Capitulo 13
Mike conducía el auto mientras yo estaba apoyado en el vidrio del mismo, en mi mano tenía una agenda con el nombre de un psiquiatra y su número de celular al igual que un nutricionista, Mike no había hablado en todo el viaje.
Me volteo a verlo. No habíamos hablado desde que me dieron el alta, él tenía la mirada seria concentrado en el camino.
—¿Qué tan enojado estas conmigo?—pregunté.
—No estoy enojado contigo.—dice él—¿Decepcionado? Demasiado, ¿preocupado? También, estoy mas molesto conmigo que otra cosa...tuve que darme cuenta.
—Vamos Michael.—dije haciendo que me mire de reojo, me forcé a lanzarle una media sonrisa.—¿Crees que no me encargue lo suficiente para que no lo pensaras?
—Si, es cierto...—suspira.—Pero siempre puedes hablar conmigo, Reggie...siempre que quieras.
Sonreí a medias y mis ojos se fueron a la pequeña libreta de mis manos, la abrí leyendo aquellos nombres de especialistas junto a los números de telefono anotados a su lado. Llegamos a la casa y ambos nos bajamos mientras me quedaba observando la misma, busque las llaves en mis bolsillos mientras caminaba a la misma. Pongo la llave en el cerrojo y le doy una vuelta. Al ingresar una pequeña sonrisa sale de mis labios.
Los chicos habían echo un cartel que decía "bienvenido a casa Reggie" y unos globos celestes, miro a mi hermano quien se encoge de hombros con una sonrisa mientras camino a la cocina de donde escucho las voces proveniente. Todos parecían sumergido en una gran discusión de como sorprenderme, mientras que yo solo me quedo viéndolo, Ronnie me daba la espalda al igual que Tucker, mientras que Florence parecía mas concentrada en remover algo, en la isla alcanzaba a ver comida suficiente para un ejercito.
—¡Reggie!—exclama Paul, y las discusiones terminan. Ronnie y Tucker se voltean, y Florence alza la mirada abriendo grande sus ojos celestes. Paul corre hacia mi abrazándome, rodeo mis brazos alrededor de su cuello mientras él me estrecha en los suyos con una gran alegría que fue contagiosa, a los pocos minutos, se me acercaron Florence y Tucker quienes también me abrazaron, Florence beso mi mejilla varias veces antes de apoyarse en mi hombro mientras la abrazaba.
—Pensé que nos dirían cuando llegaban.—escucho que dice Ronnie, al separarme del abrazo con Florence veo a la castaña hablando con mi hermano colocando sus manos en la cadera.
—Te dije, ¿no te llego mi mensaje?—pregunta confundido. Ronnie abre un poco la boca antes de cerrarla, el ceño fruncido desaparece y su cara adopta una expresión de sorpresa como si recién se acordara de algo.
—Oh...¡oh!, ¡si!, mi celular se descargo entonces tuve que cargarlo, luego los chicos quisieron hablarme de la sorpresa, querían gritar o algo asi...
Me acerco a ambos con cuidado, Ronnie deja de hablar para mirarme, le sonreí un poco y abro mis brazos delante suyo, ella lo tomo como una señal para brincar en mis brazos y ocultarse en mi cuello mientras que yo la rodeo con los brazos.
—¡Auch!—se escucha que viene de Mike, todos nos volteamos a ver a mi hermano quien se acaricia la parte trasera de su cabeza.
—¡Mami, mami!, encontré mi pistola lanza dardos.—dice Laurie apareciendo con el arma de juguete y la sonrisa de que hizo una travesura que le gusto demasiado. Laurence se detiene a verme fijamente demasiado sorprendido de verme ahí parado borrando todo rastro de sonrisa mientras que sus ojos viajan por los adultos de la casa.
—Hola, Laurence.—dije, Laurie hace una actitud muy adulta de rodar los ojos que provoca la risa de todos menos de Florence quien mira a su hijo con brazos cruzados.
