FOURTH
No se como habiamos llegado a esto; yo simplemente jalaba sus negros cabellos con violencia, mientras el me hacia un oral con la destreza profesional de una prostituta.
-Esta en tus venas, Kiku- le decia recordarte el pasado, el sonreia timido pero en el fondo si que lo disfrutaba
-No se corra aun, Alfred, hagalo en mi boca- me rogaba y yo obedecia cubriendo su blanco rostro con semen, cosa que el japones tomaba con sus dedos, chupandolos, besandome.
Kiku Honda era uno de esos chicos reservados, de aquellos a los que debes esperar tres malditos meses para que recien te dirija un:
-Hola, estas en mi clase tambien, no?-
Es mas bajito que yo, cabello negro y ojos jalados; inteligente, callado, serio. Era mi compañero de intercambio, por lo que vivia en mi casa, y, lo hacia de maravilla
No eramos tan amigos, el preferia juntarse con un idiota italiano y un aleman cara de perro; sin embargo, en otros aspectos si eramos, de alguna forma, unidos.
Era mi unico amigo
-Para que lo quieres?- me preguntaba cuando el sexo terminaba, recostado en mi hombro en la cama -Si quieres una cosa de una sola noche, me tienes a mi-
-No te importa- le susurraba en el oido -No es tu problema, solo mio-
-Como sea, no te deseo suerte ni cuentes conmigo- Me encantaba su expresion de celos y resentimiento por tu culpa, Arthur.
Kiku sabia muy bien que él solo era un pasatiempo; y que yo era lo mismo para ti.
Tu lo sabias, Kirkland, se que sabias que cuando me masturbaba veia a un ficticio tu, riendo, y diciendome
-Alfred, my heaven, no pares-
Decidi seguirte sin que lo sepas, caminando a paso ligero como tu sombra.
Tu sonreias como una colegiala junto a ese maldito frances.
Cuanto lo envidiaba! Si hubieras sabido todo lo que hubiera dado por estar en su lugar!! Maldita sea, Arthur!! Hijo de puta!! Como te queria!
***
Entraron a una pasteleria y se sentaron mirandose uno al otro
-Que queria ese niño, mon chérie?- te pregunto con esa sonrisa picara que lo distingue, Mathew siempre habla de el, de las rosas que le manda cada dia a nuestra casa y de la injusticia que hago yo al botarlas y quemar la declaracion de Mi amado M. Williams..
-Ya sabes, lo de la fiesta de disfraces- respondiste mientras comias tu jam roly-poly -Porque, Francis? No me digas idiota!- lo callaste con tus dedo indice y tu expresion cambio a una totalmente seductora. Me correria en esa cara tuya, Arthur -Estas celoso de Alfred?-
Como deberia sentirme? "Are you jealous of Jones?", al menos recordo mi nombre.
-Non! Non!- nego el cabeza de baguette incomodo -Solo que no me gusta que se acerquen a mi macaron ingles-
Beso tu mano y la apreto contra la suya
-Estupidamente tierno, Bonnefoy- ronroneaste -Pero eso no te salvara! Porque mierdas te engañaria con un niño como ese?-
Y tu noviecito comprendio, una noche mas sin sexo.
Hablaron y hablaron; del guapo presidente frances y de como no quemar la casa al cocinar, de como te iba viviendo con tus hermanos y de el impertinente niño que habia ido a tu despacho.
-No le des mas vueltas al tema, si? Estoy cansado por hoy- suspiraste cuando llegaron a casa, de la mano, como dos malditos amantes de preparatoria -Nos vemos mañana-
-El me parece..algo extraño- respondio inseguro -Solo prometeme una cosa, si? No te le acerques-
Francis no sabia aun que nada ni nadie me separaria del amor de mi vida, y yo tambien crei eso.
-Excuse me?- te indigno demasiado, lo se -Porque? Ni siquiera lo conosco, holy shit!-
-Hazme caso- preprocho el, sin embargo tu orgullo era fuerte
-Yo me acercare a quien quiera, ok?- le diste la espalda y abriste la puerta de la casa a la que yo habia ingresado ya muchas veces -Hasta luego-
-Arthur!- camino hacia ti pero le cerraste en la cara
-Good night!!- gritaste y corriste a tu habitacion.
Si, lo se, Scott te esperaba alli, pacientemente, sentado en tu cama de roble, con los mismos deseos que yo.
Lo se porque yo lo vi, desde tu ventana
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