Capítulo 24: YeJin.
Habían pasado unas semanas desde que JungKook volvió a proponerle empezar de nuevo a Jin. Durante ese tiempo, tal y como habían acordado decidieron fingir que aquella conversación que tuvieron simplemente nunca se dio. Fue algo difícil, puesto que los corazones de ambos se oprimían ante el recuerdo, sin embargo, pudieron conllevarlo.
—¿Estás cansado? —le preguntó JungKook acariciándole gentilmente la espalda, Jin se encontraba recostado encima suyo, a pesar de que su cuerpo era pesado, JungKook se sentía tan bien en tenerlo de esa forma.
—No, ya descansé ¿por qué? —preguntó acomodándose. Levantó su rostro y miró coquetamente a Jeon—. ¿Quieres otra ronda?
—Sería espectacular, pero tenía planeado otra cosa. ¿Qué tal ir al mar?
Jin levantó una ceja, cuestionando a JungKook.
—¿Al mar?
—Sí, para tomar aire. Me has comentado que estas algo estresado por el trabajo y esas cosas. Una caminata por el mar quizá no venga mal.
—Supongo que tienes razón. Hace tiempo que no voy, bueno, la última vez que pisé alguna playa fue hace meses cuando fuimos juntos.
—Entonces ¿nos vestimos y vamos? Esta vez no iremos lejos.
—Creo que podríamos hacer otra cosa primero —dijo Jin con una sonrisa traviesa a la vez que su mano agarraba el pene semi duro de Jungkook para empezarlo a masturbar de forma lenta, sintiendo como este endurecía y crecía en su mano—. Tendremos un poco de tiempo para ir al mar, pero yo de verdad quiero tener esto adentro, aunque sea una vez más.
JungKook no se opuso ante la idea. Así que cuarenta y cinco minutos más tarde ambos salieron del hotel, bañados y vestidos impecablemente.
Mientras JungKook conducía su auto Jin observaba por la ventana el hermoso cielo de Busan, pronto oscurecería, solo bastaría unos cuantos minutos para ello.
—¿No crees que es algo tarde? —le dijo Jin, mientras seguía observando como el cielo cambiaba de colores.
—Puede ser.
—Después tenemos que volver a la clínica para recoger mi auto.
—Lo sé.
—Volveremos tarde. ¿Qué le dirás a JiEun?
—No lo sé, que quizá HoSeok o alguno otro de los chicos tuvo una emergencia.
—Bueno... entonces supongo que estará ben, yo le inventaré algo a YeRim. En fin, no es primera vez que lo hago.
El resto del viaje fue silencioso.
—Llegamos —anunció Kook, aparcando el auto en uno de los estacionamientos públicos. Se desabrochó el cinturón y Jin le imitó.
Una vez los dos se bajaron empezar a caminar por el lugar. Pasearon por la orilla, sin acercarse todavía a la arena, ya que sería muy dificultoso caminar en ella. SeokJin observó el mar a lo lejos. Parecía tan sereno, transmitiendo tranquilidad a su ser y el aire fresco le hacía sentir más libre.
Después de unos minutos solo observando, Jin se acercó a JungKook y apoyó su cabeza en su hombro.
—Creo que tenías razón —dijo—. Necesitaba esto. De alguna forma da paz.
—Me alegra que te sientas así. ¿Quieres que nos acerquemos más? Descansar en la arena.
—No lo sé, se nos meterá en los zapatos —hizo una mueca de desagrado ante ello. Era muy incomodo cuando eso pasaba.
—Podemos sacárnoslos antes de caminar por ella —ideó para enseguida quitarse los suyos junto a sus calcetines.
Jin soltó una risa a la vez que se sacaba sus zapatos.
—No me había dado cuenta que tus calcetines eran de iron man. ¿Con eso planeas seducirme? —preguntó con sorna mirando burlescamente el par de calcetines.
—¡Eh! mis calcetines son lo mejor de lo mejor. En todo caso, no estabas pendiente de ello.
—Uhm sí, recuerdo que estaba más pendiente de tu polla —comentó mientras ambos caminaban por la arena acercándose al mar.
—¿Debería sentirme halagado de que te guste tanto mi polla?
—Ehh podrías —contestó con desinterés fingido.
Ante la respuesta, JungKook tiró a Jin sobre su espalda contra la arena, sus zapatos volaron de sus manos y antes de que SeokJin se pudiera quejar, estaba siendo devorado por un beso de JungKook, el cual no dudó en responder. Una vez se separaron se miraron por unos largos minutos con unas sonrisas en sus rostros. Sin decir nada, Jin se acomodó entre los brazos de Jungkook y este rápidamente los envolvió alrededor del más joven. SeokJin de verdad se sintió relajado durante el tiempo que estuvieron así.
—Es peligroso —señaló Jin.
—¿Uhm? ¿Qué cosa?
—Estar así... en público. Alguien podría reconocernos.
—Lo dudo, el sol se fue hace poco y ya está oscuro.
—Bien... pero sigue preocupándome —dijo Jin separándose de JungKook y sentándose a su lado.
—Comprendo.
Y ambos se acomodaron junto al otro, tratando de parecer lo más amistoso posible.
Siguieron mirando el mar y sintiendo el aire fresco en sus rostros. Jin se sentía bien. Era verdad que necesitaba relajarse, aunque sea por un corto tiempo. Siguieron conversando y admirando la puesta del sol, hasta que la noche se volvió helada, pero los dos parecían cómodos y cálidos junto con el otro. SeokJin contó un pequeño chiste y su aliento se vio revelado escapando de sus carnosos labios. Jin observó a Kook con curiosidad cuando este se encontraba algo aturdido mirándolo. Como si fuera un tesoro.
—¿Pasa algo? —le preguntó Jin, y aunque controló sus nervios ante la íntima mirada de JungKook, su voz algo inestable le delató.
JungKook no le respondió, simplemente su tomó mejilla y acarició la suave piel de su pómulo con su pulgar. Después de tantos años su corazón seguía latiendo desenfrenadamente por el rubio, y por un efímero instante se preguntó si el de él también lo hacía, aunque ciertamente lo dudaba. SeokJin con el pasar de los años había cambiado más que simplemente el color de su cabello. No era el pelinegro mimoso que solía sonreírle con amor y besarlo con dulzura, quizá había pequeños instantes, pero en seguida aclaraba que su relación no pasaba más allá del sexo y que lo suyo no podía ser de nuevo. No le podía culpar, JungKook sabía que todo era su culpa y se odiaba por ello.
Quería volver a pedirle perdón y suplicarle estar juntos... pero no podía. Solo había pasado un par de semanas desde que lo hizo y fue rechazado. No sacaría nada con volver a pedírselo salvo molestar a Jin con sus sentimientos. Aun así, algo picaba en él. JungKook realmente quería intentarlo. Quería decir el par de palabras que se hallaban atoradas en su garganta formando un nudo grueso, pesado y doloroso. Incluso si SeokJin no podía corresponderlas quería decírselo ahora mismo.
—¿Kook? ¿Estás bien? —la voz de SeokJin sacó a Kook de su pequeño trance.
—Oh, sí... —respondió todavía algo ido por sus pensamientos. Tomó una decisión. Inhaló profundo armándose de valor incluso si la respuesta lo volvía a destruir—. SeokJin yo-
—¡Mierda! —lo interrumpió Jin—. Le prometí a YeRim que saldría temprano y la llevaría a cenar. Por un momento lo olvidé. No esperaba que me fueras a buscar a la clínica para una sesión de sexo y mucho menos que después diéramos este paseo o lo que sea que sea esto... ¿qué hora es?
JungKook miró su muñeca, la cual llevaba consigo un hermoso reloj plateado.
—21:58
—Mierda debía estar en casa hace tres horas. Yeri debe haberme llamado. Encenderé mi teléfono e inventaré cualquier excusa. Necesito que me lleves de regreso a la clínica porque ahí tengo mi auto.
—Está bien —murmuró observando la arena.
—Oye ¿me ibas a decir algo?
—Nada —dijo suprimiendo el dolor en su interior y forzar una sonrisa—. Nada importante.
[...]
SeokJin volvió a su casa. Cuando entró fue directo a la sala principal, esperando que su esposa estuviera ahí, y recitarle la mentira que tenía preparada. No obstante, no era la figura de su esposa la que estaba sentada en sofá.
—¿Mamá?
—Hijo —dijo YeJin levantándose para ir donde Jin y recibirlo con un abrazo—. Has llegado algo tarde, ya falta poco para las once. YeRim está algo triste porque te estuvo esperando y no llegaste. Se veía hermosa, lástima que ya se fue a cambiar.
Jin sintió algo de culpa con las palabras de su madre. YeRim lo había estado esperando arreglada y lista para salir.
—Uh sí, había algo de trabajo extra y esas cosas —murmuró masajeándose la nuca.
—Comprendo, tú padre es igual —comentó con una risita algo triste y nostálgica—. He estado aquí por unas horas, te estaba esperando porque quería conversar de una cosa contigo.
—Uhm sí, claro, mamá. ¿Te parece que no sentemos? Para estar más cómodos.
—Me parece bien.
Ambos se sentaron al lado del otro, YeJin tomó la mano de SeokJin, dándole una mirada temerosa y nerviosa.
—Yo he venido hablar contigo porque quería decírtelo antes de que tu padre lo hiciera.
—¿Qué cosa? Me estas asustando.
—Le pedí el divorcio.
Las cejas de Jin se elevaron del asombro y su boca se abrió sin poder creerlo.
—¿Q-qué? Pero tú... siempre... siempre lo has amado —Murmuró confundido ante la reciente noticia—. Siempre lo has hecho.
Cosa que no hacía muy feliz a Jin. Le dolía ver a su madre sufrir por la indiferencia de su padre.
—Lo hice por mucho tiempo—afirmó con una triste sonrisa—, pero él no era bueno y mi amor por él tampoco. Me di cuenta ahora, porque... me he enamorado de alguien más, SeokJin —confesó dejando a su hijo en blanco por la confesión.
El cerebro de Jin apenas podía reaccionar.
—Espera, ¿enamorado? ¿De quién?
La mujer se sonrojó. Jin pensó, que a pesar de que su madre ya era una mujer de edad, todavía seguía viéndose joven y hermosa.
—El profesor de mi curso de cocinería. Fue sin querer, simplemente sucedió. Yo... creo que por primera vez me he sentido amada de verdad. Él es tan diferente a tu padre, yo... de verdad lo amo. Es nuevo. Es bonito. Y lo más importante que es de ambas partes.
—Papá... él ¿qué te dijo?
—Ehm para ser sincera no se lo tomó muy bien. Sabes como es. Prefiero no recordar las cosas que me dijo, pero prácticamente no podré volver a pisar la casa.
—¿Y JiSoo? Ella estaba aquí porque la ayudarías durante su embarazo. ¿Y tú? ¿Dónde te quedarás?
—Me estoy quedando con HyunBin, así es como se llama él. Respecto a lo de JiSoo, ella vendrá conmigo a la casa de mi novio —explicó con sus mejillas coloradas al decir las últimas palabras.
Jin se alegró.
No recordaba ver a su madre de aquella forma, pero se sentía tan feliz por ello.
—Solo te pido una cosa, cariño —apretó más la mano de Jin—. No seas como tu padre.
—¿Eh?
—Hablo por sobre lo de YeRim. Valórala.
—Lo haré. Lo hago —corrigió.
—Espero que así sea, ella de verdad te ama. Sé que a veces debes sentirte cansado de todo eso del trabajo, pero ella no merece que te desquites por eso. Espero que la trates mejor y no caigas en los pasos de tu padre... tú —ella vaciló un poco las palabras—. ¿La amas? ¿verdad?
"No, amo a otra persona, mamá" Jin reprimió esos pensamientos. Estaban tan errados... él no podía amar a JungKook de nuevo.
—Claro —respondió y YeJin sonrió.
—Si es así, por favor demuéstraselo.
—Lo haré.
—Bien, yo debo irme, es muy tarde.
—¿Seguro que no te quieres quedar a dormir?
—Estoy bien, hijo. Solo venía a informarte la situación. Me alivia que hayas reaccionado de esa forma.
—No podría reaccionar de otra, solo quiero que seas feliz. Te amo, mamá
—Y yo a ti mi pequeño, niño. Yo también quiero que seas feliz... a veces me arrepiento de no poder haberte ayudado y apoyado antes —farfulló con culpa y arrepentimiento.
El corazón de Jin dio un vuelco ¿se refería a JungKook?
—Adiós, mamá. Cuídate. Te amo.
—Yo igual lo hago, cariño. Otro día te contaré con más detalles sobre HyunBin.
—Estaré esperando. Me interesaba saber de la persona que se robó el corazón de mi mamá.
YeJin le sonrió y le dio un pequeño abrazo para irse.
SeokJin todavía algo aturdido por la noticia se sentó en el sofá analizando la situación. Realmente estaba feliz por su madre. Ella de verdad se veía contenta.
—¿Ya conversaron? —preguntó YeRim quien acaba de llegar a la sala. Llevaba consigo una sonrisa comprensiva, tratando de dejar al lado la tristeza de que su esposo la haya plantado.
—Sí, ¿tú lo sabías?
—Me lo acaba de decir hoy día, antes de que llegaras. Yo de verdad me siento feliz por ella. Tu madre se ve realmente enamorada, y con eso me siento bien.
Valorara. Escuchó las palabras de su madre en su mente.
—YeRim.
—¿Si, cariño?
—Lo siento, por no llegar. Tuve una emergencia en la clínica y... bueno... ya sabes.
—Entiendo. De alguna forma lo supuse cuando pasaron las horas, así que no hay problema.
—Tú... tú sabes que eres una persona buena ¿verdad?
La mujer le miró algo confundida. Su esposo estaba actuando algo extraño, pero decidió no tomarle mucha importancia y responder su pregunta.
—Supongo que lo soy, por lo general no le deseo mal a nadie, a no ser que sea una persona mala, de esas que van a la cárcel sabes. Pero no lo sé. Supongo que soy buena, ¿por qué?
—Por nada... ven aquí —se levantó y se acercó a su esposa—. Yo... yo...
—¿Tú?
La observó, pero nada. De repente la imagen de JungKook con él en la playa llegó a su mente y sin querer soltó las palabras:
—Te amo.
YeRim abrió sus ojos sorprendida y rápidamente estos sonrieron. Las palabras de SeokJin sonaron tan sinceras y reales que su corazón se agitó de felicidad, aunque ella no sabía que en realidad no iban dirigidas hacia ella. Posó sus suaves labios sobre los de SeokJin y este le correspondió.
—Yo igual te amo.
Jin le sonrió. Las palabras de su madre volvieron a resonar en su mente.
Valórala.
—¿Te parece si nos vamos a acostar? —le propuso Jin.
Ella asintió, sabiendo el trasfondo de aquellas palabras y estaba totalmente emocionada y una nueva sensación empezó a recorrer su cuerpo.
Aquella noche SeokJin la tomó tratando de valorarla y amarla.
No lo logró.
Su corazón no parecía estar de acuerdo con su mente. Este quería a alguien más.
↻
—Lo arruiné.
Cuando JiHye abrió la puerta, no esperaba a su hijo llorando amares para después abrazarla.
—Soy un idiota, mamá. Lo acabo de arruinar todo... él me odia. Estoy seguro que lo hace. De verdad lo arruiné, y no sé qué hacer para remediarlo. No quiero perderlo, mamá. Juro que no volveré hacerlo, pero no quiero perderlo.
—Hijo, de qué hablas no entiendo nada.
—Jin mamá, hice una estupidez y lo arruiné... yo de verdad lo amo y acabo de arruinarlo... ¡Dios! soy el idiota más grande... Quiero morir. No quiero vivir sin él mamá.
La mujer sin entender aun, cerró la puerta y adentró a su hijo, mientras este seguía llorando destrozando en su hombro.
—No digas esas cosas, ¿qué haría yo sin mi niño? Dime qué hiciste. Para poder entenderte.
—Lo engañe... Ni si quiera sé por qué lo hice... aquella chica ni siquiera me gustaba, pero ellos me presionaron bastante para que saliera con ella y yo... no sé...soy un idiota... soy un idiota... quiero... quiero golpearme.
—¡Dios mío! ¡Kook! Nunca creí que cometerías alguna estupidez como esa... ustedes dos se aman. Lo arruinaste —regañó JiHye decepcionada y molesta por lo que había hecho su hijo.
—Lo sé... lo sé. Me odio, mamá —se separó de ella y empezó a golpearse—. Me odio —se golpeó—. Me odio —otro golpe—. Me odio.
—¡Basta! —lo detuvo preocupada por el estado de su hijo—. Golpeándote no solucionará nada. ¿Lo has intentado llamar?
—Sí, no me contesta. Creo que me bloqueó. Pedí teléfonos prestados, pero cuando se daba cuenta que era yo los bloqueaba. Hasta que apagó su teléfono.
—¿Y qué harás?
—No lo sé. Ha pasado casi una semana y no he logrado que me contesté, así que logré coordinar mis horarios y viajar para hablar en persona con éll... mañana tengo planeado ir a su departamento... yo... no sé si me perdonará mamá. No quiero perderlo. No quiero. Lo arruiné. Es mi culpa —farfullaba en medio del llanto. Su madre lo miró apenada, sin saber que hacer para que JungKook dejara de llorar.
—Ven, come algo mientras yo preparo tu cuarto. El viaje debió hacer agotador, necesitas descansar y calmarte. Estar así no te hace bien.
—No tengo hambre.
—Mocoso vas a comer y agradece que te estoy recibiendo amablemente, porque debería estar golpeándote con la silla por lo que has hecho.
JungKook levantó su rostro y miró a su mamá como si hubiera encontrado la respuesta de algún acertijo.
—Golpéame —pidió—. De verdad. Lo merezco.
—Sinceramente lo haría, pero no serviría de nada. Ahora anda a comer y después ve acostarte. Mañana hablarás con Jin y esperamos que te perdone. Él de verdad te ama.
—Él seguramente ahora me odia. Yo igual me odio.
—Es mejor que lo intentes a que no hagas nada.
[...]
JungKook tocó la puerta por varios minutos, pero nadie abrió.
—No está —se oyó una voz gruesa y enojada a sus espaldas.
Cuando se giró se encontró con los ojos intimidantes de TaeHyung que destellaban furia.
—Tae yo-
—¿Tu qué imbécil? —se acercó a JungKook y lo tomó por la camisa con fuerza. Él no solía ser una persona violenta, pero JungKook había dañado a Jin—. ¿Por qué mierda lo hiciste? Dime antes de que te mate aquí mismo.
—Y-yo-
—¡Tae! —interrumpió alguien más, alejándolo de Jeon.
Era JiMin.
Cuando Jeon le iba a agradecer por detener a Tae, JiMin se le tiró encima, tirando su pelo y rasguñando su cara.
—Tú maldito infeliz —le escupió con odio y tiró más fuerte de su cabello. Tae había quedado en shock al ver a su novio como un mono en demoniado encima de JungKook—. Te arrepentirás de haber nacido. Arrancaré cada pedazo de tu maldita piel hasta que llores sangre y supliques que te mate ¡pero no lo haré! —tiró con aun más fuerza y pasó toda su mano por la cara de Jeon, tratando de rasguñar la piel perfecta de este—. Te dejaré vivo y te cortaré en pedazos y luego sacaré tus órganos y cortaré tu maldito micro pene y se lo daré de comer a los perros para que no puedas meterlo en nadie más —chilló, con aun más odio en sus palabras—. Luego quemaré tu cuerpo hasta que seas cenizas y no quede más que ello, para así mezclarlas con diarrea de perro y recogerla para tirarla a la basura justo a donde perteneces, ¡¿entendiste mierda andante?! ¡Tae suéltame! —exigió molesto cuando sintió a su novio jalar de él para apartarlo. TaeHyugn recién había reaccionado—. ¡SUELTAME QUE NECESITO MATARLO! ¡SUELTAME, TAE!
—¡JiMin contrólate! —le pidió tae, mientras trataba de apartarlo sin mucho éxito de JungKook.
Durante los siguientes minutos hubo una constante lucha. JiMin seguía tirando, golpeando y arañando la cara de Jungkook, dejando marcas y cortes, mientras Tae seguía tratando de apartarlo. Una vez que logró hacerlo, lo llevó a su departamento y se encerró ahí con él, dejando a JungKook aturdido y dañado en el pasillo del edificio.
Jeon realmente estaba en ido por la situación. JiMin era una cosa enana, pero mortal. Y por ese mismo pensamiento salió del lugar antes de que JiMin volviera para cumplir con sus palabras.
[...]
—Dios, hijo qué te pasó —chilló la mujer horrorizada al ver el bello rostro de su hijo todo maltratado.
—¿Nada?
—¿Eso te parece nada? —apuntó a los moretones y rasguños—. No puede ser ¡¿eso es sangre?!... Oh Dios, ¿tu nariz está bien?
—No lo sé, supongo que al fin tendré la rinoplastia que quería —bromeó tratando de minimizar sus golpes para no preocupar a su madre, aunque al momento sonreír se rostro formó una mueca. Jimin le había arrancado pedazos de labio en los rasguños y ahora realmente dolían.
—Hijo, mío ¿de verdad estás bien?
—Sí, creo que lo que más dolió fue cuando JiMin me rasguñó un par de espinillas que tenía... eso sí que duele.
—Creo que ese rasguño dejará una marca —comentó su mamá señalando la herida en la mejilla—. Fue muy agresivo, no debieron dejarte de esa manera. Debes denunciarlos.
—No, no. De todas formas, me lo merecía.
—Kook.
—Déjalo mamá. Mañana me comunicaré con JiSoo. La hermana de Jin. Ojalá pueda ayudarme a contactar con él.
[...}
—¡Vete a la mierda y deja a mi hermano en paz! Eres un bastardo, deberías estar avergonzado de llamarme. No vuelvas hacerlo. Tampoco busques a Jin. Él te odia y con justa razón. Así que por favor tal y como te dije al inicio: Vete a la mierda.
JungKook volvió a llamar.
—¿Tanto te falla el cerebro para no poder entender mis palabras?
—Por favor... necesito hablar con Jin. Quiero disculparme, arreglar todo. Sé que fui un imbécil, pero no lo quiero perder. Lo amo y no sabes cuánto me arrepiento. De verdad, por favor.
—Mira JungKook —su voz ahora salió algo más calmada, incluso se podría decir que esta comprensiva—, puedes meterte tu amor por donde te quepa. SeokJin no quiere saber nada de ti. Lo dejaste muy mal y yo tampoco quiero que te acerques a él. Tuviste tu oportunidad y lo arruinaste. Ahora déjalo, que lo ha pasado horrible por tu culpa. Sigue intentando, él no te va a responder y muchos menos va a verte.
—Por favor.
—Lo siento, JungKook. Será mejor que dejes de insistir. Es triste, lo sé. Nunca había visto a mi hermano así de feliz, y tan solo al verlos supe que estaban enamorados. Pero lo arruinaste JungKook, y ahora debes aceptar las consecuencias.
—Yo de verdad lo amó... cometí un error, pero juró que no lo volveré hacer. Lo juro. Por favor, no quiero perderlo, por favor —suplicó entre medio de un sollozo.
—Quizá en otro momento. Cuando Jin esté listo para volver a tu lado y perdonarte.
—¿Cuándo será eso?
—Eh no lo sé. Quizá semanas, quizá meses o incluso años. Quizá nunca. Solo el destino lo sabrá, Kook. Solo deja que fluya. Si ustedes dos de verdad están destinados a estar juntos en algún otro momento de su vida se encontrarán. Pero ahora aléjate. Le hiciste mucho daño y no ayudas con insistir verlo. Él ahora mismo te odia, claro te ama y eso lo hace mucho peor. Deja que se sane y para de atormentarlo. Por favor.
—Pero-
—No. Escucha lo que dije. Déjalo en paz.
—Bien... solo quiero que recuerdes que yo de verdad lo amo y me arrepiento cada segundo de error que cometí. No sabes cuánto me odio en estos momentos —su voz salió en un hilo. Este último tiempo se había vuelto bastante inestable, por los frecuentes llantos—. Perdón, en serio. No quise dañarlo.
—Pero lo hiciste. Ahora, por favor. Deja de llamarme a mí y a mi hermano. Acepta la realidad. Lo perdiste.
━─━────༺༻────━─━
Holii c: Espero que les haya gustado el cap de hoy, a pesar de que tampoco me sentí muy conforme con el resultado. Y bueno, creí que era necesario mostrar un poco de lo que le pasó a Kook después de eso... Y sí, JiMin es un mono endemoniado cuando se enoja.
Perdón por cualquier error o falta de ortografía, y muchas gracias por leer y esperar la actualización <3<3<3
jsjajsa aquí dejó los calcetines de iron man de Kook, por si se olvidaron de ellos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro