Capitulo 18
—¿Qué haces, Laurie?—pregunte al bajar las escaleras, pero el niño solo me mira y lleva un dedo a sus labios indicando que haga silencio. Decidí dejarlo, si iba a hacerle una broma no quería ser yo su víctima, hoy no se si poder soportar sus bromas. No me encontraba del mejor humor de todos.
Cuando John me golpeó, me tomo por sorpresa y no solo eso, si no la entrada abrupta de Reggie abalanzándose sobre él, podía ver sus ojos furiosos y sus manos apretando con fuerza su agarre, me había quedado en shock ante esa escena. Nunca lo había visto así.
Luego vinieron el resto de los chicos, y hubo toda una pelea hasta que Florence los echo. Ví a Florence enojada muchas veces con diferentes personas, uno la puede ver pequeña, amable y sonriente. Pero cuando se enoja, hasta Laurie le tiene miedo. Y creo que John no era la excepción cuando Florence lo amenazo de que si algo asi volvía a repetirse no habría lugar en la tierra donde pudiera esconderse.
Y lo echó.
Hablamos por un largo rato antes que volvieran los chicos a casa. Y tras esa conversación fui a ver a Reggie, y me quede dormida a su lado.
Hay algo tranquilo en dormir con él, como si Reggie fuera paz, verlo relajado con los ojos cerrados le da un aspecto que incluso parece mas joven. Estaba adquiriendo una mejor forma desde que empezó a recuperarse, a seguir su dieta y hacer sus ejercicios.
Al despertarme me había quedado observándolo un rato, mi cabeza estaba apoyado en su brazo, pensé que estaría incomodo, pero su pecho subía y bajaba en un sueño profundo. Corrí su cabello suavemente mientras lo observaba antes de decidir levantarme para dejarlo solo mientras suspiraba.
Agarre las tazas en la alacena viendo a Laurie de reojo que seguía a los pies de las escaleras.
—Laurie, ¿ya desayunaste?
—No.
Rodee los ojos haciendo las tostadas y puse el agua a calentar para hacer un te.
—¿A quien esperas?
Esta vez me ignoro de manera olímpica, veo a Florence bajar las escaleras mientras bosteza, pero ella tampoco parecía ser la victima de bromas de su hijo. Florence besa la mejilla de Laurie yendo a la cocina y me sonríe vertiéndose café en una taza.
—¿Debo preguntar que planea?
—No lo se.—dije viéndola.—No quiso decirme, tu y yo estamos a salvo por ahora.
Florence asiente bebiendo su café y agarra una de las tostadas que estaba haciéndome comenzando a masticarla.
—¿Sabes? A veces me preocupa Laurie.—dice Florence y la miro.—Siento que hay algo que estoy haciendo mal.
—Laurie esta muy bien, solo es un niño travieso.
—¿Y que pasa cuando llegue un día que sus bromas no sean mas bromas?—pregunta viendome, suspire sin saber muy bien que contestarle.
—Laurie conoce sus limites muy bien, es inocente no estas haciendo un mal trabajo...—dije bebiendo mi té y prepare el té para cuando Laurie se debatiera por venir a desayunar al terminar lo que sea que su malévola cabeza planeo. Florence estaba por hablar cuando el grito de los chicos nos llamo la atención y Laurence río a carcajadas.
Paul baja corriendo sacudiéndose el cabello mientras que Tucker camina apresurado con crema en sus pantuflas.
Paul se acerca a nosotras.
—¿Tengo alguna araña?, ¿tengo?—pregunta y negué con la cabeza mientras que nuestro amigo se sacudia completamente.
—Original, llenar mis pantuflas de crema.—Dice Tucker bajando mientras que Laurie rie a carcajadas corriendo a la cocina a tomar su desayuno.
—Tu demonio puso una araña en mi almohada, una de las grandes.—dice Paul molesto, Tucker no habla, solamente se hace una taza de café que se sienta a tomar. Florence solo mira a su hijo soltando un suspiro en lo que Laurie mordía una tostada, se que en su cabeza en estos momentos esta planteándose las palabras que me dijo hace un rato sobre no ser una buena madre.
Pasaron unos minutos, hasta que Reggie bajo de las escaleras bostezando, tenía la marca de la almohada a todo el costado de su cara y nos sonríe adormilado. Él al igual que nosotras no fue una victima de las bromas del niño, lo que dejo a Tucker y Paul algo indignados.
Reggie se hace un té y saca un paquete de galletas comenzando a comer.
—Bien, olvidemos de toda la travesura de mi hijo, se acerca el solsticio de invierno.—habla Florence.
—¿Acaso celebran eso?—pregunta Reggie sorprendido y me reí.
—Fue una tradición que se nos ocurrio, una excusa para darnos regalos.—comencé a explicarle.—Solo tenemos que hacer un sorteo y elegimos esa noche para repartirnos, es como navidad.
—¿Por qué en invierno?
—Estábamos aburridos después de unos meses, aparte es divertido.—habla Tucker.—Es solo para demostrar cuanto se conocen.
—Oh suena divertido.
—Que bien que te suena divertido.—comenta Paul.—Porque no es opcional.
Tras esas palabras, Paul saco una libreta y la dividió en cinco papeles, escribió nuestros nombres. Exceptuando a Laurie, era pequeño pero él y Florence siempre contaban como una persona. Paul puso los papeles en una taza vacía y nos fuimos pasándola.
Cuando fue mi turno saque el papel y sonreí un poco.
Hay algo hermoso del otoño que extrañaría a la llegada del invierno, me gustaba los diferentes colores de las hojas, del amarillo, naranja y marrón. Extrañaría el ruido que se hace cuando las pisas y las montañas que se forman en ella.
Tenía la vista perdida fuera de la clase, el profesor llevaba hablando horas sobre el análisis de los textos que en algún momento deje de entenderle, mi vista estaba concentrada afuera. Pensaba un poco en John, se que no debería pensar en él pero me es inevitable cuando se quiere a alguien.
Pego un brinco cuando siento la mano de alguien en mi hombro, me volteo a ver a mi compañera de banco que me suelta una sonrisa de disculpa.
—Perdona, pero te vi tan distraída que creo que no te enteraste que podemos irnos.—dice ella, mire el salón y a todos juntando sus bolsos para irse.
—Tienes razón.—murmure levantándome tras juntar mis cosas.
—El profesor nos indico que debemos hacer un informe de análisis.—dice ella.—Si quieres pásame tu mail, puedo ayudarte.
Le agradecí, porque la verdad no estaba enterada de nada de lo que me había dicho. No me sorprendería si llegaba a reprobar esta clase seguramente debería retomarla el año siguiente, ugh que horrible la vida del estudiante.
Baje las escaleras del edificio de literatura intentando no chocarme con nadie soltando un bostezo, ¿debería buscar a John?, decidí que eso era una mala idea mientras me encaminaba al de psicología para estar con Reggie.
Afuera no hacia tanto frio, apenas si corría una fresca brisa mientras que el cielo se encontraba nublado, camine por el campus donde había unos cuantos estudiantes de otras carreras sentados en el suelo con sus libros abiertos y ellos inclinados hacia adelante. Camine por el camino de piedras que te guiaba hacia el edificio de la universidad de Reggie.
Era un edificio mas pequeño que el de literatura, con dos pisos y pasillos bastantes largos. Veo a los alumnos y profesores caminar por lo mismo mientras espero a que Reggie salga, juntos podríamos buscar a Paul que seguramente estará todo sonrojado junto a Thian y comer algo los cuatros en lo que perdemos tiempo para no tener que ponerme a trabajar en mi tarea.
Veo a Reggie caminar con la nariz metida en uno de sus libros, con la remera de manga largas negra y pantalones oscuro, camina tan distraído que me sorprende que no se este chocando con toda la gente del pasillo. Aunque ellos hacen un buen trabajo para esquivarlo. Reggie alza la cabeza del libro y me sonríe mientras que termino con los pocos metros.
—No camines de manera tan distraída, puedes chocarte a alguien.
—Nah, tengo buenos reflejos.
—¿Qué acaso eres una especie de spider-man?—bromee mientras que Reggie abre su mochila guardándose el libro.—¿Mas material de clase?
—En realidad es un libro que escribió uno de nuestros profesores, nos dio copias gratis...¿me buscabas?
—Si, pensaba que seria buena idea ir a la facultad de tecnología, avergonzar a Paul e irnos a comer.
—Siempre es bueno avergonzar a Paul.—dice asintiendo.
