La puerta del cubículo del baño donde JiMin arrastró a Félix se cerró por dentro. Lo último que quería JiMin es que alguien los encuentre en pleno acto sexual y vivir una mala experiencia. Es decir, le gustaba cuando habían riesgos, pero no TAN grandes.

Félix sisea por lo bajo cuando su espalda toca la fría pared de azulejos contra la cual JiMin lo recarga para continuar besándolo. El cuerpo más pequeño se estremece deliciosamente cuando los dedos experimentados de JiMin acarician la sensible piel de su pecho y cintura por sobre la delgada camisa.

- Si quieres parar dime- susurra JiMin. Sus labios carnosos estirándose para formar una sonrisa maliciosa que hace suspirar a Félix.

- Okey- jadea el australiano, sintiendo con emoción como los dedos de JiMin serpenteaban lentamente desde su abdomen hacia su ingle.

Una de las manos de JiMin baja más y acuna la erección de Félix por sobre el pantalón, moviéndose para generar una fricción tortuosa que hizo a Félix gruñir por lo bajo y querer empujar su entrepierna contra la mano de JiMin. El integrante de BTS corta la distancia entre la sensible piel del cuello expuesto del australiano y su boca, deslizando su lengua caliente por la tersa piel de su garganta sin dejar de acariciar la erección del pecoso con vehemencia.

Cuando la mano se aparta Félix resopla, frustrado, solo para ser compensado con la lenta liberación de su miembro de los confines de su ropa. JiMin no hace esfuerzo por bajar el pantalón de Félix, pero se asegura de sacar su pene erecto del interior de boxer a través de la cremallera abierta. Lentas y apretadas caricias viajando de la base a la punta hacían en Félix un desastre de reacciones.

Félix reprime torpemente un quejido ante la sensación, pero su cuerpo fue mucho más transparente, estremeciéndose ligeramente ante cada roce a su glande. Cuando inhala hondo, listo para pedir en voz alta algo mucho más intenso la puerta principal del baño se abre de golpe y tanto Félix como JiMin se enderezan, en silencio absoluto.

Un silencio que solo era roto por los dos agotados intrusos. La puerta se cierra de nuevo, algo fuerte, por lo que JiMin asumió que quienes hayan entrado tenían bastante prisa, y a juzgar por como colocaron el seguro en la puerta principal en lugar de encerrarse en un cubículo como él y Félix la urgencia era más sexual que de otro tipo.

- Dientes, tesoro. Cuidado- se escucha la jadeante voz, entrecortada por los besos hambrientos robados por su pareja.

- Perdón- se escucha, apenas audible.

Félix permanece pegado a la pared del cubículo, rígido, sin tener idea de qué hacer mientras el húmedo chasquido de los labios y lenguas chocando y separándose en besos hambrientos resonaba en el baño. JiMin parece estar analizando la situación, pero también aprecia estar tratando de imaginar la escena que sucedía allá afuera ¿Debería sentirse celoso Félix por eso?

JiMin se sobresalta ligeramente cuando una de las manos de Félix toma su mejilla y lo obliga a regresar la atención hacia él. El australiano cantante parecía frustrado y algo avergonzado, pero a JiMin eso no le causó más que satisfacción. Si Félix quería tenerlo de nuevo, aún con testigos, le daría el gusto.

A JiMin siempre le gustó jugar con fuego.

Sus manos se aferran a la cadera de Félix, reteniéndolo en su lugar mientras se pega a su cuerpo, empujando su erección cubierta por el pantalón contra la erección llorosa y expuesta de Félix. Une sus bocas en un beso desaforado antes de que Félix tenga tiempo de gemir, causando que JiMin se trague las vibraciones.

Las tiernas manos de Félix se enriendan en el pelo sedoso de JiMin y tiran un poco, activando escalofríos deliciosos en JiMin que bajaban lentamente por su columna hasta bajar directo a su pene. JiMin empuja su erección contra la de Félix y lo siente suspirar contra su cuerpo.

- Dios, Joonnie. Despacio- de repente el tiempo se detiene tanto para JiMin como para Félix y al instante se miran.

- ¿Qué?- gesticula JiMin, sin emitir sonido, y Félix se encoge de hombros con el mismo asombro.

- Espera, espera ¡Ah! Dios, NamJoon- el gemido inconsciente es suficiente para que a Félix le tiemblen las rodillas. BangChan.

- Permíteme hacerlo, Chris. Por favor- el suave sonido del beso en la piel desnuda manda otro escalofrío placentero al miembro de cada menor en el cubiculo- Déjame adorarte- se escucha a Christopher sisear, seguido del chasquido de la succión en su piel.

- ¿Adorarme?- Félix deseaba gritar que era digno de tal petición, amaba a Chan como un amigo y tal vez en su tiempo como un crush, pero si hay algo en lo que todo Stray Kids y Stay estaban de acuerdo era que Chan era un maldito monumento en todo aspecto y sentido.

Que NamJoon lo viera también hacia que el pecho de Félix se hinchase de orgullo por su líder.

- Aha, adorarte. Adorar cada parte que dije que amaba, cada parte que me vuelve loco- Félix se sobresalta cuando las manos de JiMin, aquellas que se aferraban suavemente a su cintura, ahora hundían sus dedos contra su piel- Boca, labios, cuello, pecho, brazos... Todo- la ronca voz del líder de BTS hace jadear tanto a Félix como a. Christopher.

- Está bien... Está bien- suspira Chan, y Félix se cubre la cara con ambas manos.

Dios ¿Se suponía que los dejaran continuar aún sabiendo que luego lo recordarían siempre que los vieran? ¿No deberían hacerse notar?

No, luego tendrían que explicar qué hacían ambos en el cubículo. Mucho drama.

- ¿Qué haces?- susurra Félix, sobresaltado cuando una de la manos de JiMin toma su erección.

JiMin se llevó un dedo a los labios, indicando que no hiciera ruido, no uno que supere los gemidos de Chan cuando los suaves labios de NamJoon se cerraron al rededor de su pene y su lengua acaricio el glande, al menos.

JiMin se agacha lentamente hasta quedar de rodillas frente a Félix. El pecho del australiano pecoso se agita cuando ve en cámara lenta cómo JiMin guiaba su pene a sus labios carnosos, solo para perder todo el aire de sus pulmones cuando JiMin se mete el miembro a la boca por completo, bajando tortuosamente lento hacia la base para luego retroceder con la misma lentitud.

Las manos de Félix se disparan hacia la cabeza de JiMin casi al instante cuando el surcoreano realiza la primera succión, realizando un sonido húmedo morboso que fue opacado por un sollozo de parte de BangChan fuera del cubículo. JiMin levantó la mirada hacia Félix, tratando de indicarle que no haga ruido antes de comenzar un vaivén lento con su cabeza.

- Hyung- NamJoon retiene el muslo de BangChan sobre su hombro mientras su otra mano se aferraba a la base de su pene, succionando con la boca lo suficientemente fuerte para que Chan gima, tapando el jadeo de Félix en el cubículo.

- Shh, tranquilo cielo- susurra JiMin, acariciando el miembro de Félix con vehemencia, empujando al pecoso al orgasmo con rapidez.

- ¡NamJoon!- Félix cierra los ojos con placer cuando alcanza su liberación dentro de la boca de JiMin al unísono con Chan.

- Mierda- jadea Félix por lo bajo, soltando a duras penas el cabello de JiMin para permitirle alejarse de su miembro.

- Lo siento- escucha jadear a Chan.

- Dije que te adoraría, en cada sentido de la palabra- murmura NamJoon- Saborearte es parte de eso, Chris- el suave chasquido húmedo de un beso estremece a Félix, aún en su estado Post-orgásmico.

- ¿Estás bien?- susurra JiMin, levantándose para acunar el rostro sonrojado de Félix, relamiéndose los labios para quitar los restos de semen.

Félix asiente con la cabeza y baja la mirada con vergüenza. No podía creer que se había corrido en la boca de Park JiMin. Bueno, al menos se había corrido... Oh dios, JiMin no lo hizo.

Asombrado, abre los ojos y baja la mirada hacia la entrepierna de JiMin, esperando ver el bulto en sus pantalones, sin embargo, parecía mucho menos grande de lo que había sentido hace unos minutos. Dudoso, extiende su mano hacia la entrepierna ajena y se estremece al sentir la humedad de la tela sintética. JiMin se había corrido sin ser tocado.

- Saborearte es más de lo que había esperado- susurra JiMin con una sonrisa divertida, acariciando las mejillas de Félix con los pulgares.

Tímido, Félix baja la cabeza hasta donde puede, JiMin lo sujetaba con firmeza. JiMin sonríe para sí mismo al ver el estado en el que quedó Félix.

Orejas rosadas, sus pequeñas pecas resaltaban gracias al sonrojo en sus mejillas. Sus dulces ojos brillosos por el placer, sus labios rojos e hinchados de tanto haberlos mordido para no dejar que escape ningún sonido vergonzoso que pudiera delatar su posición a sus respectivos líderes.

Y luego estaba su ropa. Su camisa desacomodada, levantada para que no estorbase, exponiendo el tonificado abdomen marcado del australiano. La cremallera del jean abierta, el bóxer desacomodado y su miembro sonrosado flácido expuesto, aún brillante por los restos de semen y saliva.

Y pensar que todo eso lo hizo él en menos de media hora, cuando hasta antes de esa noche JiMin jamás habría pensado tan siquiera en conocer a Félix. Increíble.

Una oleada de euforia recorre a JiMin y no puede contener el deseo de besarlo. Félix se deshace en sus brazos por un momento antes de rodear su cuello con ambos brazos.

Bueno, la noche no había resultado nada mal. Si NamJoon y Christopher decidían ir a otra parte a terminar con lo que iniciaron entonces tal vez JiMin podría acabar una segunda vez dentro de Félix. Y tal vez establecer mejor que demonios eran ahora y que serían.

— Dios, ojalá "novios"— suspira JiMin contra el hombro de Félix.

— ¿Cómo dices?

Oops.