- ¿no vas a contestarme? - la voz de ben me sacó del trance.

- Que... quieres que diga - los sonidos de mi voz salieron a flote.

- ¿es en serio? ¿Edd? ¿No podía ser otro?

- ¿de qué hablas?- contesté confusa

- Hablo de que has tenido una relación con él y soy el último imbécil en enterarme.

- No he tenido una relación - dije ofuscada.

- Lo que sea. No puedo creerlo -tomó su cabello, sus ojos se desorbitaron y se sentó en un banco de mármol blanco al lado de una ventana enorme.- maldita sea Kate.... Yo pensando en ti todo este tiempo, rompiéndome la puta cabeza para tratar de recuperarte.- me paré frente a él.

- Tú no has perdido el tiempo - dije enojada- todo el maldito mundo sabe que vas a ser padre y....

- Tú lo has dicho voy a ser padre no tengo una relación con nadie.

- Yo no lo sé- le grité- el me observó frio. ¿te has acostado con ella últimamente?

- No - mis ojos se abrieron como platos. ¿tenemos que hablar de esto? Realmente tenía un propósito esta noche contarte toda la puta verdad.... Pero esta noticia me ha devastado.

- Maldición- dije - me senté a su lado. Él no se inmutó. Nos quedamos en silencio unos minutos que parecieron eternos. Todo se derrumbaba. Jamás sentí tan poca estabilidad en una relación. - te amo - mi voz sonó ronca, lo decía desde el fondo de mi corazón. - pero... él me ha contenido mucho, su presencia me reconforta por eso... - no pude terminar. El seguía sin inmutarse.

- Hice todo lo que no tendría que haber hecho- dijo - mandé mi vida al cuerno. Pero estoy seguro que no fue, ni es nada agradable. El embarazó de Lily es riesgoso, el bebé por ahora está bien pero no sabremos más adelante. - sus palabras congelaron mi corazón. - quería explicarte de mi ausencia, fui a un sitio donde podía estar solo. Pensar que haría en el futuro. Pensar en que podía recuperar lo nuestro, los sentimientos siguen intactos como el día en que te conocí. No puedo dejar de amarte, no quiero hacerlo tampoco. No sé vivir sin ti. Cuando tuve la oportunidad, no hice bien las cosas.- inmediatamente tomé su mano.

- Somos dos, ambos hicimos las cosas mal. - dije mirándolo. El seguía sin hacerlo. Sus ojos comenzaron a desprender lágrimas. Me asusté.- yo también te amo con mi alma, y lo sabes.

- Estoy destrozado ahora que me he enterado que has frecuentado con Edd.

- Lo siento- dije sin más.- te amo Ben.- él sonrió.

- Debería irme. La fiesta sigue no puedo arruinar el momento de Nicholas, él es un gran amigo. - mi mente comenzó a divagar ¿acaso era una despedida? ¿Qué diablos...? Hace dos noches estábamos entre las sabanas hablando sobre nosotros y ahora?

- ¿qué quieres decir? No puedo entenderte... ¿acaso estas despidiéndote? - comencé a desesperarme.

- ¿Qué pretendes? - me observó. ¿puedes perdonarme por tener un hijo con Lily? - me quedé en silencio - lo supuse habló. Yo no sé si puedo vivir con la idea de Edd y tú entre sábanas.

- ¿Qué diablos dices?- le grité enojada.- no es lo misma situación. Puedo dejarlo ahora mismo....

- Entonces están juntos, acabas de confirmarlo. - me observó dolido.

- Claro que no...

- Crees que no los vi cuando estaban en el jardin... Que se te acercaba como si fueses una presa ¿todavía no lo crees?

- Te amo a ti Ben. Tienes que creerme.

- Y lo hago- dijo tranquilo. - sólo que estamos ...

- Vas a tener un hijo... -mis lágrimas comenzaron a caer- y no es conmigo, Se me parte el alma saber eso.

- Créeme que a mí también y lo sabes. Cometí un error pero no tiene la culpa de sus padres.

- Claro que no. -grité - podemos resolverlo, lo sé te amo Benedict.

- Y yo a ti. - se paró y comenzó a caminar dejándome sola en el banco.

Inmediatamente reaccioné pasé por delante de su cuerpo, el frenó en seco, sus ojos estaban rojos sus lágrimas inundaban su rostro. Me acerqué.

- Por favor Ben. - me acerqué más mi cuerpo estaba pegado al suyo. Él no me observaba miraba la nada estaba desorbitado. Lo tomé del cuello y lo besé.

Llegué a la conclusión que los besos se dan de una manera diferente, los mejores son aquellos que uno se da con la persona que ama de verdad. Allí uno siente un placer no físico, sino sublime. Cuando uno besa, deja de pensar en todo, no piensas en nada, simplemente sientes una sensación única. Y eso sentía cuando saboreaba los labios de Ben. Mi corazón estallaba, mi vientre explotaba. ¿Quién iba a decir que un beso pudiera ser así, capaz de alterar el paisaje interior hasta tal punto de desbordar los mares, de empujar los ríos montaña arriba, de devolver la lluvia a las nubes?

La falta de aire hizo que ambos dejemos nuestras frentes pegadas una a la otra. Abrí mis ojos. El me observaba.

- No me dejes de nuevo, por favor- supliqué, él esbozo una sonrisa.

- No tienes idea lo que generas en mí. - se separó, con su mano derecha acarició mi mejilla. - te amo demasiado Kate.

- Entonces... no lo dejes... saldremos de esto.

- ¿cómo lo sabes?

- Haré todo lo que esté a mi alcance, te lo prometo.

- No va a ser fácil.

- Hemos pasado por muchas cosas....

- Y siempre nos hemos distanciado por eso. ¿Qué cambiará ahora?

- ¿Porque hablas de esa forma? ¿acaso no quieres estar conmigo?

- Mataría por estar contigo - dijo. - eres mi vida. Nada tiene sentido sin tu presencia. - dijo serio. Me acerqué nuevamente y volví a besarlo. Poco nos importó donde nos encontrábamos. Chocamos contra una puerta, trató de abrirla y me empujó hacia adentro. parecíamos dos adolescentes.

- No voy a volver a cometer el mismo error. Te necesito - dije sobre su boca.

Durante mucho tiempo establecí mis relaciones bajo el ideal del amor romántico, basadas en ese marco imposible donde, poco a poco, damos forma a vínculos cargados de dependencias y vulneraciones. Mi relación con Benedict era de esa forma. Había encontrado el amor de mi vida. Él era mi mundo. Estaba completamente enamorada de él, y no pretendía perderlo nuevamente.

En ese momento fui consciente de que en el pasado ambos cometimos errores. Nos sentíamos frustrados por aquella inmadurez, aquellos errores de jóvenes inexpertos. Sentimos que en nuestro interior había cosas inacabadas y no narradas del todo, pero esta vez merecía un reinicio y final más valiente.

Esa noche poco nos importó donde nos encontrábamos, volvíamos a ser nosotros y nada más importaba por ahora...

Capitulo corto, pero actualizando al fin ....