Curiosidad
Los días pasaron y los guardianes no habían hecho contacto con Neika, y ella, se mantenía atendiendo a los llamados de la gente que necesitaba su ayuda aunque tratando de no pensar en aquel chico que tanta confusión e inseguridades había despertado en ella, dejando de lado esos pensamientos, lograba ayudar a otros. Pues si se ponía a darle vueltas, sus mismas inseguridades afectarían su corazón y por tanto su desempeño haciéndole inútil.
- Neika, debes aprender que el ser humano es muy complejo, no hay garantía de que aunque lograras cambiar su corazón no se lanzara al vacío, ese chico quiso morir, el punto es que en lugar de hacerlo lleno de dolor y tristeza, murió con esperanza y felicidad. Que al fin y al cabo es lo que importa.
-Gracias Ratkiff.
Ese mensaje que su mentor había dado en el espejo había ayudado en sobre manera a Neika, ella creía ciegamente en las palabras de los guardianes, al fin y al cabo, no había razones para desconfiar de aquellos que durante toda su vida la criaron y educaron, le enseñaron y le otorgaron el propósito para su vida.
Una mañana, aún sin salir el sol, una llamada de un corazón solitario y oscuro llamo la atención de Neika, había, en un lugar en las alturas de un cañón, una saliente rocosa que albergaba una cueva de la cual se había apropiado un chico que parecía más o menos de la edad de ella. Sintió el vacío, la soledad, la tristeza y oscuridad que había en aquel joven, que aunque por fuera parecía bastante fuerte, pues con salud y todos sus miembros completos salía de cacería y poniendo trampas en silencio para atrapar alguna presa que seguramente sería su desayuno y tal vez su comida; por dentro estaba quebrándose con cada pensamiento.
Poco a poco comían las esperanzas y la poca luz que había en aquel chico, la velocidad a la que su alma se apagaba y se llenaba de oscuridad era inquietante; mientras el humano promedio se iba llenando de oscuridad a lo largo de su vida, durante años y años de malas acciones, pensamientos y sufrimientos, este chico iba transformando su corazón en cuestión de minutos, no había tiempo que perder.
No podía reflejarse en muchas cosas alrededor del chico pues estaba lejos de a civilización, era un reto más, un grado de dificultad mayor con el cual la vigilante estaba dispuesta a enfrentarse. Se percato de un río y de los destellos que causaba el cuchillo que el chico llevaba en el cinturón por lo que utilizó el momento en el que el joven tomó agua para abordarlo.
-¡Los odio!- gritaba el joven en su mente
-Para, el odio te lastima solo a ti- decía Neika mientras veía pasar todo el sufrimiento del cual el chico había sido victima
¿Por qué de repente crece el dolor en ti? se preguntaba Neika, ese dolor ha transcurrido durante mucho tiempo, ¿por que todo se desato ahora? No podía encontrar el detonante
El odio y la oscuridad formaban un torbellino en el corazón del chico, torbellino que llamó la atención de Neika, estaba tratando con algo muy distinto a lo que había visto jamás. Los corazones siempre seguían una misma forma o patrón, una esfera oscura, rota, rasgada o magullada, una esfera de varios tonos con humo negro llenándolo, contaminándolo. Pero esto iba más allá de cualquier cosa que hubiera visto, quería tocarlo.
En su forma vaporosa, se acercó al joven tratando de consolarlo, haciendo uso de todas sus habilidades y esforzándose como nunca antes para brindar un poco de cariño a esa alma atormentada, traspasó su ser y con sus manos irradiando luz rodeaba la esfera de su corazón, de su esencia, pero el tornado de oscuridad no la dejaba limpiarlo, cada vez que un punto de luz esclarecía en la esfera, el tornado lo volvía aún más oscuro que antes, ¿sería esto causa del ser maligno del que había escuchado? Liberó su corazón, con todo lo bueno que había en ella, un gran destello de luz iluminó todo el ser de aquel chico, para cambiar su corazón, Neika debió llenarlo de luz de una sola vez y fuertemente para que no hubiera ocasión de que la oscuridad contraatacara aunque esa táctica era algo peligrosa se arriesgo para salvarlo. Al fin el corazón del joven, limpio ahora, reflejaba pureza, afecto y calma.
-¿Quien eres tu?
Neika volteo por acto reflejo buscando el origen de la pregunta del joven, quizá alguien compartía aquel paraje con el chico o quizá había llegado alguna amenaza al lugar.No vio nada. El joven debía tener muy buena vista.
-Te pregunté ¿quien eres?- la vista del joven parecía dirigirse en su dirección, pero era imposible que la viera, nadie podía verla ahora que estaba en el espejo ¿cierto?
El chico se incorporó y estiró su mano hacia ella, Neika reaccionó por impulso haciéndose hacia atrás sin percatarse que la mano del chico la traspasaba, abrió los ojos con sorpresa y desconcierto.
-¿Como una chica tan delicada pudo llegar hasta aquí así sin más?- no obtuvo respuesta- ¿ No puedes hablar?
-Neika- contestó con voz tan baja que apenas pudo oírse
-Neika, que nombre más extraño- el chico se rasco la nuca con inseguridad- dime... ¿que haces aquí?
-¿Puedes verme?
-Ahhh... supongo, a menos que seas una alucinación, lo cual explicaría muchas cosas, pero nunca me hubiera dado la imaginación para una imagen tan linda como la tuya, puede que la soledad me esté volviendo loco.
-¿Eres humano?
-Ah....si, creo, al menos eso he pensado toda mi vida. Soy Nathan- aseveró con una sonrisa
Neika no reaccionó. El chico estiro su mano para saludarla pero al contacto la atravesó.
-La pregunta es... ¿tú eres humana?
-En realidad solo en parte, pero no puedo decir nada más.
-¿Serás una ninfa de las aguas?- dijo Nathan viendo el río
-No- Neika sonrió ante la idea no tan lejana de un ser mitológico que aunque distaba de serlo, en realidad no era que le fuera ajeno, pues era un ser mitad espíritu.
El chico sonrió con ella, era la primera vez que Neika tenía interacción con alguien ajeno a su entrenamiento en el "corazón" se preguntó si lo que estaba sucediendo había ocurrido en alguna ocasión con alguno de sus predecesores, si alguien en algún momento logró ver a uno de los vigilantes, aunque si ese fuera el caso, los registros de los guardianes lo dirían ¿no? O quizá se debía a que el chico no era normal, quizá debiera llevarlo al centro y que los guardianes lo examinaran.
-Dime...¿ como es vivir aquí afuera?
La pregunta desconcertó mucho a Nathan pero igual contesto, pensando que se refería a vivir a la intemperie.
-Bastante bueno, tengo lo que necesito, comida, agua y un techo, lo único de lo cual pudiera quejarme según muchos es la soledad aunque para mi es un premio. Neika, créeme, la gente es mala, no se si tu también lo seas pero no lo pareces por lo que sufrirías mucho si pudieran tocarte, ¿que eres?
-No creo que pueda explicarlo, pero ten por seguro que no te haré daño, no puedo hacerlo, iría en contra de mi naturaleza, ya sea física o emocionalmente no puedo hacer daño a nadie.
-Mmm, interesante...¿Vives aquí?
-No
-Creo que debo ser más especifico con mis preguntas. ¿De donde eres?
-Eso tampoco puedo decírtelo.
-¡Vaya! eres una chica misteriosa... aunque muy linda. ¿Tienes familia?
-No
-¿Y por que de entre todos los lugares y personas estás aquí conmigo? me intriga demasiado saberlo.
-Eres muy curioso. Aunque a decir verdad, el que esté aquí y contigo tiene un propósito.
-El cual no me contarás desde luego- comentó habituándose a la negativa de las respuestas que obtenía.
-Así es, pero me causa bastante ...curiosidad el saber por qué, de entre muchos, tu puedas verme.
-Así que generalmente no te ven...
-No.
-¿Por eso es que usas tan poca ropa? o ¿es una representación de algo?
Neika se miró confundida hacia abajo, nunca se había tomado la molestia de hacerlo pues no la veían, no se preocupaba de como lucía. Pero al notar que lo único que estaba cubierto de sí era de su pecho hasta unos centímetros debajo del inicio de sus muslos, se avergonzó un poco por mostrar tanto frente a alguien desconocido, era una sensación nueva para ella pues, las veces que había estado en el centro siendo examinada siempre eran los guardianes quienes la revisaban, le hacía pruebas o le tomaban medidas ya sea de salud o para hacer sus ropas. Era evidente que el vestido que había usado para su iniciación era parte de aquella visión, pero el encaje que la cubría del cuello, brazos y piernas, no estaba dentro de los planes del espejo mostrar en su corporeidad vaporosa.
-¿Pu..puedes darte vuelta?
-¿Te irás?
-Si
-¿Podré verte de nuevo?
-No
-Entonces no dejare de verte hasta que te vayas.
-Por favor- suplicó pero no hubo reacción, el proceso de volver completamente al espejo requería su total calma y ese chico mirándola indiscretamente la conmocionaba- de acuerdo, te veré en otra ocasión
-¿Cuando?
-Eso no puedo saberlo, me requieren en otros lugares y casi siempre estoy ocupada.
-Tu naturaleza no permite lastimar emocionalmente, ven mañana, esperaré todo el día, si no lo haces, me estarías mintiendo y eso es algo que detesto.
El joven había analizado las palabras de Neika encontrando un punto flaco para poder lograr verla de nuevo.
>>Pensaré que me has mentido para irte solamente.
Neika sabía lo que él sentía, por alguna razón después de tocar el torbellino de emociones de esa alma podía conocer su sentir en sincronía de tiempo y empatizar.
-Mañana será- El chico se dio media vuelta, Neika se calmaba poco a poco. En unos instantes de nuevo estaba en el espejo.
El tiempo pasó con Neika cumpliendo su deber, alejando los pensamientos acerca del chico que acababa de conocer que le causaban tanta curiosidad, no podía pasarse la vida haciéndose preguntas sin respuesta, tenía cosas en las cuales concentrarse y aún recordaba los consejos de Ratkiff con respecto a la curiosidad.
Al día siguiente tuvo más casos que de costumbre ¿estaría pasando algo en el mundo de lo cual no estuviera enterada? En una sola ciudad había atendido a más de 100 corazones, perdió la cuenta después de eso, el sol ya se ocultaba y debía darse prisa pues había menos reflejos en la oscuridad que en el día. Una llamada de ayuda por parte de una anciana, cuya vida había sido de lo más desastrosa la retrasó. Una familia que pasado el primer año de hacerse cargo de ella, la echó a la calle, la había acogido otra familia la cual la utilizaba de sirvienta y la golpeaban a pesar de su edad sin contemplaciones, después de atender su corazón triste y acongojado, que poco a poco se había convertido en odio, la anciana; llena de nuevas esperanzas, salió de esa casa, como si fuera a comprar a la tienda,no se llevó nada y llegó a un albergue, en el cual la recibieron y dieron asilo.
Cuando Neika se percato que ya era de noche, volviendo al espejo, trato de ubicar al chico a través de su conexión con la panorámica de espejos, ella podía mentalmente visualizar un paisaje, ciudad, calle o incluso a una persona en especifico para ver y así transportarse. Pero al localizar a Nathan, el cual estaba de cuclillas junto a un montón de piedras y ramas, no logró ver nada , estaba en total penumbra en medio de aquella cueva que hacía del hogar del chico, como podía aparecerse ante él. Pasaron unos instantes antes de que oyera un chasquido y una pequeña llama comenzara a alumbrar el lugar haciendo que las paredes de la cueva se tornaran de un color dorado que parecía casi mágico.
-Es inútil esperar - tomó el cuchillo que traía en el cinto y aún de cuclillas lo limpió y examinó la navaja- ya está viejo- en uno de los movimientos de la navaja contra el fuego, se hizo una luminosidad extraña que pronto dejó ver a Neika, quien parecía que se levantaba sobre el fuego-Llegas algo tarde.
-Te advertí que debo atender otras cosas- calmada ante el reclamo del chico y su mirada fija pues se había preparado mentalmente para el escrutinio que le haría Nathan ante su falta de telas, se aproximó un poco a él.
-Ya estas aquí, preparare la cena, hay liebre, ¿te gusta?
-¿Para que me has pedido volver?
-Hay algo extraño en ti, además del hecho de que seas casi una aparición, una muy hermosa por cierto- haciendo sonrojar a Neika- pero no le quita lo raro al hecho de que después de haberte visto ayer, no me siento igual que antes- Neika sabía la respuesta y se sentía feliz de haber cambiado su corazón.
-Te sientes más feliz con la vida ¿no es verdad?
-No- no era la respuesta que ella esperaba por lo que la desconcertó- no me malentiendas, si me alegra conocerte, pero he atravesado un sin fin de emociones desde ayer, emociones que no son mías, desde la tristeza infinita, odio, rencor, felicidad, plenitud, todo en lapsos cortos y por cosas que no entiendo; y he tenido sueños extraños, donde hay gente que sufre y tu estas en ellos, consolándolos y ayudándolos. ¿Quien eres?
¿Que clase de nexo se había formado entre ellos? ¿Es posible que Nathan en sueños estuviera viendo lo que ella vivía? ¿Que es lo que sentía el chico?, ¿las emociones de las personas que ayudaba? ¿las de ella?¿Por que desconocía todo ello?, ¿no estaba preparada? o aún peor, algo que ni siquiera se atrevía a terminar de formular en su cabeza ¿ Los guardianes le habrían ocultado información? y ¿por qué?
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Hola peques consentidos!! Les dejo un nuevo capitulo esperando que les guste tanto como a mi me gusto escribirlo. Déjenme sus teoría de por que Nathan puede ver a Neika. ¿Que estará pasando con Nathan?
Les agradezco a todos sus lecturas y votos, le mando un super, mega, hiper abrazo y muchos, si muchos besitos byebye!!!
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