Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

OO8

( FORBIDDEN )

Aquel sentimiento...

El de ¿culpa? ¿arrepentimiento?

No sé que sentía por aquel hombre, el que lograba llenar mi estomago de mariposas con una sola mirada, solo deseaba tomarlo, acercarlo y estampar mis labios contra los suyos.

"Esta enamorado de mi" le dije a mis amigos, pero, ¿en serio él lo estaba? no.

Él no estaba enamorado de mi, en lo absoluto... estaba reflejando mis sentimientos en él, porque soy tonta... estúpida. Jamás aprendí a expresar mis sentimientos, siempre fue algo complicado para mi, siempre me hicieron sentir culpable o el sentimiento nunca fue mutuo.

Mutuo.

Eso era lo que más me aterraba de esta situación tan embarazosa para alguien como yo... alguien incapaz de amar.

No soy capaz de amar... mi corazón temía ser lastimado.

"Es un buen chico" me habían dicho, sus sentimientos eran tan puros como él. Lastima yo estaba totalmente jodida.

Mi corazón había sido roto tantas veces que había aprendido la lección. No te enamores. Provocando que jurara amor eterno por una semana, hasta que a la siguiente olvidara por completo el nombre del chico que me consiguió por una semana.

¿Por qué? No lo se, aún lo estaba intentando descubrir.

Pero este chico me había atrapado entre sus dedos, me tenía mirándolo de lejos, pensando en qué era lo que más me gustaba de él. Su sonrisa, su humor, su atención o... lo que sea que me haya atrapado.

Mientras me convencía a mi misma de que no estaba enamorada de Draco Malfoy, mirando nada más que mi libreta de notas, mis dedos jugando con la pluma entre mis dedos.

Draco Lucius Malfoy...

Era mi amigo, él siempre me escuchaba. Se comportaba como un chico tierno cuando estaba conmigo.

Pero aquella vez, en uno de los jardines de Hogwarts, mientras estaba empujando a Draco, mi mano había terminado en su hombro, me estaba mirando fijamente a los ojos y trate de convencer a mi idiota corazón de que solo era un invento mío.

Estaba cerca de mi, me sentía nerviosa, pero quería pensar que solo era mi vaga imaginación, intentando encontrar un idiota romance en cualquier tontería, después de que la profesora de adivinación me dijera que no encontraría el amor.

Bajé mi mano y continué como si no hubiera sentido la asquerosa tensión... que quería pensar solo era yo.

Mi pie comenzó a golpear el piso repetidas veces, causa de mi ansiedad y una pizca de estrés al no querer aceptar lo que me estaba ocurriendo con mi amigo.

No deseaba que Draco supiera de mi repentino sentimiento hacía él, además de temer que él se burlara, se distanciara o hiciera cualquier cosa para repeler mi presencia, temía darle aquella ilusión de que estaba enamorada, pues lo único que esperaba es que en una semana dejara de sentir mariposas en mi estomago por él. Pero no fue así.

Cada día me gustaba más.

Sabía que Draco sería transferido a una universidad en Rumania y nuestros caminos serían separados por completo, solo nos podríamos comunicar mediante cartas.

Mis dientes se clavaron en mis labios.

La pluma golpeaba el papel, mi ansiedad subía cada vez más. Mientras pensaba con detalle las situaciones vergonzosas que habíamos pasado en tan solo una semana.

Como aquella vez en que llegue a contarle con emoción que había ganado un partido en quidditch y mis compañeros de equipo me mojaron de jugo de calabaza. Mis manos había ido a sostener las suyas ¿Cómo habíamos llegado a esa posición?

Ni siquiera yo lo sabía.

Solo recuerdo haberme dado cuenta demasiado tarde, cuando sus amigos lo llamaron para que regresara a la mesa de Slytherin y se sentara a comer.

Entonces comencé a repetir la misma escena una y otra vez. Mi sonrisa acompañada de la suya, ¿sonreía porque tomé su mano? o ¿simplemente sonreía porque le contagié de mi emoción?

Esa fue la primera vez que comencé a dudar de si él estaba sintiendo algo por mi también o solo era yo... como siempre.

¿Por qué? ¿Por qué a mi?

Yo sería capaz de amarlo con total sinceridad, pero sabía que no duraría mucho para que el ciclo terminara y Draco se fuera a Rumania a estudiar su carrera de auror.

Me dolía...

Pero al mismo tiempo solo era yo, ¿no?

Draco Malfoy no tenía ni un solo sentimiento por mi, solo era yo haciéndome ideas en la cabeza.

Entonces recordé la ultima vez que lo vi.

Aquel día habíamos tenido dos encuentros raros.

El primero estaba en un jardín, sus amigos y los míos. Todos se llevaban bien, estaba molestándolo como de costumbre, pero entonces él colocó su mano en mi espalda, comenzó a regresar el juego, molestándome a mi también.

Su mano había terminado en mi hombro, entonces mi mano sin pensarlo cayó sobre su muñeca, nos miramos unos segundos, entonces sus amigos se acercaron, Draco volteó hacía abajo, observando el pergamino que ellos habían llevado, pero su mano seguía en mi hombro, mientras que la mía seguía en su lugar, estoy segura de que podríamos haber estado más tiempo ahí, sin embargo su mano había resbalado, al principio creí que me quería seguir tocando, pero después de pensarlo... quizás quería dejar de tocarme.

Tal vez no soportaba la idea de seguir tocando mi hombro.

La segunda vez estaba con un grupo de amigos, pero él estaba ahí... su mano había volado a mi espalda para empujarme, pero lo hizo lentamente, por lo que lo sostuve por el codo, mis ojos ni siquiera podían mirarlo, pero mi estupidez me hizo bajar lentamente mi mano por la suave piel de su brazo, llegando a sus manos y cuando estuve a punto de tener la oportunidad de tomarlo de la mano... tal vez entrelazar nuestros dedos, mi corazón se había acelerado tan fuerte que me asusté y quité mi mano de golpe.

Mis ojos no lo podían ni mirar.

Entonces lo sentí distante... o tal vez él seguía normal y nunca había notado que él era así de distante conmigo, porque desde la primera vez que lo tomé de la mano y comencé a creer que lo quería o... que sentía algo por él, sentía la terrible necesidad de estar con él, tocarlo o usar como excusa que lo estaba molestando porque somos amigos. Deseaba tomarlo de la mano aunque sea por unos segundos, pero mi cuerpo reaccionaba a la defensiva.

Defensiva.

Siempre he estado a la defensiva.

Tener un idiota trastorno nunca me hizo las cosas fáciles, siempre sobre pensando cada mínimo detalle de las cosas que me pasaban, dando más importancia a las cosas insignificantes que el resto de mis compañeros.

Mi mente jugaba conmigo, me daba malas pasadas, haciéndome creer que la persona que quería tenía ese mismo sentimiento por mi.

Nubes.

Me la pasaba en las nubes, creando escenarios casi imposibles.

Ensoñación excesiva.

Tan excesiva que era casi enfermiza, mientras mis amigos hablaban yo solo pensaba en posibles escenarios, posibles cosas que podrían suceder... pero no lo harían.

Mi vida no es un libro, en donde mi amigo se iba a enamorar de mi solo porque yo estaba enamorada de él.

Pero Draco Malfoy era un ser tan perfecto, etéreo.

Miedo. Defensiva. Nubes. Ensoñación. Ansiedad. Sentimientos. Negación.

Mi cabeza apenas tenía un descanso, pensando en mis sentimientos.

Aquellos sentimientos que estaba reprimiendo, porque no deseaba que él lo supiera... no deseaba dañarlo dije, pero ¿eso era cierto?

No, por supuesto que no.

Yo deseaba destruir cada fibra de su ser, un polvo finito. Un deseo de dejarlo sin aliento cada vez que me viera pasar por los pasillos o caminar hacía él, abrazarlo hasta que el oxígeno faltara en su cuerpo, acabar con su cansancio de alguna forma, morirme junto a él. Besarlo hasta cansarme.

¿No deseaba lastimarlo o no deseaba ser rechazada de nuevo?

Esa era la pregunta y si me lo preguntaras hace unas horas, cuando comencé a escribir esto, cuando mi pie no golpeaba el suelo sin control o mi pluma no estuviera chocando contra el pergamino frente a mi de forma violenta, cuando mi mano libre no estaba jugando con ella misma, rascando la piel hasta dejarla roja... cuando mis ojos no se habían llenado de lágrimas y mis dientes no habían atrapado mi labio inferior, cuando simplemente no estaba suprimiendo el llanto.

Ella habría dicho que no deseaba lastimar a aquel chico dulce, aquel chico que había pasado por tantas cosas... el que después de la guerra se había hecho la persona más amable.

Pero mi yo actual te diría que temé ser rechazada, temo que me duela el corazón, que mis lágrimas resbalen y temo arruinar mi amistad con el rubio platinado.

¿Por qué el amor tenía que doler así?

¿Por qué tenía que ser tan complicado?

¿Por qué estaba tan confundida?

¿Por qué mi corazón se aceleraba y mi cuerpo me traicionaba?

No sé...

No sé...

No sé...

Aventé la pluma contra la mesa de madera de la biblioteca y dejé caer mi frente contra la mesa, mi pie había dejado de golpear el piso y mi mano había dejado de rasguñar el mismo sector de piel de mis manos pálidas.

Pero, las lágrimas habían comenzando a caer, acompañadas de los sollozos y las malas palabras.

Maldiciendo mi cabeza por no sacar a Draco.

Maldiciendo mi corazón por acelerarse cada vez que veía a Draco.

A mi cuerpo por traicionarme cuando se trataba de Draco.

Mis pies por caminar hacía Draco.

Mis manos por buscar las manos de Draco.

No deseo confundirte, Draco... bueno, en realidad no deseo confundirme a mi misma.

Levanté mi cabeza de la mesa y limpié las lágrimas que habían empapado mis mejillas, entonces tomé una larga respiración y cerré los ojos, obligándome a no llorar más, aunque me era imposible... estaba tan confundida y eso me estresaba.

No saber que estaba ocurriendo a mi alrededor me mataba. Me destrozaba.

Si tan solo supiera como iba a terminar esto... si tan solo supiera si tus sentimientos eran mutuos... a pesar de que me habían dicho que no.

Por Dios, cuanto me dolía. Cuanto me desesperaba. Me desesperaba no ser amada.

Un amor prohibido...

El amor que yo misma me prohíbo...

Un amor que jamás sabrás que tuve hacía ti... Draco Malfoy.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro