Capítulo 8: No puedo.
"Hola, soy JungKook"
"¿Cómo conseguiste mi número?"
"Eso no importa, SeokJin. Tenemos que hablar, me llevas evitando por una semana desde lo sucedido, pero necesitamos aclarar las cosas"
"No necesitamos aclarar nada"
"No pasó nada"
"SeokJin, por favor. Creo que es necesario conversar"
"No"
"SeokJin, no podemos hacer como si nunca pasó"
"Hay que conversar"
"SeokJin???"
"Genial, me bloqueaste. Qué maduro de tu parte"
—¿Qué te pasa? —preguntó algo confundida su novia.
—¿Uh?
—Estoy segura que estás por lanzar tu teléfono por la ventana, ¿pasó algo?
—Nada, sólo uno de los chicos que se puso inmaduro —se excusó, porque claramente no podía decirle la verdad.
—¿Seguro?
—Sí, JiEun ¿por qué tantas preguntas? —respondió fastidiado. Había tenido suficiente con lo de SeokJin para tener que responder el interrogatorio de su novia.
—¿Ya no te puedo preguntar nada sin que te enojes? —replicó indignada.
—No es aso... sólo estoy algo cansado, yo... perdón, no quise tratarte así.
—Pues laméntalo, porque yo ahora voy a salir con YeRim, iba a decir que me acompañaras, pero no voy aguantar tu actitud.
—Pero yo sí tengo que aguantar siempre la tuya —respondió irónico.
—¿Qué estás tratando de decir?
—Nada, olvídalo.
La mujer le miró mal, pero se calló. Cruzo sus brazos en señal de enojo y Jeon sabía que seguramente debía estar apretando muy fuertes sus dientes para mantener la boca cerrada.
—Puedes decirme qué te pasa.
—Ya te dije, estoy cansado y estresado. Surgió un problemita y estoy tratando de solucionar, pero...
—¿Pero?
—Uno de los chicos no quiere hablar ni hacerse responsable, así que estoy tratando de comunicarme con él, pero me bloqueó.
—¿Quién es? Si es del estudio lo conozco.
—No, no lo conoces. Es nuevo y llegó hace poco, es... —hizo una pausa para buscar alguna mentira creíble—, es extranjero.
—Oh, tienes razón no conozco a ningún extranjero, pero bueno. Hay que hablar con el jefe y pedir que le despidan, es muy irresponsable de su parte, ¿van a atrasar canciones por esto?
—No, nosotros ya lo solucionamos, pero él sigue sin querer conversar.
—Está bien... yo iré con YeRim... olvida lo que dije ¿si? —usó una voz arrepentida—, puedes acompañarnos.
—De casualidad ¿irá SeokJin?
La chica puso una cara confundida ante la extraña pregunta.
—Creo que no, Yeri me ha dicho que tiene turno a las seis así que dudo que vaya.
JungKook apretó el agarre del sillón con algo de molestia, imaginando que el turno del rubio era examinar con su culo la polla de alguien más en algún bar gay. Se reprendió por qué a él no debía molestarle aquello, SeokJin era libre de hacer con su vida lo que quisiera y eso no debería afectarle. Sin embargo, la molestia seguía ahí.
—Uh, está bien, yo no iré. Tomaré una siesta, como te dije; necesito descansar.
—Mhm, está bien.
[...]
—Jin, no tires tu teléfono ¿qué te ha hecho el pobre?
—Nada.
—¿Me podrías decir qué te sucede?
—No sé a lo que te refieres.
—Ya llevas una semana comportándote más irritado de lo normal —señaló—. No sé qué pasó, pero por favor dime, cariño. Quiero ayudarte con lo que sea.
—No puedes.
—Jin —insistió.
—No estudiaste medicina, es un asunto del hospital que estás lejos de entender.
—Sólo quiero ayudar.
—Ya he estado lo suficiente estresado esta ultima semana, tratando de aguantar a jung- —se quedó callado al notar que casi suelta el nombre—... a Jung, para que tú vengas a insistir.
—¿Jung?
—Sí... el doctor Jung, uno nuevo que llego. Le estoy diciendo que ya está solucionado todo, pero insiste en formar una reunión, y no quiero. Me estresa.
—Comprendo —dijo creyendo que las palabras de su esposo eran ciertas. Sentía empatía por su él, pensaba que trabajaba muy duro y debía estar irritado por eso, por eso no volvió a preguntarle nada más.
—Ahora por favor, necesito descansar.
—Está bien, yo me arreglaré porque saldré con JiEun.
Jin casi suelta un grito de frustración al escuchar el nombre de esa chica.
—Está bien, yo descansaré un rato y después iré al hospital —informó a YeRim para que se fuera de una vez.
—Descansa, amor.
—Mmhm.
[...]
—Te juro que trato de entenderlo.
—Ni me digas que yo estoy igual. SeokJin ha estado tan irritado esta última semana, que se molesta hasta porque respiro.
—JungKook igual, hoy le pregunté qué le pasaba y por poco me ofende.
—Yo sólo quiero ayudarlo y hacer que no se sienta tan estresado.
—Ya sé, podríamos organizar algo.
—¿Cómo qué?
—Algo entre nosotros cuatros, pero más dedicados a ellos. Que se relajen por un día.
—Podría organizar la sala de juegos —propuso—, hay una televisión y una consola, pero hace mucho que SeokJin no juega con ella. Los demás juegos han sido regalos de su hermana, ya que antes Jin amaba jugar.
—JungKook es adicto a esos juegos —exclamó casi irritada porque muchas veces, JungKook les prestó más atención a ellos que a ella.
—Mañana Jin tiene un día libre ¿pueden venir a mi casa?
—Íbamos a ver una cosa en el estudio, pero podríamos dejarlo para otro día, no es tan urgente. Así que... ¿a qué hora mañana en tu casa?
—Como a las siete. Tengo un par de cosas para comer, pasaremos un buen rato y atenderemos a nuestros chicos.
—Me parece perfecto.
[...]
—¿Qué planearon qué?
—Una tarde de chicos, podrán jugar y dejar las cosas que le estresan de a un lado. Tienes que divertirte, cariño.
—No me preguntaste.
—Porque sé que te ibas a negar. Eres demasiado trabajador, necesitas descansar, una tarde de relajo no te hará mal.
—Tengo que trabajar.
—Sé que hoy es tu día libre, ¿cuál es el problema? Sólo quiero que estés a gusto y descanses, JiEun vendrá con JungKook porque se encuentra igual de estresado que tú y no haría nada mal que pasaran un rato de hombres, compartiendo y divirtiéndose.
—¿En cuánto llegarán?
—Dentro de media hora.
[...]
Un vaso de whisky. Sólo uno tenía que tomar antes de enfrentar a Jeon, lo venía evitando por una semana y ahora tendría que verlo. Se miró al espejo viendo su ropa impecable, a pesar de ser casual. Terminó de tomar lo poco que le quedaba del líquido. Respiró profundo y salió de su habitación para ir a recibir a los invitados.
Al bajar lo primero que sus ojos divisaron fueron los marcados rasgos de JungKook. SeokJin lo odió porque se vía apuesto, siempre se veía así, pero después de pasar aquellos momentos con él, tenía el instinto de querer ir y saltar sobre aquel atractivo cuerpo y devorarlo vivo. Pero se contuvo, porque no podía perder el juicio de nuevo, a pesar de que su cuerpo sintiera la necesidad de sentir a JungKook dentro de él.
Su mirada se desvió ante la delicada y hermosa chica. La odiaba. No había alguna razón más que JungKook, quizá también por su actitud infantil y caprichosa, pero era un detallito que aguantaría si no fuera que se comportara de esa forma con JungKook dando a resaltar su hermosa y perfecta relación. Aunque claro, ya no era tan perfecta, no después de haber tenido la polla de su novio clavada en su culo.
Sonrió con arrogancia al tener en mente cierto punto a su favor.
Ella podría tenerlo y presumir lo que fuera, comportarse como una chiquilla caprichosa tratando como un objeto a su novio, el cual debía ir con ella como si de su bolso favorito se tratara. Pero eso no evitó que esa noche él haya caído entre sus brazos, o mejor dicho entre medio de sus piernas, y no evitaría que volviera a pasar.
Frunció el ceño al darse cuenta del último pensamiento.
No iba a volver a pasar. Bueno, eso quería creer.
—Bienvenidos —saludó con falsa amabilidad, ubicándose al lado de su esposa.
—Buenas tarde, SeokJin. Yeri me ha contado que has estado algo estresado, así que planeamos esto para que tú y JungKook puedan relajarse y tomarse un tiempo libre.
—Perfecto, Yeri también me ha contado algo sobre kook, ¿algo cansado?
—No sabes cuánto —respondió con una sonrisa forzada—. He estado tratando de comunicarme con un colega, pero no he podido dar con él. Me bloqueo, poco maduro y profesional de su parte.
—Oh —fingió sentir empatía—. Una lástima, si es de tu trabajo deberían despedirlo. Así no lo verás nunca más ni él a ti, sería perfecto. Digo, por lo que me has contado no parece tener interés en volverte a ver.
JungKook suspiró irritado y le miró de mala forma. JiEun y YeRim sintieron la extraña tensión en el ambiente. Y todos se quedaron en un silencio hasta que YeRm se atrevió a hablar.
—Síganme para ir a la sala, se encuentra algo escondida y casi nunca la usamos, yo de vez en cuando, para ver con más calidad las películas. Te va encantar JungKook, la televisión es enorme y podrás elegir una gran variedad de juegos.
—Gracias YeRim.
En silencio llegaron a la habitación, no era enorme, tampoco pequeña. Elegantemente decorada con un pequeño bar, un enorme plasma de 75 pulgadas, un sofá de cuero blanco, una pequeña mesa para servirse, otra mesa de centro, estanterías con juegos de mesas y entre más cosas. Un cómodo lugar para asar el rato, cosa que sólo gente adinerada podría darse aquel lujo.
—Guao, es genial —comentó al entrar a la habitación.
SeokJin se acomodó en el sofá, YeRim se quedó de pie junto con su amiga y le comentó algo al oído. JungKook quería ir a sentarse, pero sabía que sería algo incómodo, teniendo en cuanta que SeokJin yacía ahí.
—Bueno, yo no sé cómo funciona eso de la consola —admitió YeRim—. Así que siéntete cómodo en prenderla tú y elegir cualquier juego. Se encuentran ahí —señaló el mueble a su derecha.
—Mhm, está bien.
JungKook con algo de timidez se dirigió a donde ese encontraba la consola y la prendió junto con el televisor. Luego eligió un juego al azar de la estantería. SeokJin desde lejos le miraba sin mostrar expresión alguna, haciéndole sentir más incómodo e irritado.
—Ya está.
—Acomódate y empiecen a jugar, con Eun iremos al mercado y volvemos. Traeremos algo de snakcs y bebidas, ¿algo en particular?
—No, ustedes vean.
—Okey, nosotras salimos enseguida porque no teníamos en mente, pensé que quedaban algunas cosas para comer, pero la otra vez para una película que vimos nos comimos todo —confesó con una sonrisa avergonzada en su rostro.
—Con razón Eun la otra vez llegó quejándose que le dolía el estómago.
YeRim le sonrió y agarró a su amiga, antes de salir añadió:
—Diviértanse, nosotras no tardamos en volver.
JungKook y SeokJin le sonrieron y una vez perdidas de su campo visual ambos dejaron de hacerlo.
—¿Qué haces aquí? —habló cauteloso y despacio mientras se levantaba del sofá.
—Acepté porque es la única forma de poder hablar contigo. Me bloqueaste.
—Lo sé y esperaba que te quedara claro lo que significaba eso, pero ya noto que me equivoqué.
—Hay que aclarar las cosas —se acercó más a Jin—, no podemos hacer como si nada porque mi novia y tu esposa son amigas y eso implica en que más de una vez nos vamos a volver a ver. Sólo pido que conversemos para resolver esto, que no sea tan incómodo.
—Tu presencia es incómoda.
JungKook soltó un bufido irritado y se llevó una mano pasándola por su cabello tirando de él.
—Parece que no se puede contigo.
—No, no se puede. No quiero hablar de lo qué pasó, es mejor olvidarlo.
—¿Crees que es así de fácil? Llegar y olvidarlo. No fue solo una noche de errores de borrachos, a la mañana siguiente ninguno de los dos lo estábamos.
—Seguramente todavía teníamos un poco de alcohol en nuestros sistemas y estábamos confundidos porque recién habíamos despertado —trató de excusarse con una voz segura, pero JungKook estaba lejos de creerlo.
—No lo estábamos, sucedió porque ambos quisimos.
SeokJin ya irritado y molesto por la conversación atacó:
—¿Y si fuera así qué? Ya pasó, supéralo.
—No es fácil, no puedo dejar de recordarlo —admitió avergonzado. Y SeokJin sintió algo en su pecho, quizá era su corazón que latió más rápido de lo normal al escuchar esas palabras, o quizá fue el tirón de excitación al recordar lo que hicieron.
—Pues yo sí —mintió sintiendo su voz un poco más grave y áspera.
—Estás mintiendo.
—No lo hago.
—Sí lo haces.
—¿Ahora tienes el poder para detectar mentiras? No sabía eso de ti, cada vez me sorprendes más JungKook.
—No empieces con tus comentarios sarcásticos. Sé que estás mintiendo porque siempre que lo haces las puntas de tus orejas se tornar rojizas.
—Eso es mentira —se llevó una mano a su oreja tratando de esconderla, que al final sólo hizo reír a JungKook—. ¿De qué te ríes, bastardo?
—De ti, eres tan obvio, SeokJin.
Este quitó su mano de la oreja y se acercó a JungKook para encararlo.
—No voy a soportar que te rías de mí, y no soy obvio en nada porque no pasa nada —golpeó su índice con el pecho de JungKook—. Supéralo.
JungKook sonrió asintiendo, y antes de que SeokJin pudiera alejarse lo agarró de la nuca y lo acercó a él, quitó más espacio entre sus rostros y por unos segundos desvió su mirada a los esponjosos labios del rubio, para luego volver a posarlos en la mirada castaña de SeokJin, y le dijo:
—No puedo.
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—Te has estado comportando muy raro este último tiempo. Estoy sospechando de tu extraña actitud, ¿escondes algo, SeokJin?
—No sé de lo qué habla, padre. Mi comportamiento es habitual y no sé qué podría esconder.
—Sales mucho últimamente —señaló.
—Creo que es la edad, tengo la necesidad de divertirme junto a mis amigos. Soy joven después de todo.
—Entiendo, mientras no descuides tus estudios y afecte tu reputación está bien. Sin embargo, se me hace curioso que vayas a dormir tantas veces a la casa de Jackson.
—Comprendo sus dudas padres, pero últimamente con Jackson somos más cercanos, se podría decir que es mi mejor amigo y en esta etapa de nuestras vidas nos gusta salir y disfrutar con los demás. A veces él me presenta a chicas y salimos con ellas.
—¿Ya no eres virgen? —indagó.
—Bueno, es algo incomodo responder esta pregunta, pero sí, ya no soy virgen padre.
—Me parece, te has convertido en un hombre grande, sólo procura de usar protección. No arruines tu vida con mocosos.
—Comprendo.
—Ahora sale, que necesito terminar leer unos exámenes.
SeokJin salió de la oficina de su padre, una vez afuera pudo respirar hondo y soltar exageradamente el aire. Se agarró el pecho y sentía su corazón latiendo con prisa, su padre había estado sospechando de sus salidos y por un momento temió que supiera la verdad.
Aunque no mentía del todo. Jackson se volvió su mejor amigo después de que lo descubrió con JungKook en la sala de música haciendo de todo menos música, avergonzando en cómo los había descubierto le pidió que no le dijera nada a nadie y desde ese día se volvió su cómplice. A pesar de haber tenido una amistad antes, se fortaleció mucho más después de ello, Jackson le encubría y ayudaba a que se pudiera ver con JungKook todas las veces posibles. Escuchaba sus problemas, sus quejas, las veces que la pareja peleaba o cuando SeokJin se sentía celoso y por sobre todo las veces que no podía dejar de hablar cuánto amaba a JungKook.
Tampoco mentía en el hecho de que no era virgen, a pesar de no cómo su padre creía, ya que JungKook solo había preocupado de quitarle su virginidad anal. Por lo tanto, seguía siendo virgen de ahí adelante, aunque sea un detalle que no mencionó.
Ahora mucho más tranquilo se dirigió a su habitación.
Holaa! Volví u.u/
Tenía planeado subir dos caps, pero ayer por la noche el internet tuvo unos problemas. La cosa es que no pude seguir porque tenía una parte del siguiente cap Guardado en drive (porque el otro día me inspiré para escribir ese y no este xd idk) y no podía descargarlo porque necesito internet para ello:,u y ahora ha se me fue la inspiración y no sé cuándo voy a terminar el próximo cap.
We siento que llevaba tiempo sin actualizar esta historia :D
Ahora si gracias por leer y perdón por cualquier error o falta de ortografía.
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