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Capitulo 20



Cuando las cosas ya no te producen la misma satisfacción que el inicio, ¿es momento de preocuparse?, pienso en eso mientras sostengo el nuevo libro de mi autora favorita, pero no me siento como antes. No me siento emocionada por correr a la caja y gastar mi dinero en ello, no me siento con ganas de hundirme en sus hojas amarillentas fundiéndome en esas palabras y comer toda la historia en una noche.

Llevo rodeada de libros un buen rato pero nada me dan ganas de agarrarlo y correr a pagarlo, ni siquiera algunos que estuve esperando a que llegaran al país para comprarlos. ¿Qué me está sucediendo?

—¡Ronnie, mira!—grita Laurie extendiéndome un libro apto para su edad llamada "la invención de Hugo Cabret", tenía los bordes rojos y el dibujo de una cerradura con engranes en dorado, lo sostengo leyendo la sinopsis asegurándome que sea realmente apto para Laurence, no quiero que su madre me atrape regalándole cosas indebidas a su niñito.

—¿Quieres este?—le pregunte y él asiente, sacudí su cabello mientras volvía mi vista al libro de mi autora favorita y lo sostengo en mis manos, lo observo unos segundos mientras decido caminar a la caja con ambos siendo seguida por Laurie. Tras comprarlo le doy la bolsa con los libros a Laurie quien se lo abraza en su pecho mientras que salimos caminando al centro comercial.

Estábamos esperando a que Florence saliera de probarse ropa deportiva en un local cercano a la librería, se le había dado por querer empezar a correr en las tardes. Decidí acompañarla con la idea de poder hacer las compras para nuestro dia de intercambio de regalos que no estaba tan lejos. Laurie se sienta en uno de las mesas en el patio de comidas y saca su libro, estaba emocionado por empezar a devorar esas paginas, lo observo en silencio.

—Voy a comprarme un batido, ¿te traigo uno?—pregunte y él asiente con la vista en su lectura.—Bien, no te muevas de aquí...enserio.

Laurence vuelve a asentir, suspire algo nerviosa al levantarme mientras caminaba al puesto de batidos. Me volteo cada tanto a observarlo, pero puedo ver que el estaba lo mas bien con sus piernas subidas a la silla encogiéndose en su lugar mientras devora su nuevo libro.

Al llegar al puesto, una chica me recibe con una enorme sonrisa entumecida que seguramente esta cansada de dar a cada persona que se le acerca a comprar, pero aun así le devuelvo la sonrisa de manera mas tímida mientras compro los productos de la carta, tras ordenarlos y pagarlos me espero unos segundos hasta que me los da.

Caminaba por los pasillos donde Laurie seguía sentado completamente solo, iba hacia él cuando siento una mano jalarme del brazo y mirarme seriamente dejándome frente a frente a John. Me sentí tímida y pequeña delante suyo, y odie eso, odie sentirme tímida y pequeña.

—¿Por qué no contestas mis llamadas?—pregunta John molesto.—¿Qué acaso ahora estas ignorándome?

—Hum...

—¡Responde!—ordena de manera seria mientras que lo miro, algunas personas se nos volteaban a ver pero nadie se nos acercaba.—Mira, Ronnie, lo lamento, lamento lo que paso, ¿si?

—Bien...lo lamentas, ¿y?

—No volverá a pasar.

—Si, lei muchos libros John, veo mucho las noticias...¿sabes lo que le paso a todas esas personas a las que sus parejas le dijeron "no volverá a pasar"?

—¿Qué me estas comparando con esos morbosos de la televisión? Yo soy mejor que todos ellos, dime Ronnie, ¿Quién te amara asi?, ¿Quién mas va a aceptarte como eres cuando descubra tu verdad?, nadie te amara como yo.

Me mordí la lengua, mientras que mis manos se cerraron con fuerza en los vasos con los batidos mientras lo miro.

—Debo irme, Laurie esta esperándome.

—El mocoso puede arreglársela bien, es que tu...tu me hiciste enojar tanto aquel día. Si tan solo dejaras de molestarme...

—Bueno, mira el lado bueno, ya no estamos mas juntos asi que no volveré a molestarte...

—¿Ronnie?—se escucha la voz infantil de Laurie llamándome, John me clava sus ojos serios y frios a los mios dándome a entender que esta no seria la ultima vez que nos veriamos. Se aleja dejándome sola y yo intento respirar con normalidad para ir con Laurie, él estaba parado en medio del pasillo esperándome, con su libro abrazado a su pecho y el mio agarrado en la bolsa.

Le doy una sonrisa cuando sus ojos se clavan en mi.

—Creí que me habías abandonado.

—Jamás abandonaría a mi mejor amigo Laurie, ven, vamos a tomar esto y le mandare un mensaje a tu mami.

Florence no dejaba de hablar de los miles de halagos que recibió de parte de la tienda de ropa mientras sonreía, se veía feliz el simple hecho de haberse ido a probar un conjunto deportivo y gente se le acercara a coquetear, como si no pudiera creer que alguien la viera atractiva todavía. Laurence caminaba cerca nuestro con cara de aburrido y de querer irse a casa para seguir leyendo o jugar sus típicas bromas.

Mientras tanto, nosotras hacíamos las compras para nuestro amigo secreto en el intercambio de regalos, me detengo observando miles de chalecos tejidos bastantes lindos, de diferentes colores, algunos negros, otros blancos, y algunos con estampados bordados.

—¿Qué piensas de Reggie?—-le pregunto a Florence cuando nos quedamos en silencio, ella estudiaba una chaqueta verde militar y vuelve a colgarla en el perchero.

—¿Reggie?, bueno...tiene lindos ojos, ahora puedo notarle mas ese pequeño atractivo que esta ganando...es lindo, amable, inteligente, demasiado empatico pero en el buen sentido...¿por qué?

Suspire agarrando un chaleco blanco con bordados de líneas en los costados.

—Me beso hace unos días...y le seguí.—dije.—Y cuando Paul salio del closet, hablamos y...y me parece que ¿le gusto?

—¿Eso es tan imposible de creer?—pregunta mi amiga con una leve sonrisa.

—Pues, si...ósea es Reggie...mi mejor amigo Reggie.—dije viendola mientras que la rubia alza una ceja, aun cuando mi corazón palpitaba con violencia al pensar en el beso con Reggie o en sus manos al tomarme de la cintura, no podía corresponderle. 

—Tucker también era mi mejor amigo, y aquí estamos en esta cosa rara que no se si denominar amor, pero me gusta, y yo le gusto.—dice y luego dirige su mirada a Laurie quien estaba tocando de manera aburrida unas remeras, luego me mira.

—Hace poco salí de una relación, no es bien visto que en unos días solamente ya salga con otro chico.

—Por favor, Ronnie, en referencia a las relaciones nadie sabe cuanto es el "tiempo" perfecto que uno debe tomarse, algunos se toman meses,  otros años, y otros semanas porque se han enamorado.

—Y-yo no dije que estoy enamorada de Reggie. Es decir, si fue lindo verlo luego de años y ahora vivimos juntos,  y cuando nos besamos solo estaba pensando "oh que bien besa hay que seguir haciéndolo", pero luego...

Interrumpo todas mis palabras cuando Florence agarra mi mano y le da un apretón con fuerza.

—Tu solo tienes que pensar Ronnie en que quieres para ti, si te gusta Reggie y él gusta de ti...pues ve por él, ¿no? Mira se nos permite ser un poco egoístas de vez en cuando, se te permite olvidarte de John e ir tras el muchacho de ojos marrones que te mira de una forma...wow si supieras como te mira.

—¿Y como lo hace?

—Como lo más fascinante y hermoso del mundo. Adelante, se egoísta, no tengas miedo.

Sonreí y mi amiga me agarra de la mano dándome un apretón. Ambas pegamos un salto al ver a Laurie con cara de culpable y un montón de pantalones caídos que accidentalmente había tirado. Florence suelta un suspiro agotado mientras se acerca a juntar todas las cosas.

*

La noche de intercambios de regalo había llegado, y en nuestra casa, lo considerábamos una gran fiesta. Preparábamos toda cantidad de comida dulce, gelatina y tortas para comer, la música estaba puesta en el mayor volumen aceptable para que los vecinos no se quejaran, y había chocolate caliente que nos ayudaba con una de las noches más frías del mes.

Nos sentábamos en indiecito alrededor de la mesa del living con toda la comida puesta en la misma, riendo y hablando a gritos porque la música era muy alta. Y jugábamos juegos de mesa, Paul intentaba lo mejor de si para contenerse y no insultar cuando perdía, era un chico bastante competitivo. Yo solo me consideraba competitiva en un único juego de mesa, y no lo jugamos desde que les tire las fichas a Tucker.

Para cuando iba haciéndose mas tarde, Laurie anuncia que era hora de regalos. Asi que empezamos a repartirnos, a Tucker le toco Florence y Laurie dándoles un nuevo juego de legos a Laurie y un CD del cantante favorito a Florence, la rubia junto a Laurie les toco regalarle a Paul unos nuevos auriculares ya que los suyos fueron rotos, y Paul le dio a Tucker unos nuevos rollos para su cámara que se habían acabado junto una taza de Star Wars.

—Oh no puede ser, ¿les toco a ustedes cada uno?—pregunto Tucker.

Reggie y yo nos miramos por encima de toda la comida, el chico de cabello oscuro me sonríe de lado. Suspire dándole mi regalo, era el chaleco que había visto en la tienda y le grabe un CD con buena música.

—Supuse que los chalecos te quedarían bien.—dije, Reggie sonríe dejando su regalo, se saca la campera que llevaba puesta quedándose con una remera blanca donde se leía The Rocky Horror Picture Show (algo me decía que se la robo a Tucker), y se coloca su chaleco encima de la misma.

—Me gusta.—dice él acariciando los bordados y sonríe—Ya vengo.

Se levanta y sube las escaleras mientras que todos lo seguimos con la mirada, suspiro sirviéndome gelatina y llevándome mas gelatina a la boca. Escuchamos las pisadas de Reggie bajar, me volteo a verlo y frunzo el ceño al verlo con mi pecera en donde yacía Simba, me extiende la pecera la cual tomo y ahí me doy cuenta que había algo nuevo junto a Simba.

Había un pequeño pez Betta haciendo compañía a Simba, sus escamas eran oscuras y al final terminaban en colores brillantes.

—Me decías que veias a Simba solo...y Tucker junto a Laurie me educaron todo sobre el rey león, entonces...decidí darte a Nala.

—Gracias...—susurre viendo a los dos pececitos nadar en la pecera.

—Oh y aquí tienes.—Dice extendiéndome una libreta que tenía dibujos de constelaciones, me muerdo el labio para reprimir una risa al ver un papel pegado donde veo claramente su letra en donde esta escrito "la constelación Luna".

—Gracias Reggie.—dije casi sin voz, él me sonríe y vuelve a sentarse en su lugar. Seguimos nuestra fiesta comiendo hasta reventar, hablar y luego nos acurrucamos todos para ver una película, estábamos viendo Jurassic Park, se escuchaba el murmuro de la voz de Tucker hablando sobre planos y fotografías, Laurie y Paul estaban sentado más adelante observando la tele, mientras que Florence se recostaba en el brazo de Tucker escuchándolo, pero a la vez quedándose dormida.

Yo observaba la televisión, mientras que los dedos de Reggie rozaban mi mano, tenía un brazo detrás de su cabeza y su mano me daba pequeñas caricias en el dorso. Sonreí un poco acercando más mi mano a la suya sintiendo un palpitar en mi pecho.

Cuando aparecieron los créditos, Paul se encargó de llevar a un dormido Laurie a la cama, mientras que Tucker hacía lo mismo con Florence cargándola en brazos. Mi amigo me mira antes de guiñar un ojo.

—Creo que me gusta esta festividad.—dice Reggie cuando nos quedamos solos, sonreí levantándome para juntar las cosas.

—Espera al año que viene, seguramente haremos algo mejor, pero si...lo empezamos por el simple echo de ser unos estudiantes que estaban aburridos.

Reggie me ayuda a juntar las cosas llevándolas a la cocina, lo miro mientras guardaba las cosas. Había algo en sus movimientos que daba cierta paz, se movía tan tranquilo, Reggie generaba paz con tan solo verlo. Era de esas personas que te podías quedar observando un buen rato y no vas a cansarte. El cabello negro le caía en la frente, y la remera le quedaba grande en los hombros, podía ver un lunar pequeño en su cuello.

Atrapa mi mirada y se ríe.

—¿Qué ocurre?

—¿Puedo pedirte algo?—pregunte y él asiente.—Besame.

Reggie se me queda mirando, me pase la lengua por los labios observándolo, me estaba arrepintiendo de haber sido tonta y pedirle un beso. Pero me sorprendo cuando Reggie se acerca a mi y sostiene mi rostro entre sus manos comenzando a besarme, le continuo el beso, algo tímido al principio, siento la suavidad de sus labios y suspiro sintiendo el sabor de la gelatina de cereza que comimos, mis manos se aferran a las suyas.

Suspire acercándome mas a su cuerpo mientras nos seguíamos besándonos bajo la luz de la cocina, sus manos bajaron a mi cadera y rodee mis brazos en su cuello. Pasamos unos buenos minutos besándonos, y luego, de alguna forma, terminamos en su cuarto acostados uno junto al otro.

La mano de Reggie acariciaba la mia y nos robábamos uno que otro beso en la oscuridad mientras sentía su nariz rozando la mia y sus labios junto a los mios. Sonreía entre los besos acercándome mas a él y Reggie me acariciaba con tanta delicadeza que no sabia que era capaz de eso. Y mi corazón explotaba ante cada caricia delicada que me brindaba.

Al lo mejor John estaba equivocado. Yo si podía ser amada, y podía amar mas que a él. 

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Ig: Julxswatt99

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