Draft
La blanca nieve caía haciendo que el paisaje de la amada y fría madre Rusia hiciera honor a su nombre.
Las negras nube y los vientos habían provocado que muchos vuelos hubiesen tenido dificultades para aterrizar, esto causaba un gran desasosiego al pentacampeón de la medalla de oro de patinaje artístico.
Un mes había transcurrido desde su regreso a Rusia tras el Gran Prix Final , en el que Yuri y él habían decidido ser entrenador y aprendiz, a la vez también eran rivales.
Si por él fuera hubiese llevado a su Katsudon con él, pero la realidad es que los dos tenían que arreglar distintos asuntos en sus respectivos países .
La espera ya se le estaba haciendo eterna y más sabiendo que ese era el día designado en el que el japonés llegaría a tierras rusas para vivir en ellas durante un largo tiempo.
Tan sumido estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta que Makachin se había alejado de él unos centímetros corriendo hacia una maleta roja hasta que alzó la vista y se dio cuenta de quién era el dueño de ese objeto
—Yuri,Я скучала по тебе —pronunció con una voz eufórica y radiante, sin poder evitar abalanzarse sobre el japonés estrujándolo en un fuerte abrazo.
—Viktor...también me alegro...pero no puedo respirar —dijo con dificultad.
—No me seas quejica Yuri —bromeó, mientras aflojaba su agarre y le guiñaba un ojo—Ya podemos irnos —pronuncio tomando el brazo y las maletas de Yuri arrastrándolo a los aparcamientos.
—Viktor espera... —la emoción del contrario era tan fuerte que ningún sonido llegaba hasta sus oídos.
En los aparcamientos Viktor incito a Yuri a que se subiera a uno de los coches, mientras el se ponía al volante.
La atmósfera pedía que imperará el silencio al menos un rato más. No tardaron mucho en llegar a un bloque de departamentos, desde el exterior se notaba que no era asequible a cualquier persona pues se encontraba en el corazón de la ciudad con una gran ubicación con vistas hacia los parques y hacia la hermosa bahía de San Petesburgo.
Aparcaron el coche en el garaje del edificio y subieron hasta el quinto, pero en el momento de llamar al ascensor Viktor levanto a Yuri en brazos en forma de princesa.
—¡¿Viktor?!—reacciono estupefacto por lo que aun estaba procesando de lo que acababa de pasar.
—Tenemos que empezar nuestra vida de casados de la forma que trae buena suerte
—Aún...
—No estropees el momento —silencio Viktor a Yuri poniéndole un dedo en los labios.
Todo esto ocurría sin parar de moverse, por lo que no paso mucho tiempo hasta que llegaron a la puerta del que el sería el nuevo hogar de esta pareja.
—Nuestra vida juntos al fin comienza —sonrió Viktor al cruzar el umbral de la casa y cerrar la puerta.
Ante la euforia y contagiosa actitud de Viktor , Yuri no pudo resistirse a acercar su rostro al del ruso y conectar sus labios con lo de este pudiendo sentir el contacto de su piel y su olor después de tanto tiempo.
Al igual que a su compañero le había parecido una eternidad el tiempo que estuvieron separados.
El beso continuo era intenso y profundo como sin con este acto intentarán fundirse con su pareja.
Había pasado poco tiempo desde que Yuri llego a Rusia cuando se anunciaron los grupos competitivos de cada una las etapas para clasificarse en el Gran Prix final.
Yuri y Viktor se encontraban abrazados en en sofá envueltos en una manta mientras veían la televisión para ver en que grupo les tocaría cada uno.
—Uff —salió un suspiró del alivio de la boca de Yuri.
—No te relajes tan pronto —sonrió maliciosamente Viktor —que no coincidamos en ningún grupo significa que tendrás que llegar al Gran Prix final para enfrentarnos —le recordó— Y yo no pienso perder.
—Ni yo tampoco —el espíritu competitivo de Yuri se había encendido haciendo que esas palabras salieran de su boca.
—¡Ganaré el oro! —declararon al unísono, mientras se miraban con ojos desafiantes.
La televisión ahora había cambiado de tema y hablaba sobre la baja natalidad que sufría el país al igual que en el resto del mundo y como todas las propuestas e iniciativas habían fracasado, por lo que en pocos años la población se reduciría a la mitad y a larga supondría la extinción de la raza humana. La siguiente alternativa del gobierno se revelaría en pocos días, esperando que está tuviera más éxito.
—Yuri, me llamaron de la ISU pidiendo que mañana nos encontráramos con uno de sus representantes.
—¿Los dos?¿Para qué?
—Trate de que me lo dijeran, pero se negaron. No nos queda más remedio que ir.
Supongo que entonces es tiempo de que nos vayamos a descansar-se resigno Yuri.
El día siguiente amaneció más despejado y menos frío que el anterior, lo que permitía a la pareja dar un tranquilo paseo a los alrededores hasta llegar al café en el que habían quedado con el representante de la IUS.
El lugar del encuentro era un café moderno e impecable lejos de las calles principales y apartado de miradas indiscretas. En el local no se veía mucha clientela a la hora que habían quedado.
De una de las mesas se levanto la mano un hombre con chaqueta marrón hasta las rodillas atada con un cinturón y botones, haciendo ademanes a los dos para que se acercarán.
—Disculpen que los haya hecho venir a estas horas —se disculpo el hombre de mediana edad. —Siéntense, por favor —invito—Si no les importa iré al grano —espero a que los dos se sentarán y afirmaran con su cabeza para proseguir.
—Como sabrán la natalidad de todos los países ha descendido alarmantemente y todas las iniciativas de los distintos países han fracasado para intentar abordar este problema. Se que se estarán preguntando que tiene que ver ustedes con este problema—señalo — Hace unos años, en una propuesta de la ONU se propuso el proyecto "Love is love" su fin era investigar como las parejas homosexuales podrían tener hijos. La cuestión era como se podría hacer esta idea realidad por lo que se organizo un grupo de reputados investigadores que trabajaron arduamente en él —tomo un momento para tomar aliento—Tras numerosos fracasos, finalmente un grupo de investigadores con sede en Rusia tuvieron éxito en que dos parejas una de hombre y otra de mujer tuvieran hijos propios, se repitió otra vez con distintos voluntarios y la operación tuvo éxito —revelo—Luego del nacimiento de los niños el tratamiento se les dejo de administrar a los voluntarios haciendo que sus cuerpos volvieran a lo normalidad, teniendo la posibilidad de retomar el tratamiento si desean tener otro hijo.
El representante paro de hablar cuando su pedido llego a la mesa, reanudando la charla cuando el camarero se alejo.
—El experimento ha sido probado exitosamente, el problema es como publicitarlo y que la gente lo acepte —señalo —La homosexualidad sigue siendo tabú en algunos países y un gran problema para adoptar en otra gran cantidad de ellos. Solo hay una pareja que ha sido reconocido por el mundo entero sin más pensamientos y esos sois vosotros —sin poder evitar que su mirada se desviara a los dedos anulares de la pareja.
—Nos gustaría, si estáis de acuerdo que tuvierais un hijo con este mismo método que he comentado. Por supuesto, la decisión final es vuestra, nadie os obligará a nada. No obstante, seríais de los primeros que iniciarais una revolución en el mundo entero.
Aturdidos con el exceso de información ninguna palabra salió de sus labios.
—Entiendo que necesitáis vuestro tiempo para asimilarlo y tomar vuestra decisión —os dejo mi tarjeta para que cuando toméis una decisión me la comuniquéis —dejo la tarjeta en la mesa antes de salir del establecimiento —Muchas gracias por su tiempo.
La petición del representante los había dejado estupefactos sin saber como reaccionar ¿Tener un hijo? Es algo que nunca se habían planteado. Al contrario, los dos sabían de las dificultades que su relación podría tener y los impedimentos de esta. Nunca se habían planteado la posibilidad de tener una familia en la que hubiera un hijo, era imposible por métodos naturales y difícil por métodos legales, sus dos países de origen prácticamente no permitieran que una pareja como ellos adoptará.
—Viktor vayamos a patinar
—Cierto, nos ayudará a aclarar nuestras mentes
La pista de patinaje no estaba lejos del café por lo que no tardaron en llegar como si leyeran la mente el uno del otro, fueron a tomar el mismo disco para ponerlo en el cassette. El disco contenía la canción que los dos conocían perfectamente bien "Stay Close To Me" era la que habían utilizado la primera vez que patinaron juntos frente a un público, tras mucho esfuerzos para realizar esa exhibición.
En el patinaje artístico suponía compartir un fuerte vínculo con tu pareja, un vínculo que un su caso era el amor que sentían en el uno por el otro, tan pronto como empezó la música sus cuerpos reaccionaron realizando los movimientos y saltos en perfecta sincronía igual que aquella noche en Barcelona.
—Viktor —comenzó a hablar Yuri de forma decidida —yo he he tomado mi decisión respeto a este tema, yo realmente deseo una formar una familia contigo y permanecer por siempre juntos, quiero al menos devolverte una pequeña parte felicidad de los que tus me has dado.
—Oh Yuri —lo abrazó fuertemente —me has quitado las palabras de la boca, pero yo quiero esperar un poco este año realmente deseo competir contigo y no pienso arriesgarme a perder el bebé.
—Claro, yo pensaba lo mismo.
La pista se inundaba con la risas y felicidad que había en ese momento y que suponía un paso más hacia delante de Yuri y Viktor.
Unos días después de tomar la decisión y volver a hablar el tema solos los dos para estar seguros de la decisión y no tener arrepentimientos, se pusieron en contacto con el representante quedando en el mismo lugar que la anterior vez.
Esta vez el hombre estaba acompañado de una mujer que se presentó como la líder del grupo de investigación y como la doctora que había controlado y atendido el parto de los voluntarios.
—Soy la doctora Romanoz, os agradezco que aceptarais la propuesta. Si puede ser me gustaría que escucharais hasta el final.
Los dos asintieron y la escucharon en silencio.
—Se que tendréis dudas sobre como será el tratamiento y cómo proceder en él. Por ese motivo, estoy aquí para explicarlo. El tratamiento consiste en la toma de la pastilla "Baby" en el caso de los hombres crea un útero interno simulando el de la mujeres y durante el embarazo sufre las mismas consecuencias que si de una mujer se tratara, al ser un cambio físico requiere un cierto tiempo de adaptación, las pastillas se tendrán que tomar por un período de 6 meses para que ese nuevo órgano se desarrolle y otros 6 meses para que madure teniendo que tener repetidas relaciones sexuales sin métodos de protección para que termine de madurar y en la mayoría de los casos poder concebir.
La doctora revisaba sus notas de vez en cuando para asegurarse de no olvidarse de nada, en su noto se notaba lo implicada que había estado en este proyecto, pues lo explicaba todo con una claridad abrumadora.
—Los cambios del embarazo varían en cada persona, algunos han tenido nauseas, mareos, subidas de peso excesiva y a otros no le ha pasado así que no sabréis el efecto hasta que lleguemos a esa etapa. En el momento del parto se abre una vía alternativa simulando el canal de alumbramiento por lo que se puede dar a luz de forma natural o si se prefiere se puede realizar una cesárea, eso ya es decisión de los padres. Sea como sea, yo estaré con ustedes desde el principio revisando cada mes el estado de salud del embarazo, las visitas serán más frecuentes de lo que serían normalmente dado lo especial de este embarazado, hasta el momento del parto. En caso de faltar yo, nos acompañará mi compañeras investigadora y la madre de mis precisos mellizas que al igual que yo es una excelente doctora. Así que esperamos que habiendo nosotras pasado por una situación similar no tengáis miedo de preguntarnos cualquier duda que surja.
Se notaba en su cara el amor y felicidad que le producía hablar su familia.
—Respecto al cambio en el cuerpo es posible desarrollar glándulas mamarias, siempre que la pastilla se siga tomando por si se quiere alimentar al hijo de forma natural, si no se toma la pastilla el cuerpo volverá a la normalidad tras un año, pudiendo seguir los mismo pasos si se desea tener otro hijo, por lo que la decisión de la reproducción o no es completamente vuestra.
—Gracias doctora la verdad su explicación nos ha aclarado bastantes cosas. La verdad realmente queríamos tener un hijo, pero saber como sería el proceso era algo que la duda nos consumía —dijeron Yuri y Viktor.
—Es lo normal, cualquiera se preocuparía y tendría dudas a someterse a este tipo de tratamiento, pero estaré para apoyarnos lo máximo posible —dijo dejando su tono serio y pasando a uno más coloquial.
Sin más se despidieron, habiendo pasado sus contactos para resolver las dudas e ir a la consulta de la doctora desde que aparecieran síntomas de embarazo.
Yuri y Viktor habían decidido tener una cita por primera vez hacia un tiempo, querían tenerla antes de que empezarán la temporada lo que supondría un cantidad de tiempo cero que pasar como pareja y una totalidad de tiempo pasando a ser entrenador, entrenado y competidores. Habían salido desde temprano de la casa bien el amanecer desde la bahía de la ciudad, viendo como los colores hermosos que solo se veían durante el amanecer y el atardecer.
Ellos cruzaron por un parque en el que había un carrito vendiendo creps del cual compraron eligiendo diferentes sabores cada uno dejando comer al otro de su crep teniendo así besos indirectos con ello.
En el cine compraron un combo de pareja, pasando los típicos incidentes que esto provocaba, una sola bebida en conjunto con una pajita en forma de corazón y coincidiendo sus manos en el bote de palomitas. Tras el cine fueron al restaurante de un hotel de lujo donde satisficieron su gula y en cuál habían reservado una habitación para satisfacer su lujuria.
La habitación era una suit que tenía el mismo tamaño que un apartamento con una habitación principal, un salón y un baño que contaba de una bañera de hidromasaje. Sus cuerpos se deseaban como si fuera la primera vez, los besos de cada uno cubrían a otro mientras caminaban a la habitación sin separarse ni siquiera para respirar. El cuerpo de Yuri cayó sobre la cama perfectamente tendida con el cuerpo de Viktor encima de él, sin preocuparse demasiado de se arrugaran las sábanas porque se iban a arrugar se mucho más.
Los besos de los labios pasaron a ser alrededor de las zonas desvestidas de ambos: el cuello, las orejas mientras se quitaban la ropa que impedían que se tocarán directamente en otras partes su piel. Una por una las prendas iban cayendo, los abrigos eran arrancadas de su contrario apartándolas lejos sin dejar de amarse, mientras las camisas fueran quitadas con rapidez por parte de la misma persona que las vestía, dejando al descubierto los torsos bien esculpidos de dos deportistas que están en plena forma.
Los besos iban avanzando por las zonas desnudas que iban siendo reveladas hasta llegar a la parte de los pantalones que sin poder más salían al mismo tiempo que la ropa interior, parado ahora de imitar los movimientos del otro. Yuri se quedo quieto Yuri mientras Viktor lamía alrededor del ombligo deslizándose cada vez para abajo, hasta llegar a las estrías de Yuri lamiendo una por una cada una de ellas y finalmente poner su húmeda boca en el miembro duro y palpitante de su pareja ,del cual ya estaba saliendo el líquido preseminal, desde su base hasta la punta girando la lengua para provocar el mayor placer posible.
—Vikto... Ahg, por favor bésame
—Pero Yuri...
—Hazlo, por favor —dijo en tono suplicante.
Finalmente accedió a la petición, uniendo su boca a la de su amado, mientras su lenguas se entrelazaban, a la misma vez que deslizaba su mano a la parte interior de su trasero e introducía con cuidado uno por unos sus dedos, embadurnados de la loción que habían encontrado en la mesa de noche del hotel.
-—¿Puedo ponerlo? — pregunto Viktor.
Sumergido en el placer el japonés no puedo más que asentir y abriendo sus piernas para facilitar los movimientos de su compañero. Este con suma delicadeza y cuidado a pesar a punto de perder la cordura introduzco su miembro de forma lenta y pausada intentando tocar todos los puntos de el caliente y apretado interior de Yuri mientras entrelazan sus manos con fuerza y movían de forma rítmicas sus caderas llegando al clímax a la vez mientras miraban el rostro de él otro. Sus cuerpos decían que no habían tenido apenas suficiente con esto, por lo que no tardaron en volver a buscarse el uno al otro hasta perder la noción del tiempo, para ellos en ese momento en el mundo solo existía su ser amado.
El Grand Prix final había llegado una vez más, tanto Yuri como Viktor habían logrado clasificarse, por lo que la promesa de ellos de competir estaba apunto de realizarse. Viktor estaba ocupado con los medios de televisión cuando el móvil de Yuri empezó a sonar, se trataba de la doctora
— Yuri felicidades van a ser padres —le anuncio —Las ultimas prueba dieron como resultado que estas embarazado.
—¿No se suponía que el periodo para poder concebir empezaba a partir de mañana? —se asusto Yuri.
—De hecho, estoy tan sorprendida como tú nunca se había dado el caso que se pudiera concebir antes de haber pasado 6 meses del tratamiento, por lo que imagino que habéis tenido que daros mucho amor —dijo en tono pícaro.
—Felicidades, tu próxima revisión será mañana, ten el máximo cuidado hasta entonces.
Yuri se había quedado perplejo por un lado deseaba a ese niño, que era el fruto de su amor con Viktor, pero por otro lado esto suponía que los deportes extremos como el patinaje artístico estaban prohibidos. Realmente, no iba a poder competir en el Grand Prix Final siendo hoy el día que se realizaba. Viktor había terminado de hablar de los medios cuando se acerco a Yuri y vio su cara de problemas.
—¿Yuri todo va bien? —pregunto preocupado
—Viktor vamos a ser padres, estoy en cinta
—Oh Yuri —de la emoción lo levanto en volandas dando vueltas alrededor —eso es maravilloso
—Viktor cálmate, esto supone que me tengo que retirar de la competición.
La repentina emoción de Viktor se relajo al escuchar esas palabras tomando a un tono serio.
—Yuri has llegado demasiado lejos para retirarte ahora, pero respetare la decisión tomes la que tomes, yo confío en ti se que sabiendo que nuestro hijo crece en el interior tu exhibición será perfecta y sin fallos teniendo en cuenta que el tema que has eligió es la familia. Tú exhibición de ayer fue magnífica y la de hoy en estilo libre estoy seguro que será sobrehumana.
La pantalla de las tele mostraba como Yurio salía de la pista siendo el siguiente Viktor.
—Es mi turno, Yuri me gustaría no dejarte en este momento, pero decidas lo que decidas te apoyare.
Con estas palabras y dándole un beso en la frente se alejo para realizar su programa. Su actuación fue impecable casi parecía como si no hubiese estado retirado de la competición durante todo un año, sin embargo en algunas su mente se abstraía y volvía al lado de Yuri, lo que no pasó desapercibido por los jueces.
Finalmente era el turno de Yuri, aun dudoso entro en la pista de hielo sin saber muy bien si lo que hacía era correcto, tan pronto como empezó a sonar la música sus dudas se disiparon la canción que había elegido representaba lo que estaba sintiendo en este momento dudas, temor, pero sobre todo calidez por la llegada de este milagro a sus vidas. Esta vez, no podía darse el lujo de fallar ni un solo salto, no sólo por el sino por la criatura que crecía en sus entrañas, el hijo de Viktor y de él. Afortunadamente, tanto su presentación como su saltos fueron perfectos, con ese programa corto posiblemente había superado a la del anterior año.
Según acabo la canción, sin poder esperar Viktor volvió a entrar a la pista abalanzándose sobre Yuri.
—Dios me tenias el corazón en un puño —decía Viktor mientras abrazaba a Yuri al borde de las lágrimas.
Finalmente, tuvieron que pedirles que abandonasen las pista para poder proseguir con el programa establecido. Ellos estaban al mismo tiempo en el Kiss and Cried cuando la doctora Romanoz apareció, corriendo y acercándose a ellos.
—Yuri, te llamé para advertirte ¡y aun así haces esto! ¿Qué pasaría si le hubiese pasado algo al niño que llevas dentro o a tí? —dijo enfadada y con un tono de voz elevado.
Según dijo esto todo el público se quedó callado, los micrófonos estaban conectados y estas palabras resonaron por todo el estadio. Tras un breve silencio, el público estalló en júbilo deseándoles la mejor de las suertes a la pareja, intentando acercarse a ellos para darles la enhorabuena, siendo obstaculizados por los miembros de seguridad.
—Se ve que tras esta noticia no les interesen las puntuaciones —bromeó el presentador —pero estos son los resultados: 1º Yuuri Katsuki ,2ºVictor Nikiforov, 3ºYuri Plisetsky, 4ºOtabek Altin ,5ºPhichit Chulanontº,6ºKenjirou Minami.
Yuri aún no creía los resultados—¿No será una broma?—murmuraba.
—No lo es Yuri, me has hecho esperar pero al fin has ganado el oro y podremos casarnos —dijo mientras restregaba su mejilla con la de Yuri.
Al final decidieron postergar la boda hasta el nacimiento de su hijo, querían que la persona más especial para ellos estuviera ese día.
El embarazo se desarrollo de la manera más natural posible, durante los 3 primeros meses Yuri pudo hacer una vida perfectamente normal, incluso deseaba ir a patinar después de lo ocurrido en el Gran Prix Final y la regañina que le echaron a él y a Viktor. La doctora era más estricta con las pautas a seguir, en cambio recomendaba hacer ejerció para embarazados y caminatas. A partir del 3 mes la tripa de Yuri creció, empezaron las nauseas, los mareos, lo antojos y los dolores de espalda. Lo más que quería comer era Katsudon, pero no podía entrar a la cocina porque los olores le provocaban nauseas, por lo que Viktor que en todo momento estuvo a su lado, tuvo que llamar a sus suegros para que le enseñarán la receta y así poder mimar a Yuri, al igual que aprender por Internet la forma de dar un masaje apropiado. Finalmente, las 40 semanas de embarazo habían pasado, por lo que pronto empezarían las labores del parto, ese día Yuri y Viktor habían ido a las instalaciones que la doctora les había preparado para ellos, al cumplir las 40 semanas justas. Siendo la mejor decisión que podía haberse tomado, apenas habían entrado en las instalaciones cuando las contracciones le empezaron, la cuales contracciones no tardaron de pasar a ocurrir cada 3 minutos, a cada 2 y luego a 1 minuto. Al comprobar el estado de dilatación del canal del parto podía verse que la dilatación era ya de 9 cm, solamente faltaba uno para dar la bienvenido al mundo al hijo o hija de Yuri y Viktor dado que no querían saber el género hasta tenerlo en sus brazos.
El parto fue sin muchas complicaciones, sufriendo solamente los dolores de las contracciones, naciendo el bebé en perfecto estado. Durante todo el proceso Viktor y Yuri mantuvieron su manos apretadas sin soltarse un solo momento hasta que oyeron el llanto del bebé.
—Felicidades, es una niña —anuncio la doctora.
La doctora limpio los restos de la sangre de la niña con una toalla dejándola en las manos de Yuri, que seguía algo convaleciente por el parto y ayudado de Viktor la sujeto en sus brazos. Era una niña redondita y rosadita con un peso y color saludable que mostraba el cariño y el cuidado que había recibido la Yuri a lo largo de su embarazo.
—Gracias Yuri —dijo mientras le daba un beso en la frente y pasando su miraba al rostro de su hija—es maravillosa.
La niña se había calmado al oír el corazón de su madre y lentamente había abierto los ojos, tenía unos ojos preciosos uno marrón y otro azul mientras que su pelo era de color blanco nieve.
—Bienvenida al mundo, nuestra pequeña Wendy —dijeron a la vez.
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