Capítulo 7: ¿Cuál es la verdadera razón de tu enojo?
Despertó desorientado. Sus ojos dolieron al sentir los intensos rayos de sol y el cuarto desconocido todo blanco le hacía doler aun más la vista. Seguía algo confundido y a la vez asustado porque no sabía a dónde estaba, hasta que sintió algo duro detrás de él. Más bien era el cuerpo duro de alguien abrazándolo y de paso pegando su despierta erección en sus glúteos descubiertos. Cuando sintió una mano sujetar su cadera y acariciarlas de cierta forma supo en ese instante que ese alguien era JungKook, soltó aire tranquilo y dejó caer sus parpados para seguir descansando... solo era Jungkook. Le bastó unos segundos para volver abrir sus ojos horrorizado, era JungKook. Se había acostado con JungKook.
Saltó de la cama como si de una clase de peste se tratase, el sonido y el gemido de dolor que soltó al sentir el duro piso chocar con su trasero fue lo suficiente para despertar a JungKook. Este estaba igual de perdido que SeokJin y lo tomó varios segundos en tomar conciencia de lo que había sucedido esa noche en la habitación.
—Mierda —soltó agarrando las sabanas para cubrir su cuerpo, y a la vez mirando a SeokJin quien se encontraba en el suelo negando una y otra vez con su cabeza—. SeokJin, nosotros...
—No digas nada, JungKook.
—Pero-
—Cierra tu puta boca —demandó enojado y levantándose del suelo para recoger su camisa que se encontraba tirada cerca de la cama—. No digas nada.
—Hay que hablar de esto ¿si? Mira, ambos estábamos borrachos y-
—Cállate.
JungKook al ver a SeokJin tan molesto decidió obedecer, y no volvió hablar. Disimuladamente vio como SeokJin se ponía su camisa. Su pene palpitó ante la deliciosa vista de la nívea piel de Jin siendo contrastada por ella. O de las redondas nalgas que le hacían recordar todas las cosas que le hizo en el pasado y en la noche de ayer.
Admitía que quería agarrar a Jin y recostarlo en su regazo para que su trasero quedara a la vista y así poder darle unas buenas nalgadas que estaba seguro que ambos disfrutarían, pero simplemente no podía. No debía pensar en eso y claramente no debió haberse acostado con Jin. Él tenía novia y SeokJin una esposa.
—No quiero que vuelvas hablar de esto. Nunca pasó. Escúchame JungKook. Nunca.
Dicho eso buscó la última prenda, la cual eran sus pantalones y no encontraba. JungKook notó cómo buscaba desesperadamente algo con su mirada, y empezó hacer lo mismo sin saber de qué se trataba, hasta que visualizó los pantalones ajustados que él se encargó de arrebatarle anoche. Estaban justo al lado de él.
—¿Buscas esto?
Jin le miró y vio como sostenía en sus manos los pantalones negros. Molesto se subió a la cama para quitarselos a Jeon, pero este puso fuerza en su contra. El muy desgraciado no quería darle sus pantalones. Y para su disgusto se encontraban muy cerca uno del otro
—¿Qué haces idiota? Dame mi pantalón —volvió a tirar de ellos, sin embargo JungKook siempre había sido más fuerte que él.
—Hablemos, SeokJin —pidió.
—No tengo nada que hablar contigo.
—¿Nada? Por favor, actúa como una persona madura y aclaremos las cosas. Para empezar ¿qué mierda hacías en ese club ayer? Estás casado —lo dijo con un tono de acusación que hizo torcer la mandíbula a SeokJin del enojo.
—Tú tienes novia —atacó.
—Lo sé, pero le avisé de que acompañaría a mi amigo a ese lugar, y claramente no tenía en mi mente acostarme con alguien.
—Pues qué lástima —mofó con falso consuelo—, mira dónde estamos.
JungKook ignoró ese comentario y siguió:
—Pero ¿tú qué hacías moliéndote con ese extraño? ¿Cuántas veces más lo has hecho? ¿Acaso te la pasas engañando a YeRim?
—No eres la mejor persona para hablar de infidelidades, mira a tu alrededor, idiota. Acabas de serle infiel a tu querida novia. Y todo lo que preguntaste no es de tu incumbencia, si lo he hecho antes o no, no te concierne... —pausó para mirarlo de forma arrogante—. Pero ahora que lo pienso, ayer parecías muy enojado cuando ese tipo estaba refregando su gran bulto en mí, pero estabas lejos de estarlo cuando metías la tuya en mí —le sonrió y se acercó—, ¿cuál será el motivo verdadero de tu enojo? ¿Será porque estaba engañando a YeRim? —volvió a acercarse, esta vez de una forma más peligrosa para ambos. La tensión era notable—, ¿O porque no era tu polla la que se molía contra mí?
—Pequeño pedazo de mierda —insultó para agarrar con su puño el cabello de SeokJin y acercarlo hasta que sus bocas chocaron uniéndose en un violento beso.
En cierta forma las palabras de SeokJin le había afectado. Porque ni él sabía muy bien la razón de su enojo, y sería muy hipócrita de su parte decir que era por YeRim, ya que él se había encargado de joder el culo de su esposo. Simplemente no tenía la respuesta de la razón de su enojo.
JungKook tumbó a Jin debajo suyo, colándose entre sus piernas y agarrando los muslos descubiertos. SeokJin se agarró de la espalda de kook, como si se fuera caer al vacío si llegaba a soltarse de ella. Ambos moviendo sus labios contra el otro. Deslizó su lengua para que se encontrara con la de SeokJin, las cuales iniciaron una lucha interna entre ellas.
Las manos de JungKook quitaron la camisa que SeokJin recién se había puesto, y se desplazaron hacia abajo para llegar a las nalgas, las cual apretó y sobó. Coló sus dedos por la grieta y con el dedo del corazón empezó a pasarlo por entremedio de las dos redondas masas de carnes con la intensión de tantear la pequeña entrada.
SeokJin gimió al sentir el dedo travieso pasar por su zona sensible al tacto, específicamente en su pequeña abertura.
JugKook con su otra agarró la creciente erección del rubio, y alineó su duro miembro con el de SeokJin y empezó un vaivén rápido en donde ambas pollas se masturbaban entre sí.
JungKook estaba desnudo y SeokJin sólo llevaba sus calcetines. Estaba mal, y entre medio del todo deseo había la pizca de odio y molestia. Primero estaba SeokJin, quien juraba odiar a JungKook y el cual le molestaba que su cuerpo siguiera reaccionado de forma tan sensible ante él. Y de otra parte estaba JungKook, que estaba enojado consigo mismo, por serle infiel a su novia, pero no podía evitarlo, no cuando se trataba de SeokJin. Y en estos momentos el odio y lo demás, no llegaba a ser tan fuerte como el deseo y atracción mortal que ambos poseía. Era peligroso, sus dos cuerpos no deberían reaccionar así de magnéticos ante el otro, pero sus manos no podían despegarse, ni sus bocas, ni sus erecciones. Y por esa misma atracción siguieron por varios minutos complaciendo sus cuerpos.
Sin embargo, no todo duraba lo suficiente, y ellos ya no podían más. Pronto iban a llegar y ambos lo sabían por los movimientos más desesperados que Jeon daba, como si frotarse contra la polla de Jin le salvaría la vida. Y también estaba Jin, que intentaba sumarle fricción a los movimientos de JungKook, mientras gemía sin vergüenza alguna. Sus cuerpos ya habían empezado a sudar, sentían la presión bajo su vientre. Así que los movimientos empezaron a ser más desesperados de lo que ya eran.
Se corrieron gimiendo el nombre del otro.
No dijeron nada más después de eso.
SeokJin agarró sus pantalones, guardó su polla dentro y se terminó de vestir en silencio.
Salió del cuarto de la habitación únicamente con las llaves del auto que era lo único que guardaba en el bolsillo delantero de sus jeans negros. Ahora tendría que caminar hasta el club y esperar que su auto siguiera en el estacionamiento.
Trató de no pensar en lo recién ocurrió al igual que JungKook. El problema es que ninguno de los dos tuvo existo. Y lo peor de todo es que ya no tenían ninguna excusa. Ya no había alcohol en su sistema. No había nada que haya justificado lo hecho.
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SeokJin observaba el rostro durmiente de JungKook, se veía tan adorable, lindo y apuesto. Dios, estaba muy enamorado que no podía controlar el cosquilleo en su estómago. Habían dormido juntos, bueno más que dormir, habían hecho el amor por primera vez. Y todo fu maravilloso. JungKook arremetiendo una y otra vez adentro de él, mientras lo conducía a un placer celestial. No iba a mentir, al principio dolió mucho más de lo que pensaba, pero una vez acostumbrado, el ardor pasó de ser algo doloroso a muy excitante. Al punto de querer que JungKook nunca saliera de ahí.
—Mhm, ¿SeokJin?
—¿Si, Kookie? —preguntó pasando sus huellas por el pecho de JungKook, dibujando invisibles figuras abstractas en los pectorales.
—¿Estás bien? ¿No te duele nada?
—Estoy perfecto... o sea me duele un poco la cadera y algunos que otros músculos, pero nada que nohaya valido la pena.
—¿Valió la pena?
—Sí, fue genial. Dios, me gustó tanto... nosotros ¿podríamos volver hacerlo? —preguntó bajito y avergonzado. Solo esperaba que JungKook no lo tomara como un maniático sexual.
—Estaría más que encantando.
SeokJin sonrió y su subió encima de JungKook, pegando su trasero contra la semi dura erección de JungKook y se empezó a mecer.
—Espera ¿quieres hacerlo ahora?
SeokJin asintió con los ojos cerrados, y mordiéndose el labio inferior. Podía sentir como la polla crecía entre medio de sus nalgas y sentía su temperatura subir al igual que su lívido.
—¿No quieres esperar? Me refiero, fue tu primera vez y puede que te sientas adolorido.
—No —jadeó—. Lo quiero ahora... yo sé que tu nunca me harías daño ¿si? Confío en ti, en sobre todas las cosas.
JungKook miró a SeokJin, el cual poseía una mirada nublada por la excitación, incluso a través de ello, podía ver que lo decía con sinceridad. SeokJin confiaba plenamente en él. Así que obedeció y lo tumbó de espaldas. Jin enrolló sus piernas a la cintura de JungKook, y se besaron lento y tierno. Esa mañana volvieron hacer el amor.
Holaaa! No sé qué me pasa, pero ando bien cachonda con estos dos ¿me perdonan? 😞👊🏽
Como ven, el alcohol no es la única razón por la cual terminaron esa noche juntos. Espero haber logrado escribir la tensión entre ellos y el deseo que tienen el uno por el otro. Pero soy un fracaso y lo más probable es que no *inserte sticker de gato llorando*
Perdón por cualquier error o falta de ortografía.
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