—Ya puedes decirme Laurie.—dice él.
—¿Ah si?
—Si.—dice encogiéndose de hombros mientras sus ojos me recorren.—Mamá dijo que estuviste en el hospital.
—Asi es...pero ya estoy un poco mejor.—dije y me agache a su altura viéndolo.—¿Vas a saludarme?
Laurie se acerco aun con su arma de juguete en manos, estaba seguro de que si me distraía lo suficiente era capaz de lanzarme un dardo en la cabeza, aun así, rodeo sus brazos alrededor de mi cuello y lo abrace acariciando su espalda.
Me levante cuando Florence anuncia que íbamos a comer, me quede viéndolos a todos que se fueron sentando en la isla, Mike busca las servilletas mientras que yo me siento junto a Ronnie. Florence comienza a servir la comida en cuencos que alcanzo a ver que era arroz con pollo y verduras, cuando uno se me deposita al frente solo puedo quedarme viéndolo mientras mi estomago comienza a hacer un ruido extraño.
—¿No sabes?—pregunta Laurie.
—¡Laurie!—regaña su madre, Laurence decide ignorar a su mamá acercándose a mi, hunde el tenedor agarrando arroz, pollo y una zanahoria.
—Mi mamá es la mejor cocinera.—dice Laurence y acerca el tenedor cargado con la comida a mi rostro.—Me dijo que si no como verduras no crecería, y tu debes crecer mas Reggie.
—¿Ah si?
—Si.
Me reí levemente y suspire agarrando el tenedor llevándome a la boca, tuve una explosión de sabores en el interior mientras que Laurence sonríe sentándose a mi lado comiendo de su boul. Trague con algo de esfuerzo lo que comía mientras recibía la mirada de todos.
—¿Alguien me pasa la sal?
Y asi la mesa se lleno de ruido, risas e historias. Pequeñas peleas de lo mas bobas con los demás, y de una manera lenta termine mi boul de arroz con el resto de los ingredientes, y sonreí de eso. De algo tan pequeño como terminar un plato solo.
***
No era mucho mayor que Laurie cuando mi papá murió. Y me duele admitir, que si no fuera por las fotografías, mis recuerdos sobre él son vagos, Mike se le parecía demasiado, papá tenía una ligera panza que ocultaba en camisas, siempre olía a tabaco y suavizante de ropa, y tenía un horrible bigote en su labio superior. Mamá a veces miraba las fotografías y acariciaba con anhelo las mismas, "siempre le gustaba tener ese bigote aunque yo le decía que se afeitara".
Papá era piloto de aviones, hay una foto mia en la que estoy en la cede de control sentado en sus piernas y él estaba de uniforme, donde me puso el sombrero que me tapaba la visión, y él reía mientras me abrazaba y mis manos estaban en una de las palanca. Lo que si recuerdo, un recuerdo tan vivido, fue cuando tenía cinco años, y estaba enojado porque papá se iria esta vez por mucho tiempo, no quería que se fuera, entonces me llamo, me sentó en su pierna y tras besar mi mejilla dijo que tenia un regalo especial para mi.
Puso un pañuelo blanco en la mesa, el cual desato y de ahí me mostro dos relojes de bolsillos de color bronce, al abrirles la tapa, podías ver nuestras iniciales en cada uno de ellos. El mio tenía una escritura, que actualmente, por la vejez apenas puedo leerlo. Pero el puso los dos relojes frente a mis ojos, me enseño a leer la hora y me dijo.
-Nuestros relojes están sincronizados, así tu puedes ver que hora es donde yo estoy, ¿si? Y puedes llamarme.-dice viéndome.-El mio marca la hora de aquí, así yo puedo llamarte antes de que te vayas a dormir.
Lo mire y él me sonrió.
Murió dos años después de eso, presa de un gatillo fácil cuando en medio de una persecución los policías se lo confundieron con un ladrón. No se que les hizo confundirse, si era porque era mas moreno, porque estaba algo apresurado ya que quería darle a Mike el regalo de cumpleaños, porque iba mas rápido ya que nos extrañaba. Nunca lo supe, solo se que le dispararon porque estuvo en el lugar y el momento equivocado.
Los gritos desesperados de mamá fueron lo que me sacaron esa noche en cama, mi mamá temblaba, y yo estaba quieto sin entender. Mike, siendo simplemente un niño, pero mucho mayor que yo, fue el que tomo las riendas del asunto, calmo a nuestra madre, llamo a nuestra tía y me alzo donde se quedo conmigo toda la noche, y en una voz calmada quien hacía un increíble esfuerzo para no romperse. Me conto que papá murió. Claro que actualmente, viendo esa parte, Mike me quiso contar las palabras suaves en lugar de la verdad "a papá lo asesinaron".
En el funeral de papá, recuerdo los llantos, el olor a comida caliente que la abuela traía, el olor a las abundantes flores. Y me recuerdo a mi, aferrado con fuerza a los relojes, uno en cada mano, me agarre con tanta fuerza de ellos que logre lastimarme, y Mike me regaño por eso. Si ves las palmas de mis manos con atención, puedes visualizar una que otra pequeña cicatriz de la forma exacta de los relojes de bolsillo.
Siento la mano de Ronnie ponerse alrededor de mi brazo y su mejilla se apoya en mi hombro. Ya estábamos solos, mamá y Mike se nos habían adelantado mientras que yo miraba la lapida con su nombre, su fecha, y las brillantes flores que compramos para él.
—Era un gran hombre.—dice Ronnie y asentí, ella sonríe.—¿Te acuerdas los castillos de arena que nos armaba?
—¿Hablas el que nos destruía porque a él no le salían?.—pregunte y ella se ríe.—Luego lo perseguíamos por toda la playa.
—Siempre te envidie por tu padre.—dice Ronnie.—Era la única persona que mi propio padre parecía respetar con algo referido a mi, como cuando quería jugar con muñecas o algo de eso...
Me acerque a su lapida tocando la fría piedra.
—Creo que estaría muy decepcionado de mi.—dije lo suficientemente alto para ser escuchado, Ronnie pone sus manos en mis hombros y se inclina donde la siento besar mi coronilla.
—Hum no, estaría preocupado como todo padre...pero no estaría decepcionado de ti, le gustaría ver la clase de hombre que te estas volviendo.
—¿Ah si?¿Que me estoy volviendo?
—Alguien fuerte.—dice ella.—Alguien bueno, falta la bondad en este mundo, la empatía, las personas que quieren y avanzan, le gustaría ver tu esfuerzo...puedes llorar si quieres, Reggie.
Pero no lo hice, solo suspire mientras acomodaba mejor las flores y me levante, me volteo a ver a Ronnie quien me sonríe un poco. Paso mi brazo por sus hombros para alejarnos del cementerio.
—Ven, hay que ir a comprar para la cena de esta noche.
—Si, tengo lo que tu madre nos encargo...será raro, tener a todos reunidos como los viejos tiempos.
Agradecía que el mercado no estuviera tan lleno, hacer las compras no era de mi agrado, pero podía ver que a Ronnie le gustaba. Lo mas gracioso de ella es cuando tomaba impulso, hacía una corta carrera por los pasillos y luego se subía al carrito deslizándose en el mismo. Ya había chocado a dos personas con carrito que solo le echaron una mala mirada antes de seguir con las compras de la tarde, me aleje un poco de ella, si iban a echarla esperaba que a mi no para al menos tener las cosas y no darle la explicación a mi madre de que nos echaron.
Caminando por los pasillos, visualizo a dos niñas pequeñas frente a los cereales. Ambas eran castañas, una de un castaño mas claro que la otra, ambas con listones de diferentes colores encima de su cabeza, una de ellas con una remera azul y pantalones, la otra con un jardinero lila y una remera a rayas. La niña con listón rosa e intenta alzar a la del jardinero, pero aun no son demasiado fuertes...o altas, para agarrar algo.
Levanto mi mirada observando que lo que quieren es la caja de cereal con la sorpresas dentro, ¿debería darle una o dos?, me acerco a las cajas que estaban en un estante muy por arriba de ellas y se los alcanzo. Ambas niñas me miran, son hermanas sin duda, tenían los mismos ojos oscuros, y la barbilla redonda. Los ojos de una eran demasiado redondos, mientras que la otra los tenia de una forma mas almendrado, tal vez por sus pequeñas diferencia, me atrevo a decir que son mellizas, cada una tenía un collar con una inicial. "C" y "S".
Tal vez debería preguntarles donde esta su madre, lo único que faltaba es que se le hubieran escapado y hay una mujer preocupada corriendo por todo el mercado en busca de dos niñas que querían un cereal. La que tiene el collar de la letra S abraza la caja con contra su pecho. Estaba por preguntarles donde esta su madre, cuando una señora al final del pasillo aparece con un pequeño bebe en brazos.
—Seline, Circe, ¿Qué les dije de alejarse de mi? Vengan ahora mismo.
Las dos niñas echan a correr, una de ellas se detiene, la de la letra "C" se da vuelta corriendo hasta mi y me sonríe, me da una inclinación que intente no reírme.
—¡Gracias señor!—dice con su voz infantil, bueno, era mas educada que Laurie, Laurie hubiera pateado mi rodilla sin problema.
—No hay de que.
—¡Circe, mami nos espera!—le grita su hermana, Circe me sonríe corriendo hacia su hermana, con la mano que no agarra la caja, se la extiende a su hermana quien la toma y ambas echan a correr. Observo a las madre quien les habla en voz baja, seguro algo de no escaparse, luego alza la mirada a veme con una expresión seria y solo hace un saludo con la cabeza el cual devuelvo antes que se retiren.
—¿Quiénes eran tus nuevas amigas?—escucho la voz de Ronnie a mi espalda, me volteo a verla, ella seguía deslizándose con el carrito, pero podía ver que fue buscando las demás cosas que necesitábamos, me sonríe pretendiendo una inocencia que era absolutamente falsa.
—Unas que querían cereales y se le escaparon a la madre...tienen nombres peculiares.—dije caminando, con Ronnie deslizándose en el carro.
—Me gustaría tener niños.—dice ella en un murmuro como si fuera un deseo bastante lejano mientras caminamos por el mercado. La mire.
—¿Cómo Laurie?—pregunté fingiendo un escalofrió, ella golpea mi hombro de manera divertida.
—Laurie es bueno...bueno, no con ustedes.—dice y rodee mis ojos mientras ella ríe.—Bueno, es cierto no es amable con los chicos de la casa y tal vez yo tengo sus bromas inocentes, pero es buen niño.
—Lo se.
—Tambien me gustaría ser madre de acogida, darles un hogar temporal a niños o adolescentes en lugar de tener que estar en esos lugares...como seré una famosa escritora, y mi amigo Tucker me contratara para escribir guiones, podre ayudar bastante.
Observe el perfil de Ronnie, mientras que ella iba agarrando el resto de las cosas leyendo la lista, observe sus labios delgados, las mejillas redondas y la nariz pequeña. Se voltea observándome con sus ojos verdes antes de sonreírme con los labios cerrados.
—¿Qué pasa?—pregunta.
—Solo eres muy hermosa.
¿Dije esas palabras en voz alta? ¿¡Acaso dije mis pensamientos en voz alta!?. Ronnie solo se me queda observando mientras ahora yo estaba por tartamudear, ella sonríe.
—Bueno, gracias Reggie.—dice dejando las cosas.—Pero no creas que por eso te dare mas de mi helado.
Ella deja las cosas en el carrito y empuja el mismo echándose a caminar mas rápido.
La cena estuvo bien, nuestra pequeña familia reunida junto a los padres de Ronnie, ella parecía demasiado sumergida en sus pensamientos en esos momentos, y aunque notaba la forma en la que mi madre miraba a la chica sentada con nosotros, o como sus padres evitaba mirar a su hija, me daba a entender que en cualquier momento la cena podría traer una discusión.
Luego de la cena, Ronnie estaba en el patio, la encontré acostada en el suelo mirando al cielo nocturno mientras adentro estaba las voces de los adultos, la conversación se había vuelto mas seria y el tema de conversación era uno de los favoritos por sus padres "la transición de Ronnie", su madre hablaba con una voz rota de su hijo muerto reemplazado por una niña, me alegraba que Ronnie no estuviera ahí. Y aunque Mike y yo intentamos defenderla, nuestra madre nos dijo que nos fuéramos.
Mike subió a su viejo cuarto a descansar, yo fui con Ronnie.
—¿Qué haces?—pregunte.
—Busco constelaciones.—responde, me acuesto a su lado mirando el cielo estrellado.
—¿Encontraste alguna?—pregunte, ella extiende un brazo y señala el cielo.
—Esa blanca y redonda, se llama Luna.
Me reí y ella se río conmigo.
—Lamento decepcionarte, pero la luna no es una constelación.—dije provocando que su risa se haga contagiosa. De a poco se va acabando, ella mira el cielo, yo la miro a ella.
—Lamento irme tan rápido de la cena, la estaba pasando bien...pero sabía que mi madre en cualquier momento sacaría este tema.—dice suspirando.—¿Sabes que es lo peor? Que ella actúa como la victima, hablando de lo difícil que fue para ella.
Me quede callado porque en aquel momento no encontraba palabras para decir y creo que lo mejor era no decir nada.
—Se que hay padres que sufren con sus hijos, pero en el sentido empático de la palabra, en el sentido de que sufren el bulling de sus hijos, la tristeza de sus hijos...pero mi madre, mi madre dice que sufre porque "mate" a Robert, porque nunca seré el niño que ella siempre quiso imaginándose todo el futuro.
No supe que contestarle, pero ella no quería parecer que le contesté, solo quería desahogarse. Gira su rostro y luego se coloca de costado observándome lleve mi mano a su cabello echando unos pequeños mechones hacia atrás.
—¿Te incomode en el mercado?—pregunte.—Lo lamento...
—Oh Dios, deja de ser tan educado.—dice bromista. —No me molesto, solo me sorprendí.
—John tuvo que decirte que eres hermosa.
Ronnie no me contesta, yo me la quede viendo, de noche, el color verde de sus ojos se volvía más oscuros. Y mientras la veía, mis ojos bajaron a su boca, y ella hizo lo mismo. Nunca antes tuve tantas ganas de besar a alguien en mi vida, me acerqué a su rostro, nuestras narices se acariciaron y podía sentir la cercanía de sus labios, el suave roce de nuestras bocas, solo debía acercarme mas, solo debía agarrarla y besarla. Mi corazón comienza a latir con fuerza que podía sentirlo en todo mi cuerpo.
Pero Ronnie gira su rostro antes de que se sentara mientras yo me quede aun acostado, no tuve que hacer eso, es decir, ella tenía novio. Nos quedamos callados un rato, contemple la idea de disculparme, ella se levanta, yo aun me quedo en el pasto, deseando que la misma tierra tomara mi cuerpo y me tragara.
—Iré por el helado, deséame suerte por no escuchar a mi madre hablando de sus dificultades y a mi padre mirándome con odio. —dice ella en un intento vago de bromear, no le conteste, solo se fue mientras que yo me quedaba ahí. Suspire volviendo a mirar el cielo.
Tal vez no pasó nada, tal vez pudo haber pasado, todo era unas posibilidades de "tal vez", pero eso quedaría como un secreto entre nosotros y el cielo estrellado en un pequeño pueblo llamado Golden Valley.
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Gracias por leer ❤️
Ig: Julxswatt99
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