—Entonces, ¿vamos?
Reggie estaba por contestarme, hasta que veo una mano aferrarse a su brazo cuyas uñas son de un brillante color naranja, observo a la chica a su lado, de cabello corto y teñido. Sus ojos de color avellana me lanzan una mirada que no supe identificar, vestida en botas, una falda larga y una remera de cuello alto.
—¿Nos dejas solos? Tengo algo que hablar con Reggie.—dice la chica, fruncí el ceño molesta ya por su actitud, Reggie se remueve incomodo sacando su agarre. La mire y luego observé a Reggie, los flashbacks de hace semanas atrás vinieron a mi cabeza, ella era la chica con la que Reggie se iba a ir de aquella fiesta.
La que Tucker dijo con la que tendría sexo.
—Reggie no quiere que lo deje solo.—dije cruzada de brazos.
—Bueno, yo quiero hablar con él y no necesito que estés metida.
—¿Quieres hablar con ella?—le pregunte a Reggie.
—¿Qué acaso eres su defensora o algo?—habla Maxine interrumpiendo a Reggie quien no alcanzo a emitir ninguna palabra.
—Desde que tu casi lo haces empeorar, si, soy su...amiga.
Maxine va soltando su agarre del brazo de Reggie, cosa que agradecí mentalmente o ya me hubiera abalanzado.
—Mejor no te metas, guapa.
—¿O que?—pregunte levantando el mentón, Maxine me da un leve empujon que me hace retroceder un paso. Deje mi bolso en el suelo devolviéndole el empujon, y es cuando se puso mas agresivo.
Mande todo a la mierda y fue cuando la pelea comenzó. Primero fueron empujones, que se fueron convirtiendo en golpes, Maxine intento soltarse mientras jalaba de su cabello naranja con fuerza, algunos nos alentaban mientras que Reggie intentaba frenarme.
Fuimos separadas cuando vimos que los profesores comenzaban a venir, lo que menos necesitaba es que me echaran de la universidad por haber tenido una pelea con alguien. Reggie me agarro con fuerza de la muñeca mientras íbamos al estacionamiento, nos subimos en su auto y me cruce de brazos como una niña pequeña enojada con el mundo en lo que él arrancaba. Estuvimos en silencio durante todo el camino, ni la música que estaba sonando en la radio podía hacerme bailar o cantarla. Cuando estaciona en la casa, baje del auto sin molestarme en esperarlo e ingrese subiendo las escaleras molesta sin saludar a nadie.
Me saque las zapatillas en la entrada y comencé a peinarme el cabello con los dedos.
—¿Qué mierda fue eso Ronnie?—pregunta Reggie molesto ingresando a mi cuarto.
—Sácate las zapatillas.—fue todo lo que le conteste.
-—Por qué empezaste una pelea con Maxine en medio de la universidad? ¿Qué se te paso por la cabeza?
—¡Solo te estaba defendiendo de esa estúpida que quería obligarte a hablar con ella cuando por su culpa ingresaste al hospital y empeoraste!
—¡Noticias! ¡ya estaba mal antes de Maxine!
—¿A que eso acaso me debe hacer sentir mejor?—pregunte molesta.—¿Hacerme creer que soy una estúpida que ninguno en esta estúpida casa se dio cuenta de tu estado?
—¡Aquí nadie es el culpable!, ¡tú no tenías por qué atacarla!
—¡Noticias Reginald, ella empezó! ¡estabas ahí!, ¿Qué acaso no la viste?.
—¡No me interesa Maxine, me interesas tu!
—¡Sacate las malditas zapatillas que estas llenando todo de tierra!—le grite, Reggie entrecierra los ojos observándome, y hace lo mas inmaduro de la vida.
Comienza a saltar.
Pongo las manos en mi cadera viéndolo dar grandes saltos, estoy segura que a este paso mi piso de alfombra ya tiene tierra en todos lados, juro que hasta veía los pequeños granitos en el piso, comencé a gritarle que se detuviera, pero Reggie simplemente seguía saltando a todo lo que podía.
En la puerta de mi habitación visualizo a Laurie quien nos observa como si hubiéramos perdido un tornillo por estar gritándonos y porque Reggie estaba saltando como si estuviera en un maldito castillo inflable.
