Una hermosa mañana y muy diferente para Clara, Dave y Rose despertaban. Abrían lentamente sus ojos, mirando todo lo que estaba a su alrededor,  notando que ese no es su hogar, comenzaron a preocuparse.

-Mmm donde estoy, esto es... Espera ¿Donde estamos? Y lo más importante... ¿Porqué estoy en una recámara que parece del siglo XVIII? Acaso ya me morí- Dijo muy asustado el padre de Rose.

-Tranquilo cielo - Dió un largo suspiro- Conozco este lugar, lo recuerdo bien este es el castillo de mi madre- Respondió Clara.

Rose justo en ese momento despertaba y cuando miró que todo era muy diferente en un impulso de desconfianza del lugar donde estaban, comenzó a asustarse, y no notó que estaba al filo de la cama, cuando de pronto se cae.

-Auch... Eso dolió, estoy bien... Espera ¡¡¡Mamá!!!- Gritó mientras miraba  ese cuarto hermoso donde estaban ellos. Lleno de cortinas blancas con detalles dorados, candelabros, cuadros, una cama con olanes, tal como su padre lo mencionó parecía una recámara del siglo XVIII. Grata fué su sorpresa que se levanta alegremente del suelo y comienza a correr en círculos gritando;

-¡¡¡Esto es genial!!!... Parece una recámara de los cuentos de hadas...Si-

-Jovencita tranquilízate vas a romper ese- Clara no terminó de hablar ya que Rose en ese momento corría hacia un jarrón y lamentablemente choco con él  y chocó- Jarrón- Después de eso Clara se llevó sus manos a la cara, que diría su madre si su nieta no puede estar quieta ni un segundo.

Como si la hubiera invocado en ese momento, Cenicienta va entrando a la habitación...

-Clara querida, por fin han despertado, me alegra que estén bien, el desayuno está listo, es necesario que coman, para que se recuperen del mal día que pasaron en la Tierra-. Dijo Cenicienta acercándose a su hija.

-Esperen un momento, a ver si entendí- Dave comenzó a interrumpir llevándose su mano a la cabeza aún confundido- No sé ni dónde estamos, ni quién es usted ¿Acaso viajamos en el tiempo para que traiga su vestimenta del siglo XVIII o es tiempo de carnavales?-

-¡Dave! Por favor ella es mi madre Cenicienta.-

Dave se quedó perplejo, acaso su esposa dijo ¿Cenicienta?-Esto debe ser una broma-

Rose en ese momento dejó de correr en la habitación cuando escuchó el nombre de Cenicienta, se acercó muy entusiasmada hasta la señora de vestido azul.

-¿Cómo? ¿Cenicienta? Es mi cuento favorito... Por favor tengo que ver si sus zapatillas son de cristal- En eso Rose se acercó al  vestido de su abuela y se agachó levantando el vestido para observar mejor.

-Rose cálmate por favor- Dijo Clara.

En realidad todo esto le resultaba fantástico, pues ella no sabía nada la Tierra de los Cuentos de Hadas.
Cenicienta había alejado a su hija Clara a para que no supiera nada del destino que se les había revelado en la profecía, no quería perder a su hija, y ahora menos quería perder a su familia.

Quizá fue error de  Cenicienta, pensó que la Tierra, donde estaban los humanos sería lo mejor y Clara estaría protegida. Aún recuerda ese día que tuvo que dejar a Clara.

Flashback:
El Hada Madrina y Cenicienta estaban platicando, sobre la situación de Clara.

–¿Estás segura querida? Dejar a Clara en ese mundo es algo inseguro, no sabemos como es-

– Sí, no tengo el valor de verlos sufrir el día que por fin los villanos regresen ¿Qué tramarán? Han pasado muchos años, no quiero que mi hija sufra, si yo muero al menos sé que ella estará bien en ese mundo- Respondió Cenicienta dando un largo suspiro.

–Bien te ayudare, abriré un portal que pueda llevar a tu hija a ese lugar que quieres, pero te advierto, no podrás entrar y regresar cuantas veces quieras. Hay que ser cautelosos, no pueden descubrir que nuestro mundo existe-

En ese momento el Hada Madrina comenzó a crear un portal que conectaría su mundo con el otro. El acceso es con una llave muy especial que ella resguardaría muy bien, para evitar problemas.

Cuando estaba listo el portal, Cenicienta comenzaba a despedirse de su hija, la abrazaba con mucho cariño mientras le decía:

-Hija te quiero mucho recuérdalo, he decidido mandarte a este lugar para que aprendas a convivir en un mundo diferente al  nuestro y puedas desenvolverte y seguir creciendo. Por favor sigue siendo esa hija tan noble que tengo, estaré al pendiente de ti, cuídate... Te amo mi pequeña. Solo recuerda una cosa, no digas nada de nosotros ni de nuestro mundo a los demás... A nadie por favor. Lleva tu vida normal como todos ellos-

En ese momento, Clara se despidió de su mamá y del hada madrina, comenzó a caminar rumbo al portal y poco a poco desapareció Clara, hacia el otro mundo...

-¿Porque no le dijiste la verdad?-

– Sabes, prefiero mantener las cosas así quiero que Clara tenga una bonita vida, lejos de todo esto, si algún día todo desaparece de la Tierra de los Cuentos, sé que mi hija y su descendencia estarán bien.-

Fin del flashback.

Después de recordar ese momento, Cenicienta veía a su familia. Clara estaba feliz de volver a su hogar, mientras Dave parecía confundido aún y Rose, bueno ella corriendo felizmente de un lado a otro. Por un momento Cenicienta se preguntó si mandar a Clara fue una gran idea, pero a la vez se arrepentía. No podía creer que el mundo normal de los humanos fueran seres tan egoístas, pelear entre ellos por querer dominar el mundo, tener el poder absoluto, no existía ni esperanza ni amor al prójimo.

Su cabeza daba vueltas pensando si fue buena idea o no, pero dejó a un lado esos pensamientos porque ahora su hija había regresado y estaba más que feliz por ver a su familia de nuevo, por el momento solo quería conocer y convivir con su familia...