Capítulo 15: Nuestra.
SeokJin revisaba su teléfono seguidamente. JungKook no le había hablado en todo el día y eso le dejaba una sensación ansiosa por recibir un mensaje suyo. Y es que durante este tiempo se ha estado comportado un poco más distante con SeokJin. Parecía que le habían afectado las palabras de hace una semana en aquel hotel.
—Cariño —llamó su esposa, sacándolo de su burbuja—. Adivina qué.
—¿Qué?
—JiEun nos ha invitado a otra fiesta, aunque esta será con una temática distinta, creo que diferentes artistas tocarán en el escenario y eso incluye a JungKook y ella. También habrá varios puestos con comida, juegos y esas cosas. Con ropa más casual y ese estilo... ¿qué dices? Yo creo que será divertido ir.
SeokJin se sorprendió, ayer cuando se juntó con JungKook, este no le había comentado nada. Hubo un momento en donde después de tener sexo notó que JungKook estaba algo nervioso y actuaba de una forma extraña, como si quisiera decirle algo que al final nunca dijo. Jin pensó que quizá eso era lo que Jeon quería decirle. Quizá quería invitarlo a la fiesta.
—De acuerdo —aceptó no viéndole algo malo a la idea—. ¿Cuándo será?
—Pasado mañana, JiEun me comentó que a ellos se les informaron hace un par de días, y que por suerte alcanzó a encontrar una canción especial para tocar.
—Mhm ¿a qué hora? Quizá tenga turno.
—Empezará a las 18:00 y terminará a las 12:00.
—Está bien, estaré libre. Ropa casual dijiste, ¿verdad?
—Síp.
[...]
SeokJin se arreglaba frente a su espejo. Había decidido vestir unos pantalones negros al igual que la camisa. Era algo más casual, pero todavía viéndose algo elegante. YeRim llevaba un vestido de su colección, el cual sobrepasaba sus rodillas con un hermoso diseño floral, también llevaba un pequeño abrigo peludo blanco para la noche cuando hiciera más frío.
—¿Estás listo, cariño?
—Sí, ¿llegamos a tiempo?
—Sólo vamos unos minutos tardes.
El teléfono de Jin sonó, y vio que era JungKook.
—Tengo que contestar esta llamada, es del trabajo.
—Bueno, solo no te demores mucho, recuerda que vamos un poquitín tarde y no quiero perderme de cuando JiEun cante.
—Descuida, trataré de que sea rápido.
SeokJin le dio una sonrisa a su mujer, y se alejó de ella para contestar la llamada.
—JungKook.
"Hola, JiEun me acaba de decir que los invitó a la fiesta... yo tengo que decirte algo" SeokJin frunció el ceño, la voz de JungKook sonaba algo nerviosa.
—Está bien ¿qué sucede?
"B-bueno, resulta que... ahg, creo que es mejor que te lo diga en persona"
—Haré como que esto no me está asustando, ¿es algo malo? —preguntó tratando de no demostrar que se estaba preocupando.
"Algo así"
—Bien, hablamos allá.
"Te esperaré"
—Bueno.
"Adiós"
Jin cortó la llamada con un malestar en su sistema. Trató de darse ánimos y pensar que seguramente lo que quería conversar JungKook no sería tan terrible. Volvió donde YeRim, obligado a sonreír ante ella.
—¿Terminaste?
—Sí, solo me llamaban para informarme de algunas cosas en la clínica.
La rubia no dijo nada más, agarró su bolso y tomó la mano de SeokJin.
—¿Vamos?
Jin afirmó con una sonrisa.
[...]
Cuando el matrimonio llegó al lugar, quedaron fascinados. Era al aire libre, habían puestos de comida y en el escenario se presentaban pequeños grupos y solistas. Aunque Jin tenía un sentimiento contradictorio con todo eso, sí, le encantaba la música, el viento chocando en su rostro, el olor a comida, el bullicio de la gente, era como volver a su adolescencia, y por eso mismo le entristecía. Quizá si hubiera cumplido sus sueños, él podría estar presentándose junto con los demás en aquel escenario y no siendo un simple exportador como lo era.
—¿Podemos comprar antorchas de cerdo? Hace tiempo que no como, creo que desde que iba a la universidad.
—Claro, ¿necesitas dinero? —preguntó Jin tanteando sus bolsillos para sacar su billetera.
—Nop, yo traje el mío. También vi unos postres, me dan ganas de comer de todo.
—Nada te lo impide.
—Voy a engordar si como todo lo que quiero.
—Por favor, eres delgada y siempre te estás limitando saludable. No importará que comas un poco más por hoy, dudo que engordes cinco kilos o algo, y de todas formas, si fuera así, al final siempre serás hermosa, con algunos kilos demás o no —la voz de Jin sonó sincera y YeRim lo observó con sus ojos brillando.
—Eres el mejor. Te amo —sonrió como hace tiempo no lo hacía—. Te haré caso y por hoy comeré todo lo que quiera.
Le dio un pequeño y fugaz beso en los labios antes de ir emocionada a los puestos de comida. SeokJin la observó, de cierta forma la quería y apreciaba, había vivido años con ella. Si bien a veces lo mareaba y sofocaba sabía que era perfectamente porque tomó la decisión de casarse con ella, aun cuando no sentía ni la mínima pizca de gusto romántico hacia su persona.
SeokJin pensaba que si hubiera hecho las cosas de otra forma, al día de hoy YeRim y él hubieran podido ser grandes amigos. Ella era atenta y cariñosa, siempre tratando de sacar lo mejor de uno. Sin embargo, la ilusionó e hizo que se enamorara de él, cuando a él ni siquiera le interesaban las mujeres, pero ella le agradaba más que el resto y sabía que no podía dejar pasar la oportunidad.
Pasaron unos minutos y SeokJin empezó a observar a su alrededor. Se sentía tan bien y a la vez mal. Le gustaba el lugar y a la vez lo hería. No obstante se dijo asimismo que debería ser más positivo o por lo menos intentar no recordar tanto su pasado y sus heridas, y disfrutar del ahora. Tratar de pasar un buen momento.
—SeokJin —la voz de JungKook resonó detrás de su espalda e inmediatamente se volteó, encontrándose únicamente con los ojos de ciervo.
—JungKook, hola... ¿Y JiEun?
—Nos encontramos con YeRi en un puesto, y ella dijo que estabas aquí, yo vine y ellas se quedaron juntas en el puesto.
—¿Quieres conversar? En la llamada me dijiste que tenías que decirme algo.
—Sí —se rascó la oreja de los nervios—. Resulta que...
—¿Qué...?
—Que... mira, solo prométeme que no te vas a enojar.
—No lo voy hacer, dime qué pasó que me pones nervioso.
—Es que JiEun estaba buscando unas cosas y....
—¿Y...?
Pero JungKook no habló y su mirada quedó en un punto fijo detrás de SeokJin, soltando una pequeña maldición en el momento. Jin se giró y se encontró con el par de mujeres.
—Aquí están, miren le trajimos algo de comida.
—Te traje algo de postres, trae frutillas —le mostró YeRim, con sus blancos dientes reluciendo en su rostro.
—Gracias, cariño.
—Vengan, hay unos puestos de juegos —dijo JiEun—. JungKook consígueme un oso de peluche.
—Soy malo en esas cosas.
—Vamos, por favor —insistió, tironeando de su brazo mientras hacía un irritante aegyo.
JungKook sin muchas ganas aceptó, la mujer lo tomó del brazo y lo guío hasta el puesto de juegos más cercano. El matrimonio lo siguió, y YeRim le contaba a su esposo sobre un postre que había probado.
Media hora pasó y las chicas no se despegaron de los hombres. JungKook cada vez se veía más nervioso, y SeokJin se estaba empezando a sentir igual o peor.
—¡Cariño! —gritó alarmada JiEun—. Ya ve a ser nuestro turno y no hemos arreglado nada. Vamos.
—Espera, quiero comentarle algo a SeokJin sobre el... sobre el... —la chica puso una mirada confundida, ya que JungKook seguía sin encontrar alguna excusa, en medio del panico miró a su alrededor y lo primero que vio fue una pelota de fútbol—, sobre pelotas.
—¿Eh?
—Me refiero al fútbol, unas cosas sobre el fútbol.
—Puedes hacerlo después, ahora tenemos que ir antes de que nos cancelen —dijo y antes de que JungKook pudiera volver hablar, lo arrastró con él, sin antes gritar un: —¡Adiós!
—¡Suerte amiga! Que les salga muy bonito, yo los estaré observando con SeokJin.
—Suerte —replicó Jin bajo y no con el mismo animo que su esposa.
La pareja se fue, y Jin se quedó con YeRim la cual tomó su mano y lo guío al público. Estuvieron escuchando por un tiempo el grupo que venía antes que sus "amigos" si es que Jin les podía llamar así.
El grupo compuesto por cuatro chicos se despidió y agradeció a las personas que le animaron, y se bajaron del escenario con una gran sonrisa en sus rostros.
Después pasó una chica, comentando que pronto vendría un dúo el cual cantaría una canción. Y a los segundos después entró la pareja, YeRim gritó de alegría y Jin intentó sonreír, pero no pudo. Trató de tragar el nudo formado en su garganta cuando recordó las miles de veces que se imaginó a JungKook y él tocando en un escenario así.
JiEun se acercó al micrófono, lo sacó de su sostenedor y prosiguió a tomar la mano de JungKook para decir:
—Vamos a cantar una canción muy especial, que mi amado novio compuso para mí.
Jin juntó todas sus fuerzas para no hacer una mueca cuando escuchó las palabras, miró a JungKook, quien no poseía la misma sonrisa radiante de su novia.
Por alguna razón sintió que algo iba a salir mal. Quizá por el hecho de que Jungkook intentó conversar con él, y ahora estaba ahí parado como si quisiera salir huyendo.
Entonces sonó la melodía y Jin abrió sus ojos... ¿acaso era...?
JungKook empezó a cantar la letra, sin emoción alguna. Jin no podía dar crédito a lo que escuchaba... era su canción. La que se suponía que era solo de él y de JungKook, y ahora mismo la estaba cantando con su irritante e insoportable novia.
Quería hacer algo. Parar todo.
¡Era su canción!
¡Suya y de JungKook!
Sin embargo, sólo pudo soltar una risa amarga y negar con la cabeza, aguantando sus lágrimas, tratando de resistir el dolor de su garganta que se apretaba, generando que el nudo se volviera más doloroso de lo que ya era. Se sentía decepcionado, enojado y triste.
Miró directamente a JungKook, el cual solo quería bajar de ahí, y parecía que todo el público era ciego por no notar lo incómodo y mal que se sentía. Cuando sus miradas chocaron Jin le transmitió toda la decepción y furia que estaba sintiendo en el momento. JungKook le suplicaba con sus ojos, tratando de pedirle que le dejara explicarse, no obstante, Jin arrebatado de enojo salió del lugar.
YeRim se sorprendió cuando se percató de que Jin se iba de la multitud en pasos pesados y furiosos con cara de pocos amigos. Inmediatamente lo siguió tratando de alcanzarlo.
—¡Jin! —llamó, pero este no hizo caso.
YeRim apresuró su paso, tratando de no caer y mantener el equilibro con los tacones. Jin había cruzado la mayoría de los puestos y se dirigía a la salida, y ella seguía sin entender qué había sucedido. A pesar de ello en ningún momento dejó de seguirlo, y una vez lo alcanzó, tomó su brazo deteniéndolo, aunque rápidamente fue apartada con una brusquedad que sorprendió a ambos.
—¡¿Qué te sucede?! —gritó incrédula.
Jin inhaló hondo y soltó en un bufido.
—No estoy de buen humor, sólo es eso. Quería estar solo.
—P-pero de repente saliste hecho furia —dijo tartamudeando y confundida— ¿Qué te pasó?
—Nada, sólo... me informaron a través de un mensaje algo de la clínica y me puso de mal humor.
—¿Qué fue?
—No lo entenderías, son cosas de mi trabajo.
—Quiero ayudarte, dime y trataré de hacerlo.
—No puedes, Yerim. Ya te dije que es del trabajo y perdón, pero tú no estudiaste medicina.
—Comprendo, te dejaré solo —dijo sabiendo que no ganaría nada con tratar de insistirle—. Avísame cuando te sientas mejor, iré con JiEun. Seguro ya terminó su show.
YeRim se fue, con pasos lentos y Jin se quedó solo en medio de la multitud.
Trató de calmarse, de contenerse, pero recordaba a a JiEun sonriendo cantando una canción que era especial para él.
Pensó por varios minutos y cada vez se sentía peor. Contó, respiró profundo todo para tranquilizarse, pero el recuerdo de ellos dos cantando le hacía enloquecer. Le dolía.
—Jin —oyó la voz de JungKook llamarlo y quiso reír.
Se dio la vuelta encarando a su amante, el cual se veía preocupado y nervioso.
—¿Qué mierda quieres?
—Déjame explicarte.
—Explicarte mis bolas. Jodete —se dio la vuelta y caminó dirección al estacionamiento. JungKook le empezó a seguir el paso.
—Jin, por favor —insistió tomándolo del brazo, Jin se zafó con brusquedad y le gritó:
—¡Era nuestra canción!
—Lo sé, perdón. Y-yo no quería, te lo juro.
—Pura mierda sale de tu puta boca. Déjame solo que no estoy para soportarte.
—Jin, déjame explicarte por lo menos —pidió volviendo a tomarlo del brazo.
—¡Suéltame! —gritó—. Esa canción era especial, JungKook, era especial... —su voz sonó más baja y su mirada brilló de tristeza—, nuestra... pero a ahora ella cree que le pertenece.
—Lo sé y lo siento sólo es que-
—No quiero tus excusas, no quiero que me hables —dijo su con su voz rasmillando su garganta—. Esa canción era lo último a lo que podíamos llamar nuestro, pero ya no. Me voy.
—Jin conversemos —suplicó, pero Jin no hizo caso e ignoró la insistencia de JungKook. Lo apartó cuando trató de tocarlo y rápidamente buscó las llaves y siguió caminando hasta encontrar su auto, y sacarle el seguro. Entró veloz y cerró para que JungKook no pudiera abrir. Empezó andar sin preocuparse si pasaba a llevar a Jeon o no, quien se quedó maldiciendo en pleno estacionamiento.
Siguió su camino sin pensar en nada y nadie, guiado por la tormenta de emociones en su interior, y una vez en la carretera se acordó de YeRim y maldijo todo.
Se apresuró en llamarla.
"¿Hola? Cariño, ¿dónde estás? Te he estado buscando, pero no te he encontrado por ninguna parte."
—Esto... resulta que ocurrió un inconveniente en la clínica y me llamaron de emergencia, tengo que ir a solucionar el problema. Quizá alcance a recogerte de vuelta o te mando algún taxi o algo.
"Oh... Bueno, espero que todo se solucione."
"Yo también, te dejo. Estoy manejando"
"Cuídate, tomaré un taxi de vuelta, así que no te preocupes. Procura de solucionar el problema. Te amo, nos vemos en la casa. Adiós."
—Adiós.
Apagó su teléfono y apoyó su frente en el manubrio tratando de calmarse. Pero el sollozo y las lágrimas fueron inevitables. Aparte de la molestia, de la furia, se sentía triste. Las bocinas empezaron a sonar, indicando molestia debido que estaba en verde y no avanzaba. SeokJin se limpió las lágrimas y siguió adelante.
Mientras manejaba pensaba en la situación. Esa canción era la última cosa que podían llamar "nuestro", pero ya no le pertenecía. Ahora esa estúpida bruja se sentía especial y dueña. Le dolía saber que JungKook le había otorgado algo que con tanto esfuerzo hicieron. Algo que era de los dos, pero lo borró y la puso a ella en su lugar.
Quería gritar y romper todo, esa era la canción que se suponía que tocarían juntos en un escenario, pero las cosas resultaron diferentes. Se quebró al recordar que cada vez que tocaban esa canción solía imaginar lo de hoy, pero el tomando el lugar de JiEun.
Esta vez no perdonaría a JungKook, no mientras JiEun siguiera pensando que esa canción le pertenecía de alguna forma.
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—¿Estás seguro? La canción es algo especial, de los dos.
—Vamos Kookie, no cantará, sólo nos ayudará con un tercer instrumento.
—Está bien, ¿Y quién podría ser?
—¿Quién podría ser? —preguntó JungKook.
—¿Qué te parece YoonGi?
—¿YoonGi? ¿El chico bajito con cara de gato enojado que toca el violín?
—Sí, ese.
—No lo sé, tiene cara de odiar a todo y siento que me va a golpear.
—Vamos, Kookie, no creo que sea tan malo. Se ve amigable... a su manera.
—Okey, pero si me pasa algo será tu culpa.
—Después te lo recompenso, amor —le susurró precavido de que nadie escuchara, y tocando disimuladamente su pierna, cerca de su parte intima.
—Bueno, eso me motiva.
JungKook se dirigió donde el chico pálido, junto con SeokJin unos pasos más atrás. Una vez se detuvieron frente a él, JungKook dudo si preguntarle o no. El chico se encontraba escuchando música, con la mirada concentrada en su cuaderno y un pequeño tic se mostraba en su pierna que con el pie generaba.
—Disculpa —dijo tocando con su dedo el hombro.
El chico se sacó los auriculares y miró a JungKook, no mostrando ninguna expresión.
—¿Qué?
—Oh b-bueno no te queríamos molestar, pero pronto tendremos que presentar una canción que será evaluada en el taller y con mí no... con SeokJin nos preguntábamos si podrías ayudarnos. Nos falta alguien que toque el violín y te hemos visto tocarlo un par de veces. También podríamos presentarnos con nosotros y así tú no tienes que trabajar mucho para crear una canción tu solo.
—Ya tengo mi canción lista.
—Oh, bueno lamento interrumpirte.
—Pero podría ayudarlos.
—¿Si?
—Ajá, no los conozco mucho, pero me agradan. Me gusta la pareja que hacen... —JungKook y Jin abrieron sus ojos sorprendidos, se supone que su relación era secreta—. Oh sí, eso si, por favor dejen de usar el taller para sus momentos ¿no tienen casa? ¿Por último moteles?
—¡¿Qué?! —gritaron ambos al unisono, los estudiantes que estaban a su alrededor le quedaron observando, algunos con miradas curiosas y otros algo molestos por el ruido. Bastaron unos segundos para que todos volvieran a poner atención a lo que estaban haciendo
—A veces quiero venir a practicar cuando no tenemos taller, pero ustedes me ganan y he tenido que ver o escuchar cosas realmente desagradables. Unos besos lo paso, pero tener-
—¡Okey! Lo sentimos —interrumpió Jin, con su cara roja de la vergüenza—. Te prometemos que encontraremos otro lado... solo no le digas a nadie sobre lo nuestro.
—Sí, si no recuerdo tu eres el popular ¿Cómo era que te llamaban? ¿Príncipe? Supongo que tienes que cuidar tu imagen y eso... total, como dije, los ayudaré. A pesar de todo hacen una bonita pareja.
—G-gracias.
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Hola:D perdón por la demora, pero como he dicho anteriormente, no me siento muy inspirada. Cada vez que tuve un leve momento de ello, traté de escribir algo para este cap y espero que les haya gustado, a pesar de que a mi no me gustó mucho como quedó:C quería hacer algo más dramático y sufrido JNJCNJNJNJCNJ;D pero bue, esto fue lo que salió.
Gracias por leer y esperar la actualización y perdón por cualquier error o falta de ortografía <3
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