Capítulo 1: Dos personas totalmente diferentes.
—¿Se conocen? —preguntó YeRim al ver el asombro en la cara de su esposo. Parecía que hubiera visto un fantasma.
—Sí —repondió JungKook—, con SeokJin fuimos...
—Compañeros —interrumpió—. Iba en el curso paralelo al mío. Te recuerdo ¿Jeon? ¿JungKook? Si no me equivoco. Fue mi secretario en el consejo estudiantil durante mi último año.
—Sí... Kim SeokJin, fuiste el presidente del consejo por dos años.
—Eso no me lo habías contado, amor —comentó confusa YeRim por el pasado "oculto" de su esposo.
—No era importante y sigue sin serlo. De todas formas, pasó hace muchos años —explicó—. Me acabo de acordar que tengo que mandar unos archivos que dejé en el dormitorio. Tengo que hacerlo, ya sabes, cariño, son cosas del trabajo. Te prometo que enseguida vuelvo.
YeRim se quedó extrañada ante la rara conducta de su esposo. Parecía más tenso de lo normal, pero no comentó nada al respecto, en cambio siguió conversando con sus invitados.
[...]
SeokJin entró a su cuarto y lo cerró con llave.
Necesitaba respirar. Se estaba ahogando.
Quizá era una pesadilla. Debía ser una pesadilla.
Porque después de tantos años tratando de olvidar cada momento vivido junto a él, no esperaba volver a verlo... mucho menos en su casa, compartiendo amigablemente con su esposa.
Quería llorar. No debería estar aquí.
Con pasos lentos se acercó a una de sus cajoneras y sacó la petaca de oro que su padre le había heredado para su cumpleaños número veintidós, unas semanas antes de su matrimonio.
Con una risa amarga bebió un poco del contenido.
Con frustración paso una de sus manos por su cara y cabello. Las lágrimas sin querer empezaron a desplazarse por sus mejillas, eso aumento su ira. Él no debería llorar por JungKook, hace años que dejó de hacerlo. Se había prometido que nunca más lo haría, pero aquí estaba haciéndolo.
Tan patético.
Otra risa amarga y otro sorbo del ardiente liquido traspasó por su garganta.
Inconscientemente se dirigió al espejo y en el vio el reflejo de la persona que en algún momento de su pasado fue.
No era el hombre adulto frío, triste y roto.
Era el joven cariñoso, feliz y lleno de sueños.
Dos personas totalmente diferentes. Mientras que el rubio tenía sus pies en la tierra, el pelinegro volaba tan alto...
Con esas alas que se les fueron entregadas, para después ser cruelmente arrebatadas.
El sonriente muchacho ni siquiera sabía lo mucho que le dolería su caída. SeokJin quería atravesar el espejo y advertirle que no volara más alto, que aterrizara por su cuenta... pero no podía. Sólo era un reflejo de su pasado y el pasado por más que quisiera no se puede cambiar.
Ahora sólo le quedaba volver a la realidad y afrontarla. JungKook estaba aquí con su novia, la cual era amiga de su esposa. Tenía que ir y fingir.
[...]
—Sigo sin creer que JungKook y Jin se conocieran. Es fantástico —dijo emocionada YeRim.
—Tú tampoco me contaste que fuiste secretario del consejo estudiantil —se quejó JiEun.
—No creí que fuera necesario... sólo fue durante el último año, y no me gustaba del todo. Ocupaba mucho de mi tiempo, más que nada estaba ahí por... para obtener beneficios. Ya sabes, siempre es mejor tener un buen expediente y demostrar la responsabilidad de un cargo, me ayudó para que vieran que era responsable y tener más ofertas.
—Con razón a SeokJin le rogaban las universidades. Eso de ser presidente del consejo por dos años era algo que no me esperaba.
—Sí... ¿y él? ¿Tiene su estudio de grabación? ¿O tiene algún contrato con alguna empresa?
—¿Te estás refiriendo a la música? Porque sí es así estás completamente errado. SeokJin odia todo eso, dice que es una pérdida de tiempo y no son verdaderos trabajos. No lo odien por ello, supongo que lo criaron con ese pensamiento. Él es doctor, trabaja en uno de las clínicas de su padre.
—¿Qué? Pero él...
—Ahora sí terminé de mandar los documentos ¿cenamos? —preguntó Jin al volverá la sala.
—Claro, cariño. La mesa ya está puesta.
La cena ya estaba servida y cada uno sentado en sus respectivos asientos: JiEun al lado de JungKook, con este al frente de SeokJin y a su lado YeRim. Los primeros minutos fueron bastantes incomodos. YeRim se encargaba de hacer que Jin se uniera a las conversaciones, o por lo menos lo intentaba, aunque no le resultaba como ella quería, simples y cortantes respuestas como un "sí" "me parece" "no" "claro".
—YeRim nos contó que no te interesa mucho la música —comentó sutilmente JiEun—. ¿Es verdad que no te agrada? Porque si quieres podríamos mostrarte cómo es componer, cantar y esas cosas. Quizá podría interesarte y cambiar la visión que tienes de ella.
—No quiero sonar grosero ni descortés, pero no me interesa en absoluto el tema. Seguramente ustedes deben tener unas voces maravillosas, pero creo que todo eso es una pérdida de tiempo y dinero. Estudios, instrumentos y más. Para mí la música es un hobby, y es un desperdicio dedicarse a ella por completo —explicó con una sonrisa arrogante en el rostro.
JiEun se sintió incómoda ante la respuesta y sólo respondió con una fingida sonrisa.
—Bueno yo no recuerdo que pensaras así —mencionó JunKook con cierta molestia en su voz.
—Hay muchas cosas que seguramente no recuerdas o quizá hayan cambiado. Como dije han pasado muchos años desde la última vez que nos vimos Jungkoo... JungKook. Mejor cambiemos de tema, hablemos de algo más interesante.
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—Estoy aprendiendo a tocar el piano ahora —contó Jin.
—¿Si? Yo pensé que sólo querrías aprender a tocar la guitarra.
—Al principio sí, pero ahora que ya aprendí a tocarla me gustaría aprender a tocar más instrumentos. Me he aprendido unos veinte segundos de una pieza, a pesar de que no es mucho, me he esforzado.
—Quiero oírla ¿puedes tocar el piano para mi Jinnie? —le pidió con una sonrisa.
—Claro que sí Gukie.
Ambos se sentaron en el banco frente el piano. Jin empezó a tocar, dejando a un lado el miedo a cometer un error y se dejó llevar en los cortos –pero eternos– veinte segundos que tocó.
—Es uno de los nocturnos de Chopin ¿verdad?
—Sí —sonrió contento—. ¿Te gustó?
—Me ha encantado. Tienes talento, a pesar de que fueron veinte segundos, fue muy lindo escucharlo y me quedé con ganas de más —admitió sonriéndole—. Si te esfuerzas podrías triunfar.
—¿Te imaginas? —acomodó su cabeza en el hombro de JungKook—, ¿Te imaginas a nosotros dos como un dúo famoso? Tendríamos muchas fans, seríamos estrellas de Corea.
—Entonces tendríamos conciertos y giras mundiales. Nuestras fans gritarían y apoyarían, nosotros se lo agradeceríamos y les compondríamos canciones dedicadas únicamente a su apoyo —le siguió.
—Y cuando ganaríamos premios las mencionaríamos porque gracias a su apoyo estaríamos ahí... aunque estaría un poquitín celoso —confesó con un tierno puchero.
—¿Por qué? —preguntó divertido ante la actitud de SeokJin.
—Miles y miles te desearían, serías su amor platónico. También están los modelos, cantantes y actores, muy hermosos que querrían estar contigo —contaba frunciendo el ceño y e inflando sus mejillas.
—¿Alguien más hermoso que el príncipe de este colegio? ¿De verdad existe alguien más hermoso que Kim SeokJin? —preguntó divertido.
—Mhmm nop —respondió levantando su cabeza del hombro, para acerca su rostro al de JungKook.
—En ese caso yo debería estar más celoso, si siendo un simple alumno tienes a la mitad de las chicas del colegio enamoradas, ni me imagino siendo alguien famoso —dijo antes de unir sus labios con los esponjosos de su novio.
—Tienes razón —aseveró sonriendo entre el beso—. Deberías estar celoso JungKookie.
—Lo estoy —confirmó.
—¿Si?
—Siempre. Esas chicas por poco se vuelven psicópatas. No me sorprendería si me dijeran qué color de ropa interior estás usando.
SeokJin soltó una risa.
—Bueno... la única persona que puede comprobar de qué color es mi bóxer eres tú —dijo coquetamente.
—Lo sé y no sabes lo feliz que me hace —respondió con el mismo tono de voz que su novio, antes de atacarlo con un profundo, largo y lento beso.
—Llegaremos tarde, Gukie.
—Lo sé, pero no me quiero ir de aquí.
—Ni yo... por mi seríamos solo nosotros dos y la música.
—Pero tienes clases de matemáticas y no es tu fuerte, deberías ir antes de perderte algo y que tu padre se enfade.
—Malditas matemáticas. No sé por qué dije que teníamos que irnos. Debí quedarme callado —se lamentó.
JungKook se rio y agarró el rostro de seokJin entre sus manos.
—Vamos, bebé —demandó antes de darle un beso y salir de la sala de música, para cada uno ir a sus respectivas clases.
Hace un rato me inspiré y salió esto uwu. Espero que les haya gustado aunque no sé... no me gusta como escriboxd, pero sin alguien leyó esto y le gustó, mucho amorcito para usted:"u♡
Quiero recalcar que los "recuerdos" no estarán en orden cronológico.
Y esta es la pieza que toca Jin, en realidad son como primeros 22 segundos NWNDNWNNW
https://youtu.be/9E6b3swbnWg
Perdón por la falta de ortografía o cualquier error:( ♡
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