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Capitulo 12


Los hospitales me ponían ansiosa, había algo de ver a los enfermeros y doctores ir y venir saliendo y entrando de salones que no me gustaba para nada, había algo en las desnudas paredes de color blanco con un cartel de como cuidarse de ETS que me ponía mas intranquila de lo que en realidad debería ponerme, y había algo de los movimientos de la puerta que provocaba que girara mi cabeza cada cinco minutos.

Las sillas de plástico color negras eran bastante incomodas, llevaba un buen rato sentada y sentía las piernas entumecidas. Suspire apoyando mi cabeza en la pared, cuando cerraba los ojos, se me venía a la imagen Reggie, como le intente hablar pero de su boca no salieron palabras. Como grite a los chicos por ayuda cuando vi que la acción de mantenerse de pie le parecía imposible, como sus piernas le fallaron y sus ojos se pusieron blancos antes de caerse, como Tucker lo sostuvo a tiempo antes de que se desplomara en el suelo.

Vuelvo a abrir mis ojos y giro mi rostro al escuchar unos pasos acercarse, me levanto del asiento demasiado rápido mientras que Mike simplemente camina con la mirada fija en las puertas hasta llegar a donde estoy yo. Tenia su cabello peinado hacia atrás con su ropa deportiva de color blanco, mira por la pequeña ventana al cuarto donde Reggie esta internado un buen rato.

—Lo siento...—comencé. —No supe a quién más llamar, pensé en llamar a tu madre, pero...pero pensé que era mejor llamarte a ti, ya que vives mas cerca y...

—Está bien. —dice él suspirando. —¿Qué sucedió?

—Yo no...no lo se.—dije y se voltea a verme de manera seria que me hizo estremecer.—Simplemente se desmayó.

—¿Ha comido?—pregunta y lo miro.—¿Cuándo fue la ultima vez?

Abrí la boca y volví a cerrarla. ¿Esta mañana?, no, Reggie se había ido antes de que me despertara y Paul me dijo que solo lo vio irse. ¿Anoche?, bueno, anoche dijo que se iría con sus amigos de la universidad...¿ayer?, ¿antes de ayer?, ¿Cuándo fue la última vez que Reggie compartió un lugar en la mesa?

Me empecé a poner nerviosa tras la mirada interrogatoria de Mike.

—Nunca lo viste, ¿no?

—No—murmure. —P-pero, pero él siempre me decía que almorzaba en la universidad o...

O me evitaba en desayunos y otras horas de comida.

O se encerraba en el baño luego de las cenas y no era necesariamente por largas duchas donde no había ningún rastro de agua. 

Mike suspira cerrando los ojos sentándose en las sillas, lo observo antes de sentarme a su lado.

—Mike...

—Nunca te dijeron, ¿no?—pregunta viéndome en un tono de voz demasiado duro que me hizo estremecer.—Nuestras madres...¿nunca te hablaron de...? ¿Aceptaste a Reggie en tu casa asi nomas sin preguntar?

—Claro que pregunte —dije ofendida.—Me dijeron que estuvo en un hospital, pero...no se si te acuerdas de mi madre, Mike, no le gusta hablar de temas que no le conciernen y me a dicho mil veces que es de mala educación meterme en cosas que no son de mi asunto.

—Bueno, tuvieron que decirte teniendo en cuenta lo grabe que es el asunto. —dice suspirando pasándose una mano por su cabello oscuro.—No estoy enojado contigo, solo con ellas.

Cuando mamá me dijo que Reggie estuvo en un hospital que lo hizo perder un año de universidad, me imagine que tuvo un accidente muy grave, o que había enfermado de gravedad, o...

—Reggie tiene anorexia.

Okey no me esperaba eso. La boca se me seco de golpe mientras suspiro.

—No te culpo por no darte cuenta. —dice en un inútil intento por tranquilizarme.

—Yo lo haría...

—Tampoco me di cuenta cuando empezó...para cuando me di cuenta, fue cuando mamá me llamo llorando diciendo que Reggie se había desmayado y estaba internado, tuve que ser un mejor hermano para él...tuve que saberlo, si lo hubiera sabido a tiempo, si tan solo...—Mike suspira afligido llevándose las manos a su rostro masajeándose.

—Ey...en el mundo no hay un mejor hermano para Reggie que tu, eres un increíble hermano mayor Mike.

—Si lo fuera, no me habría ido.

—¿Que clase de hermano seria Reggie entonces si no te dejaba seguir tus sueños?—pregunte y me mira, sonreí un poco.—Eres un increíble hermano, Reggie...tiene muchas cosas ahora, pero eso no es culpa tuya porque tu lo amas más que a nada en este mundo, y yo lo se, los e visto, la forma en la que Reggie habla de ti es como...como si te admirada demasiado.

—No se cuánto me admirara ahora—dice él masajeando sus muñecas.—Fui malo contigo.

Trague saliva, ¿en que momento la conversación se había dado vuelta y terminamos hablando de mi?

—Estuve leyendo...—dice él y me mira, sus ojos oscuros adquirieron un leve brillo mientras me mira.—Sobre tu...transición.

—Oh.—Es todo lo que pudo salir de mi boca en ese momento.

—Lo lamento, haberte tratado de una manera...indiferente, no respetarte—dice suspirando.—Estoy aprendiendo.

Sonreí asintiendo.

—Eso es bueno, Mike—dije.—¿Sabes? Uno de mis primos mas chicos le costaba llamarme por Ronnie, porque era muy pequeño aun, entonces empezamos de a poco, le dije que podía llamarme Ro...tu puedes también llamarme Ro. Daremos pequeños pasos, ¿no?—murmrue y le di un pequeño golpe amistoso con mi rodilla en su pierna—Me encantaría volver a ser tu amiga, Mike...también te extrañe a ti como no tienes ni idea desde que me separaron de ambos.

Mike me observa y me sorprende cuando sus brazos me rodean, le respondo de la misma forma acariciando su espalda mientras que lo escucho suspirar.

—También quiero volver a ser tu amigo, Ro.—dice y me apoye en su hombro.—Debo admitir que estas sexy.

Una carcajada escapo de mis labios mientras nos separamos y le doy un empujon bromista mientras nos volvemos a sentar con normalidad.

—Tu tampoco estas mal.—dije viéndolo y él rueda los ojos.—Pero honestamente, a tu hermano le vino mejor la pubertad.

Mike suspira volviendo a poner una mueca en su rostro.

—¿Qué pasara ahora?—susurre viéndolo, Mike se pasa la mano por el cabello.

—Si llamo a mamá, ella querrá volver a internarlo y serán mas estrictos con él al descubrir que mintió para salir, podría enojarse conmigo demasiado, con ella...siento que eso lo haría mucho peor.—dice viéndome.—Tengo una idea loca.

—Me gusta las ideas locas.

—No le dire nada a mamá.

—Esa ya no tanto.

—Mira.—dice Mike viéndome.—Es como te acabo de contar, si se lo digo, va a internarlo, Reggie pudo mentir en el hospital lo mas bien, puede volver a hacerlo o las cosas se pondrán peores para él y serán mucho mas estrictos...estuve lejos por mis partidos que no pude tener mucha opinión, entonces...podemos hacer algo nosotros.

—¿Hablas de terapia?

—Todos los psicólogos deberían saber como trabajar yendo a uno.—dice Mike y coincidí en eso.—Me refiero a terapias, nutricionistas, hacer que se sienta...bien, ¿me entiendes? No será fácil, no es algo que con abrazos y cariño podamos curar así nomás.

—Tienes razón...—susurre.—¿Significa que se ira a vivir contigo?

Le veía sentido si Mike terminaba diciéndome que si, después de todo, yo falle en mi trabajo que ni siquiera sabía que tenia asignado.

—No.—dice haciendo que lo vea.—Entre mis entrenamientos y trabajos no estoy mucho...Se que suena mal, pero Reggie no puede creer que voy a conformarme con dejarlo solo, y eso lo hará molestarse mas, entonces...¿siempre hay alguien en la casa?

—La mayor parte del tiempo, es raro quedarse solo en la casa.—dije asintiendo.

—Entonces...¿esta bien que siga contigo?—pregunta y asentí con una pequeña sonrisa, me tomo por sorpresa cuando Mike me abraza por segunda vez y suspira aliviado. Como si se sintiera aliviado de saber que no estaría encargándose todo él solo, y yo también, y se que todos los de la casa se sentirán aliviados de ayudar.

Cuando el doctor se nos acerco, Mike se encargo de hablar con él, estaba segura de que Mike se encargaría de conseguir los mejores doctores para su hermano menor. Y mientras ellos hablaban, yo ingrese al cuarto de Reggie, donde lo vi, realmente lo veía en este momento, ¿Cómo podía ser tan ciega? Sus mejillas ahuecadas eran lo primero que tuvieron que decirme que algo estaba mal, la forma en la que su cuerpo era demasiado delgado cuando lo abrazaba, él no me miraba, tenía la mirada fija en el exterior.

Camine hasta él sentándome a su lado en la camilla. Podía ver una gelatina de frutilla colocada en una charola y la sostengo en mis manos moviendo la cuchara.

—Me gustaba hacer bailar las gelatinas cuando era una niña.—dije moviendo el contenido.—La forma que se tambaleaba me parecía graciosa.—Me gustaban las de manzana honestamente. Pero la frutilla es buena opción.

Reggie se voltea a verme, tenía bolsas negras debajo de sus ojos cafés, lleve una cuchara de gelatina a mi boca y suspire.

—Hum, si, delicioso, creo que es lo único bueno que hace este lugar.—dije comiendo otro poco.—¿Quieres?

Mueve su cabeza de lado a lado haciendo que suspire.

—¿Sabes que pasa si no...si no te alimentas?, ¿verdad?—pregunte viéndolo. Él vuelve a mirar afuera mientras de la frustración por no lograr que me hable me lleve otro pedazo de gelatina a la boca.—Pudiste contarme Reggie, pudiste hablar conmigo, ¿Cómo no se te ocurre contarme?

Sabía que lo que Reggie menos necesitaba es que yo me pusiera a la defensiva en estos momentos, volvi a llevarme otro pedazo de gelatina con una pequeña furia como si quisiera deshacerme de toda ella. Inhale y deje escapar el aire con cuidado viéndolo.

—Enserio me gustaría que hablemos de esto, por favor.

Reggie parpadea lentamente y pensé que fingiria dormir con tal de dejarlo tranquilo, mueve su cabeza volviendo la vista hacia afuera mientras yo sigo comiendo la gelatina.

—¿Te acuerdas cuando eramos niños?—susurra y lo miro. Su voz no sonaba como su voz, sonaba carrasposa y demasiado grave—Comencé a subrir horriblemente de peso luego de la muerte de papá, comencé a comer demasiado, todo el tiempo.

Era cierto que Reggie nunca fue un niño del todo delgado, tenia un cuerpo de cualquier niño pequeño, pero al año de la muerte de su padre, había subido mucho de peso. Nunca me había fijado realmente en eso, nunca fue algo que realmente me interesara por comentarle, él atravesaba una perdida.

—Y luego tu te fuiste, mi mejor amiga se había ido.—dice.—No te culpo claro, no había nada que pudieras hacer.

—Si te sirve de consuelo, pelee con mis padres para no irme de Golden Valley.—dije y me mira.—Se que no a todos les gusta, pero yo amo Golden Valley.

Reggie me sonríe un poco, y veo como su pecho se mueve ligeramente para suspirar.

—Luego entre a la secundaria...y eso fue peor, era mas gordo que cualquier otro niño de mi clase, literalmente era el blanco de burlas del profesor de gimnasia. Era la clase de chico que ninguna de las niñas queria salir. Las burlas, todo eso...

—Yo hubiera salido contigo...aunque bueno, a edad yo todavía no pase todo mi proceso.

Reggie sonríe de lado y estiro mi mano hasta agarrar la suya.

—A los dieciséis comencé...no queria ser mas asi, pero la gimnasia no me ayudaba, mi ansiedad con la comida era mas grande...y recurri a la opción que yo crei mejor, pero no lo fue. Me dolía mentirle a mi madre, no soportaba hablar con Mike y mentirle, hasta que se dieron cuenta, y me mude contigo...—dice viéndome.—No soportaba mentirte a ti, ni a Tucker, Florence o Paul...pero no podía parar, no puedo parar Ronnie, lo intento...

—Ey...—susurre agarrando sus mejillas.—Si puedes Reggie, ya no estas en la escuela, los adolescentes y los niños a veces son tan crueles...pero ya no estas ahí, estas aquí conmigo, con nosotros que te amamos mucho, y queremos que estes bien.—dije acariciando su mejilla.—Tal vez no tenias muchos a quien pedirle ayuda, pero ahora si, y vamos a hacerlo Reggie.

Reggie comienza a llorar en silencio, me acomode junto a él y deje que se apoyara en mi pecho mientras lloraba, me abraza por la cintura mientras acariciaba su cabello besando su coronilla y suspire.

*

Al entrar a la casa, todos se voltearon a verme, Florence estaba sentada en el sillón individual, mientras que Tucker estaba en el otro, Paul estaba parado seguramente mordiéndose las uñas, Laurie estaba arrodillado frente a la mesa de café armando legos. Todos esperan a que hable, camine hasta Laurie y toque su hombro llamando su atención, Laurie me mira.

—¿Qué tal si vas a mi cuarto con Simba?—pregunte.—Estoy segura de que le gustara oir una historia tuya.

Laurence frunce el ceño, suponiendo que quiero deshacerme de él y tener una charla con los adultos.

—Puedes jugar a los juegos de mi computadora.—dije haciendo que esta vez sonría y se levante yéndose arriba.

Cuando Laurence se va arriba, todos los ojos vuelven a recaer encima mio.

—Si enviaste a Laurence arriba es porque no es algo bueno.—dice Tucker inclinándose hacia adelante, esta vez negué.

—¿Qué sucede? ¿estará bien? ¿Qué es?—pregunta Paul demasiado ansioso, suspire y comencé a contarles todo lo que sabía. Para cuando termine, los tres se quedaron en absoluto silencio sin saber que decir, Tucker agacho la mirada, Florence parecía a punto de llorar con sus ojos reflejando tristeza, y Paul lucía mas ansioso que antes.

—Oh eso explica mucho.—dice Paul comenzando a caminar.—Es decir, la forma en la que siempre huia, y cuando le hice tortitas en su primera mañana...las estuvo despedazando, ¡pero fui tan estúpido!

—Todos los fuimos Paul, ninguno se dio cuenta.—habla Florence en un tono calmado como cuando le habla a Laurie cuando se siente frustrado por algo.

Paul se sienta junto a Tucker, nuestro amigo seguía callado con la mirada fija en el suelo.

—¿Tuck?—susurre.

Tucker se vio sus manos.

—Yo lo vi...—susurro.—Cuando salio de las duchas en una de las noches vi que...que era demasiado delgado y por un pensamiento estúpido no me preocupe lo suficente...cuando entre a su cuarto el día que Laurie me robo mi botiquín vi sus piernas...cuando lo console por Maxine toque su espalda, se desmayo y juro que pesaba menos de lo que Laurie pesa... todas las señales estaban ahí...soy un pésimo amigo.

—Somos—dice Paul. Suspire.

—No tenemos por qué echarnos la culpa.—empecé yo.—Todos tuvimos nuestro momentos de darnos cuenta, Reggie lo oculto bien, nos mintió bien y sabemos porque. Pero no podemos lamentarnos ahora, todos pensamos que pudimos ayudarlo.

—Ronnie tiene razón.—habla Florence.—Ahora hay que trabajar para hacerlo sentir mejor...

—Su hermano se encargara de varias cosas.—comenté.—Pero nosotros tenemos también tarea, no lo agobiemos, no lo tratemos como algo frágil porque él no quiere eso, hay que...tratarlo como Reggie, nuestro amigo Reggie.

—Podemos hacer una fiesta.—habla Tucker.—Con nosotros solamente, y Mike...¿esta todo bien entre Mike y tu, no?

—Si, ya hablamos...me gusta eso de la fiesta.

Y hablamos de eso, hablamos de la pequeña fiesta para Reggie cuando volviera. Reímos un poco aunque nuestras voces sonaran ahogadas, aunque luciéramos preocupados, intentamos relajarnos. Cuando terminamos, subí arriba, Laurie estaba frente a mi computadora jugando a un juego de armar casas y hablaba con Simba sobre lo que estaba haciendo, sonreí al ver sus pies descalzos y sus pequeñas zapatillas en el marco de la puerta.

Me saco las mias entrando a mi cuarto y Laurie me mira, bese su coronilla y apoye mi barbilla en la misma observándolo jugar.

—¿Reggie esta enfermo?—pregunta al cabo de un rato en el que ambos nos quedamos en silencio,  cerré los ojos apoyando mi mejilla en su coronilla mientras lo abrazaba por detrás.

—Un poco.—dije—Pero va a mejorar.

—¿Cómo?

—Con nuestra ayuda.—dije.—Entre otras cosas como terapia por ejemplo.

Laurie se voltea a verme, corrí un poco el cabello que le caia sobre la frente, sin duda Florence debería cortarle un poco el pelo o dejaria de ver en cualquier momento.

—¿Cómo lo ayudamos?

—Solo demostrándole que somos su familia.—dije besando su frente.—Porque eso es importante para ayudar a alguien Laurie, recordarle que eres su familia y que lo quieres. Y conseguir todos los medios necesarios para que se sienta mejor.

Laurie sonríe y se voltea para seguir jugando mientras yo iba a mi cama recostándome para leer uno de mis libros, tras pasar un capitulo, alzo mi mirada donde Laurence sigue jugando. Esperaba que usara mis palabras para algún bien en su futuro, pero aun faltaba demasiado como para pensar en un Laurie adolescente, solo esperaba que fuera bueno.  

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Hola cómo están? Espero que muy bien ♥️

No olviden de dejar su voto se los agradecería ✨✨

Ig: Julxswatt99 💛

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