Hazel.

Al escuchar esas palabras no hizo más que cortarme la respiración, enterarme de aquello justo en ese momento fue el detonante de sentirme asfixiada y muy agobiada dentro de esas cuatro paredes. Mi única reacción fue salir corriendo de allí, necesitaba tomar aire y alejarme lo más posible de aquel lugar.

Fue así como llegué a la colina.

Pero aún así estando ahí, no dejaba de pensar en lo que ocurrió. Aún no acababa de asimilar que Ciara es hija de Harold Evans, no sé exactamente como debía tomarme la noticia ¿Tendría que está feliz por tener una tía, que también es mi cuñada?

Eran muchas cosas que estaban sucediendo en menos de un minuto, primero la demanda y segundo enterarme de ese gran secreto que tenían muy bien guardado.

¿Qué otra cosa podría ocurrir?

Mis pensamientos se dirigen a Jaden, en lo herido que saldrá si se entera de todo esto, sé lo mucho que aprecia a su familia y lo destrozado que estará cuando se entere que su madre los ha estado engañando durante todo esté tiempo.

¿Debería decirle?

Ese es un pensamiento que me estaba torturando desde que salí de la mansión. No quería guardarle un secreto a Jaden, pero no era solo mi decisión contárselo, debía hablar con Lena, porque era incapaz de guardar un secreto así.

Y mucho menos a Jaden que siempre ha sido sincero conmigo y, sé qué si fuera al revés, el buscaría la manera de que tome enteré y estaría a mi lado en el proceso.

Luego de todos esos pensamientos regresé a la mansión, esa noche no logré dormir del todo bien. A cada instante me decía que debía hablar con Lena, pero entonces recordé que ella no se encontraba en Destiny.

Tenía tanto miedo de ver a Jaden, porque sé que al instante que me viera, sabría que algo ocurría.

Decidí esperar a la llegada de Lena.

Aunque pasaron tres días y ella aún no llegaba. Los mismos tres días que llevaba sin ver a Jaden.

En estos momentos me encuentro recostada en mi cama mirando a la nada.

Durante estos días he estado hablando con Jaden a través de mensajes, me he esforzado en actuar de manera normal para que no sospeche nada, y parece que lo estoy haciendo bien, él no me ha dicho que quiere verme.

Aunque también puede que se deba a qué ha estado ocupado, junto a sus compañeros de clases están planeando un viaje a París, el está muy feliz y yo lo estoy por verlo así.

La puerta de mi habitación se abre, sacándome de mis pensamientos. Miro a las chicas caminar hasta mi y lanzarse a mi cama.

Heather cómo se ha comprado un teléfono nuevo, no despega la mirada de el, Alice en cambio la noto un poco distraída al igual que yo.

-¿Saben? Hace unos años cuando ocurrió lo de Liam, creí que jamás alguien se enamoraría de mi-susurra Alice mirando hacia la ventana-. Pensé que ya no le gustaría a nadie por como soy... pero al llegar aquí, conocí a Bryce y todos esos pensamientos cambiaron.

Esboza una sonrisa melancólica, Heather y yo compartimos una mirada y enseguida sabemos que algo no anda bien. Alice nos mira a las dos y noto que tiene los ojos rojizos y un poco hinchados.

Mi corazón se estruja «No me gusta ver a mi amiga así»

Voy a decir algo pero ella me interrumpe y sigue hablando.

-Yo me enamoré de él chicas... estoy muy enamorada-susurra en un hilo-, y cuando le confesé lo que sentía, en menos de un segundo... todo se derrumbó.

Su labio inferior tiembla y solloza soltando todas las lágrimas retenidas.

No esperamos más y voy hacia ella envolviéndola en mis brazos, Heather se une y así estamos las tres durante varios minutos, solo escuchamos los sollozos de Alice.

Y en ese momento, siento como si estuviera los en el pasado.

-Shh, no llores más corazoncito-murmuro acariciando su cabeza.

Ella suelta un quejido, se aparta de nosotras y nos mira.

-El dijo que no sentía nada por mi-Sus ojos vuelven a llenarse de lágrimas-. Que solo era su diversión de verano.

-Bryce me va a escuchar-Gruñe Heather levantándose, pero Alice la detiene tomándola de la mano.

-No irás a ningún lado Heather-brama.

Heather arruga el entrecejo y se le nota molesta porque la haya detenido.

-Pero...-Alice no la deja terminar de hablar.

-No quiero que lo busques, ninguna de las dos ¿Ok?-Pasa su mirada verdosa de una a la otra-. Solo quiero simplemente olvidarlo... olvidar todo lo que me hizo sentir, olvidar que solamente fui su... diversión.

Susurró esta última palabra y se quedó en silencio con lágrimas cayendo por sus mejillas.

Me di cuenta entonces qué al igual que Alice, Heather y yo estábamos llorando. Nos duele ver a nuestra amiga así, nos duele pensar que tal vez hemos regresado al mismo punto de hace unos años.

No puede evitar preguntarme ¿Qué habrá pasado?, Creí que Bryce sentía algo por Alice, lo ví en sus ojos.

El resto de la tarde decidimos quedarnos recostadas en mi cama, hablando de cosas triviales para distraer la mente de Alice. En cierto punto también necesitaba distraerme, no quería pensar en lo ocurrido hace unos días.

Comimos, comimos y comimos muchas golosinas, al tiempo que veíamos una película de acción, lo menos que quería ver Alice era una de romance.

Recibí algunos mensajes de Jaden, ya que se había enterado de lo que pasó. Me preguntó si Alice están bien, le dije que no pero lo estaría. Le pregunté por Bryce, quería saber si al menos le dolía un poco lo que ocurrió. La respuesta de Jaden fue:

Está entrenando.

Lugo de eso no seguimos hablando, yo estaba con mis amigas y el estaba preocupado por Bryce.

Eran las 11:00 Pm, las chicas ya estaban durmiendo, yo en cambio por más que quisiera no podía conciliar sueño, me sentía inquieta.

Mi mente se desvía a un recuerdo de mi infancia, cada vez que no podía dormir mi papá siempre me leía un cuento, siempre llevaba ese libro a todos lados. La nostalgia llega a mi y con ella las ganas de leerlo nuevamente.

Me levanto y salgo de la habitación, tal vez si lo busco en el librero del despacho lo encuentre ahí.

Entro sin hacer el menor ruido y al cerrar la puerta tras de mi, enciendo las luces. Camino hacia donde se encuentran los libros y comienzo a buscarlo. Paso mi vista por todos ellos y suspiro, son las colecciones de mis padres.

Paso la punta de mis dedos por ellos, recordando muchos momentos que vivíamos juntos. Mis ojos se llenan de lágrimas «Los extraño tanto». Miro el libro que he venido a buscar y lo tomo entre mis manos.

Tomo asiento en el sillón y me dispongo a echarle un vistazo. Al abrirlo un sobre cae de el, lo recojo y noto que es una carta que le enviaron a mi padre, está abierta y algo vieja.

Por un momento pienso en guardarla de nuevo, pero la curiosidad me gana y la abro.

Mi ojos pasan por las primeras palabras.

Hola, Harry.

Durante un rato permanezco leyendo letra por letra, al ir por la mitad mis ojos comienzan a llenarse de lágrimas, mi respiración se detiene y mi corazón se estruja.

Mi estómago da un vuelco, mi pecho se oprime y por un momento me siento marcada. Hay lágrimas acumuladas en mis ojos, que poco a poco van bajando por mis mejillas.

Me duele leer esa carta.

Me duele pensar que mi padre engaño a mi madre.

Me duele que me hayan ocultado esto.

Me duele saber que todo este tiempo he tenido una hermana y nunca me lo han dicho.

Sollozo y cierro la carta, no quiero seguir leyendo. Limpio mis lágrimas mientras veo el libro enis manos, ¿Hasta cuándo más secretos?

La puerta del despacho se abre y por ella entran mis abuelos. Al verme ahí sentada y toda llorosa, su mirada se muestran sorprendidas, supongo que no esperaban encontrarme aquí.

La tristeza que sentía segundos antes, es reemplazada por la molestia. Tengo muchas preguntas que hacerles, pero en estos momentos no estoy pensando con claridad.

-¡¿Por qué me han ocultado esto?!-espeto mostrando la carta en mis manos.

Martha palidece enseguida, mi abuelo en cambio parece estar tratando de recordar.

-No se de que hablas, Hazel-dice con simpleza. Pero se que está mintiendo.

Suelto una risa sarcástica.

-No te hagas la que no sabes Martha, así que hablen-exijo mirándolos furiosa.

Martha aprieta sus labios lanzándome una mirada furiosa.

-Hoy no Hazel-sisea-. Tu abuelo no está bien ahora.

Aprieto mis manos en puños. Si esto que en cualquier momento voy a explotar. Poso mi vista en Harold, tiene unas grandes ojeras y su rostro se ve demacrado. Por un momento pienso en detenerme, pero no puedo, necesito respuestas.

-No debieron ocultármelo-replico-. No tenían el derecho de hacer algo así.

-¿Quién lo dice?, ¿Tú?-pronuncia con burla en su voz-. Sabes Hazel, mejor vete a tu habitación y no nos des más problemas.

Sus palabras debieron haberme dolido, pero no fue así.

-No me iré de aquí hasta que no me digan la verdad.

Martha parece estar perdiendo la paciencia, Harold se sienta en el sillón y se afloja la corbata. No lo veo bien, voy a acercarme a él pero pero el comentario de Martha me detiene.

-Las dos son igual de tercas.

La miro pasar sus manos por su cabello. Tengo tantas ganas de llorar ahora, por todo lo que estoy sintiendo en este momento.

-Quiero conocerla.

Ella se detiene, mirándome fijamente con el entrecejo arrugado.

-No. No lo ha...-No termina su oración, cuando veo que corre hasta mi abuelo-¡Harold!

Desvío la mirada hacia el y al igual que mi abuela, corro hasta llegar a su lado. Está totalmente pálido. Siento desesperación al ver cómo se agarra el pecho y parece no respirar bien.

-¡Llama a una ambulancia, Hazel!-Me exige mi abuela con la voz quebrada, mientras sostiene a mi abuelo.

Corro hasta el teléfono y marco a emergencias. Mis manos tiemblan y mi corazón late frenético, tengo mucho miedo. A pesar de como han Sido mis abuelos conmigo, no me gustaría que les ocurriera algo malo.

Ellos son mi única familia.

N/A: Hola hermosos Bombones, aquí está el primer capítulo del año. Espero que lo disfruten y no olviden votar y comentar.

¿Les gustó el capítulo?

PD: Espero que este año puedan cumplir sus metas y obejtivos, y que no sea tan difícil como el anterior.

¡Besos,mis hermosos bombones!