Cuando una de sus empleadas le avisó que había visita, YeRim apresuradamente fue a recibirla.

—JiSoo, querida, pasa —invitó YeRim con una dulce sonrisa—. Debiste avisar que vendrías hubiera pedido que hicieran algún postre o algo para ti y el bebé.

—Oh está bien, realmente no importa.

—¡Claro que sí! —se opuso YeRim para después llevar sus manos al vientre de su cuñada—. Haré lo necesario para consentir a este bebé.

—Ere tan linda —soltó JiSoo de forma sincera.

YeRim le regaló una sonrisa ante el halago y la guío hasta la sala principal.

—¿Te parece vamos a la sala de descanso y vemos una película o algo? —propuso juntando sus manos y jugueteando con ellas. A la percepción de JiSoo, YeRim parecía una niña pequeña.

—Claro.

—Bien, pediré que preparen palomitas, ¿algún género o algo?

—Comedia romántica me parecería —respondió JiSoo, siendo aquel su genero favorito. Era verdad que su alma era de una mujer fantasiosa y romántica, sin embargo, siempre debía de a haber algo de diversión y alegría.

—Está bien... oh se me había olvidado preguntar cómo está SeHun.

—Está bien, algo agotado con el trabajo —respondió JiSoo al recordar a su esposo—. Lo extraño y solo han pasado poco tiempo, pero es mejor. Él está trabajando en unos casos importantes, y a pesar de eso siempre me está llamando para saber cómo está. En unos días vendrá a visitarme.

—Qué buena, aunque es triste que no se puedan ver en esta etapa importante.

—Sí, pero es lo mejor para los dos, allá me encuentro muy sola, aquí tengo a mi familia y a mi hermano y SeHun necesita poner atención en su trabajo y el embarazo lo estresaría aún más.

YeRim pareció complacida con esa respuesta.

—¿Y SeokJin? —preguntó JiSoo, ya que ese era el motivo principal de su visita. Quería ver a su hermano y pasar algo de tiempo con él. Las cosas se habían puesto algo tensas desde aquel día que lo descubrió junto con JungKook. Parecía que Jin la evitaba a toda costa.

—Está trabajando, tu hermano es muy dedicado —comentó YeRim con un suspiro algo triste—. A veces lo extraño porque se la pasa más en la clínica que en la casa, sin embargo, es su trabajo y lo entiendo. También es un necio, le he dicho que se tome más descansos, pero parece que ama su trabajo. Es realmente motivador que haya doctores tan dedicados como él.

JiSoo hizo una mueca porque tenía una intuición de lo que era ese trabajo. Se sentía tan mal por YeRim, le tenía bastante cariño y sabía que amaba a SeokJin, no obstante, SeokJin era su hermano, y si tuviera que mentir y sentirse como una horrible persona para que este se diera cuenta dónde estaba su verdadera felicidad, lo haría. YeRim claramente no se lo merecía, pero JiSoo se mantendría callada hasta que su hermano aceptara la realidad, y que esa era que amaba a JungKook.

Su corazón le decía que debía animar a su hermano a estar con él. Ella creía ciegamente en las historias de amor, y creía que JungKook merecía una segunda oportunidad, habían pasado años desde su ruptura y con ello las personas cambian y maduran, estaba segura que JungKook había aprendido su elección.

Entonces recordó cuando JungKook hace años atrás la contactó para saber de SeokJin. JiSoo lo maldijo y le insultó de todas las formas posibles, sin embargo, notó en como Kook estaba destrozado y arrepentido, claramente en su momento eso no le hizo perdonarlo, pero ahora le daba pena aquella imagen.

Y ahora unos días después de pillarlos, esta vez ella lo buscó. Le pidió a JungKook su versión y qué quería de verdad con Jin. JiSoo se alegró cuando este le confesó que aun lo amaba y que había aprendido de su error. Y que a pesar de los años nunca se pudo perdonar haber arruinado lo mejor que le pasó, lo cual era su relación con Jin. JiSoo pudo confirmarlo en el brillo de los ojos de Kook al nombrar a SeokJin, o en la misma voz rota de él cuando le dijo que Jin no quería nada más que una relación sexual y debía aceptarlo ya que era la única forma de la que podría seguir teniendo a SeokJin en su vida.

JiSoo también pensaba que las cosas pasan por algo y seguramente Jin y Kook eran muy jóvenes en ese tiempo y debían conocer más de la vida antes de unirse para siempre. Y que ahora era el momento adecuado para que eso sucediera.

Solo esperaba que su hermano se diera cuenta y eligiera su felicidad, en la cual lamentablemente no era YeRim.

[...]

—Queda menos de dos semanas para que cumplas los veintiocho —comentó SeokJin, mientras acariciaba el pecho desnudo de Kook con unos de sus dedos—. Te estás haciendo viejo.

—A ti te quedan uno cuantos meses más —atacó Kook, con un falso tono de indignación.

—De todas formas, me veré guapo —dijo con una sonrisa arrogante y juguetona, la cual kook encontraba encantadora—. Soy como el vino.

—Con los años parece que tu ego va creciendo también.

—Ah, bueno, ¿qué más se puede esperar cuando tienes este rostro?

JungKook soltó una carcajada, con la cual le salió una pequeña lagrima en el ojo, Jin se la limpió con su pulgar y cuando llevó su mirada a los ojos de Kook, este le encontraba viendo con adoración. Pronto Jeon, se había acercado a Jin depositando un pequeño beso, que a pesar de no ser fogoso o excitante, demostraban muchos sentimientos.

—Tienes razón, eres hermoso —afirmó, acariciando la desnuda piel de las caderas de SeokJin. Amaba tener el cuerpo del rubio encima suyo, ni siquiera era necesario que se encontraran en el acto, simplemente con sus pieles expuesta otorgándose calor y fundiéndose en la otra era más que suficiente.

Jin por otro lado, se sonrojó ante las palabras, pero rápidamente lo ocultó dándole un golpe en el pecho de Kook, para soltar una risita y cambiar de tema.

—Mejor vístete, ya se hace de noche y tenemos que volver.

—Desgraciadamente —murmuró Kook con una mueca de inconformidad.

[...]

—JungKook, cariño llegaste algo tarde —la voz de JiEun no detonaba felicidad.

—Uhm, sí, con Hobi se nos pasó la hora —murmuró masajeando su nuca algo incómodo.

—Oh... está bien —hubo un pequeño silencio hasta que la chica volvió hablar—. Tengo la cena lista para que comamos.

—Me iré a bañar primero y después tomaré una siesta, estoy algo cansado.

—Claro... —dijo sonriendo de una manera falsa que a ella misma le costaba mantener—. Aunque quería hablar sobre tu cumpleaños, para ver qué haremos, si organizamos una fiesta o algo.

—Mañana mejor.

—Bien —contestó con un claro tono de irritación.

JiEun se quedó enojada en la sala.

Y es que hace tiempo se encontraba planteando la idea de que JungKook últimamente salía demasiado. Quería no prestarle mucha atención y pensar que todo estaba bien. Sin embargo, la actitud desinteresada de su novio le ponía en alerta.

Ya había mimos, ni abrazos, ni palabras cariñosas. Si quiera habían tenido intimidad en estas últimas semanas, él siempre estaba ocupado o cansado.

Y de nuevo las salidas, eran extrañas y frecuentes.

Pero no le diría nada. Al final de todo solo eran sospechas.

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—JiSoo, ya tocaron para el almuerzo —le avisó su compañera.

JiSoo asintió desanimada. Odiaba el internado en que su padre le había metido y odiaba mucho más la razón.

Cuando su padre se enteró que Jin era gay y salía con un chico, le echó de la casa y le quitó todo. Ni siquiera dejó que sacara ropa y le pidió cualquier artefacto con el que se pudiera comunicar con alguien. Si era verdad que ella se había enterado hace solo un par de meses atrás, y por mucho que le costó asimilarlo, siempre iba apoyar a su hermano.

Por eso cuando este se tuvo que ir de su hogar, ella con su madre visitaban a Jin en la casa de la señora Jeon, de la cual a las semanas Jin se fue de ahí, y JiSoo sospechoso que su padre tendría que ver en esa decisión. Lo había escuchado discutiendo con su madre, debido que esta le daba dinero a Jin y le iba a ver, la amenazó con divorciarse y botarla a la calle junto con su hija. JiSoo sabía que su padre nunca quiso una mujer, simplemente quería varones que pudieran adminisrar las clínicas, no obstante, no entendía lo cruel que podía llegar a ser con ella. Cuando este se enteró que a pesar de las advertencias seguía ayudando a Jin a pagar el pequeño departamento que estaba arrendando, la internó en el orfanato en el cual ahora se encontraba.

Y solo le quedaba decir que era el mismísimo infierno.

—JiSoo —la voz de YeWon le sacó de su burbuja—. Rosé me informó que estabas aquí, pero aun no bajabas. La señora Lee se va a enojar si no te pilla, el almuerzo es obligatorio.

—También lo es para ti y aquí estás.

—Yo pedí permiso para hablar con mi familia. Mi hermano SeHun llegó después de un viaje de estudio.

—Mhmm —expresó desinteresada.

—Cuando salgamos de aquí quizá te lo presente, es guapo.

—No lo sé, no estoy interesada en salir con alguien.

—Vamos, eres JiSoo la niña enamorada.

—Que crea en el amor no significa que me enamoraré del primer chico que me presenten.

—Pero mira es guapo —le mostró una foto.

JiSoo le dio la razón, su hermano era atractivo, sin embargo, no era su tipo y no le llamaba la atención.

—No es mi estilo, pero es guapo. De todas formas, ahora estoy más preocupada de contar cuántos días me falta para salir de este infierno.

—Todavía nos queda un año —le recordó.

JiSoo solo chilló una maldición. 

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¡Hola! el cap de hoy es algo cortito, pero no crean que es relleno o algo por el estilo, porque hay algunas cosas importantes: Se muestra más el apoyo de JiSoo ante la situación y también el hecho de que JiEun nota como su relación con Kook no esta muy bien que digamos. 

También quiero decir que estoy muy feliz porque estamos cap 20 y si es verdad que todavía le falta mucho a la historia (vamos como a la mitad) realmente la he avanzado rápido a comparación de mis otras historias. Y no sé, me hace feliz que ya estemos en el cap :,) 

Y aquí un pequeño spoiler que hace tiempo quería decir, pero al final siempre se me olvidaba (ya veo que ya lo dije y que se me olvidó que lo dije:D) Y es que en algún futuro no tan lejano, pero tampoco tan cercano, SeokJin se va a arrepentir de no haber aceptado la propuesta de JungKook. 

Y ahí se lo dejo owo. 

Ahora solo me queda decir que muchas gracias por leer y perdón por cualquier error o falta de ortografía <3