierra su puerta de un golpe, apoye mi frente en la pared de mi cuarto suspirando.
—¿Por qué peleaban?—escucho la voz de Florence al cabo de unos minutos.—¿Qué hizo?
—Nada, Florence, Laurie no hizo nada.—dije molesta.
—Bueno luces demasiado enojada, ¿Qué paso?—pregunta ella preocupada.
—Ya tengo una mamá Florence, no necesito que tu hagas el trabajo de una.
—Ah no, Ronnie, esta bien que estés molesta con la vida hoy, pero no te la largues conmigo o con mi hijo que siempre te a considerado su mejor amiga, los chicos vendrán en cualquier minuto y ¿Qué harás? ¿pelearte con toda la casa?, así que dime bien que sucede o serán unas semanas tensas para nosotros.
La mire y comencé a sollozar sentándome en la silla de mi computadora. Florence se acerca preocupada y se agacha acariciando mi rodilla mientras me mira, entonces le conté brevemente algunas cosas. Le hable de que John me estaba molestando demasiado esos días, no le conté del agarre ni de que era capaz de ser una amenaza de lastimarme a mi o a cualquiera.
Florence me escucha atentamente mientras sigue con sus caricias.
—Debes denunciarlo, Ronnie.
—No se va a alejar con una denuncia, ni me harán caso.—dije viéndola.—No puedo.
—Se esta convirtiendo una amenaza para tu vida.
—Pero no esta haciendo nada, ¿Qué hara la policía? ¿darle una orden de restricción? Si ni siquiera saben lo que él puede hacer, ni yo se lo que es capaz de hacer...no quiero denunciarlo...tengo miedo.
—Por eso hay que hacerlo Ro, no podemos permitirle que este fuera, ¿Qué tal si no te lastima a ti? ¿Qué pasa si lastima a uno de los chicos?, ¿a Reggie, Laurie o a mi?. ¿Qué te hace pensar que no lo hará?
—¡Claro que lo pensé Flor! Pero si lo denuncio solo será para que su temperamento empeore.
Florence suspira y me abraza acariciándome la espalda, tras dejarme un beso en la cabeza susurra que íbamos a solucionarlo antes de irse. Masajee mi rostro y me quede sentada unos minutos, me gire observando la pecera con los dos animalitos nadando, toque el cristal observando atentamente los peces mientras hacia una pequeña mueca.
Apoye mi frente en el escritorio volviendo a contar hasta diez mentalmente hasta que me obligo a levantarme, me acerco a mi biblioteca agarrando el primer libro de Harry Potter y salí cruzando el pasillo hasta el cuarto de Laurie, abrí la puerta de su habitación donde distingo a Laurie acostado dándole la espalda a la puerta.
Recuerdo que cuando vinieron, ayude a Florence a elegir la pintura de las paredes, ella quería tener tonos tranquilos. Pero Laurie no, asi que cada pared tenía un color diferente, de rojo, azul, verde y amarillo. Un baúl pirata donde estaban sus juguetes y el viejo escritorio de Tucker quien se lo dio para sus deberes y algunos de sus libros que estaban amontonados en una pila, su cama tenia colchas de Mickey mouse y almohadas de star wars.
Suspire sentándome a su lado acariciando su cabello pero solo se aleja de mi tacto.
—Hey...—susurre.—Lamento gritarte Laurie...solo...las personas mayores no quieren mostrarse triste frente a los niños y mas cuando le importan asi que...bueno. Eso igual no justifica que me haya comportado como una idiota.
Laurie sigue sin verme, solo se voltea colocando su cara contra la almohada, hice una mueca acariciando su espalda.
—Te traje un regalo, ¿no quieres ver?—pregunte pero él niega.—Bien, entonces te lo dejare aquí, es mi primer libro de Harry Potter, creo que te va a gustar mucho...te amo Laurie, ¿lo sabes?, lamento ser una completa idiota contigo.
Me incline dejando un beso en su coronilla y me levante de su cama. La primera noche de Laurie en la casa, la había pasado con miedo, por lo que Florence debió dormir con él y yo me sentaba en el suelo junto a los chicos leyéndole historias. Todos de alguna forma queríamos entrar en la vida de ese niño pequeño para que no estuviera solo, y me hice su mejor amiga.
Me voltee a verlo, pero él seguía en aquella postura boca abajo, solté un suspiro y sali con cuidado del cuarto donde camine de regreso al mio y me tire en la cama tapándome con el acolchado felpudo que tenía, cerré los ojos y me quede dormida cuando los chicos llegaron a la casa.
Para cuando me desperté, el estomago soltó un gruñido de queja por no haber comido el almuerzo, y por la ventana de mi habitación podía observar el atardecer, me senté en la cama fregándome la cara y me levante. Solo di un paso cuando pise algo que hizo demasiado ruido provocando que me espantara y termine en el suelo, observe el pequeño juguete provocando mi susto y sonreí un poco.
Porque si Laurie me jugo una broma, significaba que ya me había perdonado.
Baje las escaleras, y en el comedor solo se encontraba Reggie con un montón de hojas, marcadores y resúmenes por la mitad de la mesa. Él levanta el rostro al escucharme bajar.
—Hey, hola.—dice levantándose.—Sobró algo de pollo de esta tarde.
—Oh...gracias.
—Florence dijo que te dejáramos dormir...
—Y...¿Dónde andan todos?
—Paul se fue al trabajo.—dice viéndome. —A Florence le pasaron una clase para ahora, y Tucker se llevó a Laurie para hacer su tarea de grabación, creo que convertirá al niño en un actor.
—Laurence seria un excelente actor, ¿no viste lo guapo que es? Imagínatelo cuando crezca, será la estrella adolescente que todas se enamorarían.—dije presumida como si fuera mi propio hijo y no el de Florence , Reggie ríe y camine a la cocina donde saque la comida para calentarla, sin embargo Reggie me estaba siguiendo.—¿Qué no estabas estudiando?
—Si pero los ojos me matan, creo que necesito anteojos.—dice fregándose los ojos.—Aun asi hay algo que quiero hablarte.
Detuve todos mis movimientos para verlo fijamente.
—¿Por qué no me dijiste que John te esta acosando?—pregunta sin rodeos apoyándose en la isla, intente no verlo directamente a los ojos mientras seguía con mi tarea de calentarme la comida.
—Yo no lo llamaría acosar...
—Bueno es lo que es, ¿Por qué no me lo dijiste?
—¿Qué ibas a hacer Reggie?—pregunte soltando un suspiro agotado y me volteo a verlo—¿Golpearlo? Es lo que John quiere, que pierdas los estribos que le tenga miedo.
—¿Y debo quedarme aquí sin hacer nada mientras John te anda acosando?
—Para empezar Florence no debio decirte nada.
—Que bueno que lo hizo, ¿y sabes que es lo peor Ronnie?—pregunta viéndome.—Que hable con Laurie porque estaba triste luego de que le gritaras, ¿sabes que me dijo?, que vio una franja roja en tu brazo que parecía un golpe. ¿Cómo quieres que le explique a un niño si algo mas grave llega a pasarte?
—Nada va a pasarme.
—¿¡Y si lo hace!?—grita Reggie, lo que me tomo por bastante sorpresa haciéndome pegar un salto.—¿Qué hago si te lastima mas de lo que me imagino?
—¿Y que hago yo si te lastima a ti?
—No tienes que preocuparte por mi, debes preocuparte por ti.
—¿Y quién se preocupa por ti Reggie?—pregunte viéndolo.—Suponle que tienes razón, y John se la manda contigo, ¿Qué hago yo ahí?, ¿Qué le digo a Mike o a tu madre? ¿Qué le digo a los chicos?, una denuncia no hará nada contra John.
—Puede hacer mucho Ronnie.—dice acercándose y suspira agarrando mi rostro.—No quiero que te haga daño, y no puedo defenderte, por favor Ronnie.
Suspire aferrándome a Reggie y me levante de puntas besando sus labios. Reggie sigue mi beso acercándome mas a su cuerpo mientras que baja sus manos a mi cintura abrazándome, acaricie sus brazos mientras lo miraba a los ojos acariciándolo.
—Bien, lo hare ¿si?, le pondré una orden.
La policía no pareció tomarse muy enserio mi orden de restricción, mas que nada porque "necesitaban pruebas de que era una persona peligrosa para mi y el hogar", lo que provocaba que Tucker casi se le saltara al policía y él iba a terminar en la cárcel de no ser por Reggie quien lo detuvo.
Aunque los chicos estaban demasiado indignados, solo me quedaba confiar en la policía cuando decían que le notificarían a John sobre mi orden de restricción. Pero no quería pensar en eso, no queria pensar en John o en que iba a hacer. Entonces decidí distraerme.
