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EPILOGO

Habían transcurrido cuatro años desde que Samy y Hunter se pusieran de novios. Quien lo creería? A pesar de tanto miedo que tenia la pareja de estar juntos, luego de que ambos terminaran la secundaria, se habían ido a vivir juntos. Samy seguía trabajando arduamente en MELODY y Hunter trabajaba a la mañana en una compañía de telefonía móvil. Y a la tarde estaba estudiando para Oficializarse en técnico electrónico, y seguir progresando en la misma compañía en la que estaba trabajando. 

Eran una pareja bastante divertida donde prevalecía el compañerismo. Se amaban enormemente y de eso no había una pizca de duda. En el casamiento del hermano de Emma, Samy había recibido el ramo, lo cual según la tradición, era la próxima en casarse. Todos esperaban el gran momento en que lo anunciaran, pero nunca llegaba. Muchos ya se habían hecho la idea de que jamas llegarían a casarse. Que solo convivirían en concubinato y aun así serian felices.

Lo malo era que a Samy, no le hacia bien esperar tanto. Ella entendía que Hunter quisiera terminar su carrera, ascender en lo laboral, antes de tener una familia. Pero los años iban pasando, se estaban volviendo mas grandes y Samy veía todo muy lejano. 

Un día, azotada por un momento de crisis interna, corrió a casa de Emma. Necesitaba hablar con su amiga de lo mal que se sentía al no obtener lo que tanto estaba deseando. Casarse y tener hijos. 

Emma siempre era como el equilibrio entre aquellos dos, desde que eran amigos, ella los cuidaba que no se metieran en líos, los escuchaba, los ayudaba en todo. Y siempre que tenían algún problema, acudían a ella sin pensarlo dos veces.

-No se que le esta pasando Emma, a veces siento que ya no le importo, o que ya no siente lo mismo por mi. Y si me esta engañando? Podría tener una amante.- Dijo Samy con el rostro cargado de angustia.

-No seas exagerada, Hunter te ama, pero quizá su problema sea realmente el de terminar su carrera. Cualquier hombre que quiera tener una familia, quiere hacerlo correctamente.- Respondió Emma con toda tranquilidad.

-No lo se, estoy tan asustada. Quiero casarme, quiero tener hijos. Hasta tu te casaras en cuanto termines tu carrera y yo estaré esperando el milagro aun.- El timbre de la casa, pauso unos instantes la charla entre amigas.- Esperabas a alguien?-

-Pues no, veré quien es.- 

Emma fue hasta la puerta y vio por la mirilla que era Hunter. Puso una mano en su boca a modo de pensar que hacer. Lo mas probable, era que viniera por Samy, pero prefirió comunicárselo a su amiga antes de abrir.

-Sam, es Hunter. El sabe que estas aquí?- Samy negó con la cabeza.

-Hazlo pasar, pero no le digas que estoy aquí. Quiero saber que chisme te trae.- Dijo Samy, con una sonrisa torcida.

Hunter y Emma, hablaron de todo un poco. Pero Hunter no tardo en ir al grano, con Emma no andaba con vueltas. Se puso serio y no vacilo en contarle las discusiones que había tenido con Samy últimamente. Mientras tanto ella escuchaba todo desde la cocina.

-A veces creo que Samy, ya no me quiere como antes.- Emma rodó los ojos, y casi se le escapa una sonrisa de diversión. Estos dos si que estaban conectados.

-No dudes nunca de Samy, tu sabes como es ella de impulsiva, si no te quisiera, te lo diría en la cara, y hasta te daría una paliza por dejar que ella de desenamorara de ti.- Dijo Emma sonriendo.- El problema que tienen ustedes, es que están dejando pasar mucho tiempo, hace mas de cuatro años que están juntos, hace dos que están conviviendo, y yo creo que deberían dar el siguiente paso. No crees?-

-Puede ser, yo creía que Sam no quería casarse. Nunca mas se menciono el tema casamiento, mucho menos el de ser padres.-

-Seria hermoso si tuvieran un hijo.- Dijo Emma enternecida.

-Claro, siempre y cuando no se parezca a Sam, mi vida seria un caos. Me enterrarían en pocos años.- Respondió Hunter a modo de burla contagiando la risa a Emma.

-Que tonto eres. Ya hablando enserio, no dejes pasar mucho tiempo. Las mujeres pensamos diferente a ustedes, yo entiendo que te preocupes por lo económico, pero puedes quedarte tranquilo que siempre tendrán el apoyo de todos.-

-Eso es cierto Emma. Gracias, siempre estas cuando mas te necesitamos, hablo también por Samy, yo se que ella acude a ti cuando se siente, como lo estoy yo en este momento.- Emma le devolvió una sonrisa nerviosa y rogó que se fuera de inmediato.

Luego de que la puerta se cerrara, Samy salio de la cocina con los ojos irritados, era evidente que había llorado. Se abrazo a su amiga y siguió sollozando. Suiza solo debía descargar esa pena que traía hace un tiempo, y sin decir mas nada, Samy volvió a su casa. No se sentía del todo bien, y a medida que pasaban los días, las cosas fueron cambiando. Ya no hablaban mucho, ambos volvían tarde de trabajar y agotados, lo cual era una excusa para no hacer el amor.

Trabajar de mas, para Samy era solo para evitar llegar a su casa temprano. Y para Hunter, eran el motivo para hacer horas extras muy bien pagadas, tenia pensado ahorrar para la boda y hacer una hermosa fiesta. 

En diciembre de ese mismo año, milagrosamente Hunter le propuso casamiento al fin. Samy sintió una felicidad plena, los momentos malos habían quedado atrás y siguieron adelante como siempre. Solo una cosa entristecía a Samy, y era el hecho de que Hunter no quisiera tener hijos.

La boda se organizo en menos de un mes. Habían decidido casarse antes de cumplir su quinto aniversario de noviazgo. Todo estaba listo, los invitados, la fiesta, la ceremonia, el novio... Pero la novia no había dado señales de vida.

-Estuve con ella hace media hora, ya debería estar aquí.- Dijo Emma sorprendida. 

-Esta chica me va a matar de un infarto.- Murmuro la madre de Samy.- Iré a casa quizá este allí, si llega avísame hijo.- Le susurro a Hunter.

Todo el mundo busco a Samy por todos lados y nadie la encontró. La boda se termino cancelando, y los invitados al no poder hacer mas nada para ayudar, algunos se fueron, otros se quedaron. De todos los sitios que se buscaron, solo faltaba buscar en uno. Hunter subió a la terraza de la casa de sus padres, y para tranquilidad de el, Samy se encontraba sentada en el suelo, con su vestido de novia, envolviendo sus rodillas con sus brazos. 

Samy levanto la cabeza para encontrarse con su mirada. Sorprendentemente no estaba enfadado, mas bien triste. Su mirada era suplicante. Se acerco lentamente a ella y se sentó a su lado envolviéndola en un abrazo. No dijo nada, no pregunto absolutamente nada. Solo beso su cabeza y se quedo en silencio. Samy no lo soporto mas.

-Por que no preguntas nada? Por que solo te quedas callado?- Pregunto Samy comenzando a llorar.

-Porque seguro tendrás una buena excusa para no asistir a nuestra boda, y te daré el tiempo necesario para que me cuentes.- Respondió Hunter con tranquilidad.

-No puedo hacerlo. Te amo demasiado, pero no puedo casarme contigo.- Las lagrimas y los sollozos no le permitían hablar. 

Hunter mientras tanto masajeaba en círculos su espalda. Samy apoyo la cabeza en su hombro y respiro profundo. Buscando en su mente las palabras correctas, para explicar su huida.

-No me casare contigo Hunter. Quiero ser madre, pero tu no quieres tener hijos y eso me impide atarme a ti para siempre. Yo de verdad quiero estar contigo y quiero casarme, pero no quiero hacerlo si nuestras vidas serán vacías y monótonas.- Hunter abría cada vez mas los ojos a medida que Samy hablaba, no quería interrumpir y espero a que ella finalizara.

-De donde sacaste que no quiero tener hijos Sam?-

-Hace unos meses atrás, cuando estábamos medio mal, fui a hablar con Emma, luego llegaste tu y le pedí a Emma que no te dijera que estaba allí. Ahí te escuche que le decías, que no querías tener hijos y mucho menos si se parecían a mi.- Soltó con un sollozo casi desgarrador, se cubrio el rostro y siguió llorando.

- Oh Samy, que tonta, eso fue solo una broma, nos reímos a carcajadas por ese comentario con Emma, como pudiste habértelo tomado enserio? Escucha Sam, nada en el mundo me haría mas feliz que tener un hijo contigo. Tu lo eres todo para mi, y si se parece a ti, seré doblemente feliz, porque te amo. De no ser así, no habríamos llegado hasta este momento. Si no te quisiera, no querría casarme contigo. Intente con todas mis fuerzas que quedaras embarazada Sam y no hubo caso.-

-Me cuide un tiempo con anticonceptivos, porque no quería desilusionarte. Creí que no querías un bebe.-

-Estoy desilusionado en este momento, porque de verdad que me esforcé mucho para tener ese bebe.- Samy sonrió, su semblante había cambiado totalmente, volvió a tomar aire, cargada de energía y felicidad.

-Tus esfuerzos no han sido en vano amor. Estoy embarazada.- Soltó Samy, con todo el orgullo de una futura madre.- Lo supe esta mañana, y todo cambio para mi, pensé en ti antes que en nadie. Temía que rechazaras al bebe, y eso me destrozaría, por eso me escape.- Dijo abrazándose aun mas al cuerpo de Hunter.

-Es el mejor regalo que podrías darme Sam.-Soltó una risa llena de felicidad.- Voy a ser padre... Es increíble.-

-De verdad que lo es.-

-No quiero ni imaginarme como sera tenerlo en mis brazos. Solo espero que se parezca a mi. Tendremos serios problemas si se parece a ti.- Dijo burlándose y recibiendo un leve golpe en el estomago.- Lo amare, y daré lo mejor de mi para darles lo mejor, para que sean felices. Los amo con mi vida-Aseguro Hunter mientras comenzaba a besarla con ardiente pasión y ternura a la vez.

Los planes de casamiento no habían quedado de lado, pero aunque Hunter insistía en casarse a la brevedad, Samy se negaba a parecer un globo vestido de blanco.Ella no quería casarse mientras estuviera embarazada. Por lo tanto habían acordado casarse luego de que el bebe naciera. La noticia en la familia hizo revolución. Nadie podía creerlo y esperaban con impaciencia al nuevo integrante.

Samy llevaba una vida tranquila y relajada, su vientre había crecido bastante, se encontraba en el sexto mes de embarazo y a veces solía pasar las noches en vela por malestares. Pero una noche, su sueño fue invadido por pesadillas.

***Una mujer alta de pelo castaño, una figura envidiable, unas piernas seductoras y labios carnosos, se encontraba frente a Hunter charlando alegremente, mientras que el solo reía tontamente. Aunque era solo una pesadilla, sintió la puntada de celos, y la ardiente ira que hacia años no revelaba. 

<Maldita zorra, nadie coquetea con Hunter y sale viva para contarlo> Pensaba con odio.

Quiso correr hacia ellos dos, pero no podía moverse del lugar donde estaba, estiro las manos como para alcanzarlo, pero Hunter tomo a la mujer de la cintura, y rió descaradamente.***

Obviamente luego de esa pesadilla, no pudo conciliar el sueño. A la mañana mientras Hunter se preparaba para ir a trabajar, la habia visto muy callada. Desayunaron juntos, hablaron un poco, y cuando se puso de pie para retirarse, Samy lo tomo a penas de la camisa. 

-Hunter, me amas?- Pregunto con los ojos empañados de lagrimas.

-Por supuesto que si, a los dos. A que viene esa pregunta?- Pregunto sorprendido.

-Quiero casarme, casemonos lo antes posible.- Dijo Samy sin ninguna reserva.

Hunter miro su vientre y luego volvió a su rostro.No quería preguntar por que, ya que, durante todos esos meses, Samy era la que no quería casarse por se sentía gorda y ridícula. Tanto su madre como su suegra, le habían advertido que tendría un carácter sumamente sensible, cambiaría constantemente de humor. y de verdad que tenían razón. Cada vez que Samy se veía al espejo o se probaba ropa, se angustiaba.

-Yo no tengo apuro Sam, y tampoco, mucho dinero que digamos para hacer una fiesta.-

-No quiero ninguna fiesta, solo quiero que nos casemos de una vez.- Hunter procesaba cada palabra mientras escuchaba a su mujer.

-A que le temes Sam, dime la verdad. Habíamos quedado en casarnos luego de que naciera el bebe.-

-Lo se, pero tengo miedo de perderte.- Hunter sonrio y Sam lo fulmino con una mirada asesina.- Tu estas todo el día fuera de casa, y quien sabe cuantas mujeres intentan acosarte, tienes compañeras de trabajo, eres joven y seguro no tardaras en fijarte en ellas.-

-No seas tonta cariño, solo tengo ojos para ti. Tu me vuelves loco todo el tiempo, no necesito fijarme en otra mujer, sabiendo que tu me esperas en casa. No sabes la desesperación que me agarra cuando falta poco para volver, solo porque quiero verte y besarte.- Dijo Hunter tomando a Samy de la cintura, sellando sus labios en un beso.

-Estoy gorda, seguro tus compañeras son jóvenes, bonitas y flacuchas.- Hunter soltó una carcajada, y volvió a besarla.

-Que imaginación, Y si fueran como las describes créeme que no serian de mi gusto. Tu eres de mi gusto. Quieres que te demuestre lo mucho que me encanta tu cuerpo, tu piel, tus besos. Todo de ti me encanta Sam, nunca dudes de mi amor.-

-Llegaras tarde a trabajar.- Fue la respuesta de Sam, riendo por las juguetonas caricias de Hunter.

-Tengo cierto privilegio por mi mujer que esta embarazada. Podría tomarme el día para complacerte en todo.- Dijo tomando a Samy en sus brazos mientras la llevaba al cuarto.

-Creo que es una buena idea.-

La boda se celebro finalmente dos semanas después. Todos los invitados habían asistido a la dichosa ceremonia, Samy renegó algunas horas, por su vientre, pero todos quedaron enternecidos y emocionados de verla con el vestido blanco y su panza de seis meses y medio de embarazo. Aunque Samy no quiso fiesta, Kevin y Emma se la regalaron.

Todo el mundo califico a Samy como "La novia fugitiva", Esto le dio un sentido gracioso al evento, ya que todo el mundo bromeaba cubriendo las salidas para que Samy no huyera, o la tomaban por sorpresa y le decían <Esta vez no te escaparas.>

Una vez que todos estuvieron en el salón atestado de gente, entre amigos, compañeros de trabajo y familiares. Los novios fueron convocados para decir unas palabras para brindar.

-Ok, seré breve.- Dijo Samy con los nervios a flor de piel.- Me siento como Julia Roberts en Novia fugitiva.- rió y todos la acompañaron con sus risas, silbidos y aplausos.- No contare nada que no sepan. Todos aquí presentes, saben que amo a Hunter, creo que nadie en esta vida aparte de mi madre me soportaría como me soporta el. Seré sincera, casarme fue un deseo que llego después de juntarnos.-

-Cuando te diste cuenta que te estabas volviendo vieja.- Grito Nick, uno de sus amigos con los que jugaba al fútbol en la adolescencia.

-Yo por lo menos ya me case, tu ni siquiera tienes novia.- retruco Samy, y todos comenzaron a reir- 

-Gracias a todos por acompañarnos en este largo y complicado camino. Todos forman parte de nuestra historia. Y creo que la felicidad no es solo esto, sino lo que hemos vivido, y lo que vendrá después. El futuro es lo que me dirá si valió la pena tomar este camino. Por lo que se, ahora, soy la mujer mas feliz del mundo.- 

Finalizo levantando su copa con agua y todos la imitaron. Hunter choco su copa con la de ella y beso sus labios lenta y suavemente, con una mano en su vientre, se inclino para besar el bulto donde albergaba su hijo. 

-Te amo Sam, gracias por haberme elegido para ser parte de tu vida.- Sonrió volviendo a besarla.

<Quizás el amor se trate de encontrar esa persona que sujete tu mano cuando estas a punto de caer. Nosotros nos queríamos, como para salir a caminar, contarnos cosas mientras pateábamos piedritas, volvernos chinos y lagrimear de risa. Embriagarnos de nada, pero estar siempre juntos. Hoy te quiero como para escuchar tu risa toda la noche, como para hablar de amor, te quiero como para pensar todo el tiempo en ti. Te quiero como para no dejarte ir jamas. Podría decirte que tenia planeado quererte, incluso antes de conocerte. Pero el amor fue mucho mas grande, mucho mas poderoso y creo que no hay regalo mas hermoso que tener tu amor acompañado de una sonrisa.>

FIN.

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