Durmieron esa noche menos de lo deseado, pero la excursión nocturna les había llevado casi tres horas. Eran las 4 cuando se acostaban y a las 8 les sonó la alarma.

Se levantaron sin ganas y se fueron a la oficina para ultimar los detalles de la trampa que le tenderían a Sandra y Ternero.

-¿Te das cuenta Lina de que pronto dejaremos de trabajar juntos?, por fin te librarás de mi.-

-Es cierto, ahora que ya me había acostumbrado a trabajar contigo...

-Quién sabe, puede que colaboremos en algún otro caso.

-Sinceramente Karlos, lo que menos quiero  es colaborar con la policía otra vez. Quiero trabajar en mi agencia y tener clientes que no sean muy complicados por un tiempo.

-Qué pena, porque eres buena y podrías formar parte del grupo de investigación de la policía.

-No lo creo, pero de todos modos tenemos un negocio entre 4 personas que tenemos que sacar adelante, trabajar para la policía nos traería complicaciones.

Llegaron de nuevo a la oficina y en cuanto estuvieron todos allí empezaron a planificar la estrategia que seguirían.

-Vamos a ver, vosotros sois los cebos, os pondréis los chalecos antibalas, meteremos a personal armado por la entrada de servicio, ellos os cubrirán, no os separéis en ningún momento y en cuanto os encontréis en peligro avisar y entramos todos, ¿de acuerdo?.

Lina y Karlos estuvieron de acuerdo. Debían escoger una vestimenta que pudiese esconder el chaleco antibalas, ya que si los veían con él sospecharían y todo se podría complicar.

Gracias a Hinojosa pudieron entrar un grupo de técnicos en la oficina de Ternero y llenarla de cámaras de vigilancia, así grabarían las confesiones de ambos, y tendrían a la vista lo que ocurría dentro de la oficina por si debían intervenir antes de lo planeado.

Todo parecía controlado. se vistieron y sólo después llamaron a Sandra para hablar con ella.

-Hola, ¿Sandra Cabañas?

-Si, soy yo.¿ Quién es?

-Le habla Lina.-

Se produjo un silencio al otro lado de la línea telefónica, Estaba conectado el manos libres, y todos podían escuchar la conversación que se estaba desarrollando.

-Hola, ¿Cómo está?, me dijeron que había desaparecido unos días, según me contaron sus compañeras de trabajo.

-Tuve un pequeño contratiempo, pero logré solucionarlo junto a Karlos. ¿No imagina lo que pudo haber pasado?

-Pues no. la verdad.

-Deberíamos hablar los tres de ese pequeño contratiempo ¿No cree?

-No se a qué se refiere, pero si lo desea puede pasar por mi casa y aclaramos las cosas.

-Prefiero que quedemos también con Karlos y Ternero, hay algo que debemos aclarar.

Tras una conversación muy tensa, quedaron los cuatro en el despacho de Ternero que es donde tenían previsto reunirse.

Habían conseguido que la primera parte del plan saliese bien, pero aquello era lo más fácil. Lo complicado sería conseguir la confesión y salir con vida.

Habían quedado para las 6 de la tarde, todavía habría gente trabajando y eso les dificultaría cualquier tipo de agresión por parte de los sospechosos. Se dirigieron allí sobre las 4  y media para ultimar los detalles.

-Entráis, le enseñáis la copia de la foto y le pedís explicaciones, cuando hayan confesado os retiráis y del resto se encargan los agentes que procederán a arrestarles.- Dijo el comisario.

-Parece sencillo, si la cosa se complica vosotros nos veréis a través de la cámara, entráis y los detenéis.

-¿Estás nerviosa Lina?.

-La verdad es que un poco. Esta gente es peligrosa, ya nos lo han demostrado antes. Nos vamos a meter en la boca del lobo. Pero no te preocupes, con la adrenalina el miedo se me pasa. Me gusta la emoción.

-Pues vamos a la boca del lobo.

Entraron por la puerta principal, y la recepcionista les preguntó dónde iban, a lo cual Karlos le enseñó su placa de policía y les dejó pasar sin problemas. Bajaron a la planta -1 y fueron hacia el despacho de Ternero. 

Podían ver que todavía quedaban trabajadores en la planta, lo cual les daba una cierta seguridad. En ese momento eran muy vulnerables, ya que desde allí no podían ver el interior del despacho de Ternero por el ventanal acristalado, sin embargo Ternero y Sandra podían verlos a ellos sin problemas.

-Esta parte es peligrosa, si disparan agáchate y espera a los compañeros, no te hagas la heroína Lina.

-Tranquilo, sé cómo actuar vale.

-Está bien, de momento hay todavía gente trabajando y no creo que lo hagan, pero cuando estos acaben su jornada laboral seremos conejillos de feria.

-Tendremos que conseguir una confesión rápido, creo que terminan de trabajar a las 6 y media.

Ya habían llegado a la puerta del despacho cuando sin necesidad de llamar a la puerta les abrieron.

Dentro del despacho estaban Sandra y Ternero, los hicieron entrar y cerraron la puerta.

-No creí que se atrevieran a venir hasta aquí. Tienen valor, lo admito.- Dijo Sandra nada más cerrar la puerta

-Tenemos algo que le interesa,  venimos a proponerle un trato.

-Ya tenemos un trato nosotras, Lina, usted se encargaba de averiguar quién mató a mi marido.

-Lo cierto es que ya lo averigüé, y por eso debo cambiar los términos del contrato.

-¿A qué te refieres con eso?

-Usted ya lo sabe, tengo pruebas de que fue usted.

-Ja, ja, ja. ¿Qué   pruebas puedes tener?

-Tengo una foto comprometedora, mire.

Lina sacó la copia de la foto que habían descubierto la noche anterior y vieron cómo palidecía al verla. 

-Dónde la han conseguido?

-Eso no se lo diré, ahora no puede negar que fue usted la que mató a su marido...

-Veo que al final era verdad lo que me decían de usted, Lina.

-¿Qué le han dicho?

-Que es usted muy lista, con mucha suerte también. Pero no se ha dado cuenta de que acaban de firmar su sentencia de muerte. 

-¿No me diga?- Interrumpió Karlos.

-Tengo que decirles que me sorprendió que lograran escapar de mi sótano, allí hubiera podido matarles con más tranquilidad, pero no me queda más remedio que acabar aquí con la vida de los dos.

Se acercó a la mesa del despacho y sacó una pistola. Ternero estaba en un segundo plano, no había hablado todavía, y tenían que sacarle a él una confesión también.

-Y tú Ternero. ¿ Estás dispuesto a ir a la cárcel por la muerte de Alberto Moral?

-Yo no tengo nada que ver aquí.-

-Yo creo que si.-Le dijo Karlos y continuó,
-Tenemos pruebas de que Alberto Moral era la persona que vendía a la competencia las innovaciones de la empresa, lo descubriste y por eso lo mataste.
- De eso no tienen ninguna prueba.-
Era cierto, pero Lina se marcó un farol en esos momentos, para poder sacarle la confesión.
-Tenemos las conversaciones entre los dos desde la muerte de Cabañas, se puede ver muy claro en algunos documentos de su ordenador personal y además él dejó un escrito acusándole de su posible muerte.-
Vieron cómo endurecía la mirada, se acercó a Lina y le dijo

-Eres como un grano en el culo Lina, e igual  como matamos a Cabañas por no ceder ante los ensayos clínicos manipulados y a Moral por querer denunciarnos a la policía, ahora os mataremos a vosotros dos por metomentodos.-

En ese momento, cuando ya habían conseguido su confesión, sonó un timbre anunciando la finalización de la jornada laboral. Karlos se aproximó a Lina y la cogió de la mano, pretendía salir de allí corriendo antes de que se fueran todos los trabajadores, pero Sandra estaba justo delante de la puerta de salida con el arma en la mano. Estaban atrapados, debían conseguir más tiempo para encontrar la manera de escapar de allí. Los compañeros de Karlos no podían entrar en ese momento ya que sería su sentencia, Sandra les dispararía en cuanto apareciesen.

Lina empezó a preguntarles cosas para poder distraerles y buscar una manera de escapar.

-¿Porqué atacó a su hija Kora?

-Deberías saber que Kora no es mi hija, no la soportaba, si ella hubiera muerto toda la empresa sería mia.

-¿Y Hinojosa? ¿Él también  está metido en todo esto?

-No, Bernardo es un idiota, investigaba la empresa y yo "lo ayudaba" a que no descubriera la verdad.

En ese momento, muy despacio, Lina se fue acercando a la puerta. Sandra instintivamente se alejaba de ellos y sin darse cuenta se apartaba de la puerta.
Lina apretó la mano de Karlos, para darle una señal, miró a la puerta y a Sandra mientras ésta estaba hablando de Hinojosa.

De pronto Karlos y Lina se lanzan contra Sandra y la empujan contra la pared cayendo al suelo, ellos abren la puerta del despacho aprovechando la confusión y salen corriendo de la mano mientras los compañeros empiezan a entrar para detener a la pareja.

Era un tramo de unos cien metros donde no habia sitio donde esconderse y Sandra aprovechó el momento y desde el suelo les disparó.

Entraron al despacho los policías armados y los inmovilizaron, pero el disparo de Sandra había alcanzado a Karlos cerca de la clavícula, en el momento en que se giró para quedar ante su reflejo, y vió el cristal romperse en mil pedazos.
Lina oyó el estruendo del cristal y notó que Karlos caía al suelo. Se agachó sobre su cuerpo para protegerle, karlos sangraba mucho y Lina hacía presión sobre la herida.
-¡UNA AMBULANCIA!

Gritó conteniendo su miedo.

-No se te ocurra morirte Karlos, porque si te mueres te mato.

Karlos estaba inconsciente, Lina oyó cómo llegaba la ambulancia. Los sanitarios se llevaban a Karlos al hospital. Sin pensarlo se subió con él en la ambulancia y llegaron al hospital donde ingresó de urgencia.

~~~~~~~~~~~~~~~~♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇◇

Durante dos semanas Lina fue a ver a Karlos todos los días. Había perdido mucha sangre y tuvieron que operarle la clavícula para ponerle una placa con tornillos.

-¿Qué ha pasado con Sandra y Ternero?

-Los han detenido Karlos, y tenemos pruebas suficientes para que pasen una buena temporada en la cárcel.

-¿Y a vosptras quién os ha pagado los gastos de la investigación?

-Kora nos ha pagado lo que estipulamos con su padre y además un extra por haber descubierto a Sandra. Además ha dejado un sobre para ti.

-Kora es buena gente.¿Has pensado lo de trabajar para la policía conmigo?

-Karlos, ya sabes lo que pienso, no me gusta trabajar para la policía, esta vez ha sido por las circunstancias.

-¿Ni siquiera trabajarías conmigo?

-Sal de la policía y te contrato en la agencia...

-Sabes que no puedo.

-Bueno ya hablaremos, ahora tienes que recuperarte.

Lina se acercó a su cama para colocarle bien la almohada y cuando estaba  a escasos centímetros de Karlos éste se incorporó un poco para llegar a besar sus labios.

-Tenemos cosas pendientes entre tu y yo, Lina, esta colaboración aún no puede terminar.

FIN

-----------------------------
Muchas gracias a todos los que habéis leído hasta aquí, espero que os haya gustado, quizás más adelante escriba otro relato sobre Lina y Karlos juntos en otra investigación, de momento descansarán en mi cabeza.