—Laurie, dile algo.
El niño me observa y luego mira a Reggie, debió creer que Reggie se lo estaba pasando tan bien que fue todo un traidor y comenzó a saltar junto a él en mi habitación. En cuestión de segundos se le fueron unido los demás y yo solo pude suspirar.
Bueno, ya saben el dicho, si no puedes con ellos úneteles.
Comencé a saltar a la par de ellos y nos reíamos a carcajadas por nada en especial, simplemente eramos nosotros pasándola bien en mi habitación dando saltos como si nada. Nos detuvimos luego de un largo rato, donde terminamos agotados y jadeando, me reí antes de parar mi risa observándolos a todos de manera seria.
—Bien, ahora, ¿Quién limpia mi cuarto?
Laurie y su madre fueron los primeros en correr. Paul y Tucker tiraron a Reggie al suelo antes de huir. Veo a Reggie quien estaba tirado en el suelo con los brazos extendidos a los costados, y su pecho subia y bajaba de manera agitada.
Coloco mis piernas a cada lado de su cadera y pateo suavemente la misma.
—Arriba, debes limpiar mi cuarto.
Reggie suspira levantando cuatro dedos.
—Cuatro minutos.
—No, vamos, limpia esclavita.—dije, pero Reggie siguió acostado. Seguí dándole suaves patadas a su cadera.—Es tu culpa, si te hubieras sacado las zapatillas desde el inicio no estarías comprometido a limpiar.
—Si no fueras una maniática del piso y tuvieras otro como una persona normal, no estaríamos en esta situación.
—No es como si yo hubiera podido, la casa vino con este piso y era el cuarto mas grande que había.
—¿Dejas de patearme?
Seguí pateando su cadera, él se sienta en el suelo y coloca sus manos en las partes traseras de mi rodillas empujándolas, provocando que termine a horcajadas encima suyo. Reggie y yo nos miramos a los ojos mientras que mis manos pararon en su hombros.
—Perdona, es que querías que dejaras de patearme.
—En esta posición podría seguir golpeándote.
—No lo hagas.
—¿Por qué no?
Reggie no contesta, observo sus oscuras pestañas y los ojos de color café, su cabello negro peinado hacia atrás con algunos de sus cabellos echados en la frente. Sus mejillas ya lucían un poco mejor, no tenía ese aspecto enfermizo de cuando lo conocí.
Siento los latidos de mi corazón latir suavemente en mi pecho mientras lo observaba, acaricio el tabique de su nariz con mi dedo mientras que las manos de él paran en mi cintura. Mis ojos bajan a sus labios y paso mi pulgar por los mismos, coloco mi mano en su mejilla y la boca de él se acerca a la mia, cerré los ojos y los labios de Reggie no tardan en cubrir los míos, para cuando quiero recordar ya nos estábamos besando.
Su boca se mueve sin problemas sobre la mia de manera lenta mientras que le respondo de la misma forma, abro paso a su lengua y sostengo sus mejillas mientras que sus manos van a mi espalda acercándome mas a su cuerpo, mi corazón late con fuerza en lo que íbamos profundizando el beso y me abrazo a su cuello, los labios de Reggie eran suaves y húmedos. Acaricie su nuca mientras que sus manos se aferraban a mi espalda en lo que nuestras bocas seguían unidas.
Fuimos separados cuando escuchamos algo caerse. Me alejo del cuerpo de Reggie demasiado rápido mientras que Paul nos mira y se apresura a levantar la escoba.
—Perdón, solo pensaba en venir a ayudar a Reggie, pero...si ustedes quieren sigan, y yo...yo no vi nada, em...los dejo solos, si, puedo dejarlos...
—No te preocupes, Paul.—conteste levantándome mientras salía de mi habitación.—Hace falta mas que un beso para que saque a Reggie de sus deberes.
El chico de cabello oscuro me sonríe divertido, y mi corazón golpea con fuerza en mi pecho mientras me retiro fingiendo normalidad y calma. Baje las escaleras y me senté en el último escalón suspirando pesadamente, aun podía sentir los labios de Reggie contra los míos. Mi cabeza no dejaba de revivir aquel recuerdo.
¿Era normal haber experimentado emociones con él que nunca pude experimentar con mi novio?
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Ig: Julxswatt99
Nos vemos 💖🐢
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