Las clases habían comenzado nuevamente, estaban cursando cuarto año de secundaria, y hasta el momento a la única que le estaba costando llevar el ritmo al aprendizaje era a Samy. Emma y Hunter trataban de ayudarla en los exámenes haciendo trampa,  era la única manera de aprobar, pero el problema era en los exámenes orales, los cuales sin excusa debía estudiar.

A la tarde trabajaba en MELODY, pero ya no era ayudante todo el tiempo, de a poco le habían enseñado a atender a los clientes en las mesas, y así se había ganado el puesto de camarera solo cuando habían demasiados clientes. Le estaba yendo de maravilla, ya que gracias al carisma y la simpatía con los clientes, las propinas eran muy buenas.

Hunter a veces la acompañaba hasta MELODY, pero religiosamente todas las noche iba por ella para que no volviera sola. Era normal para todo el mundo verlos juntos, aun así, las compañeras de trabajo de Samy, incluso Kevin, no dejaban de molestarla diciendo, que Hunter era su novio. Ambos hacían oídos sordos y reían sin darle importancia. Pero cada uno tenia su manera de pensar, su manera de sentir.

Aunque ninguno de los dos volvió a tocar el tema del beso en el cumpleaños de Samy, ambos se sentían cada vez mas atraídos, tanto física como sentimentalmente y Emma era la única que lo sabia, ya que era la que ponía el hombro para que Samy se descargara del peso que le causaba estar al lado del chico que amaba y dejar de lado lo que sentía por conservar su amistad. Por otro lado, Hunter aprovechaba cada momento que quedaba solo con Emma, para contarle como se sentía, y preguntarle si Samy le decía algo sobre el. 

Emma los adoraba a los dos por igual, pero había veces que no soportaba que se amaran tanto y que reprimieran tal sentimiento. Al final, no querían estar juntos para no lastimarse, para no perder su amistad. Pero definitivamente estaban haciendo las cosas mal, ya que cada vez era mas dolorosa la situación.   

Hunter sin darse cuenta había entablado buena relación con su vecina Anna, lo cual ponía furiosa a Samy, y no ocultaba la molestia que le causaba verlos juntos. Un día de mayo, cuando el frió comenzaba a sentirse cada vez mas. Samy salio de su casa a las siete de la mañana para encontrarse con Hunter e ir al colegio juntos como todos los días. Pero ese día, no seria como cualquier otro. 

Anna había salido corriendo con una carta en mano entregándole a Hunter, la distancia no dejaba escuchar nada de lo que hablaban. Pero la invasión de celos se apodero de Samy, quien no dudo un segundo en llegar rápidamente a su lado. Un ataque de posesión y ganas de asesinar a la bajita pelinegra, hizo que tomara de la mano a Hunter y se lo llevara a los tirones.

-Espera, porque me sacas así? Estaba hablando con Anny- Dijo Hunter sin alterarse.

-Oh, ahora es Anny, tanto te gusta que ahora la llamas así? Quieres volver con ella? Adelante. Yo me largo- Dijo Samy totalmente furiosa y fuera de sus cabales.

-Estas celosa?- Pregunto con una enorme sonrisa- Si, estas celosa.- Afirmo al instante.

-Celosa yo? Ja, De la enana esa? Por dios no seas estúpido, solo quiero llegar pronto al colegio, y no quería que perdieras tiempo.-

-Si claro.- Respondió Hunter con ironía. En su interior estaba feliz de verla así. Eso quería decir que sentía algo por el.

-Eres un maldito estúpido.- Escupió entornando los ojos y apretando su mandíbula.

No le quedo mas opción que salir corriendo, de lo contrario Hunter la vería llorar y no quería que eso sucediera. Hunter corrió tras ella y logro alcanzarla luego de dos calles. Allí la tomo de la mano con fuerza y la llevo a los tirones fuera del camino que llevaba al colegio.

-Déjame orangután. A donde me llevas? Suéltame.- Gritaba Samy mientras se sacudía para soltarse.

-Deja de gritar, o pensaran que te estoy raptando o abusando de ti.- Dijo Hunter con la mirada seria y dura.

-Gritare que eres un violador.- Sentencio Samy.

-Y yo diré que eres mi novio, que somos  GAYS y que estamos teniendo una pelea de pareja.- Se detuvo a mirar el semblante inexpresivo de Samy. Eso la hizo dejar de hacer fuerza.

Si bien Samy ya no vestía todo el tiempo como chico, si lo hacia para ir al colegio. Camino al lado de Hunter llevada de la mano sin hacer el menor ruido.

-Tenemos clases Hunter, pretendes saltarlas?-

-Porque no, estamos casi a mitad de año y no tenemos faltas.- Respondió con toda tranquilidad.- Llegamos.- Sonrió mirando fijamente a los ojos de Samy.

Estaban en la entrada de la iglesia, una estructura imponente de piedra color gris. Los reflejos del sol le daban un brillo amarillo en el frente del lugar. Aun sin soltar su mano, Hunter la llevo al interior. El lugar estaba completamente vació, a Samy le costaba hablar, ya que el mas mínimo susurro hacia eco. Se sentaron en uno de los tantos bancos cerca del altar. Hunter veía en silencio las estatuillas religiosas y el enorme Cristo delante de ellos. Samy sostenía su mano sin aflojar el agarre, hasta que Hunter tomo una bocanada de aire.

-Mis padres me abandonaron en este lugar.- Soltó desanimado, Samy no entendía nada, pero no quiso interrumpirlo.- Mis padres eran un asco, crecí rodeado de armas, drogas y dinero sucio. Cuando las cosas al parecer se pusieron bravas, ambos me dejaron en este lugar. Tenia nueve años, trate de olvidarlo todo, pero el rostro de mi madre aun sigue presente.-Meneo la cabeza reprimiendo la angustia.- Las personas de aquí me acogieron y me dieron todo lo que necesitaba, aquí también conocí a mis padres adoptivos, Erin y Dominic.-

-Santo dios Hunter, porque nunca me dijiste nada?- Pregunto Samy acercándose mas a el y acomodando la cabeza en su hombro.

-Quise olvidar absolutamente todo, pero es imposible. El tiempo que estuve en este lugar, Erin y Dom siempre me traían algo para comer y ropa. Estuve casi un mes hasta que fui a un hogar para niños con situación de calle. Allí trataba de vivir pacíficamente pero los niños mas grandes hacían de mi estadía un infierno. No me preguntes como llegaron a ese sitio, pero esta familia que no tenia la obligación de ayudar. Un día llegaron y me dijeron que tomara mis cosas que tenia un nuevo hogar. Te lo juro Samy, verlos allí parados esperando por mi, fue lo mas hermoso que vi en mi vida.-

Samy no quería seguir preguntando, no hacia falta, Hunter había abierto su corazón sin que ella se lo pidiera, pero porque lo haría? Lo que había pasado una hora antes no tenia nada que ver con esto. Hunter tenia los ojos mas hermosos del mundo, y verlos empañados de lagrimas le dolió inmensamente el alma.

-Me comporte como un imbécil antes de conocerte, hacia estupideces, peleaba todo el tiempo, y yo sabia que era por el resentimiento hacia mis verdaderos padres. Luego de conocerte, mi nivel de estupidez bajo totalmente. Y mis padres saben que ese cambio fue gracias a ti.-

Involuntariamente Samy tomo su rostro entre sus manos, y le sostuvo la mirada con una sonrisa. 

-Eres una persona excepcional, no te sientas mal por un pasado que ya no volverá. Piensa las vueltas que te dio la vida para estar hoy, aquí conmigo.-

-Sam...- Quiso hablar Hunter, pero ella no lo dejo.

-Yo... siento, mejor dicho sentía vergüenza de mi cuerpo.- Soltó Samy volviendo a acomodarse en el hombro de Hunter.- Desarrolle mucho antes que todas mis compañeras y esto genero que me dejaran de lado, se burlaban de mi, hablaban a mis espaldas, y los niños que siempre me molestaban, comenzaron a estar encima mio. De a poco quise, no se, esconderme un poco. Y de repente comencé vistiendo con ropa de mis hermanos, lo cual soluciono el tema de la envidia de mis compañeras.- Sonrió con melancolía al recordar.

-Una vez quise preguntarte cuando habías comenzado a vestirte así, pero temía que te molestaras.- Dijo Hunter con una sonrisa.

Ambos respiraron profundamente, como si se hubiesen sacado un gran peso de encima y se mantuvieron uno al lado del otro tomados de la mano. Hunter tenia intensión de hablar seriamente con Samy, no quería dejar pasar esta oportunidad. Si el ataque de celos era por que sentía algo por el, debía aprovechar la jugada.

-Tienes algo con Anna?-Se adelanto a preguntar Sammy.

-Y si así fuera, tu que harías?- Miro a Samy esperando su respuesta. Notablemente su cuerpo se tenso y lentamente se aparto de su lado, como si el roce la quemara.

-Estas con ella?- Soltó con furia.

-No grites, hace eco y vendrán a ver que pasa.- Dijo Hunter en un susurro.

-Lo sabia, eres un...- Dejo la frase dentro de su boca por no faltar al respeto a la iglesia. Se levanto de golpe y salio corriendo por donde habían entrado, sin esperar la respuesta de Hunter. El soltó un cansado suspiro y volvió a correr tras ella. La alcanzo al instante en el parque que estaba cerca de allí. Casi sin aliento los dos, respiraban entrecortadamente.

-Samy, no me hagas correr tanto. Mi estado físico es deplorable.- Luego de recobrar el aliento se puso recto frente a ella- Por que te afecta tanto verme con Anna, tu misma me dices todo el tiempo que debería buscar una chica, y si lo hago te pones hecha una furia. A que le temes Sam?-

-A perderte.- Le grito ella, le costaba respirar y las lagrimas comenzaron a amenazar.- No quiero perderte. Yo se que algún día te enamoraras de alguien y me dejaras de lado, por eso siempre quise conservar esta amistad, porque así, de todos modos seguiríamos juntos, pero no puedo. No podría verte al lado de otra chica. No puedo aceptarlo y lo siento, lo siento mucho Hunter. No quería llegar a esto...- Sollozaba mientras cubría su rostro con sus manos.

Hunter sintió por fin esas malditas mariposas de las que tanto hablaban. La emoción de escuchar al fin lo que tanto martirizaba a Samy, le dio esa sensación de cosquilleo en el vientre. La quería a ella, no había nadie mas que ella. Sonrió triunfante y la abrazo con fuerza. Samy se aferro a el como si las piernas le fallaran.

-Samy, no deberías dudar de mi. Siempre estaré contigo. Tienes mi corazón en tus manos, ni la mujer mas hermosa podría compararse contigo. Te quise desde el momento que te vi. Sentí ganas de protegerte, de tenerte a mi lado siempre. Y eso es lo que haré.- Susurro Hunter sobre su cabeza.

Luego de un momento, cuando creyó conveniente preguntarlo, se aparto escasos centímetros de ella dejando un beso en su mejilla.

-Sam, dime por favor que sientes lo mismo que yo. Porque después de haberte dicho todo esto, no podre vivir en paz si me dices que no me quieres.- Samy lo miro con detenimiento, acaricio su mejilla y sonrió.

-Te amo Hunter. Maldito seas, estoy enamorada de ti. Estas calado en mis huesos y te odio por eso, porque no puedo hacer nada sin pensar primero en ti.-

Toda palabra, todas las dudas y todo pensamiento se disolvió como agua cuando Hunter se inclino y la beso en el cuello lentamente. A Samy se le escapo un leve gemido, no entendía como era posible, no poder controlar aquellos sonidos que brotaban de su garganta.  La sensación de posesión de sus labios, absorbiendo su sabor y su humedad, la dejaron como embriagada. La beso como si fuese la ultima oportunidad de saborear sus labios, jugueteando con su lengua . Samy estaba expectante a sus movimientos y sin poder resistir mas, paso sus brazos por detrás del cuello, apretándose aun mas a Hunter. 

Luego del largo y apasionado beso,  ambos sentían como si estuviesen agotados, por lo que Hunter insto a Samy a sentarse en el suelo, miro directamente a los aturdidos ojos de ella, quien se sorprendió a si misma riendo como una tonta, besándolo nuevamente. Se quedaron un instante inmóviles, sonrojados y mirándose fijamente.

-Tengo miedo.- Dijo Samy con algo de timidez.

-Lo se, Sam.- Respondió con ternura- Pero tendrás que confiar en mi.-

Confiaba en el, lo amaba con locura. Eran muy distintos en muchos aspectos, pero eso no dificultaba para nada su amistad. Lo que realmente le preocupaba a Samy era saber si realmente estaban hechos el uno para el otro.

CONTINUARA...

HOLA MIS LECTORES!!!! quedan solo 2 capítulos, y quería agradecerles x la oportunidad y el apoyo incondicional!!! Cada estrella, cada comentario me llena de ánimos para seguir escribiendo!! Este capitulo, va dedicado a @@Project15 gcias x el apoyo, x tu tiempo para leer y dejarme tus comentarios q siempre me sacan una sonrisa!!!

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