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CAPITULO 6

La noche parecía mágica, la luz de la luna iluminaba tenuemente la terraza. Hunter tenia aprisionada a Samy contra la puerta de madera y le había dicho todo lo que tenia guardado, o al menos casi todo. No quería sacar ventaja del estado en el que ella se encontraba, hubiera deseado decirle dos palabras mas.

<Te amo> Penso Hunter, mientras caía en la cuenta de que cometería un grave error si lo decía en voz alta.

Mientras se acercaba cada vez mas, el cuerpo de Samy se puso en tensión, sus ojos se cerraron involuntariamente, y en su interior se debatía una gran ansiedad por ser besada, y el rechazo de sus deseos, por conservar la amistad. Pero el solo sentir el aroma de Hunter y la tibieza de su piel era como estar embriagada. Quería sentir sus labios, por primera vez quería llegar mas allá de lo que nunca hubiese imaginado, pero solo con el. Porque nunca había sentido tal atracción, tal adicción por un chico. 

Finalmente sintió la respiración muy cerca de su rostro, Samy no se animo a abrir los ojos, era tarde para rechazarlo. Espero paciente hasta que sintió un dulce y cálido beso en su mejilla, y luego otro un poco mas largo en su frente acompañado por un  fuerte abrazo. Ella no pudo contener las lagrimas. Sentía orgullo de tener un amigo como el, y decepción por no ser una mujer digna de robar su corazón.

Hablaron por un largo rato mientras comían. De todo y de nada, Samy no había vuelto a ser la misma luego de la muerte de su padre y Hunter la necesitaba, la extrañaba. El pitido de su reloj lo saco de sus pensamientos indicando las doce de la noche.

-Feliz cumpleaños Sam.- Dijo Hunter con la mirada cargada de un brillo inexplicable.

Samy no había caído en la fecha, había olvidado por completo el día de su cumpleaños, nuevamente la angustia y el remordimiento por no tener a su padre volvieron a amenazar. No se permitió llorar, pero se lanzo a los brazos de Hunter. El abrazo fue fuerte y sincero. Acomodo la cabeza en su pecho y se quedo allí varios minutos.

-Gracias por estar a mi lado, eres muy valioso para mi. No puedo decir con  palabras el enorme placer que siento de que seas mi amigo. Me das seguridad, tranquilidad y paz. Has sido mi apoyo, has aguantado todo, y a pesar de que estoy tan alejada de ti, sigues luchando para tenerme a tu lado. Estaré agradecida de por vida.- 

Hunter grabo cada palabra y la abrazo aun mas fuerte. Unos segundos después se separo escasos centímetros para tomar de su bolsillo una cadenita plateada con la mitad de una moneda antigua. La moneda de la suerte que llevaba consigo desde pequeño.

-No puede ser, es tu moneda de la suerte, porque la rompiste?-

-Por que quería compartirla solo contigo.- Dijo el, mostrandole su mano, en la cual había una pulsera con la otra mitad.

Hunter se coloco detrás de ella para ponerle la cadenita, allí se quedo unos minutos, abrazándola por detrás, como solía hacerlo siempre. El único problema es que ambos sentían una estremecimiento en todo su cuerpo. Sentían necesidad de estar cerca, mas que un abrazo, mas que un beso en la mejilla, mas que palabras afectivas. El deseo los estaba consumiendo, y Hunter fue el primero que decidió romper aquel cálido abrazo. Sentía su entrepierna palpitante y dolorosamente excitada. Samy lo sintió como un rechazo, y notablemente le molesto.

-Creo que debería volver a casa.- Soltó Samy con amargura.

 Hunter no quería que aquella noche terminara así, pero no tuvo elección. No quiso retenerla si su decisión era irse, y en ese momento creyó que era lo mas conveniente si no quería terminar lanzándose encima de ella y devorar sus labios. Así que no la detuvo. El se quedo apoyado en la pared mientras veía como su amiga se retiraba sin mirar atrás.

Para Samy el día de su cumpleaños siempre había sido un día mas. Aunque se habían reunido sus familiares, quienes todos los años llegaban en su cumpleaños para quedarse hasta las fiestas, lo único especial para ella, había sido estar con Hunter, Emma y todo su equipo, con ellos paso toda la tarde en el campo donde solía jugar al fútbol. Amaba a sus familiares que venían de tan lejos para pasar las fiestas, pero odiaba tener que escuchar palabras de lamentos por la muerte de su padre. La irritaba, por que realmente quería dejar atrás ese sentimiento de perdida, sin embargo cada vez que su familia hablaba de lo ocurrido le dolía enormemente.

Todos sus amigos trataron de convencer a Samy para que jugara un partido, pero esta se negó rotundamente. Todos aceptaron su negativa, pero ciertamente ya no era la misma de siempre, es como si su padre se hubiese llevado consigo, el espíritu aventurero que había tenido siempre.

Al ponerse el sol volvieron todos a casa de Samy para terminar de celebrar su cumpleaños. Al llegar se encontró con un clima muy agradable. Estaban su familia, junto a la familia de Hunter, los niños aportaban el ruido típico de una casa en la que no existía la tristeza. Una puntada en el corazón como un flechazo, hizo que amara esa imagen. Una enorme familia, todos sus amigos y Hunter a su lado. Sin darse cuenta tomo su mano, El no la rechazo, sino que la apretó aun mas fuerte, haciéndola sentir aun mas vulnerable. La sensación de una descarga eléctrica hizo que soltara la mano de Hunter, pero este no solo volvió a tomar su mano, sino que la atrajo hacia su cuerpo en un cálido abrazo, deposito un beso en su mejilla y mirando fijo a sus ojos le dijo.

-Feliz cumpleaños Sam. Si logramos sobrevivir todos a esta cena, quiero que navidad y año nuevo sea igual de multitudinaria, pero solo sera especial si estas a mi lado.- Samy solo sonrió asintiendo con su cabeza devolviendole el abrazo.

-Bien asi se hace Hunter.- Gritaron y aplaudieron los chicos del equipo.- No tienes vergüenza romeo.- Rieron todos.

-No se pasen envidiosos, no sean malpensados. Lo dicen porque ustedes no se animan siquiera a abrazarla. Son unos maricones.- Contraataco Hunter.

-Como que no?- Dijo Nick desafiante y todos corrieron hacia Samy abrazándola en ronda, cantando un estruendoso feliz cumpleaños.

Su madre llegaba de la cocina con un pastel y todos comenzaron a cantar nuevamente el ruidoso FELIZ CUMPLEAÑOS. Los chicos del equipo silbaban, aplaudían y encendían y apagaban la luz, dando el efecto de una disco. Todos volvieron a saludarla, Emma se acerco a darle un abrazo y por un instante la debilidad se apodero de ella. Se sintió una niña pequeña en los brazos de su amiga, quien después de tantos años, se había convertido en una hermana.

-Gracias por estar siempre a mi lado Emma, eres mi hermana aunque no me parezca a ti absolutamente en nada. Me has aceptado tal y como soy y siempre me has apoyado en todo. No entiendo como sigues siendo mi amiga?- Dijo Samy con una carcajada.

-Han pasado tantos años, y aun así nunca es aburrido estar contigo. Eres autentica. Te quiero mucho Sam, siempre estaré a tu lado.- Respondió Emma.

-Eres la mejor, lo sabes.-

Luego de un escandalosa cena, todos ya se habían marchado pasada las diez de la noche, Hunter fue el ultimo en irse, pero antes no se contuvo de hacerle saber lo mucho que la quería. Aunque en realidad quería decirle muchas cosas. En la puerta de entrada se despidieron, y mientras bajaba el escalón se detuvo en seco y volvió hacia Samy.

-Piedra, papel o tijeras, si tu ganas seré tu esclavo por un día, si yo gano me das tu gorra.- Dijo Hunter decidido.

No se le habría ocurrido otra idea, para despegar a Samy de su gorra, no le molestaba, pero tenia un cabello rojizo, sedoso y ondulado, lo cual contrastaba con el blanco de su piel, era demasiado bella para ocultarse de ese modo. Nunca se había animado a preguntarle en que momento comenzó a vestirse de la forma que lo hacia y porque? Ciertamente había una respuesta, pero como saberlo, si ella nunca lo había mencionado, y como podría preguntarlo sin herirla o molestarla?

-una semana.- Retruco Samy.

-Tres días- Respondió Hunter mostrandole sus tres dedos.

-Cinco.- volvió a ofertar Samy.

-Ok.- Hunter elevo sus hombros distraidamente, como si no le importara.

-Eres un perdedor. Ni siquiera peleas por una oferta digna.-

-Ya veremos quien es el perdedor.-

-Piedra, papel o tijeras.- Dijeron a unisono. Hunter había atacado con piedra, Samy con tijera.

-Maldición. Toma la puta gorra y desaparece de mi vista.- 

Mientras Samy se quitaba la gorra, Hunter pudo contemplar como caía su cabello, era muy bella, como era posible que nadie se diera cuenta de ello, o que nadie se animara a decírselo? Sintió ganas de pasar la mano por su nuca y deslizar sus dedos entre su cabello, pero todo pensamiento fue disipado cuando tuvo la dichosa gorra en sus manos. Sin pensarlo dos veces se la puso con la vicera hacia atrás.

-Trato cerrado, ha sido un placer hacer negocios contigo.- Dijo Hunter a modo de burla.

-Eres un imbécil, eres la única persona a quien podría darle algo tan valioso. Hice una promesa cuando me la obsequiaron.-

Hunter se quedo en su lugar escuchando atentamente lo que ella decía, con los nervios a flor de piel y su corazón palpitando de deseo. Samy se acerco mas a el y tomo su rostro entre sus manos.

-Prometí deshacerme de ella el día que tuviera novio.- Hunter abrió los ojos como plato respiro hondo y de repente su sonrisa se borro.- Lo cierto es que nunca estaré ni cerca de tenerlo. No soy femenina y eso a los chicos no les gusta para nada.-

-A mi me encanta.- Dijo Hunter sin darse cuenta de decir en voz alta lo que estaba pensando, con una mueca agacho la cabeza.

-Pero no para ser mi novio, si te hubiese gustado de esa forma, no habrías dejado pasar tanto tiempo, y no serias mi amigo.- 

Samy mordió su labio inferior, mientras Hunter no la veía. Estaba aguantando las ganas de gritarle que ya no sentía el cariño de siempre. Su corazón estaba fuera de control cada vez que pensaba en el y eso ya no era por ser su amiga, era mas que obvio que Hunter le gustaba, que estaba mas cerca de amarlo que de quererlo. El por su parte se debatía si seguir metiendo la pata o embarrarla aun mas huyendo de allí. Esto se estaba convirtiendo en un verdadero desastre emocional.

-Sabes que? mejor lárgate con mi gorra. De todos modos ya había tomado la decisión de cambiar. Quiero un novio que me quiera, y créeme que así vestida, no me miraran ni los vagabundos.- Dijo Samy con una sonrisa de lado.

La declaración dejo a Hunter confundido y con un gran torbellino de celos, no era la primera vez que le pasaba, pero si la primera vez que le había dado miedo de perderla. Si lograba su objetivo, no tardaría ni medio día en conseguir una jauría de pretendientes.

-No cambies Samy, yo te quiero así.-

-Por eso eres mi amigo tonto. Ya no te pongas mal, ante todo quiero trabajar, a mi madre se le esta haciendo algo imposible mantener a la familia. Quizá encuentre al amor de mi vida mientras tanto. A ti también te darán ganas de tener novia. Te darás cuenta cuando quieras tener sexo todo el tiempo.- Su tono era tan claro que podría estar hablando en serio.

Ajena a los sentimientos de Hunter se limito a darle un abrazo y un beso en su mejilla, pero un movimiento rápido hizo que sus labios quedaran perfectamente pegados. Involuntariamente Samy cerro sus ojos aspirando su aroma y aferrándose a ambos lados de su cintura. No sabia como hacerlo, jamas había besado a nadie, sin embargo Hunter parecía tener mucha experiencia, Samy movía sus labios instando a Hunter a saborearlos, y de golpe sintió su lengua en su interior. La sensación era mágica, ¿Como algo tan insignificante como un beso, podía ser tan arrasador? Hunter termino el beso apasionado, con otro beso que apenas roso sus labios. No hacían falta palabras, hasta el mas idiota se daría cuenta que esto ya no era por amistad.

CONTINUARA...

Hola a todos!!! gracias x el apoyo incondicional, tanto en esta novela como en "Doble Seduccion" Me llena de felicidad leer sus comentarios. Gracias x todo!!! uds son lo mas! Espero de <3 que les este gustando!!!     Les mando besotes y abrazos gigantes!!! '3'

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