El amor.

Algo tan lindo y único, algo que todos sentimos con distintas sensaciones y tan diferentes resultados.

El enamoramiento, algo tan intenso, que puede ser como un rayo. Intenso, luminoso y tan corto. O puede ser como el sol, fuerte, cálido y confiable, porque sabemos que siempre saldrá de nuevo.

Puede ser tan delicado como alas de una mariposa, que nos puede elevar a lo alto, pero soltarnos de un momento a otro.

¿Quién no ha sufrido por amor alguna vez?

Creo que eso nos une como humanidad. Y no puede ser tan sólo en una relación amorosa, podemos hablar de amor maternal, paternal, de hermanos, amigos... Hay tantos matices y colores, tamaños e intensidad...

Pero amor en fin.

Puede ser tan puro como el de un niño hacia su madre o uno tóxico, que nos ahoga y nos quiere cambiar. Lo importante es saber reconocer cuando ese supuesto amor nos está lastimando.

A veces saber soltar es lo mejor, y nos ayuda a crecer como personas.