"En todos los asuntos humanos hay esfuerzos, y hay resultados, y la fortaleza del esfuerzo es la medida del resultado"

- James Allen

El ser humano tiene la capacidad de decisión sobre una gran variedad de disyuntivas. Desde la elección de una prenda, hasta un tinte para el cabello e incluso si se trata de un trabajo para el que se desee aplicar. 

Como seres humanos podemos elegir entre cosas tan banales y entonces pensamos que tenemos total control sobre lo que queremos. Sin embargo, al tratarse del amor, esta capacidad de decisión puede verse limitada. 

¿Quién es mi tipo ideal? ¿Qué significa enamorarse? ¿Es normal lo que siento? Estas y más interrogantes que ocupan la mente adolescente, son producto de un prototipo de pareja perfecta que se ha creado en la sociedad y que al llegar la pubertad logran inducir a las personas a querer encontrar aquello que creen que es el amor. 

Las personas se vuelven blancos susceptibles de ser flechados por cupido en la búsqueda de una perfección idealizada. Una perfecta manera de amar y a un individuo perfecto que se asemejan a aquellos clichés amorosos; clichés que parecen ser una guía normativa cuando la vida real en nada se le parece. 

No hay un guion ni instrucciones cuando se trata el amor. 

Enamorarse no es una elección y la persona de la que uno se enamora no es elegible; su sexo, genero, religión, raza, etnia o edad, todas aquellas características que hacen a alguien un ser humano, para nada se tratan de toppings que uno pone sobre su helado. Los manuales amorosos no son más que experiencias ajenas sobre aquello que se ve tan lejano, lo inexplorado, lo que no se ha vivido en carne propia. Cómo será la vida en pareja, o cómo no debe serlo, aquello es algo a lo que se debe arriesgar y solo descubrirlo en la marcha. Sólo de esa manera será posible encontrar la manera de amar que se quiere, que tiene sentido para cada uno. 

Ellos eran adolescentes, porque claro, adolecían de amor. Y como aquellos que no entienden en qué se basa el amor, fueron cobardes cuando se trató de sus sentimientos.