Capítulo 4: Debe ser un milagro.
—Hoy vendrán Eun y Kook a cenar, cariño. Por favor no llegues tarde. Ya le avisé a tu madre para que hable con tu padre y no tengas problemas. Aunque sigo encontrándole razón cuando dice que eres prácticamente el dueño de esa clínica.
—Sigue siendo mi trabajo, YeRim —respondió cansado y sin ganas de debatir.
Ya se había hecho una rutina. JiEun y JungKook, desafortunadamente formaban parte de su vida ahora.
Lo irritaba. Odiaba tener que compartir con la pareja entre sonrisas falsas y amabilidad hipócrita. Pero no se podía permitir actuar sospechoso, no ahora que su madre le insiste que complazca a su esposa. Tampoco quiere saber cuál sería su reacción si se entera que JungKook había vuelto a su vida de una forma impredecible.
Sin muchas ganas subió a su habitación. Necesitaba respirar un poco y dejar la máscara de un lado.
[...]
—¡Cariño no! —exclamó la pelinegra al sentir las manos de JungKook haciéndole cosquillas en su estómago.
YeRim veía encantada a la pareja. Se veían cariñosos y ella anhelaba tener una relación así con su esposo.
Y SeokJin tampoco podía evitar mirar a sus invitados. Nauseas. Quería vomitar ahí mismo. No mentiría, ver a la pareja tan feliz le afectaba. Su corazón golpeaba con fuerza, unos latidos llenos de dolor. El nudo en la garganta le asfixiaba y sólo quería sacarse esa sensación. La gran mentira de su rostro, reflejaba tranquilidad y desinterés muy diferente a la realidad, porque por dentro ardía y quería huir del lugar.
Es un estúpido por sentirse así, se decía mentalmente.
Pero no podía dejar de pensar en JungKook. Su primer amor. Su primer corazón roto. Su primer todo. Se veía muy feliz en los brazos de una linda y delicada chica. Y no sabía como llamar a la mezcla de sentimientos, que no nada favorecedores para su ser.
Quería ir y golpearlo. Decirle que por lo menos tuviera respeto, y no hiciera actos ridículos con su novia en su casa, que se lo guardara para su intimidad. Sin embargo, sabía que no debía hacerlo. No debía darle a saber a JungKook cómo le afectaba sus muestras cariñosas.
Y Jin pensó que el también podía jugar, incluso si ni siquiera sabía con exactitud si estaban jugando a algo. Por eso agarró a su esposa y la sentó sobre sus piernas, abrazándola y dándole besitos en su suave melena. Tampoco podía mentir aquí. No le provocaba nada, a comparación de ella, quien parecía que iba a llorar de la emoción, porque su esposo frío como los polos, se encontraba dándole cariñitos. Sus ojos brillaban, su corazón palpitaba. Lo amaba. Amaba a Seokin y en su mente, SeokJin también la amaba.
—Parece que SeokJin se puso cariñoso ¿no? —comentó con picardía JiEun.
—Debe ser un milagro —bromeó—. Pero hablando en serio, yo sabía que mi querido esposo no es tan frío como parece. Solo le cuesta expresarse ¿verdad, bebé? —como pudo se logró voltear para ver el rostro de Jin.
—Mucho, soy pesimo en ello. Pero a pesar de eso, no dudes en que te amo —le dio un fugaz beso y la abrazó con fuerza, incluso si sus palabras fueran un simple y vacío dialogo.
—Podrías enseñarle JungKook, a ser más cariñoso —pidió de broma YeRim.
—Dios, por un momento me imaginé a Kook abrazando a Jin, mostrándole lo cariñoso que deber ser —hablo JiEun con gracia como si fuera la cosa más ridícula y graciosa del mundo.
—Ni siquiera lo puedo imaginar —rio y abrazó a Jin—. Sería muy raro.
Ambas se estaban divirtiendo tanto con la simple idea, que no pudieron notar como ambos hombres se tensaron. JungKook pareciendo algo incomodo, en cambio Jin algo molesto.
—Se me había olvidado preguntarte en cómo vas con la inauguración de tu nueva boutique? -preguntó entre las risas al recordar los proyectos de su amiga.
—Voy excelente, con suerte dentro de un mes podré inaugurarla —respondió con una brillante sonrisa en su rostro.
Para YeRim las cosas iban muy bien.
Pronto abriría otra boutique y lanzaría una nueva colección de ropa. En el ámbito profesional brillaba. En lo personal las cosas iban igual o incluso mejor. Primero se había re encontrado con su mejor amiga, teniendo devuelta su grandiosa amistad. También conoció a JungKook, el cual le parecía agradable y cálido, estaba feliz de que ahora formara parte de su vida. Y su esposo las últimas semanas se comportaba cariñoso y atento, dándole mimos y apodos. Todo iba tan bien y se sentía tan feliz por ello.
SeokJin en cambio parecía que su vida se había vuelto una tortura. Si ya tenía que soportar los problemas familiares, su trabajo el cual no era su pasión y a su esposa a la cual debería amar, pero se sentía tan lejos de ello, ahora tenía que soportar a su ex, el mismo que rompió su corazón, promesas y sueños, y para el colmo siendo tan feliz con su actual novia.
