Volar en las alturas rumbo al castillo de Blanca Nieves a lado de la hermana mayor de Hawk, es sin duda genial para Rose. Poco le importaba si era media noche, lo que más anhelaba era que Hawk despierte de ese sueño helado eterno.

-Hermosas damiselas, su viaje a terminado- Dijo Low Ong mientras trataba de bajar despacio para no despertar al resto de la familia Blanca Nieves que se encontraban dormidos. Se acercó al balcón de Fala y bajó las princesas con cautela.

-Servidas princesas, si necesitan algo más solo diganme-

-Muchas gracias Low Ong-

El dragón tomó nuevamente su vuelo y salió del Reino de Blanca Nieves.

-Bueno Rose vamos a la recámara de Hawk, solo te pido que no hagas mucho escándalo, si te oye mi abuela aquí sin duda querrá sacarte de aquí-

-Descuida Fala seré cautelosa-

Ambas princesas salieron de la recámara de Fala y caminaron al de Hawk. Fala abrió muy despacio y se acercaron a la cama donde estaba Hawk congelado por el ataque de la Reina Nieve.

-Bien Rose, será mejor que me salga. Por favor te lo suplico, ojalá puedas ser tú quien despierte a mi hermano de ese sueño eterno. Te dejaré aquí para darles privacidad, en un rato regreso- Dijo la hermana de Hawk y salió con cuidado de ese lugar.

Rose se acercó temerosa al príncipe de las manzanas, verlo de esa manera le partía el corazón y sobre todo recordaba que por su culpa el estaba así.

-Lo... lo siento Hawk, por mi culpa estás así, si tan solo, si tan solo ese día no me hubieras salvado, estarías aquí con tu familia que te extraña- susurró Rose soltando en llanto mientras se sentaba en la orilla de la cama, tocando con sus delgadas manos su rostro congelado.

-No sé si realmente me correspondas de la misma manera que lo hago yo, en tan poco tiempo has logrado mover un sin fin de sentimientos dentro de mi. Jamás en mi vida, ni cuando estaba en la Tierra antes de llegar aquí, me sentí tan contenta de estar con alguien. Tu has sido especial para mí y te agradezco que siempre estuviste para mi, sin que te lo pidiera... Pero tienes que volver Hawk, tienes que volver por lo que más quieras- tomó con ambas manos el rostro de Hawk y se fué acercando poco a poco  a sus labios del contrario, un ligero roce pero tierno y suficiente para que comenzara a desprender una luz que fué iluminando todo el cuerpo del príncipe.

La peli rubia no daba crédito a lo que veía, ese hielo se estaba derritiendo, trayendo nuevamente a Hawk, tal y como estaba antes...

Justo cuando terminó de derretirse ese hielo, el resplandor comenzaba a desaparecer. Hawk estaba nuevamente ahí, poco a poco fué abriendo los ojos y se levantó poco a poco de la cama.

-Ha... Hawk, eres tú, estás bien- Rose corrió para abrazarlo como nunca.

-Rose...- Susurró Hawk justo cuando sintió su cálido abrazo, mientras acariciaba por detrás su sedoso cabello rubio.

-Creí que no te volveríamos a ver, tu... tú me salvaste y...-

-Shhhhhh- dijo Hawk mientras colocaba su dedo índice en los labios de Rose - Sé todo lo que quieres decirme, estuve congelado por el ataque de la Reina Nieve, pero podía escuchar todo lo que pasaba en mi alrededor.  Sé que mi abuela te odia por el hecho que te salvé a costa de mi propia vida, pero también pude oír esas palabras tuyas, y si me lo permites, extrañamente siento lo mismo que tú- Hawk se llevó una de las manos de Rose a su pecho para que pudiera sentir ese corazón que latía con fuerza, gracias a ella. Rose le regaló una tierna sonrisa, mientras se miraban fijamente, sin romper ese momento.

-¡¡¡Rose lo lograste!!!!- gritó de la emoción Fala y corrió para abrazar a su hermano.

-También te extrañé Fala-

-Rose es hora de irnos, tu abuela de dio cuenta que no estas en el castillo y está buscándote- Dijo Low Ong llegando por el balcón del cuarto de Hawk.

-Muchas gracias Rose, si no fuera por tí mi hermano  no hubiera despertado nunca- Le dijo Fala mientras abrazaba a Rose.

-No es nada, solo ... quería que Hawk despertara-

-Mañana iré a verte Rose- Dijo Hawk mientras se levantaba de su cama y abrazaba a Rose antes de irse.

-Me tengo que ir, no quiero que mi abuela esté preocupada por mí, mañana nos vemos- Rose se subió a Low Ong y tomaron su camino rumbo al castillo Cenicienta.

En la recámara de Hawk...

-Que fueron esos gritos Fala... ¡¡¡¡Hawk despertaste!!!!- dijo la mamá de Hawk y corrió para abrazar a su hijo.

-¡¡¡Hijo estás  vivo!!!-

-Pe.... pero ¿Quien te pudo despertar?- Preguntó muy confundida Blanca Nieves entrando también.

Hawl quien seguía recibiendo mimos y abrazos por sus padres, dirigió su mirada a su abuela y sin dudarlo le contestó:

-No quiero que le digas nada malo a Rose, puse en juego mi vida por ella, sin embargo ella fué quien pudo romper esta magia quien me tenía congelado. Y si, podía escuchar todo, así que te pido que no la juzgues, ni la odies-

-Esta bien Hawk, tenlo por seguro que no diré nada más, disculpa por todo eso. Me alegra que ya estés aquí nuevamente-

-Entonces si fué Rose ¿Como llegó al castillo?- preguntó la mamá de los hermanos.

-Bueno eso yo puedo contarles- Fala comenzó a platicarles a su familia que ella fué por Rose a su castillo y todo lo que pasó...

En el castillo Cenicienta...

-Gracias por traerme Low Ong- dijo Rose bajando del dragón y entrando nuevamente a su habitación.

-Por nada Rose, ya sabes que cuando necesites algo solo dime- El dragón se despidió y nuevamente levantó sus alas y emprendió su vuelo.

Rose corrió a la mesa donde dejó la nota para su familia, la rompió en pedazos y la tiró a la basura. Se fue a su cama para acostarse nuevamente y apagó las luces.

Cenicienta quien entraba a la recámara de su nieta, vio que estaba en su cama durmiendo, se acercó y la tapó con sus sábanas, después de cerciorarse que estaba durmiendo salió de su habitación cerrando su puerta.

-Que extraño, juro por mi vida que hace rato no estaba en su cama... quizá es solo mi imaginación- Cenicienta se dijo a si misma y caminó a su recámara para seguir durmiendo...

La mañana llegó a la Tierra de los Cuentos de hadas, la chica Cenicienta poco a poco se despertaba, ahora estaba más feliz que nunca, por fin Hawk había despertado de ese sueño eterno congelado, todo estaba en calma.

Corrió a su balcón para observar el amanecer y un aleteo interrumpió sus pensamientos...

-Buen día Rose-

-Low Ong, buenos día ¿Que te trae por acá?-

-Vine a comer unas calabazas del huerto de tu castillo y también a traerte una nota- El dragón en ese momento le entregó un papel doblado en 4- Bueno Rose, luego te veo, tengo hambre y nada mejor que las calabazas de tu huerto-

-Nos vemos- Dijo Rose mientras observaba al dragón bajar al huerto.

Comenzó abrir ese papel y vio que era una nota:

Rose a media noche iré por tí, no le digas a nadie...
                                  Hawk.

-¿A media noche?- Rose se preguntó a si misma, sin duda tenía que estar más que lista para la noche...