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Capítulo 30: Solo una oportunidad más.

—¿Crees que le guste este enterito? —preguntó YeRim mostrándole el pequeño vestuario amarillo de bebé.

SeokJin dejó su celular aun lado y observó la prenda en silencio, tratando de suprimir el dolor que le causaba en su interior verla.

—Es lindo, ¿pero no crees que es algo pronto?

—JiEun ya tiene dos meses y medio Jin, pronto solo faltarán seis meses para que el bebé nazca, así que hay que prepararle todo desde el inicio. Puede que seis meses parezca mucho, pero seguramente se pasarán volando y no nos daremos ni cuenta cuando el bebé esté con nosotros.

—Supongo que tienes razón...

—Hablando de JiEun, se me olvidó avisar que hoy vendrá con JungKook a almorzar —comentó mientras seguía observando la ropa de bebé en sus manos, sin notar la tensión de los hombros de su esposo al escucharla—. La invité y le dije que serviría su comida favorita. Estoy decidida a consentirla durante todo el embarazo, y una vez el bebé nazca, haré lo mismo con él. Seré sí o sí su tía favorita.

—Estoy seguro que lo serás... —murmuró Jin sin ánimos en verdad. Mordió levemente su labio mientras su visión se concentró en los dedos chuecos de sus manos—. Así que vendrán hoy.

—Síp, hoy y mañana tienes libre. Así que pensé que sería genial que hoy la pasáramos con nuestros amigos, además Kook no viene hace tiempo. Mañana podemos descansar los dos juntitos.

—Sí... ¿más o menos en cuánto estarán?

—Dentro de tres horas.

—Bien.

Bien.

Jodidamente no estaba bien.

Vería a JungKook después de más de un mes y no se sentía preparado para ello.

[...]

SeokJin observó el objeto en sus manos, la petaca de oro que su padre le había regalado. Últimamente la había estado usando con un poco más de regularidad. Y en estos momentos la necesitaba con urgencia, necesitaba un buen trago antes de volver a ver a JunKook que acaba de llegar hace unos minutos a su casa. Cuando creyó que ya había bebido lo suficiente, volvió a guardar la petaca. Fue al espejo y arregló los últimos detalles de su vestuario. Salió de su cuarto, y se dirigió a las escalaras, sentía el ligero boche de las voces de JiEun y YeRim hablar. Siguió bajando mientras su corazón latía más rápido con cada peldaño que bajaba. Cuando por fin observó la silueta del JungKook, su corazón martilleó con fuerza y cuando por fin vio su rostro, Jin alzó sus cejas por la sorpresa.

JungKook se veía bastante... deprimente.

Sus ojos se veían cansados, y unas ojeras aún más profundas que la otra vez lo acompañaban. También había perdido algo de peso.

—Hola —SeokJin saludó después de unos segundos.

—Hola —respondió Kook en casi un susurro.

Jin hizo una mueca por el ambiente incómodo que se había creado a partir de ese saludo. Volteó a ver a JiEun que se encontraba al lado de JungKook. La mujer le sonrió.

—Hola, SeokJin —le saludó JiEun, para después llevar una mano a su vientre algo abultado. Jin observó aquel gesto y luego volvió a mirar a los ojos de la mujer, ella sonrió aún más y Jin la odio. Es como si ella supiera el dolor que causaba.

—Siéntense —invitó YeRim quien se había quedado callada en todo ese tiempo observando el extraño ambiente que rodeaba a los presentes—. El almuerzo estará listo pronto, por mientras pongámonos al día.

Todos hicieron caso a la invitación de la mujer. JiEun y JungKook se sentaron en el mismo sofá mientras que Jin y YeRim en las pequeñas butacas de cuero blanco. Solo bastó un par de segundos para que YeRim bombardera de preguntas a sus amigos, casi todas ellas referentes al embarazo de JiEun, la cual respondió a cada una de ellas con una sonrisa, mientras que JungKook apenas habló. Para YeRim fue un poco alarmante ver la nueva actitud de JungKook. Él no se veía emocionado en el tema. YeRim siguió intentando animar el lugar y a JungKook, con la esperanza de que este respondiera con una oración a sus preguntas y no con un: "Sí" "Claro" "Mhmm" como lo llevaba haciendo todo este tiempo, mas, fue en vano. Cuando ya todo se estaba volviendo incómodo incluso para ella, la presencia de su empleada se hizo notar

—Señores, ya está lista la cena —informó ella con una reverencia.

—Muchas gracias MinJu —agradeció YeRim con una sonrisita sincera—. Vamos, chicos.

Kim YeRim se levantó de su asiento y guío a los demás al comedor. Se ubicó frente su amiga, mientras que su esposo quedó justo frente a JungKook. Una vez en la mesa, YeRim intentó volver a conversar con sus amigos. Siendo sincera cada vez le preocupaba más JungKook, esperaba que todas las teorías que pasaban por su cabeza no fueran ciertas y el deplorable ánimo de JungKook se debiera a cansancio por su trabajo.

—Así que ya compraron unas cositas para el bebé —dijo YeRim en otro intento de animar el lugar.

—¡Sí! estamos muy emocionados. Ya estamos viendo coches y cunas, hemos visto unas tan hermosas que no sabemos cuál elegir, ¿verdad cariño?

—Sí —murmuró JungKook.

—¿Ya han planeado nombre? —preguntó YeRim.

—Uh no lo sé... he estado viendo, pero aún no hay nada en particular —respondió JiEun con una sonrisa, llevando su mirada al vientre.

—¿Y tú, Kook?

—No he tenido tiempo para pensar en ello.

—Oh... bueno —si bien no era la respuesta que YeRim deseaba, era mucho mejor que un simple "No lo sé"—. Igual todavía falta descubrir el sexo.

—Sí, estuve viendo y por lo general se puede ver a los cuatro meses. Yo quiero que sea niñita.

YeRim sonrió con ternura al imaginar una pequeña niña a la que cuidar. Seguramente le haría una colección completa de ropa solo para ella.

—Y a ti Kook, ¿qué te gustaría que fuera?

—Uh, no lo sé... supongo que niño.

—Mhmm —fue el único sonido que pudo salir de la pequeña boca de YeRim y luego el silencio volvió a reinar.

—Bueno y lo que respecta al embrazo —empezó a decir JiEun—, hasta ahora ha estado todo bien. Creo que el único inconveniente es que JungKook ha estado trabajando mucho este último tiempo. Lo extraño, el embarazo me hace estar más sensible y me hace querer estar con él todo el día.

—¿No estás yendo a trabajar? —preguntó YeRim confundida. Sus amigos no deberían tener tal inconveniente, después de todo trabajan en el mismo lugar.

—Sí estoy yendo, solo que JungKook últimamente suele tener horas extras en el estudio así que me quedo en el departamento solita con nuestro bebé —respondió con un puchero infantil. SeokJin que se había mantenido callado durante todo este tiempo, evitó soltar un comentario malicioso o rodar sus ojos ante el gesto de JiEun.

—Estoy ocupado —murmuró Jungkook sin mirar a los presentes, enfocando toda su atención en su plato de comida—, dentro de unos meses seguro estaré más libre.

—Eso espero, así podremos pasar más tiempo juntos y disfrutar de nuestro pequeño.

—Igual entiendo —interrumpió YeRim queriendo dar algo de empatía con la situación de sus amigos—. Últimamente Jin también ha tenido algo de trabajo extra.

El cuerpo de JungKook se tensó por completo al oír aquellas palabras, y una mueca se formó en sus labios.

—¿Trabajo extra? —preguntó elevando su mirada y observó directamente a SeokJin por primera vez en la cena. Jin por otro lado no pudo sostener su mirada ante la de Kook y desvió la suya para observar el tenedor en su mano—. Mhmm... supongo que debe ser muy difícil y agotador para Jin hacer aquel trabajo extra —terminó de decir con claro sarcasmo.

Los hombros anchos de Jin se quedaron rígidos al oír el tono de las ultimas palabras. JungKook sabía que en realidad no existía aquel trabajo extra. Con valor y frialdad volvió a mirar a Jeon para responder con doble sentido: —Lo es un poco, pero al final de en cuentas igual disfruto de mi trabajo.

Era claro que era una vil mentira. Si él de verdad disfrutara de aquellos encuentros furtivos, al final de la noche no se sentiría tan sucio y mal. No se largaría a llorar por horas odiándose cada vez un poco más. Pero JungKook no tenía que saber de eso.

Jeon se quedó callado ante la respuesta de SeokJin. Los labios que antes solían ser húmedos y rosas y ahora solo una capa de sequedad y palidez lucían, se adelgazaron conteniendo alguna respuesta. El silenció volvió a ceder por unos largos segundos.

—Necesito ir al baño —dijo JungKook.

—Oh claro, ya sabes dónde queda —contestó YeRim un poco confundida por todo lo que había sucedido.

JungKook se levantó de la mesa y luego salió de la habitación.

—JungKook se ve algo cansado —comentó YeRim cuando este se fue.

—Es por el trabajo, ha estado tan agotado, mi pobre novio. Pero vieran cuando estamos los dos solos, es tan atento y cariñoso. Siempre se queda hasta tarde acariciando mi vientre y dándome mimos, es tan perfecto. Ya lo quiero ver cuando el bebé nazca, será el mejor padre de todos. La otra vez fuimos a ver ropa de bebé y quería llevarse toda la tienda.

—Seguro serán una hermosa familia.

YeRim después de soltar el ultimo comentario se quedó callada y algo preocupada. La actitud de su amiga y como relataba su relación se oía muy diferente a como se veía JungKook. Quería creer que el ánimo extraño de JungKook de verdad era por el trabajo extra.

Por otra parte, SeokJin se quedó en silencio perdido en su propia mente ante las palabras de JiEun. En un mundo alterno donde él pudiera... ¿JungKook acariciaría su vientre abultado? ¿Dejaría en beso en la piel de su vientre para luego mirarlo lleno de amor y felicidad?... Jin negó tratando de quitar esa imagen de su cabeza. Estúpido. Estúpido. Estúpido. Era un tonto por llegar a pensar en algo como aquello. Solía imaginar bastante, pero fantasear en algo así era excederse. Era demasiado estúpido...

Y algo triste también.

Un par de minutos después JungKook volvió al comedor, se sentó en su asiento y miró a YeRim, le dio una ligera sonrisa, ella se la devolvió y dijo alegremente: —¡Bueno ahora que llegó Kook podemos comer el postre!

YeRim llamó a MinJu, la cual enseguida se encargó de servir el postre para todos. Los presentes procedieron a comerlo en silencio. YeRim en verdad odiaba el extraño ambiente que se había formado, pero ya no sabía qué decir para tratar de aliviarlo. Como si fuera alguna clase de salvación el timbre de la casa sonó. YeRim le dijo a MinJu que ella iría. Avanzó hasta la entrada principal de su casa y grata fue la sorpresa de encontrarse a su cuñada. Enseguida se encargó de abrazarla, aunque claro, siempre teniendo todo el cuidado del mundo en no aplastar el enorme vientre de JiSoo.

—¡Qué bonita sorpresa! —chilló emocionada—. Hubieras avisado antes para contarte en la cena, ¡acabamos de terminar el postre!

—Oh, no, descuida. Ya comí algo antes de salir. Sin embargo, el hecho d que hayas mencionado postre me dio algo de antojo. ¿Crees que quede, aunque sea un poquito, para mí?

—¡Claro! Seguro que debe haber quedado algo, y si no es así por último pido que te preparen otro.

JiSoo sonrió ante el alegre ánimo de YeRim y fue con ella hasta el comedor. Desgraciadamente su sonrisa se borró cuando vio el rostro de JiEun en la sala. Ella sabía lo que había sucedido, y no estaba nada feliz de verla en la casa de su hermano.

Kim JiSoo se había enterado por medio de YeRim, al recibir aquella horrible noticia le pidió a su hermano que le contara los hechos, aun inconforme con el relato de su hermano, decidió contactarse con JungKook para tener la versión de él. JiSoo sabía perfectamente que JungKook estaba lejos de estar feliz por el embarazo de JiEun, que incluso tenía la intención de romper con ella el mismo día que se enteró de que iba a ser padre. Y JiSoo estaba segura que había algo detrás de todo, sin duda creía que JiEun lo había planeado de alguna forma.

—JiSoo —saludó SeokJin—. No esperaba que vinieras hoy día.

—Lo sé, quería darles una pequeña sorpresita, pero veo que están con invitados —saludó a ambos con una pequeña reverencia.

—¡Oh sí! —intervino YeRim—. Ellos son JiEun y JungKook. ¿Te acuerdas que te hablé de ellos? —JiSoo asintió. YeRim luego se dirigió a su par de amigos—. Chicos, ella es JiSoo, la hermana de SeokJin.

—Mucho gusto —saludó la pareja.

—Ven siéntate —le dijo YeRim ayudándola acomodarse en una silla que estaba ubicada al lado de ella—. Tu embarazo está muy avanzado.

—¡Lo sé! ¡Falta tan poco para tener a SooJin en mis brazos!

—Yo sigo sin creer que seré tío —comentó SeokJin. Por primera vez en la noche se veía un poco más relajado y feliz.

—Y estoy seguro que serás el mejor —JiSoo sonrió y Jin le devolvió la sonrisa a su hermana—. Aun recuerdo cuando no teníamos decidido el nombre y la llamábamos mantequilla por alguna extraña razón.

—¡Fue el mejor nombre que le pude haber dado!

JiSoo rio ante lo que dijo su hermano, pero rápidamente su risa murió al escuchar la de JiEun.

—¡Oh! Eso está genial, con Kook nunca pensamos un apodo para nuestro bebé. Quizá deberíamos buscar algo, cariño.

—Mhm sí, claro.

JiEun sonrió y luego miró a JiSoo para decile: —¿No crees que el embarazo es una de las cosas más hermosas que hay?

—Si, estoy de acuerdo. Con SeHun, mi esposo estamos tan felices... El embarazo es la cosa más hermosa que hay, trae tanta felicidad —JiSoo llevó sus manos a las mejillas y exageró su expresión de felicidad—. ¡Oh claro! Pero eso es solo cuando ambos padres desean al bebé y se aman uno al otro —sus manos fueron llevadas a su pecho y fingió un puchero—. No debo ni imaginar lo difícil que debe ser estar embarazada de alguien que no te ama, o peor aún, embarazarte para atar a alguien... —JiSoo sonrió con clara falsedad. Casi ríe al ver que el rostro de JiEun había cambiado por completo a medida escuchaba sus palabras—. Lo bueno es que no es mi caso. SeHun está tan entusiasmado que pidió sus vacaciones para poder estar en la ultima etapa de mi embarazo y los primeros días de cuando el bebé nazca.

Después de decir aquello nadie volvió hablar. YeRim no entendía a qué quería llegar JiSoo con aquellas palabras, y acaso era una clase de indirecta para su amiga, pero lo dudaba mucho ¿por qué JiSoo haría aquello? Si apenas los conocía, de hecho, estaba segura que esta era la primera vez que se veían en persona. Quizá era una mala coincidencia.

—Uh, JiSoo ¿no quieres algo más aparte del postre? —preguntó incómoda YeRim, intentando sonar lo más neutral posible.

—Un vaso de agua estaría bien.

—Okey, MinJu ¿queda más postre?

—Si, señora.

—Genial. Entonces podrías traer una gran porción para JiSoo, por favor.

—Claro.

MinJu dio una reverencia y salió de la habitación. Todos volvieron a quedar en silencio, hasta que JiEun decidió hablar.

—Uh, creo que ya se hace tarde. Es mejor que con Kook nos vayamos. El embarazo es muy agotador y necesito descansar.

—Y el pobre Kook igual, miren lo agotado que se ve —JiSoo señaló a Kook—. Un gusto conocerte, SeokJin y YeRim me han hablado bastante de ti.

—Uh... un gusto igual.

JiEun se levantó del asiento y enseguida JungKook hizo lo mismo.

—Fue una agradable cena. Muchas gracias, Yeri. Ahora sí, con JungKook nos vamos. SeokJin, JiSoo—se despidió JiEun.

—¿No quieren que los acompañe a la salida?

—Oh no, Yeri, estamos bien. En serio que no es necesario.

—Bien, entonces cuídense. Nos vemos otro día.

—Ajá, después planeamos la próxima reunión... ¡Adiós!

Dicho esa la pareja salió de la sala.

—Me siento algo preocupada —empezó a decir YeRim cuando se aseguró que sus amigos se habían ido—. JungKook se nota algo extraño.

—Yo más que extraño diría que infeliz.

—¡JiSoo! —regañó SeokJin.

—Uh, no lo sé sinceramente... no quiero decir que sí, pero en realidad JungKook no se veía muy feliz. No se parece nada el Kook de hace un tiempo. ¡Incluso perdió algo de peso! Se ve tan delgado, y él era puro musculo y todo ¿Verdad, cariño?

—Oh, sí... —respondió en un pequeño susurro Jin, intentando alejar el recuerdo del cuerpo caliente y trabajado de JungKook encima suyo.

—Y no lo entiendo. JiEun me dice que todo con JungKook está bien, pero él realmente no luce bien... Mhmm... solo espero que sea por el trabajo extra que está teniendo. De verdad que ruego que sea eso, porque me sentiría muy triste si fuera por otra cosa.

JiSoo decidió no comentar nada más al respecto. Y observó su hermano quien se encontraba silencio. Molesta con toda la situación... ¿Cómo podía soportar ver a JiEun en su propia casa? ¿Cómo podía fingir que todo estaba bien?

La pelinegra no se dio el tiempo de seguir pensando en el tema porque MinJu llegó con el postre y lo recibió con gusto. Luego empezó a conversar con YeRim sobre sobre distintas cosas. Cuando el postre se acabó y el tiempo pasó, JiSoo supo que debía darle una pausa a todo para poder hablar con su hermano. Así que delicadamente interrumpió lo que YeRim le conversaba.

—Yeri... ¿Podría llevarme a mi hermanito por un ratito? Necesito conversar una cosa personal con él. En privado —enfatizó.

YeRim mostró un ligero asombro por la petición, pero en seguida su rostro se relajó, entendiendo que seguramente JiSoo quería hablar de un tema familiar con su hermano.

—¡Claro! No hay problema. Creo que mientras tanto iré a ver unos asuntos de una nueva colección que quiero sacar. Cuando termines de hablar con SeokJin, ven conmigo, me gustaría mucho ver tu opinión y quizá pueda diseñar algo especial para ti y para SooJin.

—¡¿Enserio?! Bien, en cuento termine de hablar con mi hermanito voy directo hacia ti.

YeRim sonrió contenta, luego llamó a MinJu y pidió que retiraran la mesa. Ella se levantó y le dio un ligero abrazo a JiSoo y luego fue donde SeokJin y le dio un pequeño besito en la mejilla. De esa forma se despidió de los hermanos y salió del comedor.

—Jin, creo que es mejor que conversemos en una parte más privada —susurró su hermana, observando con recelo la habitación, en especial por los empleados que acababan de llegar para retirar la mesa.

SeokJin la miró serio y sin animos. No sabía qué quería hablar su hermana con él, pero dudaba mucho de que fuera de su gracia. Estaba casi seguro que sería con referente a JungKook.

—Bien, vamos a la sala de juegos.

El mayor se levantó y luego ayudó a parar a su hermana de la silla. El embarazo complicaba hasta cosas tan simples como levantarse de un lugar. Luego ambos caminaron hasta la sala de juegos, una vez dentro JiSoo se sentó en el sofá descansando su pequeño cuerpo en él. Jin se sentó al lado de ella.

—¿Qué es lo que quieres hablar conmigo?

—¿En serio vas a renunciar a JungKook?

SeokJin soltó un bufido y sus ojos rodaron hacia atrás. Sabía que se trataba sobre eso.

—Va a tener un hijo con JiEun, JiSoo.

—¿Y? —cuestionó JiSoo—. Que tengan un hijo no va a hacer que mágicamente JungKook la ame.

—Pero van a formar una familia. Él tomó la decisión de estar con JiEun como padre y como novio.

—Porque tú le dijiste que debía estar con JiEun —señaló algo molesta JiSoo—. Incluso le sacaste lo de su padre.

—No debí habértelo contado —dijo entre dientes SeokJin.

—Es que no lo entiendes, SeokJin. Ustedes dos se aman.

—No lo amo —negó con pesadez.

—Ajá y por eso me llamaste llorando a las cuatro de la mañana, borracho en un bar de mala muerte porque JiEun estaba embarazada y habías terminado con JungKook.

Las mejillas de SeokJin se calentaron ante el recuerdo de esa noche. Fue unas semanas después de que él había decidido terminar con JungKook. Había salido a beber, creyendo que el alcohol amortiguaría un poco de lo que sentía su corazón, pero solo aumentó el dolor y terminó viéndose como un patético bebé llorón. En medio de su pequeño show, marcó a JiSoo. Quería que alguien lo abrazara y a su yo borracho no se le ocurrió nada mejor que llamar a su hermana pequeña, la metiche e entrometida JiSoo. Cuando su mente volvió a funcionar con claridad, se arrepintió al instante, porque sabía que JiSoo le iba a hostigar con el tema, si ya lo había hecho cuando YeRim le contó, ahora que le había mostrado esa faceta suya no iba a descansar.

—Fue un momento de estupidez. Había bebido mucho y no sabía lo que decía. Seguramente deliraba —farfulló tratando de alejar los recuerdos humillantes de esa noche.

—Los borrachos siempre dicen la verdad.

—No es así, muchos son mentirosos.

—Bueno algunos lo son, pero no fue tu caso. ¡Tú sí dijiste la verdad!

—Basta —regañó. Echó su cabeza hacia atrás y llevó su mano a la frente—. Me vas a enfermar si sigues insistiendo. ¿Podrías simplemente dejarme en paz?

JiSoo apretó sus labios en clara desaprobación.

—No —respondió después de unos segundos—. No me voy a rendir hasta que termines toda esta farsa. Primero tenemos a YeRim, tú... ¿en serio crees que ella merece que su esposo la engañe? ¿Qué viva en una mentira? Nunca la vas a amar SeokJin, tu corazón le pertenece a JungKook, y no es justo para Yerim. Ella no lo merece.

Un nudo en la garganta de SeokJin se empezó a formar.

—Lo sé... no sabes cuánto me odio por eso, pero no puedo renunciar a esta mentira.

—Claro que puedes —la voz de JiSoo se ablandó. Su mano agarró la de su hermano y la apretó en un signo de confort—. Ya no eres el chico perdido, Jin. No se va a repetir la misma historia. Ahora eres un adulto, con una profesión, tienes una casa, autos y eres el dueño legalmente de una de las clínicas más importantes de Busan. Si papá te llegara a rechazar una vez más, no quedarás en la calle y solo. Ahora tendrás el apoyo de mamá y el mío. Él ya no la puede amenazar con nada y yo ahora soy una adulta, no me puede internar ni mandarme lejos. Las cosas son diferentes a lo que fueron en el pasado.

SeokJin se quedó en silencio. JiSoo envolvió su brazo en los hombros de su hermano y lo acercó a ella, para que este pudiera reposara su cabeza en su hombro.

—No es justo para nadie, Jin. Tampoco lo es para JungKook, incluso si lo arruinó con el embarazo de JiEun, es más que notorio que él no está feliz con ello. Y tú le diste la idea de que se tenía que hacer cargo y formar una familia con ella cuando sabes que eso está lejos de ser así. Un niño no necesita que sus dos padres estén juntos para que sean amados. Si fuera por eso, papá nos hubiera amado a nosotros. Y no porque JiEun esté embarazada significa que JungKook formará una familia feliz con ella y estarán enamorados el resto de su vida, porque si fuera eso, papá hubiera amado a mamá. JungKook puede criar a su hijo sin tener que estar relacionado de una forma romántica con JiEun. Un bebé no es la solución mágica a los problemas y solo es una felicidad cuando ambos padres lo desean.

Jin se quedó callado. Mordió su labio inferior para tratar de retener las lágrimas que querían evacuar de sus ojos. JiSoo lo notó, así que llevó su mano al cabello rubio de su hermano para acariciarlo con cariño.

—Sé que debe ser difícil para ti —murmuró despacio intentando consolar Jin—, pero tienes que intentarlo.

—No puedo hacerlo... ¿tú qué harías si descubres que SeHun te engañó todo este tiempo y se quiere ir con su amante y te deja a ti embarazada?

—No voy a mentir, creo que en su momento lo odiaría —admitió ella—. Pero preferiría que él lo hiciera, porque si no tendría que vivir en una mentira y él viviría anhelando a alguien más. Me tomaría un tiempo, pero estoy segura que saldría adelante. Podríamos criar a nuestro hijo sin estar juntos como un matrimonio, mientras él no descuide el deber de padre. Sería lo más justo para todos. Quizá no sería lindo o feliz, pero sí lo más sincero. Y prefiero que duela y arda en su momento, a vivir engañada en un mundo perfecto cegada por ingenuidad e ignorancia.

SeokJin no dijo ninguna palabra. JiSoo sonrió triste para después proseguir con su discurso: —Y sabes, esto tampoco es justo para ti, hermanito. Vivir con alguien que no amas. Mantener una vida que no te gusta. Suprimir tus sentimientos por cosas del pasado. Te hace daño —soltó un par de lágrimas. Odiaba saber que su hermano vivía una vida en la cual él no era feliz—. No es que yo quiera que estés con JungKook porque se me da la gana, es porque sé lo que viviste y lo que significa para ti. Es el amor de tu vida. Solo te digo que le des una segunda oportunidad, no tres o miles, solo una más. No creo que JunKook vuelva a cometer el mismo error. Y si no funciona y lo vuelve a cagar, entonces que se joda. Puedes volver a empezar sin él, pero por lo menos habrás sabido que lo intentaste y podrás cerrar esa etapa con tranquilidad. Porque aquí a unos años más, no quiero que las dudas de "y si"... "si tan solo..." "que hubiera paso si..." te acompañen día a día... aún estás a tiempo de responderlas.

—Yo... no lo sé.

—Toma un periodo de prueba. Si en ese tiempo aceptas que amas a JungKook, dale una oportunidad más. Pídele el divorcio a YeRim, y espera que el bebé de Kook nazca. Habla con JungKook y pídele un pequeño lapso de tiempo para poder sanarte por completo, y una vez tú estés divorciado y Kook no tenga que cuidar del embarazo JiEun, vuelvan a empezar. Creo que sería lo mejor de todo. YeRim podría ser libre de esta mentira. JungKook no tendría que fingir una familia feliz y tú podrías vivir lo que siempre quisiste.

—JiSoo.

—Solo piénsalo —interrumpió antes de que volviera con respuestas negativas—. Piensa en todo lo que te dije. Solo una oportunidad más. Yo ahora me voy, YeRim quiere mostrarme unos diseños y creo que tú necesitas tener un tiempo contigo mismo para meditar lo que hablamos. Cuídate mucho por favor. Te amo.



La puerta sonó un par de veces. SeokJin se encontraba acostado en su pequeña e incómoda cama. Él realmente no quería ir a abrir, su cuerpo se encontraba cansado y solo quería reposar un poco más. Sin embargo, tenía la idea de que era JiMin y TaeHyung, que hace semanas  habían dejado de buscarlo. Con un pequeño quejido se levantó de la cama, caminó un par de pasos hasta la entrada, el departamento era demasiado pequeño. Abrió la puerta, pero cuando la persona al otro lado de ella se reveló, la respiración de SeokJin se cortó por unos segundos.

Era su padre.

Las palabras no salieron de la boca de Jin, solo se quedó plasmado. Su padre lo miró con des aire, y luego sin preguntar accedió al departamento. Una vez dentro, observó con desprecio y asco el lugar. SeokJin ya recuperado cerró la puerta y se dirigió a su padre.

—Por qué estás aquí....

—Me enteré que terminaron con ese muchacho, viendo tu estado deplorable y patético puedo afirmarlo.

SeokJin dio una pequeña mueca. Sabía lo mal que se veía.

—Qué quieres.

El hombre lo miró de mala forma y dijo: —¿Qué manera de responderme es esa? Te enseñé más respeto hacia tus mayores, SeokJin. Pero veo que lo olvidaste cuando empezaste esa relación aberrante.... Sin embargo, respondiendo a tu pregunta, vengo a darte una nueva oportunidad.

—¿Qué?

—Olvidaré todo lo que hiciste y te permitiré volver a casa.

—¿Qué? —volvió a decir SeokJin, incrédulo y confundido—. ¿Por qué?

—Porque desgraciadamente eres mi hijo, y no quiero que se esparzan rumores sobre nuestra familia por tú culpa. Así que te daré otra oportunidad bajo los siguientes términos. Irás a la universidad y estudiarás medicina. Conocerás a alguna chica y te casarás con ella. Luego te harás cargo de uno de las clínicas y cuando seas mayor quedarás bajo a cargo de todas de ellas. Las que luego tus hijos varones tendrán que heredar.

—Estás demente si crees que aceptaré algo como eso.

—¿Demente yo? —cuestionó con burla—. Mírate, SeokJin. ¿Una persona cuerda preferiría vivir aquí? ¿Cómo vas a pagar esta pocilga? Sé que te despidieron de tú último empleo. O aceptas mi propuesta o te mueres del hambre.

—Papá.

—No me llames papá. No te quiero escuchar diciendo esas palabras hasta que te sanes por completo.

SeokJin apretó los dientes.

—Señor... —masculló—. No acepto su propuesta.

—¿Seguro? ¿Te has puesto pensar en lo mejor para ti? Mírate: patético y pobre. Y solo por un joven que jugó contigo. Una relación anormal que acabó con tu perfecta vida. Te estoy dando la oportunidad para que todo vuelva a ser como antes de que conocieras a ese muchacho perdido.

Antes de conocer a JungKook.

—¿Al igual que antes?

No es que hubiera sido completamente feliz con su anterior vida... pero era mucho mejor de lo que era ahora. Su corazón no sentía ese vacío doloroso.

—Sí. Trataré de fingir que todo este año no ocurrió. Volverás a casa y te enfocarás en tus estudios.

—Yo...

—Volver con tu familia. Tener un techo, comodidades y lujos. ¿En serio vas a preferir en este cuartucho húmedo y horrible? Tendrás que conseguir algún trabajo y eso apenas te dará para el arriendo, y viendo tu estado, dudo que alguien quiera contratarte. Ve qué futuro es mejor para ti. Vivir en la basura, siendo un asqueroso anormal o volver a como antes, esperándote un futuro comprometedor, una buena universidad, una buena casa y una mujer, como debe ser desposándote en el futuro. Piénsalo.

El hombre miró por ultima vez con asco el lugar y salió del departamento sin decir una palabra más.

SeokJin se quedó solo pensando en las palabras de su padre.


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¡Hola! Después de un tiempo por fin actualicé la historia. Odio demorarme en subir nuevos caps en este fic, pero estoy en mi ultimo año escolar así que no puedo descuidar mucho el colegio, me canso rápido y a veces apenas tengo ánimos para escribir. En serio espero no demorarme mucho para la próxima actualización y recemos para que sea así:,) 

En otro tema, muchas gracias por esperar y leer, y perdón por cualquier error o falta de ortografía. Besitos <3 

¡No se olviden de hacerle stream a PTD, Butter, Fake Love, Idol, Dynamite y Epiphany! 


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