Capítulo 14: Podríamos estar siempre así.
El timbre del teléfono no paraba de sonar, Jin sabía que era JungKook y moría por contestar, desafortunadamente estaba en medio de un almuerzo familiar y no podía darse el tiempo de hacerlo ni mucho menos verse interesado.
—¿Quién es? —preguntó su madre ante el insistente tono de llamada.
—Del trabajo.
—¿Ha pasado algo? —preguntó su padre con más interés, debido que antes solía ser dueño de la clínica que le había obsequiado a Jin, cuando este había aceptado iniciar de cero y vivir una vida "normal" como pensaba el señor Kim.
—No debe ser nada importante, siempre suelen molestarme para preguntarme algunas cosas como la compra de nuevos aparatos y esas cosas.
Y bien, SeokJin admitía que no era la persona más dedicada a su trabajo, prácticamente le pagaba muy bien a otros para que lo hicieran por él y trataran de molestarlo lo menos posible, esto se vio mucho más reflejado desde que empezó su secreta aventura con JungKook.
—Deberías contestar, podría ser importante —opinó su mujer.
—¿Crees? No quiero interrumpir el almuerzo por algo pequeño. Aparte ya se terminó la llamada —justo al decir eso el teléfono volvió a sonar.
—Está bien, cariño, tú mismo has dicho que tu trabajo es importante. Contesta.
—Por eso te amo, cariño. Bueno, sólo serán unos minutos, vuelvo enseguida.
Se levantó de la mesa con una sonrisa, salió del comedor al pasillo para que nadie pudiera escuchar.
"Hola."
—Hola, ¿pasa algo?
"Me preguntaba si mañana podríamos vernos."
—Mañana tengo la tarde libre, le inventaré una excusa a YeRim —miró hacia los lados asegurándose que nadie le estuviera escuchando—. ¿Quieres que nos veamos en el bar?
"Podríamos juntarnos ahí, pero en realidad quiero llevarte a otra parte"
—¿Otra parte? ¿Dónde?
"Secreto, secreto"
—¿Mhmm,? No lo sé, podía ser un plan maquiavélico de tu parte, podrías asesinarme. Dime dónde.
"Sólo confía en mí."
—Es difícil —dijo, y JungKook supo a específicamente se refería, Jin se dio cuenta y trató de cambiar el tema—. ¿Una pista o algo?
"Solo lleva ropa de cambio."
—Eso no me dice mucho.
"Asegúrate de explicarle a YeRim que vas a estar toda la tarde trabajando o yo qué sé, dile que volverás muy tarde."
—Está bien... adiós.
"Adiós."
SeokJin cortó con una sonrisa en su rostro, la misma que desapareció cuando recordó donde estaba y con quienes estaba.
Exhaló y segundos después forzó una sonrisa, la cual fue bien recibida cuando volvió al comedor.
—¿Y qué era al final? —preguntó su padre.
—Boberías, como les había dicho sólo me llamaron para pedirme permiso para comprar medicamentos nuevos.
Su padre asintió.
SeokJin se sentó en su puesto, y se dedicó a terminar el almuerzo familiar, que estaba lejos de ser su momento favorito.
[...]
—Creí que hoy día tenías libre.
—Lo tenía, pero tengo que ir a firmar unos permisos, eso lo de la llamada de ayer.
—¿Entonces no te demorarás mucho?
—Bueno, también tengo que atender otros asuntos por los cuales me contactaron hoy día así que llagaré tarde.
—Oh, está bien. Creo que llamaré a JiEun para que me acompañe, me había comentado que hoy JungKook saldría con ese amigo que nos presentó en el baile.
—Lo recuerdo, ¿HoSeok? Si no me equivoco.
—Sí, ese mismo.
—Se me hace tarde, tengo que irme.
—Cuídate... uh... ¿para qué llevas ese bolso?
—Es ropa, utilizaré unas de las instalaciones para darme un baño para cuando termine, seguramente cuando llegue a la casa no tendré ánimo para darme uno, así que aprovecharé las duchas de allá.
—Está bien.
[...]
—Hola —saludó Jin, cuando JungKook tomó asiento al frente de él.
—Hola.
—¿Quieres tomar algo o simplemente vamos a ir a ese lugar misterioso?
—Creo que es mejor ir directo —dijo JungKook—, puede que nos demoremos un poco en llegar.
Jin asintió y dejó el dinero de la bebida que se había tomado mientras esperaba a Jeon, ambos salieron del lugar como si fueran dos personas comunes, la gente a su alrededor pensaría que sólo era un par de amigos frecuentando su bar favorito, nadie imaginaría que el par de hombres vivían su pequeño romance secreto lejos de las mujeres que eran las oficiales ante sus conocidos y amigos.
Una vez llegaron al estacionamiento JungKook le señaló a Jin que dejara su bolso en los asientos traseros ya que el maletín estaba algo lleno y sería más fácil de retirar, Jin acató y enseguida se subió al auto, en el asiento de copiloto que el último tiempo se había vuelto su lugar.
El camino fue tranquilo, Jin en ningún momento volvió a preguntar a donde iban, algo rendido sabiendo que probablemente JungKook no lo diría hasta llegar, así que se fue relajado mirando por la ventana mientras escuchaba una canción de música alternativa.
Por ese tiempo se sintió como en una película.
Se sintió libre de imaginar.
En su mente creo un mundo paralelo donde él no estaba casado con YeRim ni era médico, sino que trabaja en alguna pequeña empresa componiendo música, conjunto a JungKook, con el cual habría tenido su final feliz.
De repente una bruma de tristeza lo abundó, su garganta se apretó creando el famoso nudo y las lágrimas amenazaron con salir, porque sabía que nunca sería así.
Trató de llevar sus pensamientos a otra parte, y logró contenerse para no romperse a llorar. Al rato después se calmó y volvió a un estado de ánimo normal.
—Estamos por llegar —anunció JungKook.
—Espero que no trates de matarme o algo parecido.
—Estamos a pleno luz del día, sería muy estúpido cometer un asesinato así.
—¿Eres un experto en asesinatos? —preguntó sonando divertido.
—Podría decirse que sí, cuando me he visto varios episodios de CSI: Maimi, CSi: New York, CSI: Las vegas, CSI: los ángeles, CSI: New Orleans, Mentes criminales, Bones, Castle.
—Por un momento había olvidado tu obsesión por esas series —rio—. Me llevabas a hacer maratones a tu casa, y cuando te quería dar mimos tú me decías: "Jin hay que poner atención o no sabremos quién es el asesino" —su voz salió divertida y nostálgica, de cierta forma extrañaba esos tiempos. A pesar de que en el momento se molestaba porque sólo quería besar a su novio, ahora daría lo que fuera por volver atrás y abrazarlo en silencio mientras ambos terminaban de ver el capítulo.
—Era un pésimo novio, pero en mi defensa amaba esas series.
—No lo eras, por lo menos no hasta el final... bueno, de verdad me gustaba pasar esos momentos contigo, era divertido verte enojar porque según tú ese era el asesino y ningún otro se daba cuenta —recordó con una sonrisa, la cual JungKook amaba.
—Cuando baje te voy a besar, realmente te ves hermoso sonriendo —advirtió Jeon.
Las mejillas de Jin se pintaron de rojo y trató de ignorar las palabras y contener la risa nerviosa que quería salir a relucir. A veces se odiaba por caer por unas simples palabras, pero no era algo que podía controlar.
Los siguientes minutos que quedaron de viaje se pasó en un silencio cómodo y acogedor.
—Bueno, ya llegamos.
—¿Songjeong? —preguntó Jin, mientras leía el letrero que indicaba a donde habían llegado—. Hace años que no vengo a este lugar.
—¿Cuándo fue la última vez que viniste a una playa, Jin?
—No lo recuerdo.
—Entonces espero que disfrutes.
—No tengo traje de baño —dijo cuando acordó de ello—. Debiste decirme y así hubiera buscado o comprado uno.
—No hace falta, yo te compré uno.
—¿En serio?
—Ajá, y es rosa.
Los ojos de Jin se expandieron de la sorpresa, se preguntó si JungKook aun recordaba su color favorito o había sido meramente coincidencia.
—¿Te acuerdas de eso?
—Recuerdo perfectamente que tu color favorito es el rosa.
—No me lo esperaba —admitió Jin.
—Bueno, es difícil olvidarlo, recuerdo que me compre un polerón rosa solamente para que tu lo usaras cuando fueras a mi casa.
—Con razón, se me hacía bastante raro que usaras ese color.
—Lo mejor de todo es que después podía oler tu aroma combinando con el mío.
—Eres un tonto... pero confieso que aparte de amar el color, lo usaba porque estaba plagado de tu perfume, era como el cielo —confesó Jin mirando el suelo, sin darse cuenta que JungKook se acercaba, así que sorpresa el beso que este le dio le tomó por sorpresa, aunque rápidamente correspondió, importándole poco que estaban en plena calle con cientos de habitantes que seguramente tenían una mente cerrada.
—Ahora creo que hay que cambiarnos —dijo JungKook una vez terminó el beso con Jin—. Traje una carpa para que no nos quemarnos mucho, bloqueador, comestibles, y las bebidas están en la hielera.
—Tenías todo preparado.
—Así es.
[...]
—¿Ya terminaste de cambiarte? —preguntó JungKook desde afuera.
—Espera un poco, Jeon.
—No comprendo por qué no te puedo ver, conozco cada detalle de tu cuerpo, por cierto, amo el lunar que yace en tu nalga derecha, es sexy.
—Grítalo, estoy seguro que nadie te escuchó —regañó con sarcasmo, Jeon prácticamente les hizo saber a todos los que pasaban afuera del auto, que gracias a dios era blindado.
—¿Terminaste? —volvió a preguntar.
—Sí.
Dicho eso SeokJin se bajó del auto luciendo el bonito traje de baño.
—Me siento expuesto, mis pezones están al aire, todos los pueden ver.
—Pero nadie más que yo tocarlos.
—Sí, seguro. Ahora mismo te quito derecho alguno de ello.
—¡Hey!
Jin sonrió, se acercó a JungKook y susurró en su oído:
—Si nos apuramos y armas la carpa rápido, quizá te deje tocarlos.
—Entonces deberíamos encontrar un lugar, y ya tengo uno en mente.
—¿Cuál?
—Sólo sígueme.
Jin lo siguió y ambos llegaron a la playa, Jin sintió algo de molestias en sus pies, JungKook no le había traído sandalias y su piel era sensible, la arena estaba algo caliente por los rayos del sol, así que sus pies se quemaron un poco, por lo tanto, se apresuró a ir a la orilla del mar, donde la arena era húmeda y refrescante.
Se quedó ahí jugando con la arena mientras observaba de lejos a JungKook hecho un lío para terminar de armar la carpa, empezó a darse cuenta que el día no estaba tan caluroso como otras veces y que no había muchas personas visitando el lugar.
A los minutos llegó JungKook informando que la carpa ya estaba lista y que había dejado una manta en la arena para que pudieran recostarse y tomar algo de sol mientras descansaban.
—Nademos un poco, hace mucho que no disfruto del mar.
—¿Y a qué lugares iban con YeRim cuando salían de vacaciones? Dudo que a la playa, si dices que no vienes hace mucho.
—Sólo he salido un par de veces de vacaciones con ella, una vez que quiso ir a Japón, me gustó —pero me hubiera gustado más si no hubiera ido con ella—. También fui París e Italia.
—Mhm, lindo lugares supongo, no he tenido la dicha suerte de poder viajar, pero deben ser hermosos.
—Lo son... ¿nademos? —volvió a preguntar.
—Está bien.
Ambos se adentraron al mar y nadaron, estuvieron tiempo ahí, jugueteando entre ellos y haciendo competencias absurdas, pero que le resultaban divertidas. Después un tiempo se aburrieron, se salieron del mar con algo de frío, ya no hacía tanto calor como antes, pero el sol seguía ahí, así que acordaron en recostarse encima de la manta para tomar el sol y que este les blindara calor a sus cuerpos. JungKook abrió una bebida y un par de comestibles que rápidamente se acabaron entre los dos.
—Échame bloqueador, por favor —pidió Jin, cuando notó que su piel se estaba enrojeciendo. A veces odiaba ser tan sensible de ella.
JungKook buscó el frasco de bloqueador entre sus cosas, una vez lo halló se aproximó a Jin, que se había acomodado de vientre. Jeon esparció la crema blanca por toda la espalda del rubio, masajeando un poco la estrecha cintura y los anchos hombros que este poseía. Había uno que otro granito de arena molestando, creando una sensación de raspadura en la piel.
—Estúpida arena —murmuró Jin, para soltar un pequeño jadeo cuando JungKook masajeó con fuerza en un lugar de su espalda baja.
—Listo —anunció, cuando observó toda la espalda de Jin brillante por la protección solar, después miró a su alrededor con cierta nostalgia—. ¿Recuerdas este lugar?
—¿Mhm? —seokJin abrió sus ojos y miró a su alrededor y recién ahí pareció captar—. ¿Es el mismo lugar que vinimos hace años?
—Exacto, te hice el amor detrás de esa piedra señaló.
Jin se sorprendió por las palabras, recordando su pequeño momento detrás de esa roca gigante que JungKook señaló, fue atrevido y peligroso contando que estaban en un lugar público y cualquiera podría ir y pillarlos en el acto, sin embargo ese día apenas había venido gente.
—Podríamos recrear ese momento —propuso Jin con cierta picardees.
—¿Estás seguro? Fue super incómodo, la arena estaba pegada a nuestro cuerpo y quedamos todo rasmillados.
—¿Entonces para que más estamos aquí? -preguntó una vez que se dio cuenta que JungKook no había planeado juntarse para tener sexo.
—Para pasar el tiempo juntos.
Aquello fue directo al corazón de SeokJin, agitándolo en demasía, transmitiendo olas de corrientes eléctricas por todo su cuerpo.
—Eres muy divertido, JungKook —la voz salió burlona, escondiendo a la perfección el efecto que había causado en realidad aquellas palabras—, pero en serio, somos amantes y la única razón por la que vine era para poder tener sexo contigo, no para tomar el sol.
A pesar de seguir sintiendo cosas por JungKook, sabía que no debían ir más allá de sus límites. Jin se había creado una vida, incluso si no era la más feliz, no quería perderla porque era lo único que tenía. Si se confundía y arruinaba las cosas, podría volver a perderlo todo.
Mientras tanto JungKook se tragó el nudo que nació en su garganta y dijo:
—Traje la carpa, creo que eso puede servir para poder pasar ese rato juntos... solo estaba bromeando, tengo en claro lo que somos —mintió con su voz hecha un hilo.
-Bueno, entonces no perdamos el tiempo y entremos. Aparte el sol ya se escondió —comentó observando las nubes que no dejaban ver a la esfera de luz.
—Seguramente en un rato volverá a salir.
Jin pareció convencido con eso, así que sin pensarlo mucho entró a la carpa seguido de JungKook. Una vez dentro, sentó a JungKook posicionándose encima de él en forma de horcajadas. Amaba esa posición por alguna extraña razón.
SeokJin lo besó, tomando el control. Movía sus gruesos labios sobre los finos de su amante, sus caderas habían empezado a moverse para despertar el pedazo de carne que se encontraba justo debajo de sus nalgas. Aprovechó que Jeon jadeó para meter su intrusa lengua, la cual buscaba con desesperación la ajena.
Pero no era suficiente, SeokJin quería mucho más.
—JungKook —llamó.
—¿Mhm?
—Quiero chuparte, ya sabes...
—No hay nada que te detenga.
Ante esas palabras Jin se bajó del regazo y se acomodó entre las piernas de JungKook, empezó a frotar y tantear con su mano en el naciente bulto debajo del traje de baño, ansiando el momento de volver a tenerlo en su boca.
—Jin, Jin, Jinnie —jadeaba JungKook.
Y nombrado se relamió los labios antes de sacar la erección de su escondite.
Grueso y palpitante.
Le encantaba.
Llevó su húmeda boca a la hinchada punta y succionó, JungKook echó su cabeza hacía atrás y soltó una maldición y Jin sólo pudo sonreír al ver lo que le causaba al castaño.
Decidió ir más profundo, tomando la mayor parte posible del largo eje. Subió y bajó un par de veces, antes de sacar el pedazo de carne de su boca para así acumular más saliva y depositarla en el sensible glande, esparciéndola con su lengua la cual se empeñaba en atacar el pequeño orificio donde salía el pre-semen el cual limpiaba en segundos.
—Dios, Jin, no... me correré —advirtió JungKook, su punta era muy sensible, y Jin se empeñaba en atacarla con su húmeda y suave lengua.
Al escuchar esas palabras volvió a hundir el pene en su boca, tragándolo hasta que quedó atrapado en su garganta. El centro del falo era la parte más gorda del palpitante pedazo, así que se le hacía algo difícil cuando llegaba ahí, pero nada que no pudiera tratar.
Con su mano agarró los testículos de JungKook masajeándolos mientras seguía fallándose la boca con la gruesa polla.
Ardía en deseo, quería tragarse toda la semilla amarga de JungKook y sabía que JungKook moría por derramarse en su boca.
—Me vengo —alertó Kook sofocado del placer que le otorgaba Jin.
Agarró el sedoso cabello rubio, y empezó a mandar dando duras y prolongadas embestidas en la dulce boca, hasta que llegó a su clímax y se quedó quieto hundido en lo más profundo de la garganta de su amante.
SeokJin quería sollozar, estaba muy excitado. Siempre acababa así cuando terminaba de darle sexo oral a jungkook. Le excitaba lo que provocaba, se sentía deseado y le ponía a mil.
—¿Estás bien? —preguntó JungKook todavía sin aire por el reciente orgasmo, luego miró a Jin y maldijo lo caliente que se veía, con sus ojos llorosos, labios hinchados y lubricados por su propia saliva, mientras su pecho subía y baja—. Ven aquí.
Jin obedeció y se subió encima de JungKook, el cual bajó a medias el traje de baño de Jin, luego metió su mano y con sus dedos se adentró a la pequeña entrada empujando hasta el estrecho canal, los dedos no estaban lubricados así que se le hizo un poco difícil sacar y meterlos, aunque Jin no parecía quejarse, simplemente movía sus caderas con su propio ritmo siempre siguiendo la forma de un círculo.
Jeon recostó a Jin en suelo y le ordenó:
—Sujeta tus piernas.
Jin actuó enseguida tomando sus piernas, llevándolas a su pecho, dejando al aire su pequeño agujero.
JungKook se agachó a la altura de los muslos de Jin, empezó a acariciar los glúteos, fascinando como su mano se marcaba en ellos, después de dar un pequeño golpe en una de sus mejillas, la besó siguiendo su camino hasta la grieta, sin pensarlo dio una lamida y Jin contuvo su respiración. Volvió a lamer esta vez haciendo algo de presión en la entrada, sin llegar a profundizarse en el ano, el cual se contraía repetidamente en un grito de desesperación de querer ser llenado.
Volvió a lamer dejando un gran rastro de saliva, y penetró con su dedo pulgar, con el cual embistió un par de veces antes de sacarlo y remplazarlo con su lengua.
Y mientras seguía comiéndose el culo de Jin, con su mano se encargó de masturbar el largo pene del rubio.
Oyó a SeokJin gritar y en su mano se deslizó un líquido espeso y tibio. Y lo esparció por el pecho de SeokJin, mojando los erectos pezones de él con su propio semen.
Se ubicó encima de Jin, y lo empezó a besar, sintiendo todavía un poco de su esencia en la boca ajena. Las caricias que iba dejando por el cuerpo de SeokJin eran sofocantes, Jin sentía que las manos de JungKook ardían contra su piel. Kim enganchó sus piernas en la cintura de JungKook, rompió el beso y empezó a besar la mandíbula dando pequeñas mordidas que sabía que volvían loco a JungKook.
De pronto se escuchó un trueno y ambos salieron de su burbuja.
—¿Qué fue eso? —preguntó Jin mirando a su alrededor notando que gotas caían sobre la carpa-. ¿Está lloviendo?
—No lo sé, déjame mirar.
Jin asintió, aun algo confundido y tratando de recomponerse por el reciente orgasmo.
JungKook abrió la carpa y miró hacia afuera de la carpa y se dieron cuenta que estaban en medio de una tormenta.
—¿No se te ocurrió ver el tiempo? —le preguntó Jin, mientras se arreglaba el traje de baño que estaba hasta sus tobillos por todo lo que había pasado.
—Bueno, estos días han estado lindos, no sabía que se iba a poner a llover.
—Con razón no había mucha gente en la playa, se me hacía raro.
—Hay que buscar un refugio antes de que la carpa salga volando —dijo JungKook.
—¿Buscar refugio? tenemos que irnos JungKook, no buscar un lugar para quedarnos.
—Ya está oscureciendo —apuntó al cielo y tenía razón, SeokJin se preguntó cómo era posible que el tiempo haya pasado tan rápido, se sintió tan corto—, y es peligroso manejar con tormenta, de aquí a que volvamos a nuestras casas pasará media hora o más.
—Tienes razón, pero ¿qué mierda le digo a YeRim?
—No sé, dile que te quedarás en el hospital porque es peligroso salir.
—Mhm.
—Yo le diré a JiEun, que me quedaré en casa de HoSeok por la tormenta.
Jin aceptó resignado.
Ambos empezaron a guardar las cosas, la manta que se había quedado afuera estaba empapada y llena de arena. JungKook cubrió a Jin con una toalla para que este no se lograra mojar tanto, mientras terminaba de desarmar la carpa, una vez todo estaba listo fueron antes posible al auto. En el camino mientras JungKook conducía en la búsqueda de un hospedaje, Jin llamó a YeRim contándole que no podía ir, y ella ingenuamente le creyó y decidió que era lo mejor, porque podría ocurrir cualquier accidente.
Optaron por un pequeño hotel, que estaba a un precio bastante justo. JungKook pidió una pieza con una sola cama, tratando de ignorar la mirada disgustada de la señora cuando se lo dijo.
Una vez llegaron al cuarto se acomodaron, Jin se tiró en la cama y JungKook llamó a JiEun la cual no se encontró muy a gusto con lo que se le informó.
—Ya terminé de hablar con JiEun.
—¿Qué pasa si llama a tu amigo?
—Él sabe de nosotros, siempre me encubre.
—Con razón ese día me miró extraño.
—Le agradas, mucho más que JiEun y eso que sólo intercambió unas palabras contigo.
—Me lo imagino... —estiró su cuerpo sintiendo como sonaba al hacerlo, luego miró a JungKook con lujuria—. Podríamos aprovechar ahora que estamos en una cómoda cama.
[...]
SeokJin estaba recostado en el pecho desnudo de JungKook, seguramente ya pasaban de la media noche y se le hacía extraño dormir con él, si bien su primer "reencuentro" ambos se quedaron dormidos, apenas podían pensar y estaban sumamente borrachos que cayeron en un sueño profundo al instante, ahora estabas sobrios en sus cinco sentidos.
Habían tenido una larga sesión de sexo duro, pero ya había terminado hace dos horas, y durante ese tiempo solo han estado acurrucados uno con el otro, y seguramente dormirían toda la noche así. Era extraño y agradable sentir esa sensación.
Jin por un segundo pensó que estaba en el pasado, en vuelto en las famosas sabanas de Iron Man y que pronto la mamá de JungKook vendría a despertarlos.
—¿No es genial? —preguntó JungKook.
—¿Mhm?
—Estar toda la noche juntos.
—Lo es, se siente cálido estar entre tus brazos —dijo Jin, mientras se apretaba más a Jeon, olfateando el aroma natural de este.
—Nosotros... —la voz de JungKook salió algo inestable, dudando si debía decir las siguientes palabras o no—. Nosotros podríamos estar así siempre.
—¿A qué te refieres?
—Que si yo dejara a JiEun y tú a YeRim nosotros podríamos dejar de ser amantes y así-
—No —intervino antes de que JungKook pudiera acabar con sus palabras.
—Solo pensaba que-
—No, JungKook -volvió a interrumpir, con un tono de voz frío y distante-. Realmente no estoy dispuesto a renunciar a todo por ti de nuevo.
—Comprendo.
—Me alegra —su voz sonó cruel.
—Lo siento.
Jin permaneció callado, mientras su cuerpo dolía por dentro.
Tenía al amor de su vida ofreciéndole un nuevo comienzo, pero no se sentía capaz de arriesgarse.
No quería volver a ser lastimado.
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—No entiendo tu actitud tan negativa con estudiar medicina ¡¿sabes cuantos chicos morirían por tener una carrera como esa?
—Seguramente muchos, ¡pero yo no! —alzó su voz en medio de la desesperación. Había ido a confesarle a su padre que no estudiaría medicina ya que le interesaba la música.
—SeokJin, no permitiré que me desafíes de esta forma. Estudiaras medicina quieras o no.
—No lo haré —Jin juntó todo el valor que tuvo para decir aquellas palabras. Su padre era alguien empoderado que intimidaba, y ahora mismo lo estaba desafiando.
—¡¿Por qué?! ¡¿Es por esa idea estúpida de querer estudiar algo relacionado con la música?! ¡Pura mierda, SeokJin!
—No lo es, no para mí. Se convirtió en mi sueño —intentó convencerlo—. La medicina nunca me ha gustado, y ahora que aprendí el arte de la música quiero estudiar algo con ello.
—Arte de la música —repitió burlón—. Es pura basura.
—No lo es, de verdad que desde que aprendí más sobre ello y desde que JungKook me ha animado a seguir con mis sueños, me he dado cuenta que de verdad lo quiero.
—¿JungKook? ¿Ese chiquillo que he dicho que no me gusta?
—Sí, pero a ti no te gusta porque no piensa igual que tú -murmuró tratando de aguantar las lágrimas de desesperación y rabia.
—Pero mira lo que ha hecho contigo —su padre lo señaló furioso—. No te permitiré que lo vuelvas a ver, es una mala influencia.
Jin quedó desconcertado ante las palabras, y las lágrimas que trató de contener se escaparon. Lo único que logró decir fue:
—¡¿Qué?! ¡No! No puedes hacer eso.
—Claro que puedo, soy tu padre y sigues viviendo bajo mi techo.
—Pero no puedes impedirme ver a JungKook —interpuso.
—No me gusta el tono en que lo dices ni esas lágrimas, pareces un amariconado.
Jin se sonrojó de la rabia que sentía. De cierta forma su padre había acertado.
—Y-yo... -iba a negarlo, no obstante, guiado por el enojó soltó: —¿qué tiene si lo fuera? ¿Eh? ¿Qué pasaría si tu querido hijo es un maricón que le encanta comerse la polla de otro chico?
—¡SeokJin! —el grito que su padre soltó demostró que se encontraba horrorizado ante lo dicho.
—Lamento decirlo papá, pero —lo miró desafiante y con una sonrisa burlesca—, es la realidad, soy un puto maricón que ama tomar por culo la polla de otro hombre.
—¡NO VUELVAS A REPETIRLO!
—Soy gay —dijo con su cara seria y las lágrimas escurriendo por sus mejillas, después lo repitió en un gritó que destrozo su garganta: —¡SOY GAY!
—¡SEOKJIN!
El sonido de la piel siendo golpeada resonó por toda la habitación.
Jin se sobó la mejilla, la cual estaba teñida de carmesí ante lo brutal que había sido el golpe de su padre.
SeokJin calmó su respiración al igual que su ira y suavemente dijo:
—Y sabes qué papá, amo a JungKook.
—No.
—Sí, lo amo y estamos juntos de hace más de dos años.
Esa misma tarde su padre lo corrió de la casa.
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Han pasado muchos días desde la última actualización, pero últimamente no me siento muy inspirada, pero cada momento en el que llegaba la inspiración trataba de crear cosas nuevas para este cap, que resultó ser más largo de lo normal, (con un poquito más de 4400 palabras)
Espero que les haya gustado y espero no demorarme mucho en la próxima actualización, aunque también estaré tratando de escribir nuevos capítulos para mis otras historias así que no sé muy bien unu.
Muchas gracias por leer <3 y perdón por cualquier error o falta de ortografía.
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