Karlos acompañó a Lina a su casa antes de ir a la suya. Ella parecía cansada, y le preguntó si se encontraba bien.
-Lina, ¿Seguro que estás bien?
-Si, estoy cansada eso es todo.
-Deberíamos haber hecho la reunión mañana, es que eres muy cabezota.
-Yo trabajo a mi manera.
Lina bajó del coche y fué hacia su casa bajo la preocupada mirada de Karlos. Le exasperaba y a veces no la aguantaba, pero se quedó preocupado por el aspecto tan derrotado de Lina.
Al día siguiente, a primera hora Karlos llamó a Rosa.
-Hola buenos días Rosa, ayer me quedé preocupado por Lina, he pensado que quizás  a una de vosotras dos os enseñaría la herida, temo que haya ido a peor.
-Hola Karlos, me parece bien, ayer quedamos a las ocho, tú y yo llegaremos diez minutos tarde y así Di, tiene tiempo de ver su brazo, a ella se lo enseñará.
Yo hablo con ella y se lo explico.
- Genial Rosa, gracias.
Colgó e inmediatamente habló con Diana que estuvo de acuerdo.
Al día siguiente Lina llegó puntual, descansada después de un sueño reparador y se encontró sola con Diana.

-Hola Lina, ¿ Qué tal el brazo?

-Bien, hoy me duele menos .

-Déjame verlo, ¿Cuándo tienes que ir a quitarte los puntos?- le preguntó Diana mientras ésta se quitaba la camiseta.

-En principio en una semana, pero mira tú misma, está muy bien, no se ve puntos rojos de infección ni nada.

-Lo tienes bien, supongo te debe de doler todavía .

-Si, pero ya me he tomado el antiinflamatorio. Esta gente tarda mucho, me voy a poner la camiseta y vamos a desayunar, tengo hambre.

-Muy bien, les llamo y les digo que vengan a la cafetería.

-Estábais preocupadas por mi brazo, ¿Verdad?.

-Karlos me dijo ayer que te vió tocada.

-No se entera de nada, tenía sueño, eso es todo.

-Se preocupa.

Se reunieron todos en la cafetería y desayunaron mientras ponían encima de la mesa todos los datos que tenían por ahora. 

-Karlos necesitamos saber los detalles de la muerte de Mario Cabañas. Sin esos detalles no podremos investigar los posibles sospechosos, ni los motivos. ¿dónde lo encontraron?-Preguntó Rosa.

-Está bien, conseguiré los datos y os los facilito esta tarde, Lina ¿Puedes acompañarme a la comisaría ?

-Está bien, voy contigo.

Diana dijo que se centraría en las cámaras de seguridad de la empresa. Rosa en cambio dijo que seguiría a Hinojosa para intentar averiguar su papel en todo el asunto.

Salieron los cuatro de la cafetería y fueron cada uno por su lado menos Lina y Karlos que fueron a la comisaría juntos.

Rosa localizó a Hinojosa todavía en el hotel y lo siguió hasta el trabajo. Respecto a Sandra , a ella la dejó en su casa y no hubo nada sospechoso.

Lina y Karlos llegaron a comisaría y hablaron con el comisario Daniel Castillo.

-Buenas Karlos, ¿qué tal ha ido el trabajo?

-Bien señor, pero necesitamos información para seguir investigando. ¿Es posible acceder a los archivos de la muerte de Mario Cabañas?- Preguntó directamente Karlos.

Mientras tanto Lina observaba la reacción del comisario ante la pregunta. Tenía aspecto de estar decidiendo si les concedía permiso o no. Pero momentos después les dió luz verde y les entregó una carpeta azul con toda la información de que disponían.

-¿ Podemos llevárnosla?. Preguntó Lina.

-No puede salir de comisaría, lo siento. Tendréis que estudiarla aquí.

Los dos se dirigieron a un despacho  con la carpeta, y se pusieron a estudiarla.

Según la autopsia, Mario había muerto por un disparo limpio en la cabeza.

-Parece una ejecución. -Comentó Lina.

Estaba en su despacho, le dispararon desde el lado derecho, a una distancia de dos metros aproximadamente. Encontraron restos de microcristales en el proyectil, era un arma común, una 9 milímetros. 

La hora de la muerte era las 8 de la tarde aproximadamente. Nadie vio ni escuchó nada.Era posible que usaran un silenciador.

En el momento de su muerte estaba de pie, y quedó tendido en el suelo del lado izquierdo. Llevaba en las manos algún documento que debieron quitarle después de muerto por los restos de tinta de la mano. 

La persona que lo encontró fue Pablo Ternero, Coordinador de innovación y ensayos clínicos. Declara que había ido a entregarle información sobre el nuevo producto y lo halló muerto al día siguiente.

Las declaraciones del resto del personal eran del todo inútiles, pero debían hablar con Pablo Ternero para intentar sacar más información. Para ello Rosa era la más idónea, la que tenía más don de gente.

En el despacho no encontraron huellas extrañas, salvo las de Ternero, Kora, Hinojosa y Sandra. No parecía faltar nada del despacho y estaba todo ordenado. 