En su interior se consolaba diciendo que algún día esa felicidad acabaría, porque nada era eterno. Y cada vez ansiaba más eso, ansiaba no ver la sonrisa de ambos enamorados. Ansiaba que se dejaran de amar. Y lo atribuía por celos, pero no de los típicos celos de amor, de "lo amo, pero es feliz con alguien más" porque no lo amaba, que le hiciera volver a sentir cosas no significa que lo ame de nuevo, quizá eran celos con algo de envidia, porque ellos están juntos ahora, siendo que ese fue uno de sus mayores anhelos en su etapa de a dolencia a joven adulto.
Pero mientras tanto sólo tendría que mirar y aguantar.
—Amor ¿estás escuchando?
—¿Perdón?
—Estás bien perdido SeokJin, estábamos hablando y tu parecías estar en otro mundo ¿Te sucede algo, cariño?
—No, para nada —mintió—. Sólo estaba pensando que tengo que mandar unos informes al doctor Lee, ya sabes —aunque no era del todo una mentira, porque era verdad que tenía que entregar unos informes.
La mujer pareció convencida por su respuesta, así que siguió platicando con sus invitados. Aunque JungKook pudo notar que SeokJin no estaba siendo totalmente sincero.
[...]
—¿Vas a trabajar? —preguntó su mujer al ver a Jin arreglándose, cuando ella ya estaba en bata, con su con pijama puesto y con ningún rastro de maquillaje en su rostro.
—Sí, necesito entregar unos informes, ya te lo mencioné.
—Pero es tarde.
—Lo sé, pero lo necesito.
—¿Necesitas? Es algo obsesivo de tu parte. Sé que eres dedicado, pero-
—No hay peros YeRim, yo voy a ir ¿okey? No me esperes despierta, llegaré tarde —YeRim asintió con tristeza en su rostro y Jin culpable se acercó a ella y le dio un beso que duró unos segundos. Quizá no la amaba, pero le tenía cariño y el recuerdo de su madre llorando por el desgraciado de su padre le venía a la mente—. Mañana... mañana te compensaré ¿si? Ahora por favor duerme y descansa.
"por favor perdóname"
—Está bien. Cuídate y no te sobre esfuerces demasiado.
SeokJin asintió, todavía con algo de culpa, no obstante, no era la suficiente para detenerlo y hacer que se quedara ahí. Porque él necesitaba con más urgencia otra cosa.
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—Entonces ¿seremos sólo nosotros dos por siempre? —preguntó con una radiante sonrisa en su rostro, que no lograba reflejar por completo como se sentía en realidad: Feliz, enamorado, dichoso, eufórico y más. Porque tampoco había palabras suficientes para describir su amor por JungKook.
—Sólo los dos por siempre. Por toda la eternidad.
—No somos eternos... aunque amaría serlo sólo para estar la eternidad a tu lado.
—Este es el momento en el que te digo que en realidad soy un vampiro, te morderé, beberás de mi sangre, te mataré y "revivirás" convertido en un ser como yo, deberás beber sangre humana para completar la transición. Y solo así podremos estar juntos por toda la eternidad —dijo recibiendo un golpe de Jin, lo suficiente suave para compararlo con un roce.
—Bobo —dijo divertido—. Estás viendo mucho esa serie de vampiros. Ya te veo con posters y sabanas de ellos.
—Hey, estoy seguro que disfrutarías de estar en ellas.
—¿Así como lo disfruto estar bajo de las sabanas de Iron man? —pregunta con un tono juguetón—. Porque estoy seguro que no podría disfrutar más de hacer el amor en ellas.
—¿Te estas burlando de mis sabanas de Iron man?
—No, claro que no.
—Ven acá, príncipe caprichoso —lo agarró y lo tiró a su cama. Justo hoy su madre le había entregado las sabanas limpias de Iron man y sentía lastima el hecho de que se volvieran a ensuciar tan rápido.
—¿Qué piensas hacer?
—Creo que ya lo sabes.
—Creo que lo sé —responde con un tono sugerente.
—Pero hay una cosa que no sabes.
—Mhmm ¿qué cosa no sé?
—Que si fuera un vampiro no dudaría en morderte para pasar mi eternidad a tu lado —confesó acariciando con su pulgar la mejilla de Jin.
—No eres un vampiro, pero igual puedes morderme.
—Estaba intentando ser romántico y sales con comentarios pervertidos.
—Perdón, para estando encima de mí en tu cama me hace pensar de manera sucia ¿me perdonas?
—Podría, sólo si me das un beso.
SeokJin sonrió y lo besó, después susurró:
—Si fueras un vampiro no dudaría en entregarte mi cuello y así poder pasar nuestras eternas vidas juntos. Porque te amo. Te amo, JungKook.
1/3
Aquí estoy de nuevo, con un pequeño maratón c:
Debería haber actualizado otra historia, porque esta ya la había actualizado hace poco a comparación con las otras, pero la inspiración vino específicamente para esta historia y no hay nada que hacer :D
También está el hecho de que mi mami me esta obligando a tomar pastillas para relajar el cerebro y dormir temprano, porque según ella con mi hermano nos estabamos acostando muy tarde KEKDKWK, la cosa es que A MI ME DA LA INSPIRACIÓN DE NOCHE kdkwkwn literal, no me tomé la pastilla un día y como resultado salieron estos tres capítulos:D
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