Cap 15 ... Diálogos
(Kate)
Su cuerpo inmediatamente reaccionó. Abrió su boca para dejarme entrar en ella, mis manos fueron hacia su cabello, enredándose mis dedos en ellos. Su pelvis se apoyó en la mía dejándome sin aire por falta de espacio, pero no me importaba. Sus manos acariciaban si cintura mientras mi espalda estaba rígida por sostener ambos cuerpos.
Los minutos pasaron, juntamos nuestras frentes.
- ¿por qué me haces esto? - siguió con sus ojos cerrados.
- ¿hacerte qué? - dije con un hilo de voz.
- Enloquecerme. – sonreí
- Lo siento ... amor – complete la frase. El abrió sus ojos y observó los míos.
- Maldición, eres mi perdición. – comenzó a besarme nuevamente. Todo el ambiente se volvió más candente que antes. Comenzamos a caminar sin dejar de tocarnos hacia la enorme cama en la que dormía. Me tiró sobre ella y comenzó a besarme el cuello. Necesitaba más.
Nuestros cuerpos fueron uno solo lo que quedaba de la noche. Ambos quedamos exhaustos, estábamos acostados uno junto al otro mirándonos. El amanecer se hacía presente. Su mirada me penetraba, por momentos cerraba sus ojos mientras que los míos permanecían firmes observándolo. Por unos segundos me detuve en la ventana de estaba detrás de la cama, los pequeños rayos del sol asomaban. Eso quería decir una cosa que tendría que volver a mi habitación. Tendría que dejarlo. El miedo comenzó a paralizarme. Benedic se dio cuenta de mi inquietud.
- ¿Qué sucede? – levantó su mano y acarició mi cabeza. Cerré los ojos por un momento y finalmente hablé.
- Ya está amaneciendo. – él sonrió.
- ¿Cuál es el problema?
- Que debo irme – suspiré. - tengo mi habitación.
- Pues quédate conmigo. – solo sonreí. Me quedé en silencio. El comprendió lo que pasaba.
- ¿Qué pasará ahora? – dije con un hilo de voz.
- ¿Qué quieres que pase? - contestó. Fruncí el ceño por su pregunta y el comenzó a reír.
- Dímelo tú. Ya sabes lo que siento.
- ¿que sientes? – volví a fruncir el ceño. Él se acercó y deposito un beso en mis labios.
- Te amo – le dije mirándolo a los ojos. El brillo que desprendía su mirada era lo que me hacia sonreír en ese momento mientras le decía nuevamente – te amo Ben.
- Te he extrañado tanto Kate- mientras me abrazaba- apoyó mi cabeza en su hombro, se acercó a mi oído y pronunció. – te amo princesa. – mi piel se erizó y sonreí. Inmediatamente encontré su mirada con la mía. Mi mano acarició su rostro.
- ¿Qué haremos ahora? – el frunció el ceño
- Es complicado – logró decir. – tengo que arreglar las cosas ...
- ¿estas con ella? – el miedo a su respuesta paralizaba todos mis sentidos.
- No hace tiempo que no estamos juntos.
- ¿por qué? – el me observó.
- Creo que debemos hablarlo esta noche. Te contaré todo. – yo sentí con la cabeza.
- Me da miedo saberlo.
- Pero es la verdad. Necesito que sepas la verdad de todo.
- ¿acaso hay algo más?
- No. Pero no puedo perdonarme haberte perdido tantas veces. Todavía no entiendo como no estamos juntos como debería ser.
- Pero lo estaremos ¿no es así?
- Primero necesito que me escuches. Luego tu decidirás.
- ¿por qué?
- Porque yo ya estoy jugado en esta vida. Pero hablaremos luego, después de la cena y la fiesta temática.
- ¿A dónde iremos?
- Porque preguntas todo – comenzó a reír.
- Porque me da miedo.
- ¿desde cuándo?
- Siempre fui insegura y lo sabes.
- Pero siempre te he amado y nunca lo dejé de hacer Kate. – sonreí. – ven acá. Sus manos abrazaron mi cuerpo. – vamos a dormir todavía es temprano, necesito sentirte.
Comencé a sentir su respiración. Estaba durmiéndose, tan tranquilo. Mis ojos estaban pesados, pero tenía miedo, de saber el porqué de nuestra separación, de nuestra distancia. De todo. Poco a poco fui cerrándolos. Ahora por una vez en la vida tenía que confiar en él. Me dejé llevar y caí en los brazos del Morfeo.
Me levanté con la luz del sol entre mis ojos, mi cabeza dolía un poco. Me desperecé y estiré los brazos. Me levanté y me tomé una ducha. Mientras sentía el agua recorrer mi cuerpo, recordé la noche anterior con Benedict. Mi piel se erizó y mis nervios afloraron. Habíamos podido conciliar el sueño un rato, pero luego tuve que irme de la habitación hacia la mía.
Salí y mi cambié, revisé el itinerario y tendríamos la mañana y la tarde libre, ya que por la noche la fiesta temática para seguir honrando a los novios. Solo esperaba poder hablar con ben. Era lo único que tenía en mente.
Salí por el corredor y busqué el salón principal para desayunar, mi panza hacia ruidos necesitaba comer tostadas o medialunas. También acompañados de un buen expreso cargado. Cuando abrí las puertas había poca gente, no me había fijado la hora, pero sabía que era tarde. Stacy estaba sentada en una mesa muy adornada de flores blancas junto a Alice, Cleo y unas amigas más. Tomé asiento junto a ellas, conversamos mientras Alice se reía de mis ojeras. No tenía idea que había pasado la noche anterior, ella pensaba que me había ido a dormir con unas copas de más.
Luego de tomar mi expreso, salimos hacia los jardines. Mi cabeza dolía y los rayos del sol parecían que consumían mi piel. Me senté en un banco mientras permanecía ajena a la conversación que tenían las demás. Prendí cuidadosamente un cigarro y comencé a fumar en silencio. Por momentos sonreía sola, acordándome de las palabras que nos habíamos dicho con Ben cuando hacíamos el amor.
- Kate estas muy callada ¿de que te ríes? – dijo Alice sacándome de mis pensamientos.
- Yo ... – dije
- ¿Conoces otra Kate que este frente a nosotros?.
- Lo siento estoy cansada. - dije desganada
- Hemos vuelto medianamente temprano ayer, con copas de más, pero hemos tenido tiempo de dormir. – dijo Alice riendo.
- Quiero contarles algo – dije sin pensar. Ambas abrieron sus ojos como platos y me observaron.
- Ayer, luego de que llegamos a nuestras habitaciones – dije mirando a Alice – me acosté y no podía conciliar el sueño. Después de dar vueltas y vueltas prendí un cigarro en la ventana y bueno salí de habitación para poder tomar aire. Pero ...
- Pero... - dijo Alice-
- En realidad, Sali a buscar a Ben.
- ¿Qué dices? – dijo Cleo.
- Necesitaba ver a Benedict y hablar con él.
- Creo que no estaría entendiendo – volvió a interrumpir la castaña.
- Ya te contaremos
- ¿Qué hiciste Kate?
- Yo Sali a buscarlo por los pasillos y escuché hablar a David y Steven sobre él. Al parecer estaba ebrio en uno de los jardines ... yo fui hasta allí y lo encontré.
- ¿y qué sucedió?
- Traté de explicarle el error que había cometido ...
- ¿error? ¿De qué demonios hablas?
- Luego te contaremos Cleo déjame escuchar.
- Esta bien sigue por favor.
- No quiso escucharme, salió hacia su habitación y lo seguí
- ¿me hablas en serio?
- Acaso crees que estaría mintiendo.
- Claro que no. Vi como Cleo le hacia una cara de reproche a Alice
- Luego discutimos hasta que lo besé.
- ¿Qué? - lanzaron un grito.
- Si lo besé y el me correspondió
- Pero claro si sigue enamorado de ti.
- Y luego bueno... hicimos el amor hasta el amanecer.
- No puedo creerlo... - dijo una Alice un poco enojada
- Alice por favor... - supliqué.
Luego de ese momento incómodo, nos retiramos cada una a su habitación. Mis ideas me atormentaban, cerré los ojos por unos minutos, y dejé que mis pensamientos invadan mi cuerpo. Creo que coincidir con alguien es fácil, lo hacemos a menudo y con decenas de personas cada día. Sin embargo, lo que es realmente mágico es chocar de mente y corazón con esa persona y descubrir de pronto cómo armonizan nuestros mundos, porque sí, efectivamente, conectar es mágico.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro