Y llega nuevamente esa fecha, a veces solo quisiera lograr olvidar o borrarla del calendario, seguro eso minimizaría el dolor, eliminar ese día donde nuestras distancias crecieron y desaprender que no volveré a encontrar remedio en un “te extraño”, sin embargo, te extraño, aunque sé que no es suficiente para volver a verte.
No pretendo compartir lágrimas ni cicatrices, prefiero regalar sonrisas, mas la tuya ya no está y en mi mente se vuelven difusos tus recuerdos al no poder retratarte con exactitud. Te marchaste, cuando menos lo esperaba, dejándome aquí con una sensación incompleta, con un sol que, aunque sale cada mañana no brilla por estos días, con un atardecer marchito… desde hace dos años me falta algo, me faltas tú… papá.