Los libros, la escritura, la universidad y Reggie entraron en mi lista de distracciones que me gustaba. Reggie estudiaba, y yo estaba leyendo o haciendo cosas de la universidad, o escribiendo, me colaba en su habitación todas las noches donde él me esperaba y siempre me hacia un lugar en su cuarto.
Una fría tarde, estaba abrazada a Reggie quien tenia puesto el chaleco que le había regalado, mientras que Paul acomodaba la cámara buscando un buen ángulo y Tucker bostezaba, Florence solo se acomodaba el cabello.
—¿Es necesario una foto?—pregunta Tucker.
—Pues si, hoy me levante triste...es decir, ¿Qué pasa el día de mañana que no vivamos juntos?
—Bueno, nos seguiremos viendo.—dije con una sonrisa.
—Si pero...¿no seria bueno fotografías para recordarnos?, vamos no sean aguafiestas háganlo por mi.
Florence beso la mejilla de Tucker haciendo que el chico cambie su rostro serio de cansancio por una leve sonrisa, llamo a su hijo quien venia corriendo con un sable de luz y se acomodo frente a su madre, Florence rodeo sus brazos en su hijo, y Tucker puso un brazo en los hombros de ella. Yo me quede abrazando a Reggie mientras que él sacaba un hilo que colgaba de mi sweater rojo.
—¡Listo!, lo puse en diez segundos asi que acomódense.—dice Paul corriendo hacia Tucker quien lo rodea con su otro brazo mientras que Paul hace una cara graciosa, yo me quede abrazada a Reggie, todos nosotros posando frente a la que era nuestro hogar. Y la foto emitió un flash, nos quedamos estáticos unos segundos y Paul corrió a la cámara para ver la fotografía.
De todas formas fue la única fotografía que tomamos, ya que Laurie empezó a aburrirse y a golpear la pierna de Tucker con su espada de juguete, Tucker le siguió el juego haciendo movimientos de lucha, ambos remataron contra Paul y luego Florence rodo los ojos diciendo que debía estudiar.
Y mientras todos hacían sus cosas, Reggie y yo fuimos a su cuarto, como estábamos acostumbrados a ir. Reggie acariciaba mi brazo mientras que jugaba con la tela de su chaleco.
—Los chalecos se te ven sexys.—dije haciendo que se ria.—Imaginate un chaleco de traje, uh creo que me calenté.
—Ronnie...
—¡Es cierto!—sonrei.—Podridas atender a tus pacientes con chalecos, a todas les gustaría.
Reggie niega acariciando su nariz con la mía y comenzamos a besarnos, acaricie su cabello profundizando el beso mientras que él coloca las manos debajo de mi sweater, lo último que se de esa prenda es que termina en el suelo junto a su chaleco mientras que continuábamos con el beso.
Gire nuestro cuerpo provocando que yo quedara encima suyo mientras que sus manos me acariciaban, deje besos en su cuello sacándole la remera y acaricie su abdomen deteniéndome en los detalles de todo su proceso mientras lo besaba.
—Thian tenía razón con su gimnasio, ¿no?—pregunte bromeando, él ríe y volvimos a besarnos mientras me acomodaba mejor encima de su cadera.
—Ronnie, espera. —dice en un murmuro, me detengo viéndolo a los ojos.—Yo no...nunca...
—Lo se.—comente rodando los ojos con diversión notoria.
—Si, pero...es decir, yo no se como.
—Lo importante es primero, saber si quieres.—dije, a lo que él asiente.—Entonces no te preocupes, deja que yo me encargue de todo, voy a enseñarte.
Tras mis palabras, Reggie se relajo y dejo que su cuerpo se moviera por instinto. Fuimos dejando besos en cada lugar que pudiéramos, íbamos tirando la ropa hasta quedar desnudos, escuchaba sus suspiros mientras se aferraba a mi, acaricie su rostro mientras nos besábamos y comenzábamos con nuestros movimientos.
Reggie fue torpe, pero de una forma que llegaba a considerarse dulce viniendo de él. Con movimientos suaves temiendo hacerme daño, mirándonos a los ojos mientras suspirábamos en los labios del otro y besándonos rogando por mas. Me aferraba a él sintiendo los latidos de su corazón, aferrándome a él mientras cerraba los ojos dejándole mordidas en su cuello.
Para cuando terminamos, me acosté en su pecho, mientras que él acariciaba mi espalda desnuda, nos vimos a los ojos y volví a besarlo acercándome a él mientras que Reggie me abrazaba. Y dormimos juntos, desnudos y agotados, con sentimientos atorados en mi garganta que no era capaz de medir con palabras.
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