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Cap 10 ... perspectiva

(Benedict)

Aquella mañana todo había pasado rápido. Le había gritado con todo mi corazón a Kate que mi único objetivo era recuperarla. La noche anterior no había podido conciliar fácilmente el sueño. Verla así tan vulnerable en el pasillo, tan frágil me había roto el corazón, mi mente divagaba y pensaba las mil formas hablar con ella. Las palabras que había cruzado con Alice y Lucas habían sido en vano. Aunque mi amigo no se había disculpado por haber estado del lado de la castaña. No le di importancia.

Tantas cosas quería hablar, que lo único que se me ocurrió fue decirle que estaba ahí por ella, porque sabía perfectamente que iba a ir a la boda. Me había asegurado investigando y sacándole información a Nicholas. Aunque él estaba de mi lado y sentía que esta era mi oportunidad, no podía dejar de lado que sería difícil debido a la situación que me encontraba. Pronto sería padre y mi atención iba a estar exclusivamente en mi hijo.

Esa mañana había recibido un llamado de Lily, diciéndome que tenía unos dolores, me asusté mucho, pero me tranquilicé luego de haber conversado con mi hermana. Ella la había acompañado a su médica y solo eran dolores de una mala digestión. Eso me había tranquilizado un poco.

Me había olvidado de la hora y cuando corté con ambas, Lucas me había mandado un texto avisándome que estaba en el salón de los espejos. Inmediatamente salí corriendo y atravesé varios pasillos incluyendo el jardín que tanta paz me traía.

Rápidamente abrí las grandes puertas que me separaban del lugar y me excusé pidiendo disculpas. Había mucha gente dentro del salón, solo pude reconocer fácilmente a los novios. Me acerqué a ellos y les expliqué la situación. Nicholas me había dicho que me quedé tranquilo que solo era un ensayo. Les agradecí nuevamente. Stacy me presentó a una jovencita muy linda llamada carolina. Era la organizadora del evento.

- Tienes que buscar una pareja para la boda y justamente ella ha quedado sola. ¿puedes hacer pareja con ella? – señalándome para mi derecha.

De golpe cuando observó hacia ese lado, la veo. Kate se encontraba en el medio del salón, la gente estaba rodeándola y la observaba con detenimiento. Esbocé una sonrisa porque me imaginaba como se sentiría en estos momentos. Se veía tan bella. Creo que todavía no sabe la magnitud que puede causar en los hombres y sobretodo en mí.

Dirigí mis pasos hacia donde estaba, con una sonrisa ladeada. Ella a mediada que me acercaba comenzaba a sonrojarse más, sus bellos pómulos iban cambiando de color a medida que mis pasos avanzaban. Quedé junto a ella y me puse a un costado. Todo mi cuerpo comenzó a tensarse a pesar de no mostrarme nervioso en ningún momento.

- Hola – le dije sin pensar.

- Hola – me contestó con un hilo de voz. Se notaba que estaba nerviosa.

- ¿Cómo has estado? – quise saber

- Bien – ella no me dirigía la mirada, es más parecía que hablaba con una pared. Estaba molestándome por su actitud.

- Me alegro que así sea. – dije cortante, menuda estupidez le había dicho. Maldición como podía hacerme sentir como un maldito niño. Luego de unos minutos habló.

- ¿tú? – pase de un estado de enojo a confusión.

- Bien gracias por preguntar. - estaba poniéndome loco por la situación.

- De nada me alegro por ti. – parecíamos unos malditos desconocidos. Odiaba sentirme así. ¿que estaba sucediendo?

Comencé a prestarle atención a la organizadora que no paraba de hablar y explicar lo que tendríamos que hacer. Veía que ella tenía gestos como los que solía hacer cuando se sentía confusa o charlaba con su mente. La conocía tanto que sabía qué hacía o pensaba cuando su cara reflejaba algún gesto.

- Debes tomar mi brazo. - le dije sacándola de sus pensamientos.

- ¿Qué dices? – ella me observó, yo sostuve su mirada y sonreía. estaba disfrutando el momento de incomodidad en el que se encontraba.

- Debes tomar mi brazo. – volví a repetir. Inmediatamente ella se aferró fuertemente. Volví a sonreír.

No podía sentir el contacto con su piel, pero sabía perfectamente que estaba incomoda. Eso quería decir que no era ajena a sus sentimientos. En el fondo estaba seguro que algún sentimiento todavía se encontraba. Solo necesitaba prenderlo.

- Siento que tengas que hacer esto conmigo. – dije de pronto. Porque vi la batalla interna en la que se debatía.

Caminamos por el salón varias veces, repetimos algunas entradas y salidas con los novios. Ella se separó de mi un minuto y sin decirme nada habló con Stacy para luego desaparecer por la puerta principal. Nuevamente fui el centro de atención de todos. Comencé a ver detenidamente las miradas y varias me daban a entender que tenía que seguirla. Busqué a Lucas y este me hizo un gesto.

Me importó un carajo lo que pensaran y salí del salón tratando de encontrarla. Pasé por varios corredores hasta que llegué al jardín de las flores de loto. Así lo llamaba yo. Estaba cerca de la fuente tocando una de ellas.

- Es hermoso ¿no crees? – mi voz retumbo en todo el jardín. Ella no se dio vuelta solo contestó.

- Si.

- ¿estás bien? – me acerqué un poco más, no tenía control de mi cuerpo.

- Supongo- su voz estaba quebrada

- Kate ... - hablé, necesitaba saber que pensaba, si seguía estando en mi corazón. Mi cabeza era una revolución. Tenía sentimientos encontrados.

- ¿Qué es lo que quieres? – se dio vuelta, ahora estábamos cara a cara. Su pregunta me confundió.

- Necesitaba saber que estabas bien, te has ido tan rápidamente que ...- fue lo primero que atiné a decir, pero era la verdad. Todavía causaba eso en mi cuerpo. Causaba confusión.

- Lo estoy gracias por preguntar, ahora debo irme. – pasó por mi lado. Su fragancia canela invadió mis fosas nasales, alertando todos mis sentidos.

- Kate – ella se quedó parada junto a mí, pero en sentido contrario. – no he podido sacarte ...

- No lo digas. – me interrumpió

- De mi mente. – necesitaba decirlo. – no puedo y no quiero. - finalicé

- Benedict por favor. - rogó.

- Vine a recuperarte. - ella no me dirigió la mirada solo contestó.

- Nos vemos esta noche en la cena. – y se perdió en el corredor.

Ser acompañante en una boda es pasar la mayor parte de ella con esa persona que te designaron. Esa tarde antes de la cena había conversado con Nicholas para poder cambiar de acompañante. Sabía que tarde o temprano las cosas no iban a terminar bien. Él había insistido en que el primer encuentro no iba a ser muy bueno que digamos, Lucas y David no omitieron palabra, pero Steven acompañó al rubio. Esa noche en la cena los acompañantes se sentarían juntos, sabía que iba a tener la mirada de amenazante de Alice. Iba a tratar de no darle importancia.

Estaba en la habitación fumando un cigarro y tomando unas cervezas con Lucas y Steven, tratamos de no poner en tela de conversación el tema de Kate, pero sabían que iba a tomar esta noche cartas en el asunto. Luego de unas cuentas cervezas David pasó por el cuarto para encaminarnos hacia otro salón donde habría una cena y luego una fiesta de recibimiento.

Como siempre el lugar estaba atestado de gente, parecía que a medida que pasaban los días más personas seguían llegando. Pero era solo una impresión mía.

- Jamás me imaginé que Nicholas tendría semejante boda- dijo Lucas bebiendo una copa de vino.

- Debemos disfrutarla- dijo el castaño, yo solo sonreí.

- ¿necesitan algo muchachos? Están cómodos- dijo el anfitrión de la velada.

- Excepcional – dijo David- gracias por todo Nicholas. El rubio se acercó a mí.

- Espero que no sea un inconveniente que hagas pareja con Kate. - solo me limite a sonreír. – le dije a Stacy que no hagamos tanta laraca de esto, pero sabes cómo son las mujeres. Y no quiero defraudarla.

- Tranquilo hermano ya sabes que quiero volver a conquistarla. Después de todas las cagadas que me he mandado necesito reparar esto y bueno me ha venido bien- levanté el hombro. – pero dime como estas tú? ¿nervioso?

- Un poco, pero teniéndolos a ustedes y a mi familia estoy muy bien. - comenzamos a reír. Y levantamos copas.

Luego de una entrada con mucha bebida, nos invitaron a sentarnos. Era la hora de la verdad. Nos acomodaron en nuestros lugares y fué cuando la ví. 

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