Salvados por la Diana
Se decidieron a entrar, pero antes tenían que inventar una historia creíble de la razón por la que estaban en esas condiciones.
-Creo que debemos llamar directamente a la policía Lina, nos vendrán a buscar y además creo que debemos declarar sobre lo que nos ha pasado para que quede constancia.
- Tú eres policía, cuando vengan Di y Rosa vamos a comisaría y lo explicamos todo, podrán detener a Ternero. Si no ha desaparecido ya. Mira, voy a entrar yo sola, tú vas descamisado y llamarás más la atención, diré que he tenido un accidente y tengo que llamar. Espérame aquí.
- De acuerdo, pero que conste que tú también llamas bastante la atención con la cabeza llena de sangre y mi camiseta como apósito.
-Ahora vuelvo.
Lina entró al bar, en aquellos momentos no había mucha gente, solo tres clientes en la barra y un camarero detrás del mostrador. Ella se dirigió al camarero
-Perdone, pero he tenido un pequeño accidente y necesitaría hablar por teléfono. ¿Podría prestarme uno por favor?.
-Madre mía, está sangrando, ¿Quiere que avise a una ambulancia?- Dijo el camarero
- No, no se preocupe, no es nada, parece muy aparatoso pero no es grave, necesito hablar con una persona para que me venga a recoger.
-¿Está segura de que no necesita un médico? puedo llamar a Ignacio, el doctor del pueblo, está jubilado pero podrá curarla. - Habló un hombre de la barra.
-Tranquilos, de verdad, sólo necesito un teléfono.
-Tenga- Le alargó la mano por encima de la barra el camarero, acercándole un móvil.
Lina se apartó un poco del grupo para que no pudieran escuchar la conversación. Por suerte se había aprendido el número de teléfono de Diana y el de Rosa. Las tres se sabían el número de las otras dos.
-¿Diana?, Soy Lina.
-¿Dónde os habéis metido?
-Luego te cuento, necesito que nos vengas a buscar.
-¿Dónde?
- Espera un segundo.-
Se apartó el teléfono del oido para preguntar a aquellos hombres el nombre del pueblo en el que estaban. Le dijeron que estaban en San Ruiz de la Vega. Pero se la miraron todavía más intrigados de lo que ya estaban.
-Diana estamos en San Ruiz de la Vega, te esperamos en la puerta del único bar del pueblo.
- Voy para allá, no sé lo que tardaré, aviso a Rosa y voy.
- Bien, tener cuidado.
Lina se despidió de Diana y cortó la comunicación, le devolvió el móvil al camarero y se dispuso a salir a la calle junto a Karlos.
-Espere señora, puede quedarse aquí dentro hasta que lleguen a ayudarla.
-Muchas gracias, pero no vengo sola, mi compañero está fuera.
-Dígale que pase, si quieren tomar algo les puedo servir lo que les apetezca, estarán mejor aquí dentro que en la calle.
Lina lo pensó un momento, pero dedujo que si les buscaban por la zona, dentro del bar sería más difícil que les vieran, así que aceptó el ofrecimiento de aquella gente y salió a la calle a buscar a Karlos.
-Karlos entra conmigo dentro del bar, son las siete de la tarde, lo acabo de ver en el reloj del bar, esperaremos a Diana dentro.
-¿Sin camiseta?
-Toma, creo que ya no sangra la herida, está muy sucia y un poco húmeda pero al menos no irás descamisado.
Karlos se puso la camiseta manchada de sangre y entraron en el local. Se sentaron en una mesa del lugar y por fin respiraron un poco más tranquilos.
Los lugareños no disimulaban su curiosidad, pero no les preguntaron nada directamente.
-¿Quieren que les traiga algo?
-Por favor si puede traerme a mi un café con leche y algo de comer, lo que sea.
-A mi también por favor .-Añadió Lina.
-Enseguida se lo traigo.
El camarero se alejó de ellos para preparar el café con leche y mientras tanto aprovecharon para hablar en voz baja de lo que había pasado y lo que supondría para la resolución del caso.
-Creo que Ternero no volverá a aparecer por la empresa de Cabañas, porque sabe que lo hemos reconocido y seguido, en cuanto se entere que nos hemos escapado desaparecerá.
-Es una situación complicada, en cuanto a la mujer que vimos en el piso de arriba, yo no fuí capaz de reconocerla, ¿Tú la reconociste Lina?
-No, yo no pude verla bien. Antes de que llegase a bajar nos golpearon y perdimos el conocimiento. Eso dificulta las cosas. Ahora saben que vamos tras ellos, se andarán con más cuidado.
El camarero les trajo lo que habían pedido y comieron con ganas. Les trajo dos bocadillos de jamón serrano, y les añadió una botella de agua a cada uno.
Mientras ellos comían y reponían fuerzas Diana llamaba a Rosa para explicarle lo de la llamada.
-Di, no podemos perder tiempo, pasa a buscarme y nos vamos a recogerlos enseguida.
- He mirado en el maps y tardaremos casi una hora y media en llegar, espero que tengan el suficiente sentido común de entrar al bar y esperarnos dentro.
-¿Qué crees que les habrá pasado? Porque si me dices que te ha llamado desde otro móvil es posible que hayan tenido un accidente.
-No tengo ni idea, no me ha explicado nada, sólo que vaya a recogerlos al bar de ese pueblo. Salgo ahora de casa y paso por ti, también viene Cris conmigo.
-Ok. Os espero.
Diana y Cris se subieron al coche y pasaron por el piso de Rosa.
Una vez las tres en el coche, Diana condujo hacia las afueras de la ciudad, para coger la autopista. Siguiendo las indicaciones del Maps, tomó una salida hacia una carretera comarcal y cuando ya estaban bien encaminadas empezaron a hablar conjeturando lo que les habría podido pasar a Lina y Karlos para que tuvieran que ir a buscarlos.
-Yo creo que habrán tenido un accidente, si no, no creo que Lina nos hubiese llamado, o se les habrá estropeado el coche.- Dijo Rosa.
- Pero llevan desde esta mañana sin dar señales de vida, ¿han estado siguiendo a Ternero hasta ese pueblo y luego han tenido un accidente? Me parece muy raro, Lina nos hubiese avisado de que no vendrían a mediodía. Cuando la he llamado yo a la una no me ha cogido el movil, pero sonaba.
-Yo no los conozco tan bién como vosotras, pero si dices que el móvil a la una estaba operativo, pero no te lo han cogido, puede que se lo hayan robado.
-Podría ser, Cris, si les han robado el móvil puede ser porque los han descubierto o porque simplemente se han despistado.
- Esos dos juntos son una bomba de relojería, siempre están discutiendo, Cris, Diana, creo que nos llevaremos una sorpresa cuando los encontremos.
Después de hora y media, tal como les había dicho el Maps, llegaron al pueblo. Recorrieron la calle principal hasta que dieron con el único bar.
Eran ya las ocho y media, el bar se había ido llenando de gente del pueblo que observaban a la pareja rara sentada en la mesa del fondo. Karlos y Lina estaban discutiendo si tendrían suerte y todavía encontrarían el coche donde lo habían aparcado o se lo habrían llevado para venderlo por piezas.
-No lo digas ni en broma. Ese coche es muy importante para mi, gasto dinero en él, pero forma parte de mis recuerdos.
-Karlos, es un coche viejo, lo llevarán al desguace si no lo han hecho desaparecer.
-Lo mismo no lo han encontrado o no saben que es en el que habíamos venido.
-Quizás pero hazte a la idea de que no lo vamos a encontrar.
En esos momentos Diana, Rosa y Cris entraron en el bar. Echaron un vistazo por el local y los vieron en la mesa más apartada.
-¿Qué os ha pasado?- Dijo Rosa nada más verlos . Con la camiseta manchada de sangre de Karlos y la sangre seca en la cabeza de Lina, las tres se habían asustado.
-¿Habéis tenido un accidente?.- Preguntó Diana.
-¿Estáis bien?- se interesó Cris.
Lina les pidió que se tranquilizaran y que le dejaran explicárselo.
-Empiezo por el principio, seguimos a Ternero como quedamos, fue a un pueblo que se llama Casa Viejas. Allí salió del coche y se metió en una vivienda. Estacionamos un poco alejados, y salimos a ver si podíamos averiguar si se iba a reunir con alguien más. Vimos que había una mujer en la parte de arriba de aquella casa, porque la pudimos ver por la ventana. Pero no con suficiente claridad como para identificarla. Estábamos en la acera de enfrente y nos acercamos debajo de la ventana desde donde podíamos escuchar lo que decían.
-¿Y qué os ha pasado para tener esas heridas? -Preguntó Diana.
-Espera que termine de hablar. Cuando estaba a punto de bajar la mujer del piso de arriba, alguien nos golpeó en la cabeza, perdimos el conocimiento y nos secuestraron.
-¡¿Qué dices Lina!? - Exclamó Cris, que no estaba acostumbrada a estas cosas.
-Eso, lo que oyes, nos secuestraron y nos llevaron a un sótano de algún lugar cerca de aquí, pero no sabemos dónde exactamente. Logramos escapar, parece que los que nos secuestraron nos dejaron allí y se han marchado, pero cuando regresen se darán cuenta de que no estamos y nos buscarán.
-Te dieron fuerte en la cabeza Lina, ¿Estás bien?
-Si, antes sangraba más, ahora ha parado de sangrar, a Karlos también lo han golpeado pero no le han hecho herida, la sangre de su camiseta es mía.
-Tenemos que ir al hospital a que os hagan un escáner, es posible que tengáis conmoción .
-No creo, Rosa, pero si os quedáis más tranquilas vamos después de ir a comisaría.
-De acuerdo, vamos a salir de aquí antes de que nos encuentren estos tipos.
Rosa se acercó a la barra para pagar las consumiciones de Karlos y Lina y agradecerles la ayuda, después salieron del bar.
Se subieron al coche de Diana. Rosa ,Lina y Karlos iban detrás, y Cris delante con Diana. Tomaron rumbo a la ciudad, directos a la comisaría donde trabajaba Karlos para que los atendieran más rápido.
-Creo que ahora tendremos problemas para seguir con la investigación, y tenemos que tener cuidado, ya saben que vamos tras ellos.- dijo Lina.
-¿A vosotras cómo os ha ido con vuestro sospechoso? . -Preguntó Karlos.
-Bien- Empezó a hablar Rosa- Lo hemos seguido toda la mañana y toda la tarde hasta que has llamado tú Lina, Santiago ha hecho varias llamadas telefónicas pero no hemos conseguido escuchar sus conversaciones pues estaba un poco lejos. Ha hecho compras en una ferretería, herramientas de jardinería. Después se ha ido a su casa.
-¿Él vive en una casa con jardín ?
-No, vive en un piso, no sé para qué querría comprar eso.
-Lo averiguaremos en cuanto podamos.
-Mañana tendremos que hacer una reunión para poner en claro cómo va el caso, y decidir cómo actuar a partir de ahora.
-Está bien, ya llegamos a comisaría.- Dijo Diana mientras aparcaba el coche.
Ya eran las diez y media de la noche cuando llegaron y les tomaron declaración. Los llevaron después a urgencias para que les viera el anatómico forense y quedase constancia de la agresión.
Cuando salían del hospital los cinco ya eran las tres de la madrugada. Estaban todos agotados, Diana los fue dejando a cada uno en su casa, excepto a Karlos que lo dejó en casa de Lina.
Diana y Cris se fueron juntas a casa de Diana.
Cuando Lina y Karlos llegaban a casa, entraron con cuidado, era posible que, si sabían que habian escapado, estuvieran esperándoles en su casa. Afortunadamente no fue así, Entraron y cerraron la puerta con llave, para mayor seguridad cerraron persianas y ventanas.
Lina iba a decir algo cuando Karlos se le adelantó y le dio las buenas noches.
-Buenas noches Karlos...Espera un momento, quizás deberíamos dormir en la misma habitación hoy para estar más seguros los dos.
-Quería decírtelo yo, pero no me atrevía.
- Soy razonable Karlos, si me lo explicas lo entendería y no pondría impedimentos, somos adultos los dos.
-Hombre lo de razonable no se yo...
-Mira, estoy cansada y no tengo ganas de discutir contigo, ¿Quieres dormir conmigo o no?
-Si me lo pides de esa forma...
- Me voy a arrepentir...
-No, Lina, es broma, voy contigo, ¿Dónde dormiré?
-En la cama, tú también tienes un golpe en la cabeza, te dejaré dormir en mi cama.
-Gracias Lina.
Fueron a la habitación y ella se desvistió y se puso un pijama en el baño mientras él se quedaba en ropa interior y se metía en la cama.
Estaban tan cansados que ni siquiera tuvieron tiempo de hablar antes de quedar profundamente dormidos.
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