Odiaba que no me saliera algo tan sencillo como ponerme la línea del delineador, y es que parece una tarea imposible para una sola, por eso envidio como Florence la pasa sin problema dejando una línea perfecta. Me mire en el espejo atentamente de todos los ángulos, siempre me gustaron el color de mis ojos, era de un verde tan claro que eran atrayentes, tenía las mejillas redondas y con el maquillaje se me notaba mejor unos rasgos.

Miro hacia Florence quien se observaba en el espejo de la pared pasándose pintura de labios rosa frente al espejo, estaba hermosa sin duda, con un vestido celeste que le quedaba suelto y un pequeño escote en su pecho. Su cabello rubio tenia pequeñas trenzas atadas formando un moño detrás de su cabeza y el resto del cabello suelto.

—¿Qué pasa?—pregunta dándose la vuelta y la miro sonriendo.

—Nada—susurre.

—Algo te pasa—dice ella.—¿Vas a decirme o tendré que mirarte haciendo puchero y parpadeando muchas veces para que me digas?

Suspire viéndome la ropa, me había puesto un top rojo con unos shorts vaqueros negros y sandalias. Me sentía bien, pero aun así... 

Me volteo a mi amiga quien saca su puchero hacía afuera y empieza a parpadear exageradamente. Le doy un suave empujón provocando nuestras risas.

—Reggie no me dijo la verdadera razón porque peleo con su hermano—susurre abrazándome a mi misma.—Pero lo se, es decir, me llamo Robbie.

—Oh, oh Ro...

—Es algo triste, quería a Mike como un hermano mayor, aun lo quiero y eso es lo mas triste. Éramos muy buenos amigos—dije con una sonrisa triste.—Todas las chicas de mi escuela no me creían que el gran tenista de Golden Valley que llego demasiado lejos fue mi amigo...pero no, él fue amigo de Robert...y tal vez yo...yo nunca sea Ronnie como tal.

—¡Ey!, no digas eso—dice Florence levantándome mientras me mira.—Eres Ronnie, siempre has sido Ronnie, eres preciosa y no se porque razón el top que al principio quise comprar para mi te queda mejor a ti.

Solté una ligera risa, mi amiga me agarra de la mano llevándome frente al espejo y sonríe a nuestros reflejos.

—¿Ves?, estas somos nosotras Ro...eres Ronnie, nadie cambiara eso.

La abrace y ella me rodea con sus brazos acariciando mi cabello. Una vez que nos echamos una última mirada, fuimos bajando las escaleras donde estaban el resto de los chicos. Tucker tenía una remera negra con el dibujo de una calavera y pantalones oscuros, mientras que Paul iba con la camisa a cuadros abierta, y debajo una remera verde básica.

Reggie llevaba una remera de mangas largas color gris y pantalones oscuros. Los tres chicos nos observan.

—¿Y?, ¿ningún comentario?—pregunte mientras daba una vuelta para que se luciera mejor mi atuendo. 

Paul mira el reloj de la pared antes de vernos.

—Un buen rato esperándolas, para que sigan feas.—dice él, le levante el dedo del medio y él se ríe besando nuestras mejillas, Reggie nos sonríe amablemente y de la forma tan cordial y educada como es él nos dice que lucimos hermosas.

Mire hacia Tucker quien estaba con las manos en sus bolsillos con una expresión de aburrimiento esperando a irnos, cuando siente mis ojos en él me observa.

—Estas linda, Ronnie.

—¿Y que hay de Florence?

La rubia me pellizca la muñeca, pero finjo no darme cuenta mientras observo a mi amigo, él me mantiene la mirada de manera seria. No se si los demás se dieron cuenta, pero luego de que Florence me dijera que tuvo sexo con Tucker (y agradecía el hecho de que limpiaran el sillón), entre ellos dos la cosa estuvo tensa.

Aún recuerdo cuando mi amiga me dijo que no buscaba nada serio con Tucker, que no se veía en una relación ahora mismo, ambas creímos que no habíamos sido escuchada. Pero por la forma que Tucker evitaba a Florence, supuse que me equivocaba.

Cuando el timbre suena, Tucker parece suspirar con alivio de que no nos tenga que contestar, Florence agacha la mirada acercándose mas a Paul quien la abraza por los hombros mientras yo camino a la puerta donde me encuentro a mi novio, se veía muy lindo con una remera básica color azul, chaqueta de cuero y jeans.

Sonreí a la espera de un cumplido o algo.

—¿Vamos? Hace rato estoy esperando con el auto.

—Oh...si.—murmure viendo a mis amigos.—¿Algunos de ustedes vienen conmigo?

Florence es la única que se acerca a mi, supuse que los chicos irían en el auto de Reggie, me despedí tirándoles un beso acompañados de un "nos vemos en la fiesta". John agarro mi mano, pero tan rápido como la sostuvo fue soltada, dio la vuelta subiéndose al asiento del conductor.

Miro a Florence y ella vuelca sus ojos subiéndose a la parte de atrás mientras que yo subía de acompañante.

—Bien...¿nos vamos?—pregunta John, pero no le importa que contestemos cuando simplemente arranca su auto y nos vamos. Miro hacia la rubia.

—¿No quieres controlar a Laurie?

—Si le envío varios mensajes a Dominique va a matarme diciendo que la estoy asfixiando, estará bien, a Laurie le gusta mucho pasar tiempo con ella y su hijo Cameron, me alegra que tenga un mejor amigo.

Le sonreí tirando un beso antes de mirar al frente.

Apenas paso una hora y yo ya quería irme, era inútil intentar llamar la atención de John que se encontraba mas entusiasmado estando con sus amigos hablando entre ellos y bebiendo que conmigo, el problema no es que estuviera con sus amigos pasándola bien, el problema es que me sentía excluida, cuando yo quería aportar algo era callada con una mirada, cuando quería agarrar su mano sutilmente me la alejaba.

Dado que mi presencia le molestaba comencé a caminar, me encuentro a Florence en la cocina de la casa bebiendo de un vaso con alcohol y el ceño fruncido. Me coloco a su lado mirando hacia donde ella estaba mirando, Tucker bailaba con una bonita morena, sus cuerpos estaban cerca del otro, y ella le daba la espalda apoyando su parte trasera en la delantera de él.

—Están dando todo un show.—dice Florence bebiendo.—Apenas llegaron y esa chica se le arrimo.

Mire a mi amiga, el problema no es que ella no gustara de Tucker. El problema es que estaba locamente enamorada de él, pero su temor era mas grande que sus sentimientos.

—Si que es idiota.

—¡Lo es!—comenta buscando otro vaso de alcohol, ambos vemos como Tucker la acerca mas agarrándola de su cadera mientras bailan.

—¿Qué tanto miran?—preguntan a nuestro lado, Reggie nos sonríe con un vaso con lo que supongo que es jugo, problemas de ser el conductor designado, pero eso no parecía molestarle. Señalo a Tucker bailar con la chica.

—¿La conoces?—pregunte. 

—Si.—contesta bebiendo de su vas, Florence lo mira, y estira su brazo hasta agarrar la remera de Reggie y acercarla a ella provocando que nuestro amigo volcara un poco del contenido que termino en el suelo.

—¡Dime todo lo que sabes!

—Bien—dice soltándose y se alisa la remera.—Se llama Angelina, es la amiga con la que Tucker a echo trabajos, pero creo que si somos inteligentes podemos saber la verdad detrás de esos..."trabajos".

Florence hace una mueca bajándose de la mesada y buscando otro vaso con alcohol.

—Bien, ni se para que pregunto, puede hacer lo que quiera.—dice bebiendo de su vaso con alcohol, Reggie me observa y le articulo un "no preguntes", a lo que él asiente.

—Paul esta con su amigo Thian en el patio, me invitaron con ellos, pero dijeron de ir con el resto de los de la universidad. —dice Reggie, sonreí corriendo unos mechones de su flequillo.

—¿Mucha socialización? ¿el psicólogo no puede con estudiantes de tecnología?—pregunte haciendo que se ría.

—¿Y que hay de ti?, ¿quieres bailar?

Iba a contestarle cuando una voz femenina llamándolo nos distrae, solo es cuestión de minutos para que una pelirroja lo abrace, su piel era pálida y resaltaba demasiado por aquel top amarillo con una falda. La chica le sonríe tras separarse y bebe de su balso con alcohol.

—Te estuve buscando por todos lados.—dice ella.—Ven, sígueme.

—Oh, espera...—dice Reggie y me mira, siento la mirada de la pelirroja encima mio quien según recuerdo se llamaba Maxine. Los ojos de Maxine me hacen un chequeo general de arriba abajo, me encogí de hombros con una sonrisa.

—Tu ve Reggie, es una fiesta, diviértete.

Reggie me mira entre dudar y quedarse conmigo, y por un minuto, quiero que lo haga. Quiero bailar con alguien. Pero Maxine se ve tan decidida en llevárselo que solo le sonrío con los labios apretados bebiendo de mi trago.

Me volteo a ver a Tucker quien ahora ya cambio la posición con la chica, ahora bailaban de frente, ella era toda sonrisitas ocultando las manos en los bolsillos traseros de él mientras se movían al ritmo de la pegadiza canción que no estaba prestando atención si era honesta. Florence hablaba con un sujeto, pero se la veía totalmente incomoda, el sujeto claramente tenía su pensamiento de llevarse a mi amiga en algún lugar mas privado.

Bueno era mi turno de intervenir. Termino el trago dejando el vaso de lado y me acerco a Florence, la abrazo por la espalda fingiendo llorar.

—¡John no me da atención!

La rubia me mira entre aliviada y una falsa preocupación para alejar al tipo.

—¡Oh no!, ¿quieres ir al baño?

—¡Quiero su atención!

—Perdona, debo ocuparme de mi amiga borracha.—dice Florence llevándome como si enserio yo fuera la borracha cuando tome menos que ella.—Gracias, no sabia como alejarlo...¿Enserio John no te da atención?

Busque a John con la mirada, él ni se había percatado de que me aleje de su lado, seguía hablando y riéndose a carcajada con sus amigos mientras bebían. Mis ojos caen en la pelirroja de Maxine bailando junto a Reggie. Ella se le pegaba demasiado, y Reggie ponía las manos en la cadera de ella, era mas que obvio que por la sonrisita de ambos, eso estaba gustándoles y ganándose todo el llamado de atención.

Entre Reggie bailando con Maxine, y Tucker bailando con Angelina, y Paul por ahí con Thian. Florence y yo éramos la únicas solas.

—Ven—dice la rubia tras darle un trago a todo el contenido de su vaso, agarra mi mano jalando de la misma—Vamos a bailar. 

La sigo hasta llegar a una parte de la pista, Florence comienza a bailar moviendo sus caderas con total libertad intentando seguir el ritmo de la música, aunque por su pequeño mareo parecía imposible, seguí el baile con ella, ambas nos acercábamos y nos movíamos al ritmo de la música, movíamos nuestros brazos con libertad intentando no ser golpeadas o empujadas por los demás bailarines en el lugar. Nuestras caderas se cotoneaban juntas y cantábamos a gritos la canción mientras nos sosteníamos y reíamos. 

En eso uno de los amigos de John hace acto de presencia y se interpone entre la rubia y yo alejándola para bailar. Florence me mira y me encojo de hombros mientras sigue bailando con el chico.

—Te gusta dar showcitos cuando no te doy atención.—dicen a mi oído, ignoro a John mientras continuo moviendo al ritmo de la música, las manos de mi novio se apoyan en mi cadera mientras seguimos moviéndose.—¿Puedes ocultar que eres un fenómeno en público?

—¿Perdona?—pregunte dándome la vuelta, él me mira y parecía molesto enojado.—Solo bailaba con mi mejor amiga.

—Un poco mas parecía frotarla.

—Estábamos bailando. —recalque. —No estaba frotándome con Florence, como tu bien lo llamas, aparte tu estabas con tus amigos.

—¿Acaso por eso fue tu bailecito?, ¿Por qué no estoy dando atención porque la pasaba bien con mis amigos?

—Tu eres el que se acerca enojado conmigo cuando bailaba con mi mejor amiga.—dije viendo hacia Florence quien y ahora parecía demasiado gustosa bailando con el amigo de John, las manos del chico estaban en su cintura mientras se movían y él le susurraba cosas.

Esa acción había llamado completamente la atención de Tucker quien bailaba con Angelina.

La mano de mi novio agarra mi rostro haciendo que lo mire.

—¿Puedes dejar de ignorarme?

—Solo te estas comportando como un idiota y cuando te comportas así, no tengo muchas ganas de estar contigo.—dije mientras caminaba a la salida de la fiesta, todos mis amigos estaban pasándola bien y yo en este momento no, entonces la idea de volverme para dormir me era de lo mas tentadora. Me hago espacio entre el resto de la gente de la fiesta para salir, cuando el aire de afuera golpea mi rostro, John me agarra con fuerza del brazo.

—¿Enserio vas a irte?, vamos Veronica, no actúes ahora como una cagona.

—¡Quiero irme a dormir!

—¿A dormir o hacer que te follen?

—¿Cuánto tomaste?—pregunte furiosa.—Dios, John, quiero irme a mi casa, estoy cansada, ¿si? Hablare contigo mañana.

—No, hablaras conmigo ahora.

—¿Esta todo bien?—Preguntan, ambos nos volteamos donde Reggie esta con las manos en sus bolsillos observándonos, John rueda sus ojos agotado antes de mirarme molesto, con fuerza me acerca a su cuerpo antes de que susurre en mi oído.

—Recuerda que nadie te va a querer de la forma en la que realmente eres, deberías agradecer que me fijara en ti porque nadie mas lo hará.

John me suelta del brazo antes de darse la vuelta y marcharse en el interior, empuja con fuerza con el hombro a Reggie provocando que el chico haga una mueca masajeándose, Reggie se encamina hacia mi mirándome.

—¿Estas bien?

—¿Por qué saliste?—-pregunte frunciendo el ceño—¿Por qué preguntaste eso?, estaba hablando con mi novio.

—Wow, ¿ahora porque luces tan a la defensiva?—pregunta Reginald molesto, la verdad no sabía porque me la estaba agarrando con él, solo estaba enojada, cansada, y que Reggie haya salido como si necesitara ayuda no fue su mejor decisión.

—¡Porque las parejas pelean, Reginald!, y ahora John esta más enojado contigo.

—Oh, si, John, el maldito santo y angelito de John. ¿El mismo que te busco en la casa y no te miro dos veces?, no, ya se, el mismo que estaba en el sillón prefiriendo estar bebiendo que contigo, ah no mejor dicho el tipo que tus amigos ni pueden ver dos veces porque ni lo soportan...ese tipo no luce como la mejor opción para ti, ¿Por qué estas con él?

—Porque me quiere, ¿no es suficiente?

—No cuando te trata como una estúpida y una cualquiera.

—Reggie, si quisiera un psicólogo, no estaría recurriendo a ti.—dije molesta viéndolo, mientras que él se cruza de brazos.

—No te hablo como terapeuta, te hablo como tu amigo, Veronica.

—¡Reggie!—habla Maxine saliendo de la casa y le sonríe abrazándolo por la espalda.—Encontré tus llaves, ¿ya nos vamos?

Una risa amarga y sarcástica salió de mi interior mientras me cruzaba de brazos viéndolo fijamente. 

—Ah bien, entonces tu fingías haber salido para defenderme, haciéndome creer que estabas preocupado  y no como si hubiera sido una casualidad.—dije riendo mientras que él fruncía el ceño.—Regresa bien a la casa. Buenas noches.—dije dándome la vuelta empezando a andar en las calles oscuras. 

*

Cuando me desperté, no tenía resaca y odiaba eso. Regrese a la casa completamente sola caminando por cuadras, intentando estar en la parte iluminada e ignorando a viejos borrachos que me ofrecían llevarme a cambio de una mamada. Llegue y tarde en conciliar el sueño, me había levantado en la madrugada a buscar algo de beber, estaba camuflada en la oscuridad, cuando veo a Tucker entrar a la casa besarse con su amiga Angelina.

Mientras que Florence volvía borracha junto con Paul quien la sostenía. Ayude a Paul a recostar a Florence, me contó como Florence estuvo bailando por horas con aquel chico que era amigo de John, y que ella con Tucker parecieron entrar en una especie de discusión. Antes de que Tucker volviera con Angelina nuevamente.

Bufe sacando las sabanas de mi cuerpo y me cambie de ropa bajando las escaleras, me encontré a dos de mis amigos con cara de resaca. Florence bebía de un batido color verde haciendo una mueca mientras que Paul bostezaba.

—Pues que lindo verlos.—dije yo.

—Dominique dijo que traería a Laurie antes del almuerzo porque debe llevar a Cam al dentista.—dice bebiendo, suelta un suspiro y se masajea la frente—Esto ayuda para la resaca.

Asentí mis ojos a Paul quien vuelve a bostezar y me mira.

—Mi cuarto está al lado del de Tucker.—dice molesto. Florence hace una mueca bebiendo, unos minutos después, escuchamos la risa de Tucker bajar junto a su amiga, ambos entre risitas divertidas y toqueteos en su cuerpo.

—Llámame—le dice ella antes de irse, Tucker sonríe sentándose en el sillón individual. Era el que estaba de mejor humor de nosotros tres.

—Bueno, es una alegría verlos.—dice él, suspire yendo a buscar el cartón de leche chocolatada y regrese con tres vasos y galletas para nosotros.

—Si, te agradeceríamos que no te follaras a tus amiguitas en la casa.—dice Florence.

—Si bueno, no hubo problemas cuando folle con alguien en el sillón.

Florence se atraganta con su batido, Paul abre los ojos con una mueca de disgusto levantándose rápido del sillón sentándose en la alfombra mirando asqueado el mismo, yo suspire cerrando los ojos mientras que Tucker y Florence tenían una guerra de miradas.

—¿Alguien vio a Reggie?—pregunte yo, quería evitar que discutieran.—Pelee anoche con él y...no lo escuche llegar.

—Yo se, yo se—habla Tucker como si fuera un niño en la primaria. —Esta en lo de Maxine.

—¿Qué hace ahí?—pregunte bebiendo. 

El castaño me mira como si hubiera hecho la pregunta mas estúpida de todas mientras agarra una de las galletas mojándola en la leche chocolatada. Abrí mi boca en forma de "o" y comencé a cerrarla varias veces.

—Pero...Reggie, él es...

—¿Virgen? Lo note.—contesta mi amigo con una sonrisa.—Tuvimos una charla antes de la fiesta.

—¿Qué tu qué?

—Bueno, me conto que esta chica le daba muchas indirectas y bueno...lo ayude, eso es todo, le di todo el consejo de usos de preservativos...me sentí como un hermano mayor—dice Tucker con una sonrisa que se desvanece cuando no se la devuelvo y frunce el ceño.—¿Qué?

—¿Enserio?, ¿lo motivaste a tener sexo luego de una fiesta?

—No todas las primeras veces son románticas, y él me dijo que quería acostarse con ella y ella con él, por Dios Ronnie, actúas como su mamá. —dice Tucker bebiendo su leche chocolatada, todos nosotros dirigimos nuestra mirada a la puerta cuando escuchamos el ruido de la llave ser girada.

Reggie ingresa, con el cabello despeinado y el rostro agotado. Nos mira a todos sentados.

—Parece como si me estuvieran por hacer una intervención. —dice él.

—¿Y?—pregunta Tucker levantándose.—¿Cómo fue?

—No te lo diré—dice subiendo las escaleras, pero Tucker no se daría por vencido, comienza a seguirlo mientras lo escuchamos decir "oh entiendo, entiendo, quieres que lo hablemos en privado".

Paul murmura algo de ir a dormir de nuevo, mientras que Florence cierra los ojos, me senté a su lado y la cabeza de mi amiga se apoya en mi hombro. Ambas nos quedamos en silencio. Y a partir de ese día, todas las mentiras explotaron delante de mis ojos.

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