Hazel.

El resto del viaje cantamos a todo pulmón al sonar Ride de twenty on pilots. Al parecer ayer en le gusta esa banda, luego descansar nos estuvimos riendo puesto que ninguno de los dos lo hacía bien, desafinamos demasiado. Pero a pesar de ello, disfrutamos del momento.

El viaje duró alrededor de veinte minutos, supe entonces que nos encontrábamos a las afueras del pueblo. Pero según lo que yo recuerdo en las afueras, no había nada más aparte de muchos árboles y colinas.

Las personas suelen venir aquí para hacer picnics y pasar el tiempo con sus familias. O en algunas ocasiones, las parejas suelen venir en la noche y pasar el rato «o eso es lo que me contaba Isobel».

Nos encontrábamos llegando al lugar donde seria nuestra cita. Puedo divisar una cabaña, pero al ver un poco mas arriba se encuentra un cartel que dice vitale's. La facha tiene un aspecto un tanto rústico.

Jaden aparca el auto y se dispone a salir de el, desabrocho mi cinturón mientras observó como Jaden se dirige a mi puerta. Abre y me extienda su mano la tomo y me ayuda a bajar, cojo mi bolso antes de salir completamente, cierra tras de mí para luego activarlo los seguros. Camina hasta posicionarse frente a mi, extendiendo sus brazos hacia los lados.

—Bienvenida al restaurante Vitale's—dice tratando de imitar el acento italiano, aunque no le sale muy bien.

—Tu imitación es pésima—digo riendo. El se toca el pecho, fingiendo que mis palabras le dolieron—aunque aprecio que lo intentaras.

—Que agregues eso ultimo, no quita el hecho de que tus palabras me dolieran.

Lo dice con tanta convicción, que por un momento creo que habla en serio. El parece percatarse de mi inquietud y estalla en una sonora carcajada, se acerca mas a mi y su risa cesa poco a poco.

—No hablo en serio pequeña—posa su mano en mi mejilla acariciándola. Me estremezco ante su contacto—mejor entremos, tienes que ver el lugar por dentro.

Dice y baja su mano hasta entrelazarla con la mia. Asiento y no encaminamos hasta la entrada del restaurante.

Subimos lo pequeños escalones que se encuentran en la entrada. Al atravesar el umbral quedó embobada por la decoración, es todo lo opuesto a como se ve por fuera. El restaurante es muy amplio, hay muchas mesas decoradas con manteles blancos y la madera oscura del piso reluce por el brillo que dan las lámparas contra ella. Todas las mesas se encuentran repletas de personas y otras caminan de un lado a otro atendiendo las mesas. Las paredes son de un suave color crema y son decoradas por cuadros de paisajes dándole un toque cálido al ambiente.

«Es hermoso»

Un hombre de estatura media se acerca a nosotros, tiene los ojos grises y los adorna con unos anteojos, cabello rubio perfectamente peinado hacia un lado y piel ligeramente bronceada.

—Buenas noches y bienvenidos a Vitale's.

—Buenas noches, tenemos una reservación a nombre de Jaden Taylor.

—Jaden Taylor...—repite buscando el nombre en una lista que trae junto a el—si, aqui está la reservación en el balcón, síganme por favor.

Nos pide y camina guiándonos por un lado del pasillo.

«No puedo creer que Jaden haya reservado el balcón»

Siento un apretón en mi mano y giro la cabeza en dirección a Jaden. Me sonríe y yo le devuelvo el gesto, a medida que caminamos observo que hay muchos retratos familiares colgando en las paredes.

El hombre se detiene ante unas puertas francesas, abre y se hace un lado dejándonos pasar Jaden y yo cruzamos el umbral, si creí que el interior del restaurante era hermoso, el balcón lo es aún mas

Es amplio pero constan con una sola mesa, está decorado con varias luces y flores, se escucha una suave melodia de un piano de fondo, caminamos hasta acercarnos a la mesa.

—Esta es su mesa, por favor siéntanse cómodos. Enseguida vendrá alguien a atenderlos.

Dice, para después marcharse por donde llegamos, dejándonos solos a Jaden y a mi. Nos disponemos a sentarnos, Jaden acomoda la silla tras de mí y luego se dirige a la otra y acomodarse en ella.

—No sabia que existiera un restaurante en esta zona.

Pronuncio desviando a un lado centrándome en la hermosa vista que hay. Se puede observar todo Destiny desde aqui.

—Lo abrieron hace un año.

—La vista es hermosa ¿No crees?—musito con la mirada aún puesta en el paisaje.

—Si... muy hermosa—volteo a mirarlo y noto que me está observando.

—Seguro amarías dibujarlo.

Recuerdo que muchas veces me dijo que quería dibujar Destiny en todo su esplendor.

—De hecho, ya lo hice—explica—pero ahora quisiera dibujar algo más.

—Me gustaría ver ese dibujo.

—Créeme, lo harás.

En ese momento llega el mesero, se presenta y nos entrega el menú, nos sirve vino mientras decidimos pedir. Bebo un poco degustando el sabor y reviso el menú, hay variedades de platillos y todos andan exquisito. Al final me termino decidiendo por un risotto y Jaden opta por una pasta a la boloñesa, el mesero el cual nos dijo se llama Carlos, se retira con nuestra orden.

Jaden y yo nos observamos, no se que decirle, me he quedado con la mente en blanco de pronto. Nos instalamos en un silencio para nada incómodo, no hacemos nada más que observarnos como si estuviéramos detallando cada parte de nuestros rostros.

Tal vez eso es lo que está haciendo el.

—¿Por qué no habías regresado antes?—pregunta, rompiendo el silencio.

Su pregunta me toma desprevenida. Solo tres personas saben porque no lo había hecho, pero por alguna razón siento que confianza en que puedo decirle a el también. Suelto un suspiro y decido hablar.

—Si te soy sincera, ya no me gusta vivir con mis abuelos—comienzo—cuando me enviaron al internado yo ansiaba con regresar. Pero al pasar el tiempo me di cuenta que cuando vivía con ellos, llegaba a sentirme asfixiada por todas sus reglas y exigencias.

»Y al estar lejos de ellos sentí mas libertad. Yo amo vivir en Destiny, pero sería distinto si no fuera con mis abuelos. ¿Me hace eso, ser una malagradecida?

Jaden me mira procesando mis palabras, se echa hacia adelante y extiende su mano por sobre la mesa hasta tocar la mia.

—Yo no te llamaría de esa manera, creo que todos deberíamos tener libertad a la hora de hacer o decir algo; si no fuera así sería una situación agobiante y es entendible que te sientas de esa forma. Y no es porque seas egoísta o malagradecida, es porque allá te sientes libre y eso está bien. La próxima vez que pienses que eres así, recuerda que solo estás siendo feliz.

Termina de hablar, dándome un apretón en la mano. Extiende la que tiene libre y pasa un mechón de cabello detrás de mi oreja, dejando en el trayecto una caricia en mi pómulo. Me regala una sonrisa reconfortante, la cuál le correspondo.

—No sabes cuánto me reconfortan tus palabras—musito, soltando un pequeño suspiro.

—Siempre que me necesites, aqui estaré.

Esas palabras me hacen sentir de una manera extraordinaria, aunque también un poco confusa, porque no sé si lo dice en plan de amigos o como algo más «¿Será que me está mandando a la friendzone?» no lo creo, o si no, no estuviéramos en una cita ¿Verdad?

El ruido de unos pasos me sacan de mis cavilaciones. En mi campo de visión aparece el mesero con nuestra orden. Luego de colocarla perfectamente en la mesa, se retira murmurando un "buen provecho".

Observo la comida, se ve realmente apetecible y huele delicioso. Pruebo un bocado degustando el sabor; está totalmente exquisito, mi lengua se derrite por la explosión de sabores que hay en ella.

—Imagino que esa expresión, es porque te gustó—dice y toma de vino. Asiento, y termino de tragar.

—Esta muy delicioso, no se porque antes no había comido risotto.

El resto de la cena, estuvimos charlando sobre su familia. Me ha contado que su madre trabaja en una librería y que sigue igual a como la recuerdo. También me habló de su padre y hermanas, aunque en el pasado, no los llegué a conocer.

Al terminar con el postre, decidimos retirarnos. Nos encontramos caminado a la salida, pero Jaden se detiene de pronto. Lo miro esperando una explicación a su repentino movimiento, está registrando los bolsillos de su pantalón y mira al piso buscando algo.

—Creo que he olvidado mi teléfono, y si no es así, pues lo he perdido.

—Si quieres, te acompaño a buscarlo—mascullo, el niega con la cabeza.

—No es necesario, mejor espérame en el auto, ten—dice y me extiende las llaves.

Las cojo y asiento murmurando un "esta bien" me dispongo a caminar hasta la salida. Al cruzar el umbral, tropiezo con alguien, causando que se le caiga su bolso y las cosas que lleva en ella. Me acuclillo para ayudarla a recoger sus cosas.

—¡Lo siento! No me percaté que venía alguien frente a mi—me disculpó y le pasó sus cosas, para que las guarde nuevamente en su bolso.

—No te preocupes, yo también venía distraida—se encoge de hombros, restándole importancia.

Esbozo una pequeña sonrisa, en manera de disculpa. Ella se aleja y me llega una sensación, de que la he visto antes. Busco en lo mas fondo de mi cabeza, pero no logro recordar.

Lo dejo pasar, tal vez después logre recordar. Camino hasta llegar al auto, quedándome afuera esperando por Jaden. Apoyo mi espalda a éste y observo hacia el horizonte.

Se escuchan unos pasos acercándose, observo sobre mi hombro y veo que se trata de Jaden, avanza hasta posicionarse a mi lado.

—¿Encontraste tu teléfono?

—Si, de hecho Carlo lo encontró por mi, lo había dejado sobre la mesa.

—Entonces...¿Nos vamos?—inquiero, girando mi cuerpo un poco hacia el y veo que asiente.

—Pero antes quiero llevarte a un lugar

Tras decir eso, me ayuda a subir al auto, haciendolo el más atrás.

—¿A dónde vamos?—indago, el me mira de reojo y se concentra nuevamente en el camino, sonríe de lado.

—A la constelación de Destiny.

¡Hola bombones! ¿Como están?

Aquí un nuevo capítulo, como todos los Domingos. Espero que les guste.

¿Que opinan de la cita de Jaden y Hazel?

Síganme por Instagram: @sonaher08 ahí estaré subiendo cosas sobre la historia.

Voten y comenten(lo agradecería muchísimo)

Hasta el próximo Domingo.