(kate)

El viaje había sido un poco intranquilo, las turbulencias hicieron que abra varias veces la ventanilla para corroborar que no nos estuviéramos cayendo del avión. Cleo tomo su pastilla y durmió todo el viaje.

Nunca pude controlar el miedo que tenía a las tormentas. Traté de cerrar varias veces los ojos, pero la inseguridad me invadía. Comencé a pensar en el lugar donde estaríamos las próximas semanas. Escocia. Recuerdo haber ido a una vez con mi madre mi padre y mi hermana. Pasábamos el verano en las hermosas montañas, donde el aire era puro y ayudaba a desintoxicarte de la ciudad. Los momentos eran muy bellos donde estábamos unidos y mi madre y mi padre se amaban con locura. Luego todo cambio, mi madre viajaba sola a escocia y volvía terminado el verano. Nos quedábamos junto a mi padre. Pero la última vez ya más grandes, mi madre no volvió. El matrimonio con mi padre se había roto y ella tenía un nuevo amor. Mi padre se deprimió. Comenzó a pintar, retratos, paisajes. Se enfocó tanto en su arte que también se olvidó de sus dos hijas. Ambas ya bastantes crecidas nos valimos por si solas, aunque mi hermana que era más sensible que yo seguía llorando por las noches la perdida de mi madre. La extrañaba tanto como a mí, pero el rencor había invadido mi alma. Estaba muerta en vida para mí.

Traté de enfocarme en mis estudios ahora era el mundo y yo. Mi hermana viajó a Alemania y terminó sus estudios y conoció a su esposo. Conocí a Alice y a George, en ellos encontré la parte que me faltaba. Ahora eran mi familia. Luego llego a mi vida Thomas. Pensar en él me hizo recordar que lo extrañaba y que necesitaba tener noticias suyas. Comencé a sentir escalofríos, recuerdo sus últimas palabras el necesitaba ser feliz. Y precisamente no era conmigo.

La voz de la azafata me saco de mis pensamientos avisando que habíamos arribado a destino. Ahora si Escocia me esperaba. Toqué los brazos de Cleo que estaba profundamente dormida y le avisé que habíamos llegado.

Luego de esperar que despacharan nuestras valijas, Stacy la homenajeada nos esperaba en el auto. Luego de abrazarnos y saludarnos con mucho entusiasmo. Ella nos llevó a la mansión en donde estarían los invitados. Era un castillo. Las habitaciones eran renacentistas y muy lujosas. Durante la noche nos debatimos con Cleo si era de su familia o era que habían rentado por esas semanas.

- Muchas gracias stacy por todo- le dije luego de la cena.

- Kate- hizo una pausa- estoy agradecida por tu presencia, es muy importante para mí.

- Lo sé- la corté, ella tomo mis manos.

- Solo quiero que estés bien, se por lo que has pasado y espero no incomodarte.

- Claro que no pasará. – dije un poco nerviosa, sabía perfectamente porque me decía estas palabras.

- Mañana por la mañana vendrá Alice me ha avisado hace unos minutos.

- Oremos a buscarlas si es necesario- le dije

- No ya la buscarán. Mañana llegan los invitados de Nicholas. Sus amigos. – mi semblante cambio y ella lo notó.

- Tranquila no los veremos hasta la noche que tendremos una cena.

La mañana siguiente recibimos a Alice, estaba tan segura con ella a mi lado que tenía una leve sensación que nada malo pasaría durante la estadía. Ella me trasmitía seguridad.

El almuerzo y la tarde fueron muy tranquilas estuvimos recorriendo junto a Stacy el lugar, un castillo muy grande con enormes jardines y laberintos. Era de ensueño. Solo una princesa podría casarse en ese lugar. Y ella era perfecta. Nicholas había arribado por ella a la tarde y nos había saludado muy amablemente. Luego se habían retirado.

Llegada la noche, los nervios comenzaron hacerse notar. Alice y Cleo sabían perfectamente que no iba a ser una cena muy cómoda y que seguramente en la misma estaría Benedict y sus amigos. Nos duchamos y nos vestimos con algo elegante para la ocasión. Yo nunca salía del negro así que preferí esta vez ponerme un vestido suelto de color azul, una trenza cosida que dejaba ver parte de mi cabellera y un sobre plateado que me acompañaba. Mire el móvil varias veces, no sabía si quería hablar con Thomas o llamarlo a Ed. No me atreví, los minutos pasaron y un auto nos buscó para hacer el honor a los novios en su primera noche.

No me di cuenta hasta que entré la cantidad de invitados que había en el lugar, lleno de hermosas luces de colores blancas, el jardín iluminado por ellas y la luz de la luna. Cuando entramos Stacy enseguida nos recibió y nos invitó hacia el jardín. Nos presentó a su extensa familia y luego se disculpó para ir a saludar a otros invitados. Los mozos comenzaron hacer su trabajo, y mis nervios comenzaron aflorar.

- Tranquila- me dijo Alice tocando mi mano. – no pasará nada. Disfruta Kate. - yo solo asentí.

Comenzamos a degustar varios tragos y hablar de banalidades mientras disfrutábamos de la música. Reía reía como nunca lo había hecho. Varios amigos de Nicholas se habían acercado para conversar siempre respetuosamente. No me había percatado que en un rincón de ese bello jardín se encontraba Benedict, Steven, Lucas y David. Tomando unas copas y charlando muy amenamente.

(Benedict)

El vuelo había sido un poco extraño, me había llevado un libro para salir de mis pensamientos tortuosos y apenas había pisado Escocia, llamé a Lily para saber cómo se encontraba y si estaba todo en orden como lo había dejado.

Esa mañana había sido agotadora lidiar con los nervios de Nicholas por su boda en los próximos días me había llevado a tomar un buen baño relajante con un par de copas para aliviar mi stress. No quise saber quiénes estaban en el enorme castillo donde dormíamos. El típico castillo renacentista. Bello por fuera y tétrico por dentro. Vi a varias mujeres por las galerías, pero no le presté atención ninguna. 120 habitaciones era suficiente para decirme que pasarían más situaciones que una boda.

Nicholas nos había informado que esa noche, tendríamos una cena importante para homenajearlos a ambos. Estaba tan enfrascado en mis pensamientos que no me di cuenta que Lucas me hablaba.

- ¿me estas escuchando?

- Lo siento – dije

- Eres un idiota. – estoy preguntándote si uso este corbatín o éste. – dije ofuscado señalándolos.

- El bordó- dije apurado.

- No tienes cura

- No te enojes amigo.

- Ya es hora de irnos – espetó David.

- Las mujeres nos esperan- gritó Steven.

- Vámonos de una vez- dijo Lucas.

Entramos a los jardines, todos adornados con luces blancas que acompañaban con la luna. Había mucha gente, muchas mujeres bellas que al pasar me reconocían y hacían gestos con sus caras y sus brazos. No quería ser el centro de atención, pero era inevitable. Mi fama había aumentado tanto que sentía que tenía todas las miradas encima.

Comencé inconcientemente a buscar entre las jóvenes alguna cara conocida. Pero no la encontraba. Nos sentamos en un lindo rincón del jardín donde el viento fresco nos invadía y comenzamos a beber sin parar, tranquilos pero una copa tras otra. Mis ojos iban de un lado a otro. Hasta que Lucas me observó porque se dio cuenta de lo que mis ojos habían visto. Me quedé paralizado. Mi corazón comenzó a latir fuertemente. Y miré automáticamente a mi amigo. El asintió sabiendo lo que estaba preguntándole con mis ojos. Kate estaba riendo junto a Alice, Cleo y otra chica a la que no conocía. Parecía divertirse. Por un momento sentí que miró hacia donde me encontraba. Inmediatamente saqué la vista y comencé a reír solo. Parecía un idiota, pero Lucas lo entendió y siguió mi juego.

Luego de unos minutos, volví a buscarla con la mirada, pero ya no estaba. Mi cuerpo se tensó y comencé a buscarla. Me excusé.

- ¿Estás seguro? – dijo tomando mi brazo.

- No lo sé... solo necesito corroborarlo.

- Porque no esperas- insistió. - luego te acompañaré, pero creo que no es momento Ben piensa en Nicholas.

- Tienes razón me deje llevar por el impulso. Gracias amigo.- lucas solo asintió.