Vieron las fotos del lugar del crimen, Había bastantes fotos del cuerpo, de la mesa del despacho, y de los muebles y paredes de la habitación.

En ellas Lina destacó el orden de la mesa, no había habido lucha, la persona que había cometido el crimen no estaba a la vista. La víctima no miraba a su asesino y no se dió cuenta de que le disparaban. La pregunta que debían responder era  ¿ Desde dónde le habían disparado?.
Por la posición  del cuerpo era imposible que fuera desde la ventana, pues el disparo venía del lado contrario. Quien fuera estaba escondido o quizás era alguien de confianza de Mario Cabañas. Ya que eso explicaría que no lo estuviese mirando en esos momentos.
Lina sacó su móvil  y se dispuso a hacer fotos de todo el material, para estudiarlo más detenidamente entre las tres, bueno, los cuatro.
-¿Vas a hacerles fotos a los documentos Lina?
-El comisario ha dicho que no nos los podíamos llevar, pero no ha dicho nada de sacar fotos.
-Cierto. Pero podríamos meternos en un lío si se entera, es información  reservada.
-Yo no se lo voy a decir...¿Se lo dirás tú Karlos?
Lo miró fijamente a los ojos desafiándole, pero él le dijo tranquilamente:
-Yo no he visto nada.
Salieron de la comisaría diez minutos más tarde, le dejaron la documentación al comisario y con el coche de Karlos , fueron a casa de Diana.
Aún era relativamente temprano, eran las doce del mediodía, había sido muy fácil conseguir la información policial del caso, y Lina tenía que reconocer que era gracias a Karlos.
" Por lo menos sirve para algo" pensó mientras volvían en el coche.
Llamaron al timbre de su casa y Diana les abrió enseguida.
-Tenemos material para estudiar entre todos, a ver si alguien descubre alguna pista que podamos seguir.-Dijo Lina nada más entrar en el piso.
-Estoy con vosotros en un momento, tengo que enviar un mail, es importante.
Se sentaron en el sofá de la sala de estar, y lina sacó su móvil y mandó a la impresora de Diana todo lo que había recopilado en comisaría.
-¡Di, te envío unos documentos para imprimir!.
-Ok Lina, pongo papel en la impresora.
Tras 10 minutos,  en los que imprimían todo, Di salió con toda la documentación en la mano.
-¿Cómo llevas lo de las cámaras de vigilancia Di?.
-Va muy lento, es desesperante. Pero creo que conseguiré algo pronto. -¿Esperamos a Rosa o empezamos nosotros?. Preguntó Karlos
-La voy a llamar y si no le queda mucho la esperamos ¿os parece bien? Dijo Lina
-Sin problema dijeron Diana y Karlos a la vez.
Mientras Lina llamaba, Diana les ofreció algo de beber y para picar.
Tras 3 minutos Lina les informó de que Rosa ya venía de camino.
Mientras esperaban que llegara estuvieron hablando de temas sin importancia y al cabo de unos 10 minutos llegó Rosa.
Karlos y Lina pusieron sobre la mesa  todos los papeles que tenían recopilados de la comisaría y se los dieron a Diana y Rosa para que los estudiaran ambas. esperaron pacientemente a que las 2  hubieran visto todas las imágenes y les pidieron su opinión al respecto. Ambas pensaban que había sido un asesinato a sangre fría pero no pudieron localizar ninguna pista  importante para poder seguir investigando el caso.
-Vamos a mirarlas una a una entre todos y diremos todo aquello que creamos importante, curioso o que esté fuera de lugar.-Sugirió Diana.
La primera foto era del cadáver de Mario, y todos coincidían en que le habían disparado desde el lado opuesto a la ventana.
-¿Pueden haber movido el cuerpo?
Sugirió Lina.
-Podría ser pero habría sangre que lo delatara. Y no parece que haya salpicaduras.
Contestó Karlos.
-¡Un momento!
Lina se acerco la foto y la miró con atención.
-Aquí no hay salpicaduras de sangre. Un disparo a una distancia de tan sólo dos metros dejaría salpicaduras de sangre en las paredes, pero si os fijáis no hay ninguna.
Los tres se aproximaron para ver la foto y efectivamente no encontraron salpicaduras en la pared.
-Tendríamos que ir a echar un vistazo a ese despacho. - Comentó Rosa.
-¿Y si lo mataron en otro lugar y transportaron el cuerpo después de muerto?
Puede que con las prisas se equivocaran al colocar el cuerpo.-
Dijo Lina.
- Entonces debemos buscar el lugar donde se cometió el asesinato.
-Bien, sigamos.
Sacaron otra foto de la mesa del despacho, toda ordenada sin nada fuera de su lugar.
-Está muy ordenado todo.-
Comentó Karlos.
-Exacto, y la vez que fuimos a su despacho yo recuerdo que no estaba tan meticulosamente ordenado, había papeles en la mesa y algunos bolígrafos fuera de sitio.
-Es como si lo hubieran preparado todo. - comentó Diana.
Siguieron mirando las fotos detenidamente, y en todas ellas estaba bastante claro que el escenario había sido preparado.
Pasaron a estudiar la autopsia.
La muerte era provocada por un disparo a unos dos metros de distancia, y la bala tenía restos de microcristales.
-Eso quiere decir que ha atravesado un cristal antes de impactar. -Comentó Karlos.
-¿Sugerencias sobre posibles lugares del crimen?- preguntó Lina
-El coche. Dijo  Karlos
-Una ducha o en su casa a través de la ventana. Respondió Diana.
- También  podría ser en el trabajo en uno de los laboratorios acristalados. -contestó Rosa.
-Propongo que investiguemos en casa de Mario, su coche y los de sus trabajadores, y en la empresa. Va a ser difícil pero podemos intentar localizar el lugar del crimen, así tendremos más pistas sobre el asesino.- Dijo Lina.
Todos estuvieron de acuerdo, pero lo complicado era llevar a cabo una investigación tan minuciosa en un tiempo reducido. Por suerte tenían a Diana que podía investigar en las tiendas de reparacion de cristales de los coches. En ellas podrían saber si alguien había ido con una ventanilla rota con un agujero de bala.
También podían averiguar si habían cambiado últimamente alguna ventana de su casa y por otro lado irían a  dar una vuelta por la empresa para comprobar todos los despachos acristalados.
Para no levantar sospechas debían pasar desapercibidos, si el asesino se enteraba de lo que buscaban podría desaparecer antes de que lo atraparan o incluso eliminar posibles pruebas.
-Son las 3, ¿qué os parece si comemos y después seguimos hablando?
-Me parece bien Rosa. -Dijo Diana.
- Sí, me muero de hambre.-añadió Lina
-¿Bajamos  al restaurante de siempre?
- ¿Tendrán mesa a esta hora Rosa?
-Espera que pregunto.
Karlos las miraba a una y otra, las tres lo habían ignorado completamente, habían decidido el restaurante sin tenerlo en cuenta. Pero debía reconocer que formaban un buen equipo. Empezaba a admirar a ese  trío, trabajaban muy bien juntas y se llevaban genial entre ellas. Sentía una cierta envidia.
-Perfecto, tenemos mesa.
Rosa colgó el teléfono y los cuatro se dirigieron al restaurante, que no estaba muy lejos. Fueron caminando, y al llegar, Karlos se sorprendió del trato que recibían allí. Como si las conociesen  de toda la vida.
El dueño les atendió en persona y la comida era deliciosa.
Salieron satisfechos de allí y en vez de ir a casa de ninguna de ellas, marcharon hacia las oficinas. ¡Ni siquiera tenían que hablarlo!
-¿Vais mucho a ese restaurante?
Parece que os conoce bien el dueño.
Preguntó por el camino Karlos.
-Es un antiguo cliente nuestro, uno de nuestros primeros clientes de hecho. Confió en nosotras y resolvimos su problema.
Le explicó Rosa.
Lina iba delante con Diana y Rosa se había quedado atrás con Karlos.
-¿Cuánto hace que trabajáis juntas?
-5 años más o menos. Al principio fué difícil hacernos un hueco pero luego los resultados de nuestro trabajo hablaban por sí solos.
-Pero Lina no quiere trabajar para la policía ¿Porqué? Mi jefe quiere que trabajéis con él.
- Mira Karlos, el tema es muy complicado, las tres trabajamos en varios casos con vosotros, y en todos ellos nos ninguneaban, siempre querían llevarse el mérito ellos, y nosotras acabamos hartas.
Hacíamos todo el trabajo y no se nos reconocía. Luego un agente de investigación quiso tener una relación con Lina,  ella no quería y la estuvo acosando un tiempo.
Por eso Lina es más reacia que Di y yo a trabajar con vosotros.
-No lo sabía, vengo de otro distrito y no ha llegado a mis oídos la historia. Pero ahora puedo entenderlo.
-Lina es muy buena gente, pero  no intentes nada con ella si te dice que no. He visto cómo te preocupas y cómo la miras, quítate de la cabeza a Lina si quieres seguir trabajando con nosotras.
-No me interesa Lina. Sólo quiero resolver este caso como vosotras. Ella no me aguanta, no confía en mi, es impredecible y cabezota. No quiero tener nada con ella.
-Espero que no me mientas. Porque yo sé lo que veo.
Pero has de saber que si le haces daño, tanto Di como yo iremos a por ti.
-No tengo la menor duda.
Llegaron a la oficina por fin y se pusieron a trabajar.
-Bien, ahora repartimos el trabajo. Y recordad que hemos de ser superdiscretas y discretos-dijo Diana mirando a todos.
-Bueno yo ya sabéis que me desenvuelvo bien con Sandra, puedo ir a verla y discretamente mirar su casa y comprobar las ventanas y el baño. -dijo Rosa.
Diana se pidió el trabajo de investigación de las empresas de reparación de cristales de coche.
Y Lina dijo de entrar en la empresa como inspectora de seguridad y revisar cualquier cristal que tuviera algún agujero de bala.
Karlos las miró y levantando las manos les dijo que haría lo que le mandasen.
-Vendrás conmigo disfrazado  que sé que te encanta. Le dijo Lina, y las tres chicas se rieron a carcajadas.