— Sehun...Yo...Yo lo lamento, la junta, los inversionistas.

Sehun asiente. Sus labios se fuerzan haciendo la mejor de sus sonrisas de comprensión mientras su esposo se quita los zapatos, sin alzar los ojos para verlo. No piensa replicar nada, porque entiende la situación, además, no es tan grave, solamente es un día más...
Otro que se añade a la lista desde hace dos meses y de cierta forma, su corazón prevé que las cosas no van a cambiar aun si emite alguna queja.

—Entiendo.

Kris sonríe alzando su vista, sus ojos se ven cansados y el corazón de Sehun se oprime, ¿está siendo egoísta con sus sentimientos?

—¿Tienes hambre?

—Mm, sí, mucha, lo que más quiero ahora es cenar la deliciosa comida de mi esposo.

¿Cómo es que su corazón es tan débil?, sus mejillas arden y la torpeza que siempre acompaña su sonrojo se hace presente. Podrían pasar mil años y Kris siempre tendría las armas para hacerlo flaquear.

—Yo... —sus manos aprietan el mandil con fuerza —Hice tu estofado favorito, no sabía si vendrías temprano, así que aun no está listo y...

Kris asiente sonriente, se acerca tan lentamente a un Sehun cada vez más sonrojado, sus manos están por tomar su rostro cuando.

—Tsk. Es mi padre.

El móvil comienza a sonar tan fuerte, cada repiqueteo encoje el corazón de Sehun que mira como su esposo desiste de tocarlo y atiende la llamada, su ceño fruncido y las expresiones en chino lo desconciertan, aun tiene un nivel muy básico para entender toda la conversación pero es lo suficiente para saber que la cena será solitaria.

—Tengo que irme, al parecer tuvimos un problema con la agencia de la aduana.

Asiente, porque no es capaz de replicar.

—Intentaré volver lo antes posible, quieren hablar conmigo para renegociar los términos.

—Te estaré esperando.

Sehun sonríe. De nuevo se esfuerza por ser sincero, pero sus manos tiemblan demasiado para corresponder las caricias de su esposo en sus brazos, el casto beso se enfría rápido en sus labios y el aroma tan característico de Kris se esfuma el resto de la noche.

Para cuando Kris regresa, Sehun ha tenido el tiempo de limpiar todo, incluso sus lágrimas porque Kris se ha olvidado de algo más.

—Tu exposición...

—Tuve buenos comentarios.

—Amor...yo...

—Dicen que podría tener una segunda exposición en tres meses, si me da tiempo de preparar el material necesario. —Se encoje contra la almohada, no es capaz de voltear a ver a su esposo. — Entonces, tal vez podrías ir a verla.

Un par de brazos lo apretujan y Sehun se muerde los labios intentando no llorar más.

—Estaré ahí, lo prometo.

Y Sehun cree, porque él siempre ha